Desde que nos casamos siempre hemos compartido nuestros
sue�os y deseos. Muy activos en la cama, y nos da por decirnos cosas como "�Te
gustar�a que yo fuera otro? �Te gustar�a que estuviera otro tipo aqu� para que
entre los dos te la metamos?

Eso la pone siempre muy caliente y llega al orgazmo r�pido y
muy fuerte. Un d�a, hablando ya en serio, le pregunt� si deveras le gustar�a
hacerlo con dos, me dijo que s�, pero que ten�a miedo. Pero con el tiempo y
siguiendo con las fantas�as, lleg� a preguntarme si de veras estaba buscando a
alguien para compartir, le dije que no, pero esa pl�tica me di� muchas ideas.

Para nuestro d�cimo aniversario, prepar� un viaje hacia el
sur de Florida, sin decirle nada a ella. Cuando lleg� el d�a, simplemente le
dije que le ten�a una sorperesa. Le dije que hab�a alquilado un cuarto de hotel
en una playa, pero lejos de nuestro pueblo. Para pasar todo el f�n de semana
solos, la �nica condici�n, era que ella ten�a que vestir minifaldas todo el
tiempo, a lo que ella dijo que eso no ers ning�n problema, pues ella siempre
viste minifaldas. Y es cierto, entre mas cortas major, le gusta ense�ar sus
piernas y acentuar su culo. No tiene muchas tetas, pero las que tiene se le ven
muy bien, ella no es alta, de pelo largo negro y una cara que no le pide nada a
nadie.

-Pero- Le dije, -no vas a ponerte nada debajo de la falda.

Ella me mir� incr�dula, pero accept�. Y as� nos fuimos al
hotel que hab�a reservado, como a cuatro horas de camino de donde nosotros
vivimos. Durante todo el camino le ped� que me ense�ara la concha, ella se re�a
y se sub�a mas la falda hasta que yo podia ver pelos. Y luego despu�s me
ense�aba tetas. Llegamos al hotel a eso de las cinco de la tarde, y nos fuimos a
la playa. Ella en su ba�ador muy diminuto que apenas le cubr�a, luc�a estupenda,
y yo v� como los demas tipos que andaban por ah� se le quedaban viendo. Al
llegar la noche, nos fuimos a cenar, luego a una disco, que nos hab�a
recomemdado el mesero. El mesero se port� muy bien con nosotros y y hasta nos
cobr� menos, porque mi esposa se puso a coquetear con el. Cada vez que pasaba
por nuestra mesa, mi esposa se sub�a mas la falda hasta que por f�n, me dijo
ella, que el podia ver todo. Ya calientes, nos fuimos al la disco.

Hab�a mucha gente, y el ambienta estaba bien movido. Muchas
chicas bonitas y muchos chicos guapos, mi mujer se qued� maravillada. Llegamos a
la barra y con suerte hab�a un par de asientos libres. Pero la dej� sola un
minuto para ir al aseo. Cuando regres�, mi lugar estba ocupado por un tipo que
le hac�a conversaci�n a mi mujer. Ella se re�a con el y parec�a muy animada.
Cuando llegu� el me vi� con cara de pocos amigos y me dijo

-�Qu� no ves que estoy platicando?

-Si ya veo, no hay ning�n problema-

-�Pero que quieres?

-Sentarme con mi esposa.

Huy, se puso de todos colores, y quiso disculparse. Perd�n,
no sab�a que ella ven�a acompa�ada, no es mi intenci�n crear un problema�.etc.
pero yo le dije que no hab�a problema y le invit� un trago. Nos terminamos de
conocer, el se llama Allan, le present� formalmente a mi mujer Sarita y yo, le
dije, soy Lucho.

Despu�s de un rato de conversaci�n, me pregunt� si pod�a
bailar con Sarita, y a m� que me dices, preg�ntale a ella. Ella ya empezaba a
sentir los efectos del alcohol, y se sent�a muy alegre. Se fu� a bailar con �l y
estuvieron buen rato. Cuando regresaron, Sarita me cont� que nuestro buen amigo
se port� muy caballeroso, al principio, pues como le pista est� tan llena de
gente, no hab�a mas que pegarse a el, y el, se empez� a poner duro, Sarita se
qued� intrigada, porque parece ser, Allan est� bien dotado.

-�Te gusta el gringo, no?

-Huy si.

-�Ya te toc� el cuerpo?

-Me puso las manos en las caderas, y luego se paso para las
nalgas.

-Cabrona que eres, �Y qu� hiciste?

-Me le pegu� mas, y fu� cuando sent� su paquete.

Cuando v� a Allan de reojo le hice un gesto, y el se acerc� a
m�. Le dije que buscaramos una mesa para estar mas privados. Fuimos de inmediato
hacia la parte del fondo de la disco, y no pudimos encontrar nada. Pens�
entonces regresar al hotel. Le pregunt� a Allan y el acept� de inmediato. De
camino al hotel, el se sent� con Sarita en el asiento trasero del coche, y ella
se avalanz� sobre el, ya no hab�a por que pretender, se beasaron y el le
recorri� el cuerpo con sus manos prest�ndole atenci�n a sus nalgas y piernas.
Nos metimos al hotel por una de las puertas traseras, y subimos al d�cimo piso
en el ascensor. Durante el corto viaje, Allan, no perdi� tiempo, le meti� mano a
mi mujer por todos lados y hasta en la concha, inform�ndoma que la ten�a muy
mojada y muy caliente. Cabr�n.

Y apenas entramos al cuarto, Allan empuj� a mi mujer en la
cama, ella cay� sentada, esperaba que Allan se le echara encima, pero el gringo
ten�a otras ideas. Se baj� los pantalones y su ropa interior, y como de resorte
salt� una verga dura, no muy larga, pero s� muy gruesa. A mi esposa se le
abrieron los ojos grandes y sin que le dijeran nada, la tom� en su boca.

Y ah� esta la muy puta, chupando, lamiendo, como si fuera la
�ltima verga en el planeta.

Allan porsupuesto, gozando da las mamadas que le daba mi
mujer, pero no pudo aguantar mucho, y le dijo que se acostara, ahora era el
turno de el. Mi esposa, muy obediente, se acost�, y el le levant� la falda hasta
la cintura. Le pas� la lengua por los labios vaginales, y luego la penetr� la
mas que pudo con la lengua. A mi mujer le gusta que le coman la concha, le
encanta que le den de lenguetasos por su rajita y le fascina que le meta uno o
dos dedos mientras me la como. Por lo visto Allan estaba haciendo muy buen
trabajo, porque pronto empez� a rogarle a Allan que se la metiera. Allan se
termin� de desvestir, y hay que ser justos, el muchacho est� bien cuadrado, me
refiero a que es obvio que se dedica al fisiculturismo. Yo no estoy mal, pero
este gringo parece uno de esos modelos para la revista de playgirl.

Se subi� arriba de mi mujer, y de un solo golpe, se la meti�
hasta que solo las bolas le quedaron afuera, peg�ndole en el ojete del culo. Mi
mujer di� un grito de �cstasis y continu� gimiendo mientras Allan se la met�a y
se la sacaba con bastante rapid�s.

Me sorprendi� el gringo, Porque despu�s de como veinte
minutos, le di� vuelta a mi mujer, poniendola en cuatro, meti�ndosela de
perrito, y como otros veimte minutos mas, se cans� mi esposa, y se dej� caer de
panza en la cama. Este cabr�n sigui� con un mete y saca impresionante, hasta que
porf�n anunci� que se chorreaba, y se vino con una �ltima arremetida, y se dej�
caer encima de mi mujer.

Yo, en realidad, no pude aguantar viendo como este gringo se
culeaba a mi mujer. Se me par�, y me la tuve que jalar. Me la jal� hasta que ya
no pude mas y me descargu� sobre la alfombra.

Mi mujer, cansada, con alcohol en la cabeza y reci�n cojida,
se di� la vuelta y se puso a dormir. Allan se tumb� al lado de ella y me dijo lo
incredible que est�. Le dije que eso ya lo sab�a, y lo invit� a que se quedara
con nosotros esa noche.

Nos acostamos los tres en la cama, mi esposa en medio. Me
dorm�, pronto, no s� por que, si no era muy tarde y yo no hab�a tomado nada,
pero me despertaron Allan y mi esposa temprano en la ma�ana. Parece que Allan se
despert� porque mi esposa, la muy cabrona, se la estaba chupando, A este se la
par� otra vez con mamadas de mi mujer y otra vez se la meti�, mientras yo
dorm�a.

El plan era para quedarnos ah� dos d�as y dos noches. La
segunda noche, Allan fu� al hotel otra vez, y se volvi� a clavar a mi esposa.
Esta vez me acord� y saqu� la video c�mara, y grab� dos horas de sexo
ininterrumpido. Allan se la meti� a mi mujer por la boca y por la concha, hasta
que se vino tres veces. Mi mujer perdi� la cuenta de las veces que se vino. Otra
vez me la tuve que jalar, una vez y me vine una segunda vez con ayuda de mi
esposa, que me la chup� y me la jal� hasta que me vine.

Nos regresamos a nuestro pueblo, ella iba muy contenta, y
hasta le ense�� las tetas a un chofer de esos camiones de carga, este son� el
claxon y le aventaba besos desde su cabina. A otro camionero le ense�o la
concha, se subi� la falda, y como ibamos en nuestro coche, el del cami�n, pod�a
ver f�cil desde su cabina, hacia abajo todo lo que mi esposa le ense�ara.

No le he dicho nada, pero sigo en contacto con Allan. Y
estamos preparando otra org�a, para mas tarde, pero Allan va a invitar a otro de
sus amigos. Luego les cuento lo que va a pasar.