Relato: Aquel jersey rojo Autor: Nacho
Aqu� estoy otra vez para contaros otro relato con otra mujer
de la oficina que sucedi� hace poco. Tambi�n trabajamos en el mismo Departamento
pero adem�s, ella es mi compa�era de enfrente por lo que la tengo m�s que vista.
Me encanta cuando trae ese jersey rojo de lana que es tan viejo que ya tiene
bastantes agujeritos de los que se forman en la lana cuando se estira. A trav�s
de ellos se dejan adivinar su sujetador blanco que tapan sus dos grandes tetas.
Ella tiene 40 a�os, es rubia te�ida, ni guapa ni fea, una mujer normal pero eso
si, un poquito entrada en carnes, no mucho pero lo t�pico para una mujer de su
edad. Tendr� de talla de sujetador una 100, m�s o menos y un culo un poquito
grande con unas piernas carnosas.
Me excita mucho ver como trabaja y mirarle las tetas cuando
se mueve. Est� casada con un se�or de unos 50 a�os, el cual pasa de ella
bastante seg�n me cuenta. Es una mujer ya madurita pero creo que algo necesitada
y sin mucha experiencia dado que, como he dicho antes, pasa desapercibida para
su marido, el cual es polic�a y pasa mucho rato trabajando.
Un d�a hablando de nuestras cosas le coment� que acababa de
instalar unas persianas en mi casa y que hab�an quedado muy bien. Ella se mostr�
muy interesada y al final decidi� poner unas iguales en su casa para lo cual me
pidi� que le ayudara a ella y a su marido a colocarlas, pues su marido no era
demasiado manitas. Yo acept� porque nuestra relaci�n es bastante buena y me
apetec�a ayudar a mi compa�era. Ese d�a quedamos para que el fin de semana me
presentara en su casa temprano por la ma�ana.
Lleg� el d�a y tal y como hab�amos quedado fui a su casa.
Llam� al timbre pero tardaron bastante en abrir la puerta. De repente se abri� y
apareci� ella. Llevaba puesto unos vaqueros y una camisa color azul un poco
justa porque parec�a que se le iban a romper los botones. Me hizo pasar y me
llev� a la cocina.
�te apetece desayunar algo?
No, tranquila, ya he desayunado
Pues si no te importa, voy a desayunar yo, �vale?
Adelante, no hay prisa, la persiana se pone en un
periquete, adem�s entre dos personas se hace todav�a m�s r�pido. �tu marido?
Ahh!! No te lo dije. A tenido que hacer un refuerzo y no va
a poder estar. Viene a la noche, igual os hab�is cruzado por las escaleras.
Ah, no va a estar, (igual puedo cobrarme en carne, pens�)
No pasa nada, tardaremos un poco m�s pero ya est�.
De todas formas, te puedo echar yo una mano, me da
verg�enza que pongas la persiana y yo no haga nada.
De acuerdo, nos lo pasaremos bien coloc�ndola. Ser�
divertido.
Se sent� y comenz� a desayunar. Un desayuno ligero, un vaso
de leche con 2 bizcochos. Viendo como desayunaba y se com�a los bizcochos
mojados me estaba empezando a poner caliente. Estaba deseando que mi polla fuera
un bizcocho. Acab� de desayunar y fuimos al servicio que es donde �bamos a poner
la persiana. El servicio era grande, la ventana estaba justo encima de la
ba�era. Al lado estaba la taza y en frente de la taza, un espejo grande. Comenc�
a colocar la ventana y seg�n lo iba haciendo le iba explicando c�mo. Ella
atend�a atentamente pero en varias ocasiones vi como se fijaba en mi culo cuando
me daba la vuelta. Esto me demostr� que ella no pondr�a ning�n pero a mi deseo
de foll�rmela. Le ped� que me sujetara una barra de hierro con los dos brazos
levantados pero al levantar los brazos y yo apartarme pude tocar sin querer con
un brazo una de sus tetas, blandita. Estaba ya a cien.
Eso es, d�jala as� levantada, que yo me pongo por detr�s de
ti y la levanto.
Vale, tranquilo, no pesa mucho, adem�s me viene bien hacer
esfuerzos, ya que no hago ejercicio�.
Tampoco te hace falta mucho, yo te encuentro bien.
Muchas gracias por el cumplido, pero me sobran unos cuantos
kilitos, mi marido no hace m�s que decir que estoy gorda y me deprime mucho.
Yo se que me sobran unos kilitos pero no tantos.
Para mi est�s riqu�sima, si yo fuera tu marido�.perdona, me
ha salido sin querer.
No, tranquilo, me ha gustado. �De verdad te parece que
estoy bien?
A mi me encantas, piensa que tienes ya 40. Para mi no
parece que tengas esa edad, siendo un poco ordinario, "est�s muy buenorra".
Gracias, eso que un chico joven como t� me diga estas
cosas, la verdad es que me ruboriza bastante, tu eres la sensaci�n de la
oficina. La gente est� enamorada de tu culo.
�y t�?
Igual dejamos el tema, no s�, no vayamos a hacer algo que
no debamos�..
Espera, suelta la barra.
Vale
Ahora dame tu mano,�.. qu�!!! �te gusta mi culo?
Nacho, esto est� mal.
�te gusta o no?
Si, es genial
Pues entonces no est� mal.
Estoy casada�..
Pero veo que tu marido no aprecia lo tremenda que est�s.
D�jame que sientas que eres todo una mujer.
La agarr� de la cintura y la bes� en la boca. Sus labios eran
finos y estaban algo mojados. Como vi que me correspondi� el beso, la bes� otra
vez introduciendo mi lengua en su boca. Que fuerte!!!, me estaba morreando con
la compa�era que ve�a durante 8 horas todos los d�as. No me lo pod�a creer.
Adem�s ya todo era coser y cantar. Ella entregada a mi, su marido no ven�a hasta
la noche y una casa entera para poder disfrutar de ella.
Segu� bes�ndola m�s locamente notando que ella estaba cada
vez m�s entregada. De repente le agarr� su culo y lo apret� con fuerza hacia mi.
Segu� subiendo con mis manos. Mi obsesi�n eran sus tetas. Quer�a tocarlas, lo
necesitaba, 5 a�os vi�ndolas delante de mi sin poder tocarlas y ahora se me
presentaba la ocasi�n. La camisa era suave, pero sus tetas, que tetas!!!
Blandas. Ella solt� un gemido cuando se las acariciaba a trav�s de la camisa. Le
bes� el cuello mientras las sobaba, hasta que le comenc� a desatar los botones.
Cada bot�n que soltaba era una delicia. Ten�a las tetas casi aplastadas una
contra la otra por la presi�n del sujetador, que como no, era blanco, tal y como
yo ve�a a trav�s de su jersey rojo durante el trabajo. Le quit� la camisa y la
dej� en sujetador, por cierto, bastante grande. Se las segu� masajeando con las
manos d�ndole besos en la parte de las tetas que estaban al descubierto. La
gir�, le di la media vuelta para agarrarle por detr�s, cuando me di cuenta que
nos reflej�bamos en el espejo. Que bonita visi�n, no me lo cre�a, sob�ndole las
tetas. Ella ten�a los ojos cerrados jadeando a cada movimiento de mis manos. Al
final desabroche su sujetador. Que tetas, eran inmensas, con unos pezones un
poco sacados y unas aureolas grandes. Le comenc� a pellizcar los pezones y ella
gem�a, estaba totalmente excitada. La volv� a dar la media vuelta y le
desabroch� el bot�n del pantal�n.
No, eso no. No quiero enga�ar a mi marido.
Eso no es lo que quieres. Quieres que siga y por eso voy a
seguir.
Le baj� la cremallera y m�s tarde los pantalones, dej�ndola
en bragas delante de mi. Las bragas eran un poco transparentes, dej�ndose ver su
buena mata de pelo negro. Deseaba saborear su co�o por lo que me apresur� a
bajarle r�pidamente las bragas. La sub� encima del m�rmol del lavabo y la abr�
las piernas.
Qu� co�azo tienes!!! Es el m�s grande que he visto nunca!!!
�te gusta?
Me encanta, adem�s est� tan mojadito��.. Quiero comerte el
co�o.
Introduje r�pidamente mi cabeza entre sus piernas sin esperar
a su respuesta y comenc� a saborear su gran co�o. Dios que delicia de co�o. Era
grand�simo, comenc� a mordisquear suavemente sus labios y con la lengua los iba
separando hasta encontrar su cl�toris. Era bastante grande. Cuando pas� la
lengua por encima note como se le estremeci� todo el cuerpo y como un seco
alarido sali� de su boca.
ahhhhhhhhhhhhhhh, que bueno.
�Te gusta? Pues espera y ver�s.
Comenc� a lamerle toda su raja, que exquisito sabor. Me
encantaba ver la situaci�n. Ella abierta de piernas encima del m�rmol del lavabo
y yo con mi cara en todo ese grande co�o. Dios que delicia!!!!
Como sigas as� no se si voy a aguantar, aaahhhhhhhh,
T� c�rrete, disfruta, que yo lo estoy haciendo comi�ndote
toda tu raja.
Siiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhh,
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, me corrrroooooooooo,
ajhhhhhhhhhhhhhhhhh
Eso es, eso es, suelta flujo, suelta, me encanta.
Ahora me toca disfrutar a mi, saca mi polla de mi bragueta
y c�metela.
No lo he hecho nunca, no s� si sabr�
Comiendo se aprende, venga hazlo
Sac� mi polla y comenz� a chuparla. No lo hac�a mal para ser
la primera vez. Me gustaba. Despu�s de un rato, la aparte y me quit� los
pantalones y el calzoncillo. La volv� a subir en el m�rmol del lavabo y con sus
piernas abiertas comenc� a foll�rmela mientras ve�a como sus tetas se mov�an
arriba y abajo al comp�s de mi cintura. Lo consegu�, me estaba follando a mi
compa�era tetona. Qu� gusto me daba.
No sabe tu marido lo que tiene en casa
Siiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhh
Eso es bonita, disfruta, ahhhhhhhhhhh, que
buenoooooooooooooo
Siiiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhh, me corro otra vez,
ahhhhhhhhhhhhhhhhh, voyyyyyyyy, ahhhhhhhhhh, dios que gustooooooooooo,
ahhhhhhhhhhhhhhhhhh
Ahora me corro yo preciosa, pero quiero correrme en tu boca
Eso si que no, me da mucho asco
�te he hecho algo que no te gustara?
No, pero�.
Anda calla y ch�pamela. Eso es, eso es, sigue as�, sigue,
sigue�..ajhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiii me corrrrroooooooooo, tragatela,
vaaaaaaaaaaa, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh
Y con un empuj�n, a la vez que me estaba corriendo, se la
clave en la garganta, haciendo con esto que todo mi sem�n cayese en su boca, la
cual rebosaba.
Tr�gatelo bonita, eso es, �te gusta eh? Pero que puta eres.
Sigue chupando, d�jamela limpita, eso es, eso es, joder!!!!!! Me est�s
empalmando otra vez!!!!!
Estoy supercachonda otra vez, tu corrida en mi boca me ha
puesto a mil. Que poll�n m�s rico tienes.
Pues espera que te voy a ense�ar otra cosa, date la vuelta
y ponte mir�ndote al espejo, como si fueses a lavarte la cara. Eso es, espera,
�es esto crema para la cara, no?
Si, �pues? Para que la quieres?
Sigue como te he dicho, conf�a en mi.
Me frot� mi polla, ya totalmente dura otra vez, con la crema
y la agarre por la cintura. Ten�a su grande culo en frente de mi. Separ� las
nalgas y le clav� la polla de un empuj�n. Qu� cerradito lo ten�a, seguramente
era virgen.
Me hacer da�o, d�jalo ya, para mi el culo no es para esto.
C�lla y espera, te va a gustar
Agggggggggg, me haces mucho da�o
Me encanta, que buena est�s, que tetas, que blandas
Segu� foll�ndomela por el culo, apretando sus grandes tetas
hasta que no aguant� m�s e inunde su virginal agujero del culo. Ella estaba a
punto de volverse a correr pero no quise perderme el sabor de su co�o, as� que
la volv� a subir en el m�rmol, unt� el mango de un cepillo para el pelo de crema
y se lo met� en el culo, mientras con la boca me com�a su co�o. Le mordisqueaba
el cl�toris primero suavemente pero cada vez m�s fuerte. Ella gem�a y gem�a,
hasta que de pronto se paraliz� y comenz� a gritar como una loca. Se estaba
corriendo como nunca lo hab�a hecho en su vida. Sus gritos eran exagerados,
ten�a el mango del peine metido hasta el fondo en su culo, mi pu�o metido
totalmente hasta la mu�eca en su co�o y mi boca mordisqueando su cl�toris.
Cuando acab�, sub� hacia su boca y le di a probar esos jugos que a mi tanto me
hab�an gustado. La bes� y le dije:
ahora v�stete mientras que yo te coloco la persiana. Cuando
la veas a partir de ahora, te acordar�s mucho de mi y seguramente muchas veces
te masturbar�s record�ndolo.
Si, no lo dudes, ha sido maravilloso. Quiero quedar para
otro d�a y volverlo a repetir
No, te follar� cuando quiera y como quiera, yo soy el que
decide. Posiblemente, la pr�xima vez sea en la oficina, me gustar�a comerte el
co�o mientras trabajas, debajo de la mesa, �te hace?
Acab� de colocarle la persiana y me desped� de ella con una
sobada de tetas, dios que tetas. Me fui saciado de mi deseo sexual con ella
hacia mi casa pensando que no volver�a a estar con ella porque ya no ten�a nada
especial que me excitara, hasta que un d�a, hace una semanita, vino a trabajar
con el jersey rojo de lana y ����. �Qu� tetaaaaaaaaaaaaaaas! Alg�n d�a de �stos,
me la volver� a follar.
Y eso fue todo, espero que os haya gustado el relato. Si
deseais intercambiar experiencias o fantas�as er�ticas, pod�is escribirme a mi
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Relato: Aquel jersey rojo
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