Con mi amigo Ra�l V
(en la costa atl�ntica los tres)
La noche anterior nos acostamos cada uno en su cama luego
de nuestra ultima practica de sexo, nos quedamos dormidos profundamente y como
de costumbre me acost� totalmente desnudo y con m� pen� y pecho pegajoso de
semen m�o y de Ra�l.
Era como las 07:00 AM cuando entre dormido siento que
alguien se introduce en mi cama,
Me pone s mano sobre mi pija y comienza con un sube y baja,
con este accionar logra que se me ponga a mis, abro mis ojos y o sorpresa era
Pato el que se encontraba a mi lado, lo beso tiernamente y entramos a jugar
con nuestra lenguas las cuales se enredaban en nuestras boca.
Pato se invierte en su posici�n y comenzamos en un
fren�tico 69 hasta que los dos empezamos a eyacular dentro de nuestras bocas,
saboreamos el semen y limpiamos con nuestras lenguas la pija de uno y otro,
luego nos besamos y transferimos el poco semen que quedaba mezclada con
nuestra saliva en muestras bocas.
Luego Pato me dice:
- Quiero que me chupes el culo y luego me hagas sentir la
bella experiencia de introducirme tu mano dentro de mi culito.
- No Pato antes quiero penetrarte con m� pen�, luego
te complacer�.
- Bueno mi amor pero antes p�same la leng�ita por mi hoyita
ya que �l ultimo que me penetro fuiste t� y extra�e muco tu divino palo.
- Bueno Pato ponete en cuatro y comencemos.
- Dale no me hagas desear m�s.
-Ok.
Pato se pone como le indique y yo comenc� a pasar mi lengua
por esa rajita rosadita y sin dilata, nunca antes la encontr� tan cerradita y
deliciosa.
La chupe durante unos minutos y luego le introduje un dedo.
Estuve unos segundos practicando �l mete y saca con el dedo
en su hoyito y �l gem�a como loco.
Yo le digo al rato.
- Pato prep�rate que te penetro.
- Espera papi que todav�a no lo tengo bien dilatado.
- No mi amor quiero perforarte y gozar, nunca penetre tu
hoyito no estando dilatado.
- Pero papi me doler�.
- Te la pondr� con delicadeza, vas a ver que te gustara.
- Bueno, pero poneme alg�n lubricante.
- El �nico lubricante que tenemos es tu saliva.
- Bueno veni que te la chupo.
- Dale que se puede despertar tu hermano y nos arruina el
asunto.
Pato me la chupa por unos minutos y estoy s�per caliente.
El se saca mi palo de su boca y se da vuelta y se pone en
cuatro patas ofreci�ndome su culito.
Yo apoyo la cabeza �l la puerta y le digo.
- Pato prep�rate que ah� voy.
Y de un solo golpe se la encajo hasta el fondo.
Pato pega un grito que despierta a Ra�l.
Ra�l nos mira y se levanta pas�ndose a nuestra cama y sin
mediar palabras comienza a pasar su lengua por mis bolas y culo.
Mientras yo segu�a con el mete y saca al culito de Pato,
Ra�l me cog�a con la lengua, todo era un concierto de gemidos de goce y
alaridos de placer.
Al rato yo acabo dentro de Pato y Ra�l se da cuenta pues
con mis contracciones de esf�nter anal aprisiono su lengua, me saca la lengua
y comienza a lames la leche que sale entre el culo de Pato y mi pija. Ra�l se
devora todo mi seme mezclado con sangre y excremento de Pato.
Yo se la saco a Pato y le diga a Ra�l acerc�ndosela a la
boca ch�pamela y d�jala bien limpie.
Mientras Ra�l me la chupa me da gana de orinar y se
orino dentro de su boca.
Ra�l no pudo aguantar tal caudal de or�n y le
desbordo por la comisura de los labios y fue en ese momento que Pato paso su
lengua y lami� parte del or�n que se le escapaba a Ra�l.
Ra�l me pide que lo penetre, que le saque la calentura de
encima.
El solo sin que le diga nada se pongo en pose de perrito,
pero yo le indico a pato que penetre a su hermano el cual lo penetra, yo
me pongo de bajo de Ra�l y tomo ese pijita tan gustosa y me la introdusco toda
junto a sus do huevitos en la boca.
Mientras y chupaba Pato estaba en la tarea del mete y saca
y Ra�l gem�a de placer.
Pato acaba dentro de Ra�l, y Ra�l en mi boca saboreo su
escaso semen mientras veo que la corrida de Pato fue muy grande y desbordaba
por el culo de Ra�l, entonces aprovecho para comerme el sobrante de leche que
desbordaba del culo de Ra�l.
Nos quedamos un rato exactos, luego nos levantamos nos
ba�amos y nos acostamos y quedamos dormidos los tres en una misma cama y
abrasados.
Esto pr�cticamente ocurr�a todos los d�as hasta que Pato se
fue.
Las dos semanas que nos quedaban seguimos con Ra�l con la
misma rutina.