Autora: Incestuosa

POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO

Cap. XX

Al haberse convertido al fin en realidad mi deseo m�s
anhelado, se abr�a una nueva etapa en mi inaudita vida incestuosa que me hizo
profundizarme con mayor plenitud en los secretos del sexo con mi propia familia.
Y no era para menos, pues al saberme desvirgada se romp�a para siempre la
fatalidad de aquella etapa infantil donde muchas cosas me hab�an sido vedadas ya
fuera por cuenta propia o por disposici�n ajena, no tan s�lo debido a mi edad
sino tambi�n a la barrera que significaba para m� ser virgen y no permitirme por
ello realizar algunas pr�cticas que desde hac�a tiempo deseaba ardientemente. Y
una de ellas era justamente el poder conocer a Bat de cerca; el estar en
condiciones de poder realizar con �l mi caliente y acariciado sue�o de que me
cogiera como lo hac�a con mi hermanita Luci.

El natural encantamiento que propici� mi desfloraci�n por
parte de mi papi se convirti� en los d�as que siguieron en mi deleite m�s
supremo, pues cada vez que ten�amos la oportunidad �l me llevaba al establo,
donde d�bamos rienda suelta a nuestros m�s ardientes deseos. Tambi�n ve�a que
Luci, siendo tan lista como era, no pod�a ocultar su molestia al darse cuenta
que mi papi me estaba prefiriendo ahora a m�, de manera que para no quedarse con
la duda me dijo en cierta ocasi�n:

-Julita...quiero hablar contigo...

-Si Luci...dime...

-Pero no aqu�....tiene que ser en nuestro escondite...

-Mmm...bueno, si t� quieres...

-Si...esperaremos a quedarnos solas y nos iremos all�...�De
acuerdo?

-Est� bien. �le respond�-

Cuando consider� Luci que pod�amos escaparnos sin ser vistas
me dijo:

-Ya Juli...v�monos ahora....

Yo la segu� sin responderle nada, hasta que al cabo de
algunos minutos estuvimos sentadas en la secres�a del traspatio. Ella comenz� a
preguntarme:

-Dime, Juli...ahora que vino pap�....ya te hizo eso?

-Ay qu�, manita?...no s� a qu� te refieres...

-No te hagas....ya me di cuenta de que ahora te lleva m�s
seguido al establo que a m�...y eso es por algo...no soy tan tonta...

En vista de que ella se hab�a negado a revelarme sus
jueguitos con Bat, era ahora yo quien no estaba dispuesta a decirle nada de
nada. De esa forma y siguiendo con mis planes mantendr�a mi propia autonom�a
para hacer de aqu� en adelante lo que yo quisiera. As� que le respond� con
aplomo:

-No Luci...de verdad que no...yo quisiera que me lo hiciera,
pero por lo visto a papito le parezco a�n demasiado chica para eso...

-Mmm...entonces, por qu� vas a tan seguido en �l?

-Ay manita, eso es f�cil....te dir� la verdad...lo que sucede
es que la yegua que compr� es mi preferida....

-La alazana?

-Si...esa...ya la viste?

-Si...la vi...y es linda en verdad...

-Si...es preciosa...y pues papito me deja que la
monte...aunque no me deja hacerlo muchi tiempo...jijijijii....

-Oh si..ya veo....entonces es por eso?

-Si...ya te lo dije....�Qu� no me crees?

-Si...ahora te creo...yo pens� otra cosa....

-No seas as�, Luci....t� sabes que yo te lo dir�a...es un
pacto entre nosotras, no?

-Si...por eso te lo pregunt�, Julita....

-Mira manita...cuando eso suceda, t� ser�s la primera en
saberlo...de acuerdo?

-Si...est� bien....-respondi� Luci-

-Y como te has sentido �ltimamente, Luci?

-Bien...f�jate que papito me prometi� llevarme ma�ana al
establo....

-Oh..no me digas...qu� bien... �dije yo pensativa-

-Te imaginas, Juli?....quiz�s tengamos relaciones all�....

-Si-.�seguramente...qu� bueno que ir�s...

-Bien �dijo Luci- ahora v�monos...no quiero que mam� se de
cuenta de que estamos en este lugar....

-Si...

Mientras retorn�bamos a nuestra casa yo cavilaba en la gran
oportunidad que tendr�a al d�a siguiente al saber que Luci se ir�a con pap� al
establo. De modo que comenc� a planear mentalmente la forma de capitalizar su
ausencia para aprovecharme de Bat. Y la verdad es que estaba muy ansiosa por
estar a solas con el perrito y esta vez dejarme hacer todo sin ning�n temor.

Al d�a siguiente me paseaba por la casa con cierto
sentimiento de desesperaci�n, esperando tan solo el momento en que Luci y pap�
se fueran al establo. Cuando los vi partir me sub� corriendo hasta mi cuarto
para hacerle creer a mi madre que me encerrar�a a dormir. Pero en realidad lo
que hice fue otear desde la ventana hacia el patio en busca del animal, a quien
descubr� como siempre tendido debajo de un arbusto. Fue en ese instantes cuando
o� unos toquiditos en mi puerta al tiempo que escuchaba la voz de mi mami que me
dec�a:

-Julita...Julita...�Est�s dormida?...�breme....

R�pidamente me acost� sobre la cama para fingirme dormida. Mi
madre, al no obtener respuesta, abri� la puerta y penetr� en mi dormitorio. Se
acerc� a mi cama y d�ndome un beso me coment�:

-Julita....despi�rtate....

-Hummm?

-Ay linda, perdona�lo que ocurre es que ir� a ver a
Mago...quedamos de vernos hoy para salir de compras...s�lo te vine a decir que
mejor te quedes aqu� y no salgas...est� bien?

-Si, mami....est� bien... �contest� complacida por el hecho
de quedarme completamente sola-

-Muy bien...entonces nos veremos m�s tarde....ah, y por
favor, linda, si regresa tu papi le dices que fui con Margarita y que llegar�
m�s tarde...

-Est� bien mamita...se lo dir�...no te preocupes.....

-Gracias, peque�a....ya nos veremos...

-Si...adi�s....

Mi madre sali� del cuarto y yo esper� algunos minutos hasta
que escuch� el ruido del motor del auto que se alejaba. R�pidamente me baj�
hasta el patio y me fui al sitio donde hab�a visto a Bat echado. Le ech� un
vistazo y v� que estaba medio adormilado. Comenz� a hacerle caricias por todo el
cuerpo mientras volteaba a ver a mi alrededor para asegurarme de que estaba
sola. El animal se puso en pie y me lenguete� las piernas en demostraci�n de
cari�o. Aquello bast� para que yo tomara confianza y le hiciera una se�al al
tiempo que me encaminaba en direcci�n al traspatio. El perro, conociendo
perfectamente la raz�n de mi llamado me sigui� obediente por el largo caminillo
de tierra.

Cruzamos los altos matorrales del patio de la casa hasta que
llegamos al agujero de la barda. Fue el propio Bat quien la traspuso primero en
tanto yo le segu�a con la cara ardi�ndome ya de deseo. Para tomar las
precauciones debidas, antes de internarme tras el animal me asom� por la oquedad
de piedra para husmear hacia el camino, constatando que nadie nos hab�a seguido.
Animada y caliente me fui corriendo hacia el intrincado verdor boscoso con el
coraz�n latiendome con fuerza y sintiendo la t�pica humedad que se desbordaba
bajo mis braguitas. Cuando llegu� al sitio donde mi hermanita acostumbraba
solazarse con el can, �ste ya estaba tendido sobre la hierba dando volteretas,
mostr�ndome su contento por el regalo que desde hac�a d�as esperaba ansioso. La
extra�a y complaciente disposici�n que observaba en Bat me produjo una suerte de
especial excitaci�n, dici�ndome a m� misma que esta vez no tendr�a problemas
para entregarme a �l ni tampoco opondr�a de mi parte alg�n tipo de resistencia.

Sin quitarme la ropa me ech� sobre el suelo y comenzamos a
juguetear como de costumbre, sintiendo c�mo el perro se me ven�a encima y yo
interpon�a mis brazos entre su cuerpo y el m�o con la finalidad de enardecerlo
al m�ximo. Por largo rato estuvimos realizando esas pr�cticas preliminares que
tanto embramaban al can y que de paso me pon�an a m� tan caliente que sent�a mis
juguitos desbordarse debajo de la tela de mi calz�n. Pronto advert� que la punta
del botoncillo rojizo asomaba retador bajo su peludo vientre, produci�ndome una
serie de cosquillas que pronto se transformaron en escalofr�os al percatarme de
que con mucho mayor rapidez de la que yo esperaba, aquella breve punta colorada
se iba convirtiendo en la lanza descomunalmente larga que tan bien conoc�a.

Al ver la tremenda tranca alargada y babosa sent� un poco de
temor, pero recordando que no ten�a por qu� desperdiciar esta oportunidad me
arm� de valor y continu� con decisi�n las manipulaciones con mis manos, que ya
ten�an agarrado el pito de Bat y lo frotaban con extremo deleite. No pudiendo
soportar m�s la brama que me ahogaba las entra�as me deshice del animal y
comenc� a quitarme la ropa hasta que qued� desnuda por completo. En ese momento
no albergaba ninguna duda de que en esta ocasi�n habr�a de entregarme al perro
para desahogar aquella insaciable pasi�n que desde meses atr�s me corro�a por
dentro.

M�s dispuesta que nunca me acomod� con las rodillas sobre el
musgo ofreci�ndole al perro las dulzuras escondidas de mi precioso culo. El
animal, sabiendo lo que aquello significaba, se pudo tras de m� y se dio a
lenguetear con su larga protuberancia la hendidura mojada hundi�ndome el pedazo
de carne tibia y rugosa en la abertura frontal de mi chochito. Por interminables
minutos se mantuvo pegado con su lengua a mi grupa metiendo y sacando aquel
instrumento m�vil de mi encharcado pasadizo. Yo, inclinada como estaba con la
cabeza pegada al piso pod�a ver claramente como su largo pito se mov�a
enardecido y viscoso de un lado hacia otro, d�ndome a entender que pronto
intentar�a introducirse en la intrincada gruta de mi vulva.

A causa del caliente y extraordinario momento no pude evitar
venirme por primera vez en su hocico en un dulce orgasmo que me hizo temblar con
ardor; m�s no por eso estaba llena, pues lo que m�s ansiaba era sentir el largo
pito color terracota dentro de mis entra�as. As� que no queriendo esperar m�s me
acomod� de nuevo con el culo un poco m�s hcia debajo de modo que Bat pudiese
montarme. El animal, haciendo gala de su incomparable inteligencia, abandon� de
inmediato su posici�n chupatoria para dar un primer brinco hacia mis nalgas.

Mas habiendo calculado mal el salto no pudo agarrarme
completamente con sus patas delanteras, lo que hizo que se resbalara hacia el
piso. Yo me qued� quietecita sin desear moverme para nada, pues sab�a que el
perro pronto volver�a a intentar el montaje. Despu�s de volver a olisquear mi
bollito humedecido de lechita, de nueva cuenta Bat hizo el segundo intento y
entonces s� me tom� por las caderas, enganchando sus extremidades delanteras
debajo de mi vientre. Con la intenci�n de ayudar en la penetraci�n mov� mi culo
hacia atr�s lo m�s que pude en tanto observaba por debajo de mis piernas
abiertas c�mo el perro ya bland�a su larga escopeta hacia arriba en direcci�n a
mi abertura. Sent� la punta de su falo lechoso frotarse contra mis nalguitas
buscando in�tilmente hallar el orificio de mi conchita abierta.

Conociendo por lo que hab�a visto hacer a Luci que deb�a
prestarle ayuda, baj� una de mis manos hacia su pito baboso y tom�ndolo por en
medio lo dirig� yo misma hacia la oquedad humectada de mi rajita sin pelos.
Cuando sent� la filosa puntilla de carne toquetear la puerta de mi vulva lo
solt�, siendo ahora Bat quien comenz� a realizar su propio trabajo, pues m�s
rapido que el rayo me hundi� la daga en el interior de mi cuquita de un solo y
brutal empuj�n que me hizo lanzar un alarido de dolor.

Mi primer impulso fue deshacerme del perro, pues me sent�a
tan dolorosamente atravesada que en ese instante desee no haber intentado que me
montara. Pero por m�s esfuerzos que hice por desatarme del nudo de sus patas
sobre mi cuerpo no pode quit�rmelo de encima. Para entonces el embramado perro
ni se daba por enterado, pues al saber que hab�a hallado cobijo dentro de m�,
arremet�a con su larga verga dentro de mi vulva con un ah�nco tan violento que
las l�grimas comenzaron a salir de mis ojos mientras le dec�a:

-Noooo.....nooooo,
Bat....b�jateeeeeeeee�..b�jateeeeeee.....s�came esa cosaaa......ya no
quierooooo......b�jateeeeeeee....

Pero el can, lejos de hacerme caso, parec�a como si mis
implorantes gritos lo enardecieran m�s, ya que redobl� sus acometidas sobre mi
grupa con mayor brutalidad que antes al tiempo que yo experimentaba un dolor
insoportable dentro de mis entra�as traspasadas y rotas.

Por varios minutos estuvo cogi�ndome con violencia, hasta que
comenc� a sentir que el dolor desaparec�a poco a poco para dar paso a un intenso
e inenarrable placer que pronto se transform� en profundo gozo. Ahora me
deleitaba tanto con los empujones de su largo instrumento que yo misma comenc� a
moverme hacia los lados y hacia atr�s con la intenci�n de que su brutal
penetraci�n se hiciera m�s intensa y profunda, vini�ndome a la postre en una
sucesi�n de orgasmos tan intensos que bram� y bram� como su fuese la puta m�s
puta de este mundo. El animal por su parte incrementaba con mayor eficacia sus
acometidas hasta que empec� a sentir los chorros de caliente semen regar como
coladera de alcantarilla mis plieguecillos interiores, ahora descompuestos a
causa del tremendo ca��n de carne que albergaba mi vulvita.

Yo deseaba que el can me siguiera culeando de esa forma tan
genial, pero por alguna raz�n desconocida de pronto dej� de bomberame el culo
para quedarse despu�s quietecito como si estuviera cansado. Aquello me
desilusion� al principio, ya que recordaba cu�nto tardaba acoplado con mi
hermanita Luci. No sabiendo c�mo actuar yo tambi�n dej� de moverme, volteando a
ver la cara de Bat, quien se mostraba tranquilo y con la lengua de fuera. Fue
entonces que intent� zafarme de su abrazo comprobando que no pod�a despegarme de
su pito, el cual se hab�a inflamado al m�ximo qued�ndose su alv�olo atrancado y
perdido dentro de mi desmadrada conchita. Emulando el accionar de Luci comenc� a
voltaarme para verlo de frente, hasta que quedamos mir�ndonos a los ojos.

No puedo decir que se sienta dolor cuando una se queda pegada
con la verga de un perro. Pero lo que s� puedo afirmar es que es algo
deliciosamente distinto. Sabedora de que aquel acoplamiento forzozo demorar�a al
menos media hora, me puse a pensar en el por qu� de la venida tan r�pida de Bat.
Despu�s de largos minutos de cavilaciones mentales s�lo podr�a llegar a dos
conclusiones: Una de ellas era que el animal, al saber que me penetraba por
primera vez, se hubiese calentado demasiado sin poder retener por mayor tiempo
su venida. Y no descartaba para nada este pensamiento, pues estaba segura de que
mi bollito, mucho m�s imberbe y chiquito que el de mi hermana, era por tanto m�s
deseable para el can y tambi�n mucho m�s estrecho.

Quiz�s debido a esa estrechez de mi conducto y a los
tremendos empujones de su pene, el chucho no hab�a podido aguantar demasiado el
apretamiento y se hab�a venido irremediablemente. La otra probable causa podr�a
ser que mi hermanita, aprovech�ndose quiz�s de mis frecuentes ausencias ahora
que mi papi me llevaba al establo para cogerme, hubiese tenido sexo con Bat m�s
seguido de lo que yo supon�a, deslech�ndolo y por ende disminuyendo su vigor.
Mas fuese por la causa que fuere, lo cierto es que esta primera vez en que me
ayuntaba con el perro no hab�a sido lo mejor que yo esperaba, aunque en el fondo
sab�a que eso ten�a remedio, pues m�s adelante podr�a probar la fortaleza de
nuestro amado y noble perrito.

Habiendo pasado el tiempo necesario para que la bola
inflamada de la base de su pene volviera a su tama�o natural, comenc� a intentar
salirme del brutal ator�n de carne, ocasion�ndome el primer jal�n un dolor tan
fuerte que mejor dej� de hacerlo. Fue Bat sin embargo quien instantes despu�s
hizo lo propio, y aunque me dol�a mi tierna vulva hasta lo indecible, por f�n se
descorch� de m� sacudi�ndome el chochito con un chasquido muy parecido por
cierto al que hab�a escuchado que hac�a con mi hermanita. Al verme libre del
tremendo falo parado me incorpor� para revisarme mi entrepierna, constatando que
de nueva cuenta me hallaba toda ensangrentada.

No cab�a duda que el perro se hab�a encargado ahora de
desvirgarme lo poco que me quedaba, particularmente el interior de mis
infantiles entra�as. Pero recordando las palabras que mi padre me hab�a dicho me
arm� de valor y recogiendo mi pantaletita, me limpi� cuidadosamente mis
intimidades. En tanto yo hac�a la labor sanitaria mir� al perro lamiendo su
pene, hasta que lo dej� completamente limpio. Poco despu�s contempl� c�mo el
basti�n enrojecido de Bat se iba perdiendo en la fundilla felposa de su bajo
vientre. Tir� la pantaleta ensangrentada detr�s de los matorrales y habi�ndome
vestido induje a Bat a que me siguiera rumbo a casa. Cuando llegamos dej� al
perro en el patio y me sub� presurosa con la intenci�n de ducharme, pues sent�a
todo mi cuerpo con aquel extra�o olor a animal. Despu�s de que me ba�� me
encerr� en mi habitaci�n y me qued� dormida.

Al d�a siguiente sent�a que me dol�an las piernas y
retortijones en el interior de mi vientre. Era claro que deb�a atribuir aquellas
molestias a la tremenda cogida que Bat me hab�a puesto, por lo cual tuve que
aguantarme sin hacer gestos para que nadie se diera cuenta. Pasaron dos d�as
desde que me hab�a perdido con el perro en el traspatio, cuando mi hermana Luci
me coment�:

-Juli....tengo que mostrarte algo...

-Si, manita...dime...

-Encontr� esto detr�s de la barda...en un sitio que s�lo yo
conozco... �me dijo mostr�ndome la pantaleta ensangrentada-

Yo palidec� y no supe qu� cosa contestarle. Ella continu�
implacable.

-Ahora tendr�s que decirme todo lo que hiciste si no quieres
que se lo diga todo a mam�...

-No...Luci...por favor...

-�No?...pues ya lo sabes....tienes que dec�rmelo todo....

-Si...te lo dir�...pero no aqu�...

-�Entonces?

-All� mismo...vamos...

-Vamos, pues...

Nos encaminamos al conocido sitio de nuestras mutuas
confesiones. Una vez all� ella me espet�:

-�Y bien?....te escucho, Juli....

-Pues....es que...

-Anda...tienes que dec�rmelo todo....

-Si...pero...es que no s� como empezar...

-Mira hermanita...yo te ayudar� si quieres....

-No...no...espera...te lo dir�...te lo dir� todo, Luci...

-Est� bien...

-Lo que sucede es que me vine con Bat....

-�Qu� dices?....�Con Bat?.... �me dijo haci�ndose la
inocente-

-Si...�Por qu� te extra�a que te diga eso?...

-Ay porque no puedo creer que lo hayas hecho con el
perro....y menos dejarte desvirgar por un animal....

-�Y por qu� no, si t� tambi�n lo has hecho en �l?....

Mi hermana se puso colorada. No esperaba en ning�n momento
que yo le soltara de pronto lo que sab�a.

-Oyee....no me digas eso...�De donde lo sacas?...

-Porque yo te he visto, Luci....por eso te lo digo...

-Pero...�C�mo?...�Has estado espi�ndome, verdad?

-Si...lo he hecho...

-Oh...no puede ser...�Entonces lo sabes todo?

-Si, Luci...lo s� todo...y si t� le dices algo a mam�...pues
yo tambi�n lo har�...dime...�Quieres que haga eso?

-No....no...claro que no manita...como crees

-Entonces no tienes por qu� amenazarme....ahora que ambas lo
sabemos, es mejor que lo mantengamos oculto...por el bien de las dos...

-Si...si...perd�name...yo no sab�a....

-Si...lo s�...por eso te lo pido...

-Si...lo har� Juli...no te preocupes...no le dir� nada...es
s�lo que...

-Encontraste mi pantaleta, no?

-Si...

-Y dime...c�mo fue que la hallaste?

-Pues....este...yo...vine aqu� esta ma�ana....

-Con Bat...�No?

-Pues...s�....vine con Bat....

-�Y qu� hiciste?

-Pues...hice lo mismo que t�....

-Oh...s�....ya veo...�Pero c�mo encontraste la pantaleta?

-No fui yo, manita....fue el perro...

-Oh, no me digas....

-Si, de verdad...cuando acabamos de hacerlo...�l se fue tras
los matorrales y la trajo agarrada en el hocico....

-Hummmm....qu� perro tan inteligente, no?

-Si...t� sabes que lo es....

-Y t� tambi�n lo sabes, Luci....lo sabes tan bien como yo...

-Si...eso s�...

-Bien....y ahora qu� haremos?

-Nada...nada...ser� un secreto m�s entre nosotras, manita.

-Si...eso espero....ah..por cierto...no fue Bat quien me
desvirg�....

-�No?....�Entonces?...

-Fue papito....como yo tanto lo deseaba....

-Oh, Julita....qu� bien...entonces ya te cogi�...

-Ya manita....

-Y qu� te pareci�?

-Delicioso...fascinante....

-Ah si....ya me lo imagino...

-Fue igual que a ti....recu�rdalo...recuerda todo lo que me
contaste...

-Si...si...lo recuerdo...pero no lo digas a nadie...recuerda
tu promesa...

-Claro que no Luci...pero t� tampoco tienes que decirlo a
nadie...de acuerdo?

-Si de acuerdo....

-Est� bien...ahora v�monos antes de que mam� sospeche algo.

-Si...as� quedamos, manita....

CONTINUAR�.

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