Me acerque a ella y le dije:

Ella me mir� con cara de pocos amigos, pero de repente sonr�o
y me dijo:

Casi acabadas mis palabras se acerc� una chica.

La rubia me dijo:

-Bueno toma, te doy mi tel�fono... por si me quieres llamar-
le dije, mientras apuntaba en un papel que ya hab�a buscado en mis
bolsillos.

Ella lo cogi� haciendo un gesto de desgana como queriendo
decir "ni te lo creas". Se marcharon.

Me qued� como siempre, solo, pero esta vez aun con mayor
sensaci�n de derrota y pensando que no llamar�a y que probablemente "ese novio"
que esperaba era la otra chica... lesbianas.

Pasaron bastantes d�as, algo as� como tres semanas. Ya hab�an
llegado los primeros d�as calurosos del verano, aquella tarde estaba aburrido en
casa sin otra cosa mejor que hacer que ver la tele y beber algo fresquito,
cuando de repente son� el m�vil. Mir� el n�mero que sal�a en la pantalla pero no
lo conoc�a, estuve a punto de rechazar la llamada pero un impulso me hizo
descolgar.

-Hola, no s� si te acordar�s de m�- me dec�a una voz
femenina -soy aquella chica a la que le diste tu tel�fono... rubia con el
pelo largo...

Yo estaba emocionado, la recordaba perfectamente pero
intentaba parecer desinteresado -�ummhh! Creo que ya me acuerdo. Bueno y �qu�
es lo que quieres?- le pregunt�, contento pero intentando que no se me
notara.

-Me parece bien- dije, -�hoy?

-S� claro- me dijo, -Te doy mi direcci�n y vienes
primero aqu�... �vale?

-Perfecto- contest�, nervioso como un adolescente escrib�
en un papel lo que me dec�a.

Me arregle todo lo que pude y sal� de casa como un
desesperado que estaba con direcci�n a aquel sitio.

En una media hora estaba frente a la puerta llamando al
timbre. Se abri� y all� estaba la rubia, pero estaba en bata y zapatillas. Pens�
que tendr�a que esperar mucho rato hasta que se arreglara.

-Hola- me dijo, -soy Ana, adelante, entra.

-Luis, encantado- y me acerque a sus mejillas para darle
dos besos que ella acept�. Pude percibir que llevaba un perfume muy agradable y
que exaltaba mis pensamientos. La segu� hasta lo que era el sal�n. Mientras
camin�bamos hac�a all� cre� o�r unos ligeros golpes y una especie de gemidos,
pero eran tan suaves que pens� que quiz� eran imaginaciones m�as o que hab�a
alg�n animal en la casa tipo gato o algo as�. Una vez en el sal�n me pregunt�:

Ella se fue y mientras sal�a me fije en lo que la bata dejaba
ver de sus piernas, llevaba unas medias negras de esas que llevan una costura
por detr�s.

Segu�a oyendo de vez en cuando esos ruidos de antes pero tan
levemente que aunque me intrigaban pens� que era una tonter�a preguntarle a Ana
por ellos.

Volvi� con una limonada de lata y un vaso, los puso muy
suavemente sobre una peque�a mesa delante del sof� y me dijo:

-Te he llamado porque quer�a que vinieras a ver una pel�cula
conmigo, ya la tengo puesta- y diciendo esto cogi� el mando a distancia de
la tele y la encendi�. Casi de forma instant�nea me extra�� que no pusiera en
marcha otro aparato como un video o algo as�, pero este r�pido pensamiento se me
fue cuando vi la imagen que hab�a en la tele. Se ve�a una gran cama y sobre esta
una mujer muy guapa, morena, le estaba mamando la verga a un hombre mientras
otro la penetraba desde atr�s con furia. Las embestidas del hombre eran muy
fuertes y con ellas las tetas de la mujer se balanceaban salvajemente mientras
el otro la sujetaba con fuerza la cabeza para que la polla no saliese de la
boca. Los gemidos de la mujer eran ahogados por el gran trozo de polla que ten�a
dentro de su boca. Con la visi�n de aquel espect�culo no pude evitar que mi
polla comenzara a ponerse dura abultando mi pantal�n, pero al mismo tiempo me
puse colorado y mire a Ana con sorpresa. Ella entonces sonri� de forma p�cara y
me dijo:

A�n no hab�a dicho m�s palabras cuando ella se puso de pie
frente a m� dici�ndome -veo que tu polla tiene ganas de algo- y se abri�
la bata. Me qued� alucinado y aun m�s dura se me puso la polla... Llevaba un
sujetador rojo que le levantaba las tetas dejando ver sus pezones que parec�an
decirme "ch�panos", un ligero negro que sujetaba aquellas medias y unas
braguitas, tambi�n rojas, muy peque�itas que en lo m�s interior de m� ya estaba
deseando quitarle. Estaban ya mojadas por la mancha de humedad que se pod�a ver
sobre su co�ito.

Ella mir�ndome el bulto de entre mis piernas y luego a la
cara me dijo:

-�venga! Fuera esa ropa- y sin dejarme levantar me quit�
la camisa r�pidamente y me baj� los pantalones, dejando solo mi calzoncillo
abultado por la fuerza de mi verga que quer�a salir de all�. Me acarici� y toc�
con ganas el paquete por encima de la tela como intentando aumentar m�s mi deseo
y de repente con furia me lo quito, diciendo con sorpresa y vicio -�Guau!
Estas depilado... como a m� m�s me gustan las pollas-. Agarr� con af�n mi
polla, la pel� y dici�ndome lascivamente -cuando te vayas a correr d�melo-
la comenz� a mamar. Se la met�a toda en la boca, llegaba hasta su garganta y
la sacaba, esto lo repet�a mientras me acariciaba las pelotas. Rodeaba y acog�a
con placer todo mi capullo y lo chupaba succionando con pasi�n. Esto me volv�a
loco, mientras aprovechaba para mirar la tele y ver como iba el tr�o. Estaban ya
los dos t�os sobre la cara de la mujer mene�ndoselas mientras ella les daba
chupadas a una y otra polla. Llegaron al orgasmo y empezaron a echar sus cremas
calientes y espesas sobre la cara de la mujer. En ese momento y muy r�pidamente
Ana levant� la cara de mi polla diciendo -haz como esos dos t�os, dame...,
suelta toda tu leche- aplic�ndose otra vez a mi polla y chupando como una
viciosa.

Vi como los t�os se vistieron y salieron del plano de visi�n,
entonces o� el ruido de una puerta de alguna habitaci�n y luego el de la puerta
del piso, deduje que se hab�an ido. Pensaba que aquello que hab�a visto hab�a
ocurrido en una habitaci�n de al lado y aun me excitaba m�s. Ana mientras, se
recreaba en la mamada a mi polla, lo hac�a con suavidad como intentando que
aquello durara el mayor tiempo posible. La mujer de la tele se levant� de la
cama y la tele se apag�. No pregunt� porque, la verdad en aquel momento me daba
igual. O� otra vez una puerta y apareci� ante la entrada del sal�n la mujer. Era
muy guapa, morena, con ojos azules, deb�a tener unos 45 a�os y aun as�
conservaba una figura estupenda, como una de 30. Ana se levant� de mi polla y
dijo:

Entonces la que resulto ser su madre, dirigi�ndose a m� me
dijo:

-�Ala! No te cortes, no tengas verg�enza, y disfruta. Suelta
toda tu leche. �Te gusta como te mama la polla mi ni�a?- Mientras Ana
sonre�a complacida y volv�a a su trabajo sobre mi polla dura, yo con voz
entrecortada y entre gemidos contest�:

La mam� dirigi�ndose otra vez a su hija quien no parec�a
hacerle mucho caso le dijo:

Y Ana sin levantar su cara de mi polla, girando sobre ella, y
dentro de su boca la miro asintiendo con los ojos, aquel giro me dio m�s gusto y
no pude evitar gemir con fuerza. Ella al darse cuenta de eso empez� a repetirlo
mas veces.

Altern� aquellas mamadas con movimientos de sus manos
paje�ndome e intentando que no me corriera todav�a.

Lleg� un momento en que ya no pude aguantar m�s y d�ndome
cuenta le dije, mientras sal�a del ba�o volviendo frente a nosotros su madre,
-me corro, me corro- esperaba que entonces ella se apartara pero no lo hac�a
y asent�a con los ojos como queriendo decir "ya lo s�". Su madre entonces
preguntaba ilusionada -�se corre? �Ya?-, pero Ana no contestaba ten�a la
polla en la boca y yo le contest�:

Su madre bajo hacia la cara de Ana mirando entusiasmada
mientras yo sent�a como estaba soltando toda mi leche y Ana la recib�a en su
boca trag�ndola. La madre que se daba cuenta de que estaba d�ndole mi crema
caliente me dec�a cari�osamente mientras me acariciaba el pecho -suelta toda
tu leche, amor.

Acab� de soltar toda, Ana alz� la cabeza con la cara
sonriente y sin decir nada reteniendo parte de mi leche en su boca y mirando a
su madre que le pregunt� -�no te la has tragado toda verdad?-, a lo que
Ana contest� negando con la cabeza. La madre se acerc� a Ana y se dieron un
morreo en el que yo adivine que se estaban pasando la leche de una boca a otra.
Estuvieron unos segundos y se separaron. La madre dijo:

Ana a�ad�a -s�, est� muy rica- mientras me volv�a a
coger la polla y me chupaba la punta intentando recoger y tragar todas las
posibles gotas de esperma que me quedaran. La madre segu�a degustando mi
caliente flu�do y cuando parec�a que hab�a ya tragado todo, mir� a su hija que
al darse cuenta de que la miraba le ofreci� mi polla -va mam�, c�mesela un
poco aun sacar�s algunas gotitas de su rica leche.

Ella se meti� la polla y chup� con furia para conseguir de m�
todo mi semen, me daba algo de gusto pero en ese momento ten�a la polla
insensible y la visi�n de aquello me hac�a dejar que hiciera.

Ana le dec�a -�esta buena la polla eh Mam�?-, la madre
se separ� ya de m� contest�ndole -s�, est� muy rica, ahora entiendo que te
hayas querido tragar su leche- y ella le contest� -ya, pero te he
guardado una poquita para ti.

Las dos demostraban una gran complicidad, me daba la
sensaci�n de que no era la primera vez que lo hac�an.

Sonia, que me acababa de decir Ana como se llamaba su madre,
me dijo:

-Deber�as estar orgulloso, no te creas que se come la
leche de cualquiera. Ahora quiero que le des las gracias como se merece a mi
ni�a.

Ana se puso en pie, Sonia le baj�, quito las bragas y pas� un
dedo por su co�o unt�ndolo de los jugos, lo chup� un poco y dej� parte que me
ofreci� a m� para que los probara.

-�Te gusta su juguito?- mientras Ana se pon�a en el sof�
sentada, boca arriba y con las piernas muy abiertas poniendo su co�o bien a la
vista.

-Vamos, c�mele el co�o- me dec�a -pero hasta que no se
corra no dejes de com�rtelo, que se corra en tu boca.

Yo me acerque hasta su jugoso co�o y pasando los brazos por
debajo de sus piernas, poniendo mis manos sobre su vientre y sobandole las
tetas, me puse con ganas locas a chupar. Abr� la boca todo lo que pude y abarque
toda su rica vulva succionando con furia, me vino a la boca una gran cantidad de
sus jugos que brotaban sin cesar y tragu�. Sonia que no paraba de mirar me dec�a
-�qu� bueno est� eh! Chupa, chupa, que ese jugo es para ti. M�tele la lengua
dentro de la vagina �vamos!, Ese cl�toris chupalo, l�melo- de forma
insistente pero amable. Ella mientras me dec�a esto hab�a pasado su mano por
detr�s de m�, me acariciaba y apretujaba dulcemente mi polla y las pelotas,
intentando que se me pusiera otra vez dura. Ahora me dec�a -que se te ponga
ya dura cari�o que mientras le comes el chochito a mi ni�a yo me quiero comer
otra raci�n de tu crema para m� sola.

Yo obediente cumpl�a mis �rdenes, la verdad es que la estaba
gozando, con la punta de mi lengua dura abr�a los labios de su chocho y recorr�a
toda la raja de abajo a arriba hasta llegar a su cl�toris que lam�a y chupaba
con pasi�n. Ante los chupetones que ofrec�a a su perla, Ana ten�a unas
convulsiones en sus caderas que la hac�an temblar de forma desenfrenada y era en
ese momento cuando con dos de mis dedos frotaba y hac�a saltar sobre su m�sculo
aquella preciosa perla mientras introduc�a mi lengua en lo m�s �ntimo de ella
lamiendo r�pidamente, vibrando y sacando hacia fuera m�s cantidad de su rico
jugo que yo pod�a saborear. Entonces, fue cuando Sonia estaba diciendo con
picard�a y viciosamente -ahora que ya la tienes dura, te la voy a comer y
veras... Ana, cari�o, voy a hacer que goce tanto que te va a comer todav�a
mejor.

No hab�a acabado de decir esto y mientras Ana suplicaba
-c�memelo, chupa, chupa- ya estaba notando como mi polla llegaba hasta la
garganta de Sonia. Me recorr�a toda la longitud de mi verga y succionaba la
punta como si de una golosina se tratara. Aquello me estaba poniendo a cien, y
mi pasi�n por el co�o de Ana iba en aumento. Los espasmos de sus caderas
comenzaron a ser m�s frecuentes, cada vez brotaba de su co�ito mas cantidad de
jugo. En un momento determinado en el que con mi boca abarque toda su raja y
chupaba con fuerza, Ana dio un grito y temblando violentamente dec�a -me
corro, me corro, me corro-. Yo lam�a con mi lengua su cl�toris a la vez que
empec� a recibir un flujo mas espeso en mi boca. Al o�r el grito y las palabras,
Sonia se levanto diciendo -ya se corre mi ni�a- con muestras de estar
orgullosa. Yo que notaba un flujo m�s espeso me separ� solo el tiempo para ver,
al igual que Sonia, un fluido viscoso y blanquecino que lentamente sal�a sin
parar, mientras Sonia me dec�a -vamos, com�telo, ay que rico debe estar. Es
el jugo de su orgasmo, una ambrosia-. Yo inmediatamente continu� chupando,
lami�ndole el cl�toris y como no, comiendo ese jugo que contra m�s lo probaba
m�s me gustaba. Sonia volvi� a trabajar ansiosa a mi polla, mientras Ana
empezaba a tener ya cada vez menos temblores y se iba quedando tranquila, su
orgasmo hab�a acabado. Sin embargo, yo segu�a ahora con m�s dulzura lamiendo
toda su hendidura y recogiendo ese zumo que aun brotaba.

Entonces me pregunt� -�te ha gustado como me he corrido?
�Estaba bueno mi zumo?-, yo que empezaba a llegar al principio de no retorno
no pude hablar pero asent� con la cabeza. Estaba descargando toda mi leche en su
madre, que la tragaba sin cesar, cuando Ana se incorpor� un poco para, mirando
desde el sof�, ver como su madre tragaba y dici�ndole con cari�o -�Ah! Toda
una raci�n de su leche para ti-. Ana se pas� dos dedos por todo el
co�o, que yo ya no chupaba, mojando en sus jugos para luego llevarlos a la boca
y probarlos.

-�Que bueno! Ya veo que te ha gustado.

Su madre que hab�a acabado con mi verga y con toda mi leche,
se levant� deprisa y se puso a chupar un poco el co�ito de Ana, que se recost� y
abri� mas las piernas. Intentaba recoger y saborear lo poco que yo hab�a dejado
sin comer.

-� Oh! Que maravilla, y t� te lo has comido todo...
�avaricioso!- me dec�a con tono amistoso.

Ana se puso en pie y mirando a su madre le pregunt�:

-�Por qu� no nos vamos a tu cuarto?- con gesto travieso,
juguet�n y un brillo en sus ojitos de p�cara.

Se dirigi� primero Sonia, luego Ana que me cogi� de la mano y
me hizo un gesto con la cara como diciendo no sabes como lo vamos a pasar.

Al entrar, Sonia ya estaba tumbada con las piernas muy
abiertas. Aquella visi�n me calent� tanto que mi polla se estaba poniendo dura
otra vez, cosa que yo no me pod�a creer a estas alturas. Ana que se daba cuenta
de aquello me dec�a con lujuria -te gusta el co�o de mi madre �verdad?...
Mam�, la tiene dura otra vez... � Vamos, follale el co�ito a mi mam�!

Los dos subimos a la cama y yo me aproxim� hacia Sonia pero
Ana dijo de pronto -� no! As� no, quiero verte a cuatro patas mam�- y a
m� me ordenaba con suavidad -m�ntala, metesela as� hasta el fondo.

Su madre se puso en posici�n mientras Ana separaba bien las
piernas y el culo para que la vulva se viera bien. Puse la punta de mi polla, ya
dur�sima por la estupenda visi�n de lo que me aguardaba, cerca de la raja y Ana
poni�ndose detr�s de m� me agarraba la polla dirigi�ndola, ayudando a que
entrara en el jugoso agujero y me empuj� bruscamente para que penetrara. Se oy�
como un chasquido y un grito de Sonia que dec�a con la voz entrecortada
-f�llame ya.

La empec� a embestir con lentitud pero con fuerza y siempre
profundamente llegando hasta su �tero. Cada uno de mis empujes iba acompa�ado de
un largo gemido de Sonia, mientras, Ana hab�a puesto su cara debajo de nosotros
para ir chupando la parte de mi verga que, untada de jugos, sal�a del co�o.

-Mam�... �qu� bueno esta tu co�o!- le dec�a a Sonia que
no se preocupaba m�s que de gemir.

En esa situaci�n se oy� la puerta de la calle, me asust� un
poco, pero continuaba con mi faena. Apareci� ante nosotros un hombre sonriendo y
salud�ndonos, que llevaba en la mano una peque�a maleta. Ana me dec�a
r�pidamente -no pares, f�llala-, ya que yo me hab�a cortado un poco e
inmediatamente dijo:

-Hola pap�.

-Hola cari�o, ya veo que lo pas�is bien, he venido s�lo a
por un par de camisas.

-�Otra vez te vas cari�o?- le dec�a Sonia entre gemido y
gemido, mientras �l asent�a con gesto de pena y resignaci�n.

-Mira, pap�, como se folla a mam�.

-Venga m�tesela hasta el fondo- me animaba a m� el
hombre, -f�llamelas bien, en tu polla lo dejo.

Se despidi� y se fue tan r�pido como lleg�.

Aumentaba la velocidad de mis empujes y no tard� en empezar a
correrme. Cosa que observ� Ana mientras me sujetaba desde atr�s para que no
saliese del co�o y dici�ndome:

-�chale la leche bien al fondo, ll�nala.

-Me gusta, la noto caliente dentro de m�- dec�a como loca
Sonia que aumentaba el movimiento de sus caderas con la intenci�n de que dejara
toda mi carga.

La saqu� toda pringada de la mezcla de mi leche y su jugo,
por lo que ellas dos a la vez empezaron a lamerla, limpiando y saboreando todos
los fluidos.

Me dejaron descansar un rato, esperando que mi polla se
repusiese, mientras ellas se hicieron delante de m� un 69 magn�fico. Ana chupaba
con fuerza el co�o de su madre intentando recuperar parte de la leche que hab�a
dejado dentro de aquel jugoso chocho. Llegaron al orgasmo, tardaron lo
suficiente para que yo volviera a excitarme y tuviese mi polla lista para la
acci�n.

Sonia decidi� que me tumbase boca arriba porque ahora me iban
a follar ellas a m�. Obedec� muy gustoso, tumbado mi polla parec�a un m�stil de
un velero apuntando al cielo. Sonia se agach�, separando las piernas y
abri�ndose el co�o con la mano, se empal�. Baj� tan bruscamente que hasta a m�
me hizo algo de da�o, pero era un dolor estupendo. Cabalgaba como una amazona
pose�da y realizaba unos movimientos con la pelvis que frotaban la entrada de su
�tero sobre mi glande haci�ndome volver loco. Ana que miraba entusiasmada, le
dec�a con tono de ni�a peque�a -�ala! Mam� d�jame ahora a m�.

Sonia se levant� dejando mi polla al aire libre, la sujetaba
esperando encararla hacia el co�o de Ana, al tiempo que le indicaba como quer�a
que me montase.

Ana cabalgaba sobre m� d�ndome la espalda y su madre la dej�
hacer mientras me dec�a:

No hubo que decirlo m�s veces... me puso todo su co�o, que se
abr�a con dos dedos, en la boca. Me encant� aquel olor a co�o que "ven�a de la
guerra", jugoso, del que sal�an ricos fluidos que ca�an directamente a mi boca.
Ana que o�a mis exclamaciones de lo bueno que estaba y los gemidos de su madre,
no lo pudo evitar y se giro hacia nosotros pero sin sacarse mi polla. As�
estuvimos unos minutos, no faltaba mucho para que le hubiese echado toda mi
leche a Ana cuando Sonia dijo:

A lo que Ana contest� afirmativamente y enseguida estaba a
cuatro patas como una perrita en celo.

Entre Sonia y yo, por turnos, lam�amos su co�o llevando jugos
hasta su estrecho agujerito. Entonces, meti� profundamente dos dedos en su
vagina y sacando una gran cantidad de jugo, lo llev� a su culo penetr�ndola con
un dedo y lubric�ndolo bien. Me dijo:

Yo fui loco por entrar all� y situando mi punta de polla en
la entrada, a lo que Ana ya respondi� con un gemido, la penetre con furia
metiendo hasta el ultimo cent�metro de mi verga. Un grito de dolor llen� el
ambiente mientras Sonia dec�a -ya la tienes dentro cari�o, ves que bien.

-Me duele- dec�a Ana, a lo que su madre contestaba:

-Tranquila, ahora en que te lo empiece a follar ver�s como te
gustara.

-Vamos, mu�vete, dale bien en ese culo- me ordenaba.

Empec� d�ndole despacio y poco a poco aumentando el ritmo,
intentaba en algunos momentos pensar en otra cosa para no correrme muy pronto.
El agujerito era estrecho y suave a la vez, me daba un gustazo enorme al tiempo
que los gritos de dolor de Ana se hab�an convertido en gemidos salvajes de
placer que me ped�an m�s.

Sonia estaba debajo comi�ndose el co�o de su hija y chupando
su cl�toris.

Comenc� a eyacular mientras Ana suplicaba -dentro,
dentro... toda tu leche dentro.

Sonia aument� el trabajo sobre la dulce perla de su hija.
Entre eso y la sensaci�n de mi caliente leche dentro de ella se corri�
bestialmente. Yo para que lo pasara bien, estaba haciendo un esfuerzo
sobrehumano, no paraba de embestirla intentando que su orgasmo fuera lo mas
largo posible.

La dejamos tumbada boca abajo, casi dormida, mientras Sonia y
yo nos bes�bamos dulcemente con la sensaci�n del deber cumplido.

Nos fuimos a preparar algo para cenar... ya eran las 12:30.
Al volver a la habitaci�n con algo de comer en unas bandejas vimos a Ana que
estaba en sus fren�ticos trabajos. Se estaba masturbando con una gran polla de
goma que se met�a y sacaba a toda velocidad de su rajita.

-�No, no! �Qu� es eso, teniendo aqu� esta polla de verdad tan
rica?- dec�a Sonia se�alando mi verga que se hab�a vuelto a poner dura.

-Ana, separa bien las piernas- le ordenaba a su hija,
para despu�s decirme:

-Venga Luis, cari�o, f�llala... �tienes ganas de follarla
verdad? Llena ese co�ito con tu crema calentita-, mientras pon�a las
bandejas en el suelo lejos de la cama.

Yo me acerqu� hasta el co�o hambriento y poni�ndome en
posici�n se la met� toda de una sola estocada.

-As� me gusta, folla, c�rrete dentro de ella.

Sonia, para dejar que yo me centrara en la buena follada,
puso sus dedos sobre el cl�toris frot�ndolo con energ�a. Esto hac�a gemir
todav�a m�s fuerte a Ana que empez� con movimientos descontrolados de sus
piernas y sus caderas. Esto me estaba haciendo perder la cabeza, empujaba
salvajemente y gozaba cantidad.

-Entra suave �verdad? Es que ahora tiene el co�o muy jugoso-
dec�a Sonia.

Me empec� a correr, llenaba aquel caliente agujero de mi
leche que notaba Ana y dec�a:

-Hazle caso cari�o y d�sela toda- me indicaba Sonia,
mientras con su mano libre me empujaba del culo, siguiendo mis ya entrecortados
movimientos, para que la penetrara bien.

Ya casi estaba parando cuando los gritos de Ana, que segu�a
recibiendo masaje en su botoncito, nos indicaba que se estaba corriendo. Yo
intente, aunque con gran esfuerzo, seguir empujando. Sus flujos llenaban ahora
su co�o y cada vez que yo me retiraba sal�a una gran cantidad mojando toda mi
verga y goteando la cama.

El flujo que brotaba y bajaba hasta la raja de su culo
produc�a un ruido, como de chapoteo en el agua, con cada una de mis arremetidas.

La saqu� empapada por lo que Sonia no pudo resistirse,
comenz� a chuparme la verga comiendo y gozando los restos de mi semen y el flujo
de su ni�a. Cuando termin� de limpiarme todo el paquete, empez� a comerse el
co�ito reci�n follado. Se puso como un bebe a mamar de aquella caliente vagina y
comer todo el flujo que pod�a.

Despu�s mientras cen�bamos nos cont� lo bien que lo paso
comiendo todo aquel co�o reci�n follado.

-�Que bueno tienes el co�o y su zumo! Cari�o- le dec�a a
Ana, que sonre�a complacida y satisfecha.

Sonia nos dijo que despu�s del caf� quer�a volver a la cama y
abusar de m� las dos juntas toda la noche.

Pasaron como unas dos horas, cenando, tomando los postres, el
caf� y hablando de como hab�a ido todo, de lo que le hab�a gustado m�s a cada
una, de lo que a m� me gustaba... vamos poni�ndonos, al menos yo, muy calientes
de nuevo.

Volvimos a la cama, ellas llegaron antes que yo y me las
encontr� esper�ndome, de rodillas y mir�ndome. Sub� y me cerque a ellas de
pie... Sonia se abalanz� sobre mi verga dura y comenz� a chupar y chupar, lam�a
toda mi longitud. Con la punta de mi polla dentro de su caliente boca y
succionando me masturbaba con la mano, era una maravilla. En un momento dado
dej� de hacerlo, liber� mi instrumento de la c�lida y acogedora prisi�n de su
boca y se la ofreci� a Ana que miraba ilusionada como su madre me trabajaba.

Ana no dijo palabra solo asinti� mientras la cog�a con sus
manos y comenzaba a gozar de aquel polo de carne.

No tardaron en aplicarse las dos a mi verga... una por cada
lado lam�a y chupaba, mientras se turnaban por chupar la parte que m�s parec�a
gustarles... la punta. Era tal el placer que me daban que mi excitaci�n sub�a
por segundos y no tard� nada en correrme. Eyacul� la mayor cantidad que jam�s
hab�a visto salir de m� y con ella roc�e sus caras y sus bocas. Ellas se
relam�an intentando recoger todo lo que pod�an y se lam�an la una la otra para
no desperdiciar nada.

Parec�a haberles gustado y como agradecimiento me besaban y
daban dulces chupetones en la punta de mi polla, mientras me dec�an:

A la vista de sus palabras, todav�a no me cre�a bien lo que
me esperaba durante el s�bado y domingo... un fin de semana formidable.

Repetimos m�s veces esos fines de semana.