Una vez m�s me equivoque, sentada a su lado, por unos
instantes seguimos al sol en su camino a la noche, el momento era propicio para
hablar y creo obligatorio relatarles una vez m�s escuche una confesi�n en este
caso de una compa�era de viaje.
Ella tiene cuarenta y seis a�os (representa treinta) ,
soltera, sin hijos, el viaje lo hacia por vacaciones pendientes desde la
hecatombe econ�mica de diciembre pasado. Su cara denotaba necesidad de contar su
vida y mi oreja escucho algo que en verdad lo cuento porque creo puede estar
relacionada con mi futuro por coincidir en algunas cosas a ella ocurrida.
" Al ver el horizonte veo mi vida que se acaba y en verdad
pese a tener un buen pasar, son muchas las cosas que quise y no logre , creo que
mi vida sexual hipoteco mi futuro, a los quince a�os en mi ciudad las reuniones
eran "asaltos" cada uno llevaba algo, no regres�bamos muy tarde, mi madre se
hab�a ido hace un a�o con un amante y con mi hermana dos a�os mayor que yo
viv�amos con mi padre, al regresar esa noche mi padre estaba en el living
sentado leyendo, le pregunt� por mi hermana, sonriendo me dijo
Se fue con su novio , viene el martes.
D�ndole un beso en la mejilla me sent� a su lado, una caricia
en mi pierna , la conteste de igual manera, en un dialogo mudo nos fuimos
abrazando y besando, llevando mi cuerpo a su cama, me fui desnudando sobre ella,
mientras el lo hacia parado, su falo erecto me impresionaba, pero una paz
aceptando el momento me envolvi�, abr� mis piernas, su cuerpo no se apoyo sobre
mi, si, su pene acariciaba mi vagina, solamente en ella hab�a recibido mis dedos
y el de alg�n novio, poco a poco fue introduciendo su falo , un dolor profundo
sentido en mi vientre, cedi� a un goce indescriptible, profundo como el dolor
anterior, suavemente se mov�a dentro de mi hasta que acabo , igual lo dejo
adentro ah� adem�s de hacerme mujer me hizo llegar a un estado que en verdad me
encanto.
Me quede a su lado y me despert� tom�ndole su falo, una
peque�a mancha de sangre indicaba mi virginidad perdida, un ardor en mi vagina
el trabajo realizado, me fui a duchar, sentimientos encontrados se apoderaron de
mi, en verdad me hab�a sentido a pleno, jam�s siquiera hab�a pensado en que mi
padre me hiciera el amor, me desvirgara y hecho me gustara, al enjabonarme, no
pod�a dejar de pensar como hizo esa barra para entrar en mi cuerpo, volv� a la
cama y le di un beso despert�ndolo , me miro y me pidi� perd�n, mi contestaci�n
fue un beso de amante, me extra�o que no iniciara un nueva acto , se fue a
duchar y creo que como a mi, fue el momento que decidi� que eso estaba bien, por
lo menos para nosotros.
Lo espere entre las sabanas, lleg� destapando mi cuerpo y
recibi� mi sonrisa de aprobaci�n, uso una crema que puso en mi vagina , yo lo
dejaba hacer, est� vez el se acost� su barra parada era una tentaci�n, me puse
en cuclillas y fue entrando , haciendo juego, entraba y sal�a, la crema
suavizaba el roce y aprend� que no solo entraba, el placer gozado sellaba el
incesto, que permaneci� en una fidelidad mutua hasta mis treinta a�os, mi
hermana no solo se enter�, sino que nos encontr� al a�o en pleno coito, ese d�a
fue muy especial, puesto ante sus gritos y reclamos, ambos la mandamos al
diablo.
Era p�blica mi relaci�n con mi padre, solo escond�amos las
formas ante la gente, creando las dos realidades mi incesto puertas adentro y
"normal" para los dem�s , fue mi trabajo en la Capital que me separo de el,
noche tras noche lo extra�aba , no me alcanzaba alg�n fin de semana, fue por eso
que "adopte" un amante mucho mayor que yo (dos a�os mayor que mi padre), mi
analista lo relaciona con el incesto con mi padre, hace tres a�os mi padre
falleci� , nunca pude dejar de amarlo y gozarlo como hombre y pero ahora mi
amante falleci� hace siete meses y en verdad el atardecer me pone triste"
No le comente a Mir�an, mi historia, no era el momento, sin
lugar a dudas ella piensa que la suya fue una desgracia, pero siempre las
realidades de los seres humanos pueden ser superadas.
Esa noche llegamos a un hotel cerca de Venecia, unos
muchachos j�venes nos invitaron a salir a bailar, vernos galopar sobre ellos es
otra historia.