Elsa y Juan � Parte VI
Pasaron tres d�as. Ellos gozaban de su amor, de sus cuerpos,
siempre con un morbo y una pasi�n inimaginables. Elsa disfrutaba much�simo de la
reci�n descubierta penetraci�n anal, sin descuidar la vaginal y el sexo oral,
claro.
Un d�a en la playa Juan tuvo una idea nueva. � Mama, ven
conmigo. Quiero ba�arme contigo. � Ella se levant�. �l sigui� sentado, la atrajo
a s� y empez� a hacerle un beso negro delicioso. Enseguida le puso una cantidad
exagerada de K-Y Jelly en el culito. - �Tanto? Menos mal que traje dos tubos. �
Entonces la cogi� de la mano y la llev� a ba�arse con �l. � Cari�o, ponte a
flotar boca arriba y �brete las piernitas. � Se acerc� a ella frente a frente y
le penetr� el culito muy despacio. Ella lo abraz� con las piernas y �l se puso
como sentado flotando tambi�n. Coordinaron sus movimientos. As� estuvieron c�mo
unos diez minutos. � Que delicia, hijito parece que no tenemos peso... me
encanta. Folla el culito a tu mami... Ohhh... qu� puta soy... enculada por mi
propio hijo y lo que me gusta... Ahhhh... �Qu� me corro! C�rrete conmigo,
cari�o. Folla el culo de tu madre... dame tu leche caliente... Ahhhh. - Juan
alucinaba. Se corri� como un semental. Cuando terminaron se lavaron muy bien. El
agua salada ya no le hac�a da�o en el ano.
Se fueron a tumbar en las toallas a la sombra del toldo. - Mi
amor, perd�name. Me entraron ganas de comportarme c�mo una prostituta vulgar...
- Todo lo que hace o dice mi diosa es para m� un privilegio compartir. Me
encanta follar, encular, inundar a mi madre, comerle el co�o, beberle sus jugos
de pecado, correrme en su linda boquita, darle una ducha de mi caliente leche,
lamerle el culo y sus lindos pies, masajearla... en fin, hacerla feliz y todo lo
que le d� placer en el campo sexual y en todo lo dem�s. Eres mi madre, mi
amante, mi mujer, mi puta, mi todo lo que tu quieras. Te amo de todas las formas
posibles... vivo para ti y mi finalidad �ltima eres tu. Sin ti mi vida no
tendr�a ning�n sentido. Esto lo s� desde hace muchos a�os. Te juro que si te
pasara algo me suicidar�a. Ojal� nunca tenga que demostr�rmelo a m� mismo. - Yo
har�a lo mismo. La �ltima vez que me lo dijiste te rega��... pero te comprendo
perfectamente. Somos solo uno, adem�s t� eres parte de mi cuerpo. Cuando en la
cama nos abrazamos compartiendo nuestro amor sin sentimientos l�bricos por medio
y nos quedamos entre dormidos y despiertos no soy ni capaz de distinguir los
limite f�sicos de nuestros cuerpos. - Juan la miraba con mucha pasi�n - Me pasa
lo mismo. Nunca te lo dije pero es siempre as�.
Estando ya m�s relajados y pasado ese momento de confesiones
y emoci�n, Elsa dijo algo que lo dej� de piedra. - Juan, mi amor... ya s� que no
puede ser, pero... tengo un fuerte deseo de... no s� ni c�mo dec�rtelo... - �l
la mir� preocupado. - es la primera vez que mi mami no se abre conmigo... �qu�
te pasa cari�o? No hay nada que no puedas decirme, hazlo por favor, que me dejas
muy intranquilo. - Deseo tanto... quedarme embarazada de ti... - La miraba
callado y triste. - Pues no eres solo t� mi amor, pero... �Ya pensaste en las
consecuencias... qu� le dir�amos al ni�o? Ser�a su padre y hermano a la vez... y
tu su abuela y su madre. �Inventar�amos una mentira para justificar tu embarazo
de madre soltera? No ser�a justo para con el ni�o. Y otro problema... A estas
alturas ya es de mucho riesgo un embarazo para ti... y para el propio ni�o.
Claro que si te quedaras embarazada estar�a incondicionalmente contigo y si as�
lo decidieras asumir�a ante el mundo el incesto que mantenemos. Sin embargo,
creo que debemos disfrutar de lo que tenemos y que no es poco. Ya tienes un hijo
que te ama mucho y te ha dado muchas alegr�as... y no hablo de lo que tenemos
ahora, claro... �O no es as�? - Elsa concord� con su hijo. - Es cierto, cari�o.
Es un honor tener a un hijo c�mo eres tu... realmente no puede ser... pero no
puedo impedirme de tener esa fantas�a. Tu tranquilo que no me dejar� embarazar.
- �Elsa, qu� sentiste cuando te declar� mi amor cuando
cumpliste 36 a�os? - ella lo mir� con dulzura y se le inundaron los ojos. - Me
sent� muy querida, ya sab�a de sobra lo que te pasaba... tuve un gran deseo de
besarte en la boca y hacer el amor contigo... pero acu�rdate de que eras menor
de edad y no quer�a precipitar algo de que pudiera arrepentirme y traumatizarte.
Me masturb� c�mo una loca. Despu�s me sent� muy culpable de desear a mi propio
hijo. A partir de esa fecha viv� frustrad�sima, con un enorme conflicto conmigo
misma, am�ndote c�mo hijo y c�mo hombre, sin poder dar rienda suelta mi pasi�n
de hembra por ti... la masturbaci�n se torn� un vicio... lo qu� sufr�, mi
querido. Creo que nos transmitimos mutuamente nuestro amor de mujer y hombre.
Sin embargo nunca dej� de amarte c�mo madre. Tard� mucho tiempo en digerir y
asimilar la situaci�n. No me arrepiento de nada... si pudiera volver atr�s
volver�a a hacer lo mismo, pero no es una situaci�n nada f�cil... - �l la bes�
con mucha ternura. - Te comprendo... esa vez, al sentirme rechazado sal� a dar
una vuelta. Estaba muy deprimido y sin saber c�mo enfrentarte despu�s... mi
amada, mi raz�n de existencia me hab�a dado un NO rotundo. Mi ego estaba muy
herido y me sent�a perdido... �Qu� har�a a partir de ah�? Pero ahora entiendo
que hiciste lo que ten�as que hacer. Vali� la pena esperar.
- Hay algo que no sabe y que te quiero contar. � Aparte de
madre y de esposa... eres una caja de sorpresas... �Qu� ser�? - Despu�s de lo
que hablamos me fui a una psic�loga. No inmediatamente. Un a�o y algo despu�s...
pero eso fue lo que me hizo decidirme. Al principio fue muy dif�cil, pero ella
fue muy compresiva y me sac� de dentro todo lo me iba en el alma. �Y sabes lo
que me dijo despu�s de unas diez o doce sesiones? - Juan estaba perdido... no
ten�a ni idea. - Me dijo que esperara que madurases un poco... que no te
alimentara la pasi�n... que intentara que alguna novia te hiciera cambiar... y
que si llegara a la conclusi�n de que nada te har�a cambiar, una vez que el
sentimiento era mutuo, siguiera adelante... que la sociedad es muy mala... a la
mierda con los prejuicios... me recomend� que en ese caso fu�ramos discret�simos
o nos har�an la vida imposible. Tambi�n me dijo que hay muchos m�s casos
semejantes que lo que uno se imagina. "Mi trabajo es ayudar a las personas a
vivir en paz con ellas mismas" � dijo � "no es alimentar a los prejuicios de la
sociedad ni al cinismo de la religi�n cat�lica y de sus curas pederastas,
homosexuales y promiscuos". Tambi�n me dijo que de no hacerlo, si realmente
est�bamos los dos con el mismo deseo, nos est�bamos condenando a una existencia
miserable y amargada. - Juan sinti� mucho cari�o por la psic�loga. Era
inteligente y una mente abierta. Seguro que no era ni amargada ni cat�lica.
- Elsa, tenemos que ir a verla y llevarle un buen regalo.
Nunca me imagin� que algo as� fuera posible. - Tuviste la misma idea que yo. Iba
a propon�rtelo. Y no te creas que es joven. Tendr� unos cincuenta y tantos a�os.
El d�a siguiente Elsa llam� a Jane, que vino enseguida. Juan
evitaba mirarla no siendo que su madre pensara algo raro, ya que eran m�s o
menos de la misma edad.
- Hola Jane. �Si�ntate un poquito, quieres? - la chica cogi�
una silla... - Disc�lpame la curiosidad, Jane. Si no quieres hablar de tu vida
personal lo entiendo y no me parece mal en absoluto... pero veo que eres una
chica con un nivel de educaci�n y cultural que no cuadra con el trabajo que
haces aqu�... �Estudias algo? - S�, se�ora. No me importa nada hablar. Estoy
todo el d�a solita y as� no me aburro... Si, estudio. En las vacaciones trabajo
aqu� que es muy bien pagado y me ayuda durante el a�o. Estoy en cuarto de
econom�a. - Elsa se alegr� con la noticia. - Mira, Jane, delante del manager
sigue llam�ndome se�ora, porque haz parte de tu trabajo... pero puedes
tutearnos. Mi... pareja es Juan, est� en cuarto de ingenier�a. En cuanto a m�...
soy economista y trabajo c�mo directora comercial en una gran empresa espa�ola.
O sea que somos colegas. As� que me puedes llamar Elsa, que lo de se�ora... me
hace sentir vieja. �Qu� m�s artes tienes, Jane? - Jane muy t�midamente fue
hablando a su respeto. - Pues... me gusta pintar, con eso gano alg�n dinero a
pesar de que no tengo mucho tiempo durante las clases... tengo un curso de
primeros socorros y un certificado de nadadora salvadora... mi familia por parte
de mi madre tiene una fuerte tradici�n en arte del masaje y me lo ense�aron
desde muy joven... pero no tengo t�tulo. - Elsa la interrumpi�. - Jane... Adoro
el masaje oriental siempre que no sea muy fuerte. Es muy relajante y agradable.
�Quieres ganar un dinero extra haci�ndome unos masajes? - Si, c�mo no... pero no
le cobrar� nada por eso. Estoy aqu� para lo que haga falta y la empresa me est�
pagando muy bien. - Elsa le gui�� el ojo. - Mira Jane... el manager no tiene
porque enterarse. Hago cuesti�n de pag�rtelas... eso lo arreglamos entre las
dos. - Lo que usted diga se�o... mmm... Elsa. �Quiere empezar ahora? - �Vale!
Juan, cari�o, Jane me va hacer un masajito. - Juan pill� luego lo que Elsa
planeaba. - Muy bien, cari�o. Me voy dar una vuelta tardar� c�mo unas dos horas.
Jane fue a por unas toallas y aceites bals�micos orientales.
Al volver puso dos toallas sobre la cama despu�s de quitar la cubierta. -
�Elsa... quiere hacer el masaje en ropa interior o desnuda? - Elsa se quit� la
ropa y qued� totalmente desnuda. - �Qu� calor hace aqu�! �Pongo el aire
acondicionado? - No... no lo hagas me llevo muy mal con �l... vas a sudar, Jane
- Eso seguro. Pero que de le va hacer... - Si quieres desnudarte... por m� todo
bien. As� no me siento c�mo un bicho raro. - Jane la mir� profundamente a los
ojos. - �Quiere que lo haga... Elsa? - Me gustar�a... pero si no quieres... no
lo hagas. - Lentamente Jane se quit� todo. Era delgada pero con todo en su
sitio. Estaba totalmente depilada. - Jane... qu� lindo cuerpo tienes... y no me
llames de usted... - Tu s� que tienes un cuerpo divino, Elsa y eres una
hermos�sima mujer... �Te pones boca abajo, si eres tan amable? - Se gener� entre
ambas un clima de sensualidad y complicidad... de que se pod�a esperar cualquier
cosa. - Comenz� a masajearle los pies. Era maravillosa. Sus manos realmente
masajeaban profesionalmente y a la vez acariciaban. - Tienes unos pies
preciosos, Elsa... me encantar�a pintarlos. Nunca vi nada igual... y tus piernas
son preciosas. Una estatua viva... perdona... si te molestan mis comentarios me
callo. - Elsa intu�a que estaba en el buen camino. - No, cari�o... todo lo
contrario. Tu belleza, tu dulzura y tus manos son una maravilla. Lo que me dices
es un halago... me encanta. �Quieres poner un poco de m�sica? - Jane lo hizo.
Era muy suave y sensual.
Se escuchaba bajito... como conven�a. Jane segu�a ahora en
sus piernas... lentamente se aproxim� a los gl�teos... Elsa empez� a sentirse
excitada. Abri� un poco las piernas... se sent�a en el aire su aroma de hembra
en celo. Jane se detuvo un buen rato en esa zona. De vez en cuando le pasaba
como inadvertidamente un dedo por el ano... otras veces se asomaba a sus labios
vaginales ahora bastante mojados... Elsa en esos momentos se encog�a y soltaba
un suave y sensual gemido. - Jane sonri�. - �Te hago cosquillas? Si molesto... -
Elsa la tranquiliz�. - No, cari�o todo lo que me haces es tan agradable... tan
dulce... tan sensual... - Jane pas� a la espalda, para disgusto de Elsa.
Masajeaba muy bien. Despu�s el cuello. Se lo dej� con una sensaci�n muy
placentera. - �Elsa... puedo sentarme sobre tus gl�teos? - Puedes hacerme todo
lo que quieras, Jane. Eres un encanto. Entonces la chica se sent� sobre ella, se
inclin� para delante y empez� a pasarle los dur�simo pezones a lo largo de la
espalda. Elsa sinti� en el aire un aroma almiscarado de hembra que no era el
suyo... era exquisito. Su piel se puso erizada mientras sent�a el contacto de
los pechos de Jane. Entonces esta se inclin� sobre ella y con los labios tocando
su oreja derecha le murmur�: - �Qu� tal... te gusta, cari�o? - Elsa no aguant�
m�s. Se dio la vuelta y la bes� desesperadamente en la boca. Sus lenguas se
enrollaban... se tocaban, se chupaban los pezones... Elsa le toc� la vulva que
estaba mojad�sima. Oli� y se chup� los dedos. Era deliciosa. Quer�a m�s...
volvi� a hacerlo. Jane entonces le puso la almohada debajo de la cabeza. - Ahora
disfruta, mi amor... tu esclava te va hacer sentir muy bien. - Si sus manos eran
m�gicas, su lengua no ten�a ni clasificaci�n. La hizo explotar orgasmo tras
orgasmo... c�mo unos diez o m�s en quince minutos. Incre�ble... sus t�cnicas
orientales... el tratamiento que le daba con la boca, los labios, los dedos...
en toda la zona anal y vaginal... con la lengua en su ano o en su cl�toris hac�a
ruidos que le transmit�an vibraciones inimaginables. Le abr�a el culito y
soplaba con mucha suavidad... era como una c�lida y exquisita brisa... despu�s
la penetraba con la lengua profundamente y volv�a a soplar... y todo un sin fin
de caricias indescriptibles.
Elsa se levant�. Te toca a ti, cari�o ponte c�moda. Intent�
imitar la t�cnica de la otra y la verdad es que a los pocos le provoc� una serie
de orgasmos. La beb�a toda e le encantaba su gusto. - Para europea eres una
maravilla amando a una mujer, Elsa. Lo que disfrut�... y eres tan linda y
cari�osa conmigo. Ahora terminemos el masaje que falta la parte de adelante...
pero te vi con tanto deseo de hacer el amor... que tuve que interrumpir. -
Mmmm... quer�a seguir bebiendo toda tu miel, Jane... pero har� lo que tu me
digas. Cuando Jane termin�, Elsa le pregunt�: - Cari�o, �tambi�n te gustan los
hombres o eres lesbiana pura? - Jane sonri� con una simplicidad t�picamente
oriental. - Elsa... hay algo que la mayor�a de los occidentales no termin�is de
entender... a pesar de que t� eres invulgarmente abierta. Para las mujeres... el
sexo no tiene sexo.
Disfrutaste conmigo, disfrutas con tu hijo... � Elsa qued�
p�lida. � perd�name... y no te preocupes. Soy una tumba, el manager no se lo
imagina y por mi parte nunca lo sabr�. Adem�s la gente que viene aqu�, en
general lo hace porque, por lo que sea, no puede ser vista por nadie conocido.
Si... lo s� perfectamente y me parece muy bien. Vuestro amor es sincero y es lo
que importa. Es un asunto vuestro. Podr�a haberme pasado lo mismo con mi padre o
con mi madre. Nunca pas� porque no ten�a que pasar. C�mo te dec�a, el sexo no
tiene sexo. No importa con qui�n se practique desde que se disfrute, mismo que
sea con un animal. Si... veo en tu cara la desaprobaci�n. Mira, tengo una t�a
que es viuda, disfruta much�simo con su perro y �l encantado de complacerla.
Nadie m�s lo sabe... solo yo, que los pill� una vez accidentalmente, pero c�mo
te dije... soy una tumba. Contest�ndote ahora a lo que realmente quieres saber:
S�... estar� contigo y con tu... pareja, si lo dese�is. Nada temas... con Juan
ser� un contacto puramente f�sico. Adem�s no corres ning�n riesgo. Ese chico te
ama tanto que jam�s ninguna mujer te lo podr� quitar... ni con magia. No me
preguntes c�mo lo s�, pero es as� y siempre lo ser�. Solamente la muerte alg�n
un d�a os podr� separar. � Elsa, agradecida, la bes� en los labios. - Gracias
por tu discreci�n, mi amor. Hablar� con �l y ya te diremos algo.
... Sigue...