Soy Ryo (en algunos chats estoy
con este nick o con el de Scorpio), un fanático del hentai, manga
y del anime en todos sus formas, si bien los "erotic fanfinction"
apenas los estoy explorando, me animé a plasmar éste a manera
de ensayo, espero se ha de su agrado.
Si tienen alguna sugerencia, consulta,
maldición o crítica que hacerle al ensayo de relato o quiere
contactarme para cualquier otro asunto pueden escribirme a POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
o POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Luego de que Ranma, que iba a la
escuela, se encontrara con aquel monstruo en la calle en medio de aquella
lluvia . Y éste se llevara a Akane, la jovencita se desmayó
en pleno vuelo.
Al despertar se encontraba en una
cabaña en la cima de una montaña algo extraña, atada
de los pies y las manos, y su ropa estaba totalmente empapada por la lluvia.
Miro por la ventana y se dio cuenta que ya se comenzaba a despejar, el
sol asoma tímidamente entre las nubes que huían a su paso.
Pantimedias apareció trayendo
una manta amarilla, para entonces se encontraba en su forma humana:
_Debes estar empapada, quítate
la ropa para que se seque _. Akane asintió con la cabeza.
Akane se extrañó al
ver el semblante, triste y con aires de constante enfado, del muchacho
que le ofrecía la manta mientras éste le decía:
_Es lo único que encontré,
puedes cubrirte con esto mientras se seca tu uniforme _. Dejó la
manta a un lado y comenzó a desatarla mientras le advertía
que no intentará escapar Se hincó y le desató los
pies. Luego aun de rodillas se giró hasta quedar, frente a ella
y la rodeó con sus brazos para desatarle las manos que las tenía
a la espalda, su pecho se apretó contra los senos de la joven, ella
sintió el poderoso pecho del joven y se sintió segura sin
saber por qué.
Ya desatada, Akane se puso de pie
sobándose las muñecas.
_ ¿Cómo te llamas?
_. Preguntó.
_ Eso no importa replico el joven_
frunciendo el ceño, algo enojado_ y no preguntes por que estas aquí,
más tarde comprenderás mis razones _.
_ Esta bien déjame sola mientras
me desvisto _. Pantimedias se dio la vuelta y salió.
Akane se comenzó a desvestir.
Iba poniendo la ropa húmeda a un lado cuando se quitó el
sostén miro sus blancos pechos coronados con esa aureola rosa y
un pequeño pezón, estaban un poco duros por el frío
de tener la ropa mojada. Al retirar sus bragas se dio cuenta que estaba
húmeda no solo con agua de lluvia sino que con algo más.
El sentir el vigoroso pecho de aquel joven la había excitado. Su
mano derecha se escurrió entre su entrepierna buscando la herida
que toda hembra posee, mientras que con la otra dejaba caer las bragas
en el montoncito de ropa mojada. Ya se encontraba totalmente desnuda
Akane se agacho para recoger la
manta para cubrirse, pero al ponerse de pie resbaló por el agua
que había escurrido de su ropa, intento no caer, sin embargo lo
que logró fue golpearse más fuerte y en la cabeza con lo
quedó inconsciente.
Taro que se encontraba a fuera entrenando,
oyó el golpe y corrió a la cabaña. Al entrar vio una
visión fascinante: la bella Akane se encontraba tumbada de espaldas
en medio de la manta, totalmente desnuda y parecía dormir ya que
sus senos se movían al ritmo de respiración.
Taro sintió algo en su interior.
Se dirigió hacia la bella durmiente, la miro de pies a cabeza, observa
el brillo de su piel húmeda por la vestimenta mojada y se detuvo
en la pequeña acumulación de bellos en el pubis de la ninfa.
No pudo resistir el espectáculo y se hincó frente a la niña
le separó las piernas y su cara en medio de las mismas y comenzó
a lamer la entrada al santuario mas preciado del mundo. Con una de sus
manos comenzó a buscar los senos de Akane que comenzaba a respirar
más agitadamente, sus pezones estaban duros y erectos, Pantimedias
hundía su lengua en la vagina de la joven, mientras que con la mano
que aún le quedaba libre comenzó a masajearle el clítoris.
De repente Akane entreabrió
los ojos, estaba bastante aturdida con el golpe, sintió el exquisito
trabajo que hacia Pantimedias y gimió de manera muy sensual, Taro
se dio cuenta y se retiró instintivamente pero Akane logró,
con buenos reflejos, tomarle la mano que le acariciaba los pechos y le
dijo con una voz queda.
_No te detengas, continua por favor
_. Y le sonrió como solo sabe hacerlo Akane.
Taro no se hizo de rogar y volvió
a hundir su cara en la húmeda caverna, mientras Akane le acariciaba
tiernamente el cabello. Taro discontinúo su labor al rato de estar
en eso, y su lengua que no se despegaba del cuerpo que acariciaba, comenzó
a subir por su vientre haciendo una escala en su ombligo donde se entretuvo
un momento a Akane le agrado el cambio, luego Taro se encontró con
las montañas blancas de Akane y comenzó a degustarlas mientras
con una mano la masturbaba y con la otra buscaba la boca de la niña,
la cual al sentir la mano en sus labios comenzó a chuparle y lamerle
los dedos de manera desesperada. Pantimedias tragaba un pecho completo
de la joven, los regurgitaba y jugaba con los pezones con su lengua.
La excitación llegaba al
máximo, de un momento a otro Taro se puso de pie se despojó
de todo su atuendo. Akane observo que el miembro de su compañero
de juego, no era tan grande como el de Ranma cuando la había visto
en aquella ocasión en el baño de casa cuando llegó
por primera vez al Dojo Tendo, pero esta tenía un tamaño
aceptable. Taro se inclinó sobre la joven, la cual separó
un poco más sus piernas y las recogió un poco. Taro se acomodó
para embestir, pero antes su rostro se acerca a la tierna cara de la pequeña
y le dio un profundo beso, en medio del cual, con un rápido movimiento
clavó profundamente su espina en las entrañas de Akane, esta
abrió completamente sus ojos y dio un pequeño grito ahogado
por el beso.
Comenzó la batalla entre
gemidos y besos. Taro se movía de excelente forma, había
logrado sentarse en sus talones mientras Akane, engarzada y frente a él,
le rodeaba las cadenas con las piernas. Pantimedias se movía suavemente
hacia arriba y hacia abajo, y como los senos de Akane le quedaban a la
altura del rostro le mordía ocasionalmente los enrojecidos pezones.
Akane le agradecía que no le maltratará pues era su primera
vez, la que siempre había querido compartir con Ranma, pero las
circunstancias no se habían dado.
Estaban en medio del combate cuando
la montaña despertó y se estremeció por un temblor,
un recipiente de madera que contenía agua se cayó de una
repisa. Taro recibió el líquido en la espalda y de inmediato
se transforma en la enorme y aterradora criatura, Akane sintió de
un momento a otro que murió, resucito y volvió a fallecer
empalada, el gigantesco miembro de aquel monstruo estaba dentro de ella,
miró hacía abajo y se cuenta que la criatura estaba de pie
y que ella estaba suspendida entre el cielo y la tierra; sus pies no tocaban
el piso y lo único que la sostenía era la enorme barra de
carne clavada en su interior y a la que aun le faltaba mucho por introducirse.
Luego miro hacia arriba y vió la tez de la bestia con rostro de
toro y sus ojos de un color sangre.
La bestia rugió de manera
espeluznante y tomando a la joven por la cintura con ambas garras y con
una fuerza espantosa la atrajo hacia sí, hundiéndole totalmente
el terrible miembro en las entrañas a la joven. Akane gritó
como nunca lo había hecho, y gritó hasta que la voz no salió
más, sentía que iba a ser partida en dos por la bestia, la
cual a un la mantenía asida por la cintura y comenzó a moverla
hacia delante y hacia atrás. Pronto el miembro de la bestia se tiño
de la sangre de la desvirgada niña.
Akane parecía una muñeca
de trapos en las manos de aquella criatura. Con cada embestida, sentía
que su estomago estallaría, sudaba enormemente, sus ojos llorabas
desconsolados y de su boca salía abundante saliva como si estuviera
en convulsiones. Pero el demonio no se detenía y más bien
cada vez los embates eran más bestiales. La anguila, con su piel
escurridiza, que formaba la cola del monstruo se escurrió entre
las piernas de este y busco el hoyo del ano de la joven y al encontrarlo
se hundió en éste moviéndose desesperadamente en círculos
entrantes y salientes como taladrando, a lo que Akane respondió
con otro grito desgarrador.
Algo en medio de tanto dolor le
comenzó a dar placer a la bella joven, los espasmos ascendían
desde su vientre y recorrían todo su cuerpo. Y en un atolondrado
pensamiento se dijo que Ranma no podría igualar semejante experiencia.
Y se decidió a disfrutar de lo que le estaba pasando y tubo varios
orgasmos como nunca más los tendría, aunque a veces el dolor
de las penetraciones fuera superior al placer que sentía.
Pantimedias, la bestia, arqueo su
espalda todo lo que pudo hasta que su cara se encontró con la de
Akane y su aliento su mezcló con el suyo, una enorme lengua de vaca
salió de las fauces del demonio y comenzó a recorrer el rostro
de la joven hasta que se incrusto su boca y comenzó a hacer movimientos
como los de la cópula, a veces llegaba profundo en la garganta,
haciendo que Akane se sintiera ahogarse. La saliva de la bestia escurría
por las mejillas, el cuello y los senos de ninfa.
De repente llegó el momento
final para la criatura, justo en eso momento dejo totalmente clavaba a
Akane por unos instantes, el miembro del animal creció hasta alcanzar
su tamaño máximo y soltó todo su contenido, todo dentro
del cuerpo de la ninfa. El tamaño alcanzado por ese guerrero y la
inundación que sentía en todo su organismo hizo a Akane no
se resistiera más. Arqueó su cuerpo hacia atrás sus
ojos se tornaron blancos, sintió bajar al infierno y subir al cielo
y nuevamente caer al infierno en caída libre muchas veces antes
de desmayarse entre un gran orgasmo espasmódico.
Pantimedias la separó de
su cuerpo. Al retirarla de su miembro una increíble cantidad de
líquidos mezclados cayeron por el piso escurrriendóse por
los muslos de la niña, incluso hilos de sangre recorrían
las piernas de la joven.
Pantimedias se fue. Poco tiempo
regreso convertido nuevamente en humano, limpió todo el lugar y
a Akane también la limpió. Luego la vistió con su
ropa pues ya se encontraba medio seca, pero la roció con algo de
agua. Le volvió a atar las manos y los pies. Y recogió la
manta.
Akane tardaría un muy buen
tiempo en despertar. Al cabo del cual entreabrió los ojos, sentía
demasiado dolorida, recordaba muy poco algo de una bestia, lluvia, Ranma,
hacer el amor, más bien le parecía que lo vivido era entre
sueños. Al rato entro Taro con una manta y le dijo:
_Debes empapada, debes quitarte
la ropa para que se seque _. Le ofreció la manta.
_Es lo único que encontré,
puedes cubrirte con esto mientras se seca tu uniforme
_. Dejó la manta a un lado
y comenzó a desatarla...