Relato: Mi hermoso primo Llevaba tres d�as en la ciudad cuando tuve que ir al
supermercado, ah� estaba Carolina, promotora de licores, vestida de Rojo,
chaqueta y falda, blusa blanca, no pude obviar no mirar sus piernas largas y
contorneadas, su cintura peque�a, pechos perfectos, cabello rubio, ojos verdes,
sencillamente espectacular, me mira y dice: "�quiere probar el P�jarete?, �es
muy bueno!"; no tanto como Ud. le dije, ella respondi� con una sonrisa y
mostrando su linda dentadura, me pregunt� si era nuevo en la ciudad, respond�
que si, (al parecer se notaba), conversamos largo rato hasta que un tipo alto y
flaco con cara enojada se acerc� a ella y le dijo algo al o�do, despu�s se fue
sin siquiera respetar que yo estaba ah�. Ella sobresaltada me dice, "El jefe se
enoj� porque llevamos mucho rato conversando", le suger� que convers�ramos otro
d�a o sali�ramos, me dijo que tal vez, pero insisti� que me fuera. Los d�as
siguientes la segu� viendo, no se cuantas tonteras pasaba a comprar a ese
supermercado. Solo para verla, ella me ve�a y me dec�a que estaba cerca el jefe
y que la retar�a, as� que prontamente me iba.
Un d�a domingo que tuve que trabajar hasta como las 2 de la
tarde, me dirig�a caminando cabizbajo hacia mi casa, maldiciendo el haber tenido
que trabajar y no descansar como lo hace cualquier mortal de este mundo, de
pronto, veo caminar delante de m� a Carolina, la promotora del Supermercado,
apresur� el paso hasta que la alcance, la salud� como de pasada, ya te vas le
dije, andaba con su uniforme de siempre as� que m�s que mirarla la admiraba,
terminaste de trabajar le dije, "si respondi�", almorcemos suger�, me dijo que
no, que quer�a sacarse el uniforme, pero que si le gustar�a tomar un helado m�s
tarde. Bueno insist� entonces junt�monos a las 4 para que caminemos y nos
tomemos el helado le dije, "OK respondi�", acordamos el lugar del encuentro y
nos despedimos.
Yo me fui a comer algo, y solo pensaba si ella cumplir�a o
no, y en lo que me gustar�a hacer junto a ella, caminar, conversar, re�rnos,
cualquier cosa. A las 4 de la tarde estaba yo puntualmente en el lugar acordado,
a los cinco minutos apareci� ( como siempre las mujeres lindas se hacen
esperar). Venia con unos pantalones blancos ajustados que hac�an ver su lindo y
bien contorneado trasero, una polera tambi�n ajustada donde se dibujaban sus
suculentos y perfectos senos, se pod�a advertir sus pezones un poco paraditos lo
que daba cuenta de una leve excitaci�n en ella; el conjunto era sensacional,
hola dijo: cumpl�, aqu� estoy, �vamos?, �bueno!, �qu� helado quieres?,
cualquiera me responde, (de pronto se me ocurre una idea genial que a�n hoy la
celebro), �por qu� no compramos una casata (un pote) de esas bien caras y la
servimos en mi casa hasta que nos aburramos,? Acepto. dijo ella, y nos dirigimos
al supermercado, el mismo en que ella hac�a promoci�n, los que la conoc�an la
saludaban, pero ella estaba ahora conmigo y yo estaba feliz.
Ya en la casa, encendi� la TV puso una pel�cula y se recost�
en la cama, (yo no ten�a muchos muebles as� que la opci�n era la cama o la
cama). A ella pareci� no importarle aquello. Serv� el helado una gran porci�n,
charlamos, de ella, de mi, de la ciudad, sus viejos, el trabajo, de todo; de
pronto ella me dice � porque me miras tanto, me quieres dar un beso?, yo tont�n
viejo, sorprendido por un jovencita, le dije que desde que la vi, y me acerqu� a
su lado y le di una suave beso, tierno, dulce acarici� su cara, la tom�
firmemente y la acerqu� hacia mi. Nos besamos cada vez con m�s pasi�n, not� su
agitada respiraci�n. Mi campe�n se endureci� en un 2 por 3, lo acerqu� para que
lo sintiera, el cuadro era genial, me puse encima suyo, ambos todav�a vestidos,
nos abraz�bamos fuerte y nuestras bocas no se separaban, abri� sus piernas para
sentir de mejor forma al campe�n , yo se lo present�, apret�ndolo contra ella,
sent�a como su sexo se apretaba contra el m�o. Yo me dec�a , contr�late, ella
est� para ti, contr�late, dale m�s le�a a esa hoguera, as� que la empec� a besar
alrededor de su cuello, sus orejas, el suave perfume que llevaba me embriagaba,
sent�a sus suaves quejidos, y nuestros sexos segu�an rosandose.
De pronto le pregunt� estas excitada, respondi� con un beso
profundo, � que manera de decir que si!. Le dije si quer�a a hacer el amor y
solo dijo � siiiiii � y comenzamos a desvestirnos, saque su polera con suavidad
y tuve en frente m�o esos pechos que en su sost�n parec�an que iban a saltar,
eran m�s grandes de lo que parec�an, afloj� su sost�n, y los vi, me lance a
besarlos enloquecido, "estabamos muy caliente", sus pezones rozados los mord�a
con suavidad y los chupaba como si fuera un bebe, ella ech� su cabeza hacia
atr�s, gem�a, y me apretaba la m�a contra sus pechos, eran prefectos unos 90 a
95 Cm. Que locura. Pero esos era solo el comienzo.
Deslice mis manos y acaricie su sexo por encima del pantal�n,
ella se encogi� toda, segu� en lo mismo con mi mano izquierda y con la derecha
aflojaba su bot�n y bajaba su sierre, lo primero que hice al ver su finisimo
bikini fue meter mi mano y pasar su peque�o monte de Venus lleno de delgados y
rubios bellos y alcanzar su h�meda sexo, al sentirla, vi como ella explotaba de
placer y yo a esa altura lo tenia r�gido, introduje un dedo, luego dos y apret�
con fuerza hacia el interior, sus jugos me colmaban la mano. Ella gritaba de
gusto, pregunt� si le gustaba y respondi� con voz suave y excitada � siiiiii!.
Me retir� un poco y saque definitivamente sus pantalones, ah� estaba ella la
chica del supermercado toda para mi, solo con su bikini de encajes blanco y
m�nimo, sus senos dispuestos y sus ojos cerrados, me saque la camisa, y ella se
lanz� sobre mi, me abraz�, y desabrocho mi yeans, me bajo el sierre, y dejo al
descubierto mi bulto que yo encontraba enorme, queriendo salir, ella desliz�
suavemente su mano sobre el, lo recorri� con sus u�as, se acerc�, lo bes� por
encima y me mir� con cara de chiquilla picara, le dije eres hermosa, exquisita,
yo ve�a sus pechos libre m�s grandes, rozando mi bulto, de un tir�n sac� mis
yeans, y quedamos iguales, yo en mi zunga color morado y ella en su diminuto
bikini. Otra vez me puse encima de ella ahora los dos casi desnudos , mi bulto
apretaba fuerte su sexo, ya pod�a sentir su h�meda vagina mojar mi zunga, nos
besamos apasionados, eran momentos para mi de cabeza fr�a, ella estaba en otra,
me separ� de ella, intent� abrir sus ojos, le dije: SHIIIII y le bes� sus ojos,
le susurr� al o�do: �d�jame besarte toda?. No espere su respuesta y la comenc� a
besar lentamente, primero sus labios con un suave roce, su cuello, su pecho y
luego me detuve a admirar sus senos eran realmente lindos los bes� con mucha
pasi�n y gran delicadeza, mord� sus pezones y los chupaba, primero uno, luego el
otro, con mi mano siempre ten�a uno.
Segu� por su vientre, que esa altura se comprim�a y saltaba,
vi el caminito al placer indic�ndome el rumbo, apret� mis labios contra la
peque�a mara�a de pelos que apareci� enfrente, al deslizar hacia abajo su
diminuto bikini, lo deslice hasta sacarlo, le dije que separara sus piernas y me
coloqu� enfrente de su sexo, mi cara y mi boca est�n a 2 Cm. de sus labios
vaginales, su sexo se ve�a h�medo, ol�a suave, acerqu� mis manos y separ� su
vulva y ah� estaba su cl�toris hinchado pidiendo ser besado, y me lanc� con mis
labios suavemente, deslic� mi lengua sobre el, y sent�a un quejido y mi cabeza
era hundida por sus manos quer�a m�s, mi lengua h�bilmente fue bajando y
subiendo hacia si sexo y su cl�toris la introduje lo mas que pude quer�a
sentirla gemir yo hacia. Hasta que no aguant� m�s y saqu� al campe�n a la
batalla, estaba todo hinchado su cabeza roja, estaba majestuosa, solo lo coloque
en la entrada y resbal� hacia adentro como si lo succionaran, una torsi�n de su
cuerpo me indic� que era lo que ella estaba esperando y me acerqu� hasta juntar
nuestros pechos, la bes� con locura, pasi�n, y mientras mi campe�n entraba y
sal�a que daba un gusto, su vagina estaba totalmente h�meda, me separ� de ella
un poco , la levante de su trasero y levant� sus piernas, las puse sobre mis
hombros y se lo puse en conocimiento cargando todo mi cuerpo sobre ella, grit�
de pasi�n como loca, chillaba, apretaba sus manos en la cama, yo al ver lo que
le provocaba, me excitaba m�s y m�s. No pod�a parar, aquella tarde estaba para
grandes cosas, entraba y sal�a de ella a piachere, ella entregaba todo, ya no
daba m�s, yo lo quer�a todo, segu� y segu� ella pidi� tregua me ped�a que parara
yo le daba con todo, hasta que sent� como si se desvanec�a, me asust�, ella era
la cuarta vez que acababa me confes�. Yo me retir� y recost� a su lado agitado y
sudado, desnudo y sin poder acabar.
La bes� suavemente y le ofrec� m�s helado. Paramos un rato
ambos estabamos agitados. Nos servimos el helado, casi sin hablarnos. No
alcanzamos a terminar cuando mi campe�n se activo solo con su mirada, le retir�
su plato y me lanc� sobre ella, ella me dijo: "quiero montarte", acced� con
gusto y ella como toda una experta en el arte se instal� sobre mi, mi sexo
estaba para grandes cosas, tieso como palo lo vi desaparecer al tiempo que ella
gritaba y gem�a, no se, si de placer o dolor, lo cierto es que sub�a y bajaba a
un ritmo demoledor, hasta que se cambio de posici�n, sus piernas las tir� hacia
atr�s, quedando estirada encima m�o pero con el campe�n completamente instalado,
ella se revolcaba de gusto, decia : " acabo, acabo, me voy hahhhh, " yo le dije
d�melo todo a su o�do y se entreg� toda, jadeaba, gem�a me beso mi pecho, mi
vientre y lleg� con su boca hasta mi sexo, estaba a�n duro y h�medo por sus
jugos, ella lo limpi� suavemente con sus manos desliz�ndola hacia arriba y hacia
abajo, acarici� mis test�culos, los mordi� con una ternura que jam�s he visto,
los lami�, y empez� a chupar mi pene, primero la cabeza hinchada, roja, luego el
resto, se lo meti� todo, era como la pel�cula garganta profunda, ve�a aparecer y
desaparecer en su boca todo mi miembro, que placer, �que boca!, quer�a hacerme
acabar pero yo ten�a otros planes, suger� que se pusiera de g�atita,. ella se
sonri� y accedi�, qued� a mis disposici�n, le bes� su espalda suavemente,
recorr� con mi lengua toda su columna hasta llegar a sus gl�teos perfectos,
duritos, blancos, los abr� y ah� estaba el tesoro esperado, s�lo me coloqu� a la
entrada y sent� un gemido que solo hizo que me excitara m�s y la clavara con mi
lanceta, y comenc� a taladrar su orificio m�gico, que daba gusto, ella me ped�a
parar y yo no estaba para concesiones, clavaba una y otra vez hasta que not� que
se entregaba y me ped�a m�s, "culeame duro me dec�a", �dale!, hay quiero m�s,
est� rico por favor m�s, yo quer�a acabar dentro de ella pero no pude, me retire
de mi intento sobornado por una idea mejor. Le introduje el campe�n en su sexo
siempre ella de g�atita. Y le abr� las piernas, ella se fue solo al sentir que
entro duro y hasta el fondo. A esa hora, tres desde que hab�amos empezado a
servirnos el helado yo lo �nico que quer�a era acabar y un pude. As� que me puse
de espaldas y le dije que me besara, ella era guerrera de mil batallas, y
comenz� con la operaci�n, se empez� a tragar mi pene por completo y deslizar su
mano por todo mi sexo, recorri� mi uretra, lleg� a mis test�culos y sin
esperarlo introdujo suavemente un dedo suyo en mi ano, no supe porque pero esto
me �xito que ni les cuento, y le dije me voy, acto seguido ella segu�a
presionando con fuerza para que el campe�n se entregara y acabe finalmente en su
boca estall� con todo, me abandone, ella succionada y tragaba, nunca he visto
algo igual, de mi liquido no qued� una gota en ninguna parte se lo hab�a tragado
todo y se limpio en mi mara�a de pelos y subi� hasta mi boca y fundirnos en un
beso infinito. Ella sobre mi descansando, yo extasiado, asombrado y feliz, la
chica del supermercado estaba ah�, y era m�a aunque fuera solo una tarde, la
tarde que nunca olvidar�.
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Relato: Mi hermoso primo
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