Cuando mi nabo se bambolea... (6) por Lado Oscuro 4
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Cap�tulo 1. Otra visita a la casa de mi primo ciego. Su
novia me recibe por "la puerta de atr�s".
-�Robertito... !- Fue el grito de alegr�a de Alicia, la novia
de mi primo al abrir la puerta y encontrarme en la entrada. -�Joorgee!- llam�
-�Mir� qui�n vino de visita... !-
-�Qui�n, qui�n?- Desde la puerta de la cocina Jorge hubiera
podido verme, si hubiera podido ver algo.
-�Robertito, tu primo!- Fui derecho hasta donde estaba y lo
abrac�. -�Te qued�s a cenar, desde luego!- -�Claro que se queda!- secund�
Alicia.
-Claro, claro- acord�, con sentimientos encontrados. Por un
lado el afecto por mi primo, pero por otro lado un poco de verg�enza porque el
principal motivo de mi visita era culearme otra vez a su novia, lo que era un
poco desleal, aunque totalmente comprensible para todos aquellos que hayan visto
a Alicia. Una hermosa cara de ni�a, con algo de puta, gran culo, buenas tetas,
linda silueta. En mi anterior visita me la hab�a franeleado y cogido
pr�cticamente delante de �l. Y se hab�a quedado como loca con mi gran pollota.
Esta vez no perdi� tiempo, y mientras yo conversaba con su novio, ella ech� mano
a mi bulto, acariciando mi poronga a trav�s de la tela de mi amplio pantal�n
n�utico. Yo segu�a charlando con Jorge como si nada, pero la chica estaba
poniendo su mejor empe�o y entusiasmo en la manoseada. Y tomaba su parte en la
conversaci�n, con voz alegre y dicharachera, sin que mi primo sospechara nada.
Pronto mi gran nabo creci� al m�ximo, bajo el efecto de sus
tocamientos. Y su mano recorr�a con avidez su enorme longitud.
Cap�tulo 2. Mi porongota en manos de mi prima postiza.
Yo procuraba mantener la compostura y la conversaci�n, pero
la sobada que me estaba haciendo Alicia me produc�a todo tipo de sensaciones y
entrecortamientos de la respiraci�n. Ella lo advert�a y se divert�a como loca
con la situaci�n en que me estaba poniendo. Incluso me preguntaba cosas
triviales sobre los acontecimientos de esos d�as. Y con toda malicia hab�a
comenzado una decidida paja a trav�s del pantal�n. Chac chac chac chac...
-Alicia me est� leyendo algunos libros- me contaba Jorge �
porque son pocos los que est�n en braile... � La mano de Alicia aferraba con
devoci�n mi palo dur�simo, corri�ndome la piel del miembro adelante y atr�s, una
y otra vez, a trav�s del pantal�n. Y con la otra mano agarrada a mis huevos, me
los acariciaba con pasi�n.
-Q-que bien- consegu� articular yo, en medio del torbellino
de sensaciones que estaba soportando, -O-otro d�-a pue-puedo venir yo a
le-eer-te...- Mi respiraci�n estaba cada vez m�s agitada, y apenas si pude
terminar esta oraci�n cuando Alicia me bes� con un tremendo beso de lengua,
mientras arreciaba con su paja, decidida a liquidarme.
Me sent� envuelto y transportado por su carnosa boca y su no
menos carnosa lengua, y mi resistencia fue superada largamente por las caricias
que estaba recibiendo por abajo, y mi polla, todav�a encerrada en el pantal�n,
comenz� a largar el semen a borbotones, mientras la mano de Alicia segu�a
orde��ndome.
-Te noto un poco agitado- dijo Jorge- �no quer�s sentarte un
poco... ?-
Yo no hubiera podido contestarle, por suerte Alicia se hizo
cargo de la situaci�n. �S�, deb�s haber caminado mucho. Ven�, vamos al living
as� te sent�s y descans�s un poquito... Total est�s en confianza � agreg� con
simpat�a en la voz. Su mano, todav�a m�s simp�tica estaba escurri�ndome el semen
a trav�s de la tela del pantal�n, de modo de recoger en su palma mi pringosa
sustancia.
Me condujo hasta el sof�, donde me derrumb� sin m�s.
-�Te sirvo una Coca?- pregunt� con c�lida cortes�a �esper�
que ya mismo te la traigo y se fu� para la cocina.
-S�- reanud� la conversaci�n con mi primo �creo que estoy un
poco cansado, debe ser por el estr�s de estos d�as... �
-�Todo el mundo anda as�!- corrobor� Jorge �el martes vino un
compa�ero de Alicia, de la facultad, y estaba igual. Al principio parec�a lo m�s
bien, pero al ratito le agarr� la agitaci�n respiratoria y se tuvo que sentar.
�Y eso que es un muchacho joven... !- suspir�.
-Es esta vida, tan agitada, que llevamos todos... -
argument�.
Alicia volvi� con la gaseosa. �Te prepar� un bocadito, para
que no pases hambre hasta la cena... �
Y se hizo cargo nuevamente del peso de la conversaci�n.
Cap�tulo 3. Acariciado por el culo mimoso de Alicia.
Debo reconocer que Alicia no es una obsesiva sexual, de modo
que con respeto por mi dignidad e integridad no volvi� a intentar otro asalto a
mi virilidad. Dej� pasar al menos veinticinco minutos, por lo menos, ya que mi
huasca se hab�a endurecido en el pantal�n. Adem�s hab�a abandonado la idea de
manosearme, ya que se limit� a levantarse la pollera y sentar su gran culo sobre
mi bulto, mientras continuaba con su alegre charla. Lo dej� un rato quieto,
dej�ndome sentir su calor, y luego, m�s tarde, comenz� a removerlo suavemente,
de modo cari�oso.
Para cuando se levant� para ir, con paso alegro, a preparar
la cena, mi nabo estaba nuevamente contento. Es decir, al palo.
Cap�tulo 4. Orde�ado por el culo salvaje de Alicia.
Al ratito, desde la cocina llam� a su novio. -�Jorge, mi
amor, quedate revolviendo la cacerola, as� no se pega el guiso... ! �S�...?- Y
all� fue Jorge, deseoso de ser �til. Y all� se vino ella, directo a m�.
-�Tenemos quince minutos para que me eches un polvo en el ojete... !- me dijo
con voz de secreto.
R�pidamente se despoj� de las bragas, poniendo ante mis ojos
su soberbio culazo. -�Sac� la porongota r�pido!- me urgi�, baj�ndome el
pantal�n. Mi nabo salt�, pero hab�a perdido algo de su dureza. -�Lo necesito
enhiesto!- me mir� a los ojos � te lo voy a chupar para que se te pare bien... �
Y rode� la punta con su bocota, comenzando a chupar y a lamer. -�Uy, qu� rico,
todav�a ten�s el semen seco! �Me lo voy a comer todo, todo!- Y en un minuto todo
el largo de mi poronga brillaba con su saliva. La mezcla con el semen le daba
una suavidad pringosa. -�As� la quer�a!- me dijo contenta - �as� est� lubricada
y me va a entran m�s f�cil! �Qu� pijota, mi vida!-
Y abri�ndose las nalgas, apoy� la entrada de su ojetito
contra la punta de mi pollota. No perdi� tiempo, su ojete se abri� un poco, como
para comerse la cabeza de mi nabo, y a continuaci�n comenz� a empujar de a
poquito para enterr�rselo. -�Ahh,... �c�mo so�� con tener todo este pedazote
tuyo adentro... !- suspir� con voz c�lida. Mi palo se ergu�a como un m�stil, y
su orto lo iba tragando de a poco. Yo ten�a miedo de que ella se hiciera alg�n
da�o. Pero la elasticidad de su culo era fant�stica. Las paredes se iban
abriendo para luego apret�rmelo como un guante, mientras el siguiente tramo se
iba abriendo, voraz. En menos de tres minutos la ten�a entubada, en su ojete
suave, apretado y lubricado. Todo mi tremendo chorizo adentro. Ella ya estaba
subiendo y bajando, subiendo y bajando. -�Ali!- se oy� a Jorge desde la cocina
-�Tengo que seguir revolviendo mucho tiempo m�s... ?- Alicia hab�a puesto a
trabajar su culo, como un entusiasta orde�ador de semen, apretando, pajeando,
estrujando con ternura. -�Un poquito m�s, mi cielo, que enseguida llego... !- Y
aceler� sus movimientos con tal frenes� que envolvi� mi pija en un mar de
sensaciones vertiginosas, mi pelvis comenz� a subir por si misma, mientras un
temblor recorr�a todo mi cuerpo acabando en mi miembro que ya estaba fuera de
control. La rudeza de sus r�pidas y apretadas fricciones era casi dolorosa y
ten�a un efecto enervante. Todo mi cuerpo estaba r�gido como mi nabo, dejando
que ella hiciera su trabajo, llevando totalmente la iniciativa. Alicia jadeaba,
cada vez m�s cerca de llegar. Y todo eso me pudo, y empec� a lanzarle chorro
tras chorro dentro del culo, con mi pija pulsando locamente. Alicia sinti� como
le llenaba el culo de leche y sintiendo el efecto que su despiadada dominaci�n
hab�a tenido sobre mi nabo y mi persona, se corri� con estremecimientos,
apretando con cada estremecimiento su ojete contra la base de mi tremendo nabo.
Todo habr�a dudado ocho o nueve minutos. D�ndome un par de culadas cari�osas se
desensart�, mostr�ndome su orto con enorme agujero; mir�ndome con una sonrisa
p�cara. -�Aqu� voy mi vida! �Ya llegu�!- Y dando saltos se fue para la cocina.
Yo qued� con el m�stil todav�a enhiesto y colorado por la
fricci�n. Parec�a que nunca se me iba a bajar.
Cuando volvi� Jorge y se sent� en el sof� de enfrente,
sostuve la charla con el nabo furiosamente al aire. Pese a la gran acabada que
me hab�a mandado, el mal trato de tan forzado frotamiento, me lo hab�a dejado
demasiado irrigado y dif�cil de bajar. Me lo acarici� para suavizar las
sensaciones, pero igual no se me bajaba. Cuando volvi� Alicia con la fuente de
la cena en las manos, al ver mi estado lanz� una carcajada.
.Siempre est� as�, alegre- me coment� Jorge.
-Que lindo- dije yo, sin haber podido todav�a bajar mi nabo.
Y reci�n al promediar la cena, sentado a la mesa, se
flexibiliz� lo suficiente como par poder meterlo en el pantal�n.
Para el postre ya estaba casi bien.
Cap�tulo 5. Alicia me prepara para la pr�xima vez...
Despu�s de comer, Alicia, se permiti� darme muchos besos en
la boca, frot�ndome suavemente sus grandes tetas, acarici�ndome con su gran culo
y enerv�ndome con su golosa lengua. Me dio tantos besos con su carnosa boca, y
tantas caricias con su voluptuoso cuerpo que, para cuando me despidieron, me fui
completamente al palo.
-�Volv� pronto!- me inst� mi primo.
-Va a volver pronto- le asegur� su novia.- �l se siente muy
bien ac�.- Y alargando una mano me hizo la �ltima caricia en mi poronga.
Me gustar�a saber que te ha parecido esta narraci�n. Si
tienes ganas escr�beme a
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