UNA PAJA ENTRE HERMANOS, NI ES PAJA, NI ES NADA.
Hacia mucho calor, y en la televisi�n no pasaban nada bueno.
Era un mi�rcoles por la tarde y ambos estaban en casa solos. Aburridos.
Terriblemente aburridos.
El solo llevaba un pantal�n corto de deporte y sus playeros.
Hac�a mucho calor. Su cuerpo era joven y vigoroso, el cuerpo de un deportista.
Cada m�sculo de su esbelto cuerpo, bien dibujado bajo su bronceada piel. Llevaba
su cabello rubio un tanto largo para su costumbre, y sus ojos de profundo verde
solo traslucian el aburrimiento y el hastio mas completos.
Ella vestia unos shorts vaqueros muy ce�idos y el sujetador
de un bikini azul de cuerdas, que apenas bastaba a contener sus enormes pechos.
Pero no hab�a cuidado, al fin y al cabo all� solo estaba su hermano. Su larga
cabellera rubia estaba humeda por el sudor, igual que el resto de su flexible y
joven cuerpo. Tenia unos ojos azules y brillantes, que a pesar de su inocencia y
su cansancio, traslucian siempre una chispa de picaresca. Era delgada, aunque no
demasiado alta. Sus piernas eran firmes y torneadas, y su pecho era redondo,
grande y abundante. Firme, como podria atestiguar cualquiera de los muchos
hombres que ya lo habian estrujado entre sus manos cargadas de lujuria.
Freddy se aburria. Y por el mismo aburrimiento empez� a mirar
a su hermana, solo cuando ya habia mirado un buen rato cualquier cosa que
estuviese a su alcance. Por alguna razon, nunca en tantos a�os se habia fijado
lo m�s minimo en su hermana peque�a. En fin, lo de peque�a era relativo, se
llevaban exactamente diez meses, asi que dos meses al a�o, tenian la misma edad.
Curiosamente, Agosto, el mismo agosto en que se encontraban , era uno de ellos.
21 para ser exactos.
No pudo evitar reparar en los enormes melones de su hermana.
Desde luego tenia unas tetas incre�bles, y con aquel bikini de cuerdas, no hacia
falta mucha imaginaci�n para adivinar su forma. En muchas ocasiones, amigos
suyos, le habian contado como se habian tirado a su hermana o la habian sobado.
Eran historias topicas, de las que se oyen de continuo, y alguna vez se habia
masturbado mientras algun amigo le contaba como habia follado con su hermana
Rachel. Le gustaba especialmente la aventura con Carlos, que se la hab�a tirado
encima del capo de su coche, excitados hasta morirse ante el peligro de que
cualquiera pasase por aquella calle y los pillase jodiendo como locos alli en
medio.
No le habia dado la mayor importancia. Sus amigos tb se
corrian a gusto cuando el les relataba sus relaciones sexuales con sus propias
hermanas. Su hermana era bastante puta, y con aquellas tetas en las que ahora
reparaba casi por primera vez, le sorprendia que no
follase a�n mas. Ahora por ejemplo. En lugar de estar all�
aburriendose, podr�a haber estado pasandoselo en grande con una buena polla
dentro. Esa idea le molest� profundamente. Era una verdadera verg�enza que una
t�a tan maciza y tan puta, que follaba con cualquier tio con el que se
enrollaba, fuese su hermana.
� Por que ten�a que ser el el �nico que no pod�a tirarsela?.
Ese pensamiento empez� a mortificarle. Era una injusticia. El estaba mucho mejor
que cualquier de sus amigos, y no podia tirarse a aquella tia buena.
� Por que no podia ser la hermana de otro?. Mientras pensaba
en esto, no dejaba de mirar aquellas magnificas tetas que se escapaban de su
bikini, y sin darse cuenta, su polla ya estaba erguida y dura.
Desde luego que su ligero pantal�n no ayudaba a ocultarlo.
Rachel ten�a mucho calor. El cabr�n de su novio se habia ido
al quinto co�o a ver un Rallie de mierda y la hab�a dejado plantada. Carlos
follaba bien, pero tampoco era la hostia. Si no fuese por que todas sus amigas
estaban fuera le hubiese gustado salir a bailar. Conocian una disco del puerto a
la que iban los vendedores ambulantes senegaleses a partir de las cuatro.
Mmmmmmm. Le encantaban los negros. No les importaba compartir una tia. M�s de
una vez habia estado bailando hasta las mil con dos o tres negros sobandola. Si
hubiese intentado hacer lo mismo con chicos blancos, habrian acabado dandose de
hostias a los tres minutos. Aquella idea la puso cachonda. � Joder!. Le apetecia
un buen polvo, e iba a tener que quedarse en casa viendo la tele con el
gilipollas de su hermano, como cualquier gorda patetica. Su hermano. Repar� en
el. Tenia la entrepierna abultada e incitante. � En que estar�a pensando el muy
cerdo?.
El la mir�. Estaba buenisima. Bueno, era su hermana si. Pero
para el eso solo era una palabra.
Y si... Los papas estarian fuera todo el dia, y el no era un
tio feo. Aquellas tetas le estaban volviendo loco. Tampoco tenia ninguna cosa
interesante que hacer. Y aquellas tetas ya le habian hechizado.
- Oye Rachel....- Pregunt� el con aire distraido.
- �Si?.-
- � Sabes que tienes unas tetas preciosas?.- Dijo como si
nada.
- Eh... Bueno, si.- Respondi� ella cortada.
- En serio, queria que lo supieses. Tienes unas tetas
increibles. Nunca me habia fijado, pero creo que son las mejores que he visto.-
- Vale. Gracias.-
- A los tios los volveras locos.-
- Jejejeje. Bueno, un poco. Eso es verdad.- Dijo ella
coqueta, soltandose por fin.
- Pfffffff. Es que, bueno, eres mi hermana y eso, y lo tengo
presente, pero joder... Es que hasta yo me he puesto cachondo mirandolas.-
- Jejejejejeje.- Rio ella tratando de no darle importancia a
la burrada de Freddy.
- En serio.- Dijo el acercando una mano atrevido, pero solo
para recibir un cachete en ella.
- � De que vas tio, que ibas a hacer?.- Repuso ella enfadada.
- Nada. Es que veras, Carlos me ha contado que las tienes muy
fofas, pero a mi me parecen muy tiesas.-
- � Que?. � Ese gilipollas te cuenta cosas de mi?.- Pregunt�
ella enfadada y muy sorprendida.
- Claro. -
- � Que mas te ha contado?.-
- Todo.-
Ella se puso colorada como un tomate.
- � Menudo hijo de puta!.-
- Bah, tia, no te pongas asi. El sabe que me excita oirle
hablar de ti.- Dijo el mintiendo, a el le excitaba oir hablar de cualquier tia.
- Joder, � como eres tan cerdo?.-
- Bah. Est�s muy buena, y punto.-
- � Tan buena estoy que no te importa que sea tu hermana?.-
- Eh, no tan rapido. Solo interes. Como saber si puedes tener
duras unas tetas tan grandes.-
Ella rio. Poco a poco se habia ido poniendo como una moto.
Tenia muchas ganas de follar, y su hermano estaba mas bueno que el pan. Sus
musculos bien perfilados, su carita de chulo, y su actitud de cabron. Le
gustaban los chicos malos, y no creia haber oido hablar nunca de un tio tan hijo
de puta que intentase enrollarse con su propia hermana. Solo por reirse un poco,
decidi� seguirle el juego. Tontear, nada mas. Igual que con los tios feos que le
entraban en las discos. Ponerlos cachondos y luego cortarlos. Era muy divertido.
- Las tengo muy duras.- Dijo incitantemente.
- �Eso hay que demostrarlo!.- Grit� el con una sonrisa de
salido.
Ella rio y se humedeci� los labios. Despu�s, con cuidado, se
retir� el bikini. Tenia los pechos redondos, como pelotas de balonmano, tal vez
un poco caidos por el peso, con grandes pezones de un marron muy claro. Su piel
era lisa, dorada, deseable. A Freddy se le caia la baba.
- � Que, son firmes o no?.-
- Asi, sin probar...-
A Rachel le di� un poco de corte, pero ya habia ido demasiado
lejos, y no iba a echarse atr�s. Ning�n tio podria decir que era una cortada.
- Toca.- Orden� ella con seguridad.
Freddy no podia creerselo, y se lanz� a por las tetas de su
hermana. Eran firmes. Joder. Muy duras, lo que parecia increible con lo grandes
que eran. Al principio solo quiso apretarlas, sobarlas, exprimirlas, por que le
ponian a mil. Pero luego dandose cuenta de que era una inversi�n, empez� a
acariciarlas, a recorrerlas con cuidado y suavidad. Aquello era como tocar seda,
increiblemente suaves. Nunca habia tocado unas tetas asi, ni siquiera cuando era
un crio y se enrollaba con chicas de instituto. Y el hecho de que fuesen las
tetas de su hermana le hacia experimentar una mezcla de asco y de lujuria que
nunca habia sentido. Su polla iba a estallar. Tan cachondo se puso, que se
olvid� de que solo era una prueba, y se lanz� a chupar aquellos pezones como un
bebe.
- �� Que haces?!.- Grit� ella apartandolo con asco.
El reaccion� al instante con un viejo truco, ense�ando sus
manos encallecidas por las pesas.
- Es que por culpa de los callos no tengo sensibilidad. Con
los labios ser� mejor.-
- Bueno, vale, pero solo un ratito.- Concedi� ella creyendose
aquella ridicula excusa, por que queria creersela.
- De acuerdo.-
Y empez� a babear de nuevo sobre aquellos melones perfectos.
Eran duros, y deliciosos. Las tetas de su hermana. Eran tan cojonudas como habia
imaginado. Pensar que tantos y tantos tios se habian corrido sobre ellas en
medio de pajas cubanas increibles le ponia a�n mas a tono. Tanto, que no pudo
evitarlo, y se sac� la polla. Rachel se sorprendi� ,pudo notarlo, pero no hizo
nada por apartarle. Solo acert� a preguntar.
- � Que co�o haces?.-
- No.- Dijo el apartando su boca de las tetas de su hermana.
- �Que vas ha hacer tu?.-
- � Que dices?.-
Y el cogi� la mano de su hermana poniendola sobre su polla.
Era fresca y muy suave, nada que ver con las suyas, siempre sudadas y callosas.
- Venga tia, solo un momento. Estoy muy a gusto y me apetece
una pajita.-
Ella se resisti� mentalmente, y se di� cuenta de lo que habia
hecho. Tenia a su hermano acostado sobre ella chupandole las tetas. Y que bienb
lo hacia el muy hijo de puta. Ella misma se habia puesto bastante cachonda. Y
ahora el tio le pedia que le hiciese una paja.
- Venga tia, es una pajita. No vamos a follar ni nada de eso.
Enrollate un poco.- Dijo el con tranquilidad, pero con un tono imperativo.
Rachel habia estado en aquella situaci�n muchas veces. Le
repugnaba lo que iba a hacer, pero en realidad era su unica salida. Demasiadas
veces ponia demasiado cachondos a los tios sin darse cuenta. Le gustaba tanto el
efecto que causaba en los hombres, verles rendirse sin mas muertos de deseo por
ella, que solia ir demasiado lejos. Estaba muy asustada. En realidad lo mejor
era hacerle caso y dejarle que se corriese. Eso le tranquilizaria, y no pensaria
en nada mas grave. Mucho mas grave. Con infinito asco, o quizas no tanto, Rachel
cogi� la polla de su hermano. Estaba gorda y palpitante, muy hinchada. Le asust�
el tama�o. Era por lo menos cinco cm mas grande que la de Carlos, y bastante mas
gorda. Sabia como hacer aquello, y empez� a sacudirla con suavidad.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.- Gimi� su hermano, que ya habia
empezado a sobarle tb el culo. Chupaba como una ventosa y tb mordisqueaba sus
melones con fuerza. Eso la hizo aplicarse mas. Sigui� sacudiendo la polla de su
hermano con rapidez, mientras el temblaba y gemia a la vez que se abrazaba a
ella con mas fuerza, hasta que de pronto, como siempre, sus temblores fueron mas
fuertes y espasmodicos, y una marea de baba blanca y caliente se expandi� por
sus manitas. La leche de su hermano la ensuciaba. Freddy sigui� chupando sus
tetas un instante, y por fin lo dej�.
- Gracias hermanita. Ha sido genial. Te lo juro. La mejor vez
de mi vida.- Y sorprendiendola a�n m�s, le di� un rapido beso en los labios, y
se recost� en el sofa, quedandose al instante, profundamente dormido.
Rachel se qued� all� sin saber que hacer. Tenia la mano
chorrenado de semen de su hermano, tenia los pechos desnudos, llenos de saliva y
doloridos por los chupetones de su hermano, que se habian ido haciendo mas
salvajes a medida que avanzaba la paja. Al dia siguiente tendria las tetas
llenas de marcas de mordiscos. Se sent�a muy rara. Extra�ada. Sorprendida. Y
sigui� un buen rato all�, desconcertada, y sucia de fluidos de su hermano, que
dormia a su lado, tan satisfecho como nunca en su vida.
Al final el muy hijo de puta era igual que todos los tios, un
cabr�n egoista. La habia calentado como a una estufa, y en cuanto se habia
corrido habia pasado de ella, sin ofrecerse siquiera a hacerle una pajita. Muy
cabreada Rachel se dirigi� al ba�o, dispuesta a aliviarse y convencida
definitivamente de que los tios solo piensan en si mismos.
( Basado en un chiste popular).
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