Cierta noche estaba yo en mi habitaci�n cambi�ndome de ropa para irme con mis
amigos cuando de repente veo que se enciende la luz de la habitaci�n contigua,
la de mi hermana. Estas hacen esquina y se puede ver perfectamente quien est�
dentro de cada una. Me acerqu� para ver por la ventana y me encontr� con una
grata sorpresa. Mi hermana se estaba cambiando de ropa. La curiosidad pudo mas
que yo, as� que me escond� entre las cortinas y me dispuse a mirar en la
seguridad de mi escondite. Laila, que as� se llama, comenz� a quitarse la ropa
para irse a la ducha. Primero la camiseta, qued�ndose en sujetador. Sus tetas
estaban bien paraditas dentro de esa prenda. Cuando se quit� el sujetador pude
apreciar cuan bonitas eran. Luego fueron los pantalones. Llevaba un tanguita que
le quedaba muy bien ya que marcaba la redondez de su culito. Finalmente se quito
�sta, quedando totalmente en pelotas. Estaba divina. Mi polla comenz� a cobrar
vida con esa imagen. No pod�a creer que me empalmara mirando mi hermana, pero el
caso es que as� era. Una llamada de mi madre a Laila la hizo ponerse una bata y
salir a ver que quer�a, con lo que mi festival se quedo all�.

Desde entonces cada vez que ve�a que ella iva a su cuarto a
cambiarse yo me iva al m�o y me dedicaba a mirar. Era la inspiraci�n de mis
posteriores pajas. Esto me llevo a pensar si ella ser�a consciente de lo que
hac�a o si sabr�a que yo estaba all�, as� que decid� regalarle tambi�n una
sesi�n de desnudo m�o. Un d�a que sab�a que estaba all� fui yo el que comenz� a
desnudarse, haciendo ruido y silbando para provocar que se acercara a mirar. Me
despelot� completamente y comenc� a acariciarme la polla para que creciera un
poco. Efectivamente dio resultado ya que pude entrever como se mov�an sus
cortinas. Estaba seguro que me miraba. As� pues me gir� para que pudiera ver
bien. Sal� de la habitaci�n con una bata y al pasar junto a la suya pude ver
como disimulaba haciendo como que buscaba algo. La cosa funcionaba, tendr�a que
seguir regal�ndole espect�culos a ver si consegu�a que ella tambi�n lo hiciera
ya que desde el primer d�a que la vi no pod�a quitarme de la cabeza el
foll�rmela, ten�a incluso sue�os con ella, se hab�a convertido en una obsesi�n.

Los d�as pasaban y nuestros mutuos espect�culos se suced�an,
pero la cosa no pasaba de mirar. Tenia que trazar un plan para llegar a m�s. As�
que comenc� a pasearme en calzoncillos con la excusa de que iva a ducharme
cuando est�bamos solos. Me frotaba un poco la polla para que me creciera y as�
pasear mis erecciones ante su vista. La cosa funcionaba ya que notaba como ella
se fijaba en mi paquete cuando hac�a esto.

Por otro lado ella comenz� tambi�n con esta practica de
pasear en ropa interior con la excusa de ducharse. Por supuesto cuando no
estaban nuestros padres. Recuerdo un d�a en que se fue a duchar. Ten�a un
sujetador muy abierto que realzaba mucho sus pechos y un tanguita de esos que se
esconden entre los cachetes.

* Jose me puedes prestar tu champ�, es que el m�o se me ha
terminado.

- Si claro, est� en mi bolsa de deporte.

* Gracias.

- Vale, pero ni�a t�pate un poco que como entren los papas y
te vean as� te dir�n algo.

* No te preocupes, tardar�n en llegar, a dem�s hace mucho
calor.

- Si ya pero uno no es de piedra, y tute ves muy bien.

* Calla tonto, pero si tengo el culete gordo.

- Que va mujer, estas perfecta.

* Desde luego que cumplidor que eres. Voy a ducharme.

Una vez escuch� que se meti� en la ba�era me acerqu� a ver si
pod�a ver algo y afortunadamente dejo la puerta entreabierta. All� estaba
totalmente desnuda, era preciosa. Al menos eso opinaba yo y mi polla que
comenzaba a levantarse.

En eso que tuve la mala fortuna de hacer ruido. Ella sali�
del ba�o a ver que pasaba. As� que ten�a que inventar una excusa r�pido para
justificar mi presencia all�. Le dije que quer�a. Ella dijo que no me hab�a
llamado. Le dije que me pareci� que me llamo y vine a ver si necesitaba algo.
Con una toalla medio tap�ndose me dijo que no que estaba bien. Casi me la pifio.
Ten�a que ser m�s prudente.

Esa noche nuestros padres salieron a cenar y nos quedamos los
dos solos. Laila dijo que se iva a dormir, que estaba cansada. Yo le dije que me
quedar�a mirando la tele un rato. Cuando ella entr� en su habitaci�n yo me
escond� en la m�a y volv�a a tener una sesi�n de striptease. Cuando termin� se
acost� desnuda y apag� la luz. En eso que yo me dispon�a a irme de nuevo a ver
la tele cuando comienzo a o�r gemidos. Sin duda alguna se estaba masturbando. Yo
comenc� a excitarme, as� que me fui a ver si pillaba alguna peliculilla fuerte
en la tele con la que pasar el rato. Encontr� una porno en una canal de esos
nocturnos, as� que sin pensarlo comenc� a cascarme una monumental paja. En eso
estaba yo d�ndole al manubrio cuando justo antes de correrme entra mi hermana en
la sala y me pilla en plena faena, con tan mala suerte que me corro y uno de los
lechazos va y le cae en la pierna.

* Eh, esto, lo siento, no quer�a molestar. Es que no ten�a
sue�o y me vine a ver la tele. Perdona, te dejo con lo tuyo.

- Lo siento, pensaba que estabas durmiendo y yo .....

* Nada, nada, perdona.

Y se fue a su cuarto. Yo estaba rojo de verg�enza, mi hermana
me hab�a pillado en plena faena y encima le tiro un lechazo en la pierna.

Una vez me calme me dispuse a ir a disculparme, cuando llego
a la puerta de su cuarto oigo gemidos. Me acerqu� sigilosamente y veo que estaba
en la cama espatarrada haci�ndose un dedillo. Yo me qued� mirando por la rendija
de la puerta en la seguridad del oscuro pasillo. Hizo algo que me dej� de
piedra. Tom� los restos del lechazo que dej� en su pierna con un dedo y comenz�
a chuparlo mientras con la otra aceleraba el ritmo de su masturbaci�n. Ahora es
la m�a dije. As� que entre en su cuarto sin avisar y ella peg� un brinco y se
tap� con la s�bana.

* Pero que haces, no sabes llamar antes de entrar.

- Lo siento, es que yo ven�a a disculparme por lo sucedido
antes, pero ...

* Ni peros ni ostias, siempre hay que llamar.

- Eh, eh, c�lmate, que tu tampoco lo hiciste al ir a la sala.

* Hombre, claro, solo falta que tenga que llamar para entrar
a la sala.

- Bueno vale, que no es para tanto.

* �Que no es para tanto?

- Tambi�n me pillaste t� en plena faena y no te mont� un
cirio por ello. A dem�s que no es nada malo masturbarse, que no somos los �nicos
que lo hacemos.

* Ya s� que no somos los �nicos, pero no es muy normal que
los hermanos se vean haciendo seg�n que cosas.

- Bueno y que, no pasa nada, no hay nada de malo en ello, a
dem�s bien que te gusta mirar por la ventana cuando me desnudo.

* Eh, eh, para, que tu tambi�n lo haces, o crees que no te
veo mover las cortinas.

- Pues raz�n de m�s.

* Bueno, quiz�s.

- Pues eso, ya que est�bamos los dos en plena faena ya
puestos vente al comedor y nos masturbamos viendo la pel�cula.

No pod�a creer lo que acababa de decir, pero el caso es que
ella no puso mala cara ni nada.

* Si claro eso es lo que quisieras tu, verme masturbarme.

- Claro como si tu no disfrutaras tambi�n mir�ndome a m�, lo
que pasa es que eres una puritana mojigata.

* Yeee, para, de eso nada, yo soy tan liberal como tu, venga
vamos a la sala, que narices.

En eso que seguimos mirando la peli porno y yo me comienzo a
excitar de nuevo, as� que ni corto ni perezoso me la saco y me empiezo a
masturbar. En eso que Laila tambi�n se anima y comienza a masturbarse.

Estando los dos en plena faena nos quedamos mirando y le digo
.....

- Oye y si nos lo hacemos el uno al otro para que nos d� mas
gusto.

* Pero chaval tu est�s loco o que.

- Bueno, que hay de malo, solo es una pajilla.

* Si ya, una cosas es que estemos cada uno a lo suyo, y otra
masturbar el uno al otro.

- Venga, pero �qu� diferencia hay?. Es como si se lo hicieras
a tu novio, pero solo que yo no soy tu novio.

* Hombre claro, pero somos hermanos, y eso no est� bien
visto.

- Bueno vale, somos hermano, y que, m�rate, espatarrada
delante de m� y masturb�ndote. Con el calent�n que llevas vas a negar que no te
gustar�a que te lo hiciera alguien.

* Hombre, pues si, pero no s� si debemos, � qu� dir�a la
gente si lo supiera?

- Nada, porque yo no voy a ir cont�ndolo, o acaso t� lo vas a
contar a alguien.

* No, hombre, claro que no, que dices.

- Pues entonces, que hay de malo en darnos gustillo. No
dec�as que eras muy liberal.

* Si claro, que demonios, vamos all�.

As� que tom� la iniciativa y comenc� a hacerle un dedillo.
Ella pareci� resistirse pero a los pocos segundos, quiz�s por el calent�n que
llevaba no opuso resistencia.

* Siiii, sigue, sigue, que gusto.

- Toma claro, ahora veras, te voy a pegar una comida de co�o
que vas a flipar.

Antes de que pudiera decir nada comenc� con mi fren�tica
actividad provoc�ndole un placer tal que no pod�a ni renegar. Solo gem�a.

* Siii, siiiii, que gusto, que gusto...

- Si ummhhh que co�ito m�s rico tienes, y que jugoso, mira
como lo tienes de mojado

* Ufff, es fant�stico, nunca hab�a sentido nada igual.

- Joder, normal, pero yo mira como estoy. Ven ponte en 69
como en la pel�cula y as� nos daremos placer los dos.

Como la mamaba, que gusto, parec�a una verdadera experta.
Est�bamos los dos como pose�dos por la lujuria. Yo estaba por venirme ya, as�
que se lo hice saber. Ella ya hab�a tenido un orgasmo bestial pero yo no, as�
que cuando iva correrme se lo dije y ella coge y aumenta la mamada recibiendo
toda mi leche en su boca.

* Joder que corrida, que gusto.

- Desde luego, esto hay que repetirlo mas veces.

* Bueno, bueno, eso ya lo veremos, no se si es buena idea
hacer estas cosas.

- Co�o que si es bueno, es cojonudo, a dem�s, que hay de
malo, s�lo es darnos placer el uno la otro, como si nos masturb�ramos cada uno
por separado, pero con mas gusto.

* Bueno, bueno, me voy a dormir, ya hablaremos del tema.

Esa noche dorm� de un tir�n, hab�a sido la mejor corrida de
mi vida hasta el momento.

La semana siguiente nuestros padres volvieron a salir de
cena, as� que pens� que se repetir�a la sesi�n masturbatoria del otro d�a. Cual
fue mi sorpresa que al salir de ducharme me encontr� a Laila en la sala
espatarrada viendo una peli porno y masturb�ndose. Mi polla se puso como un
resorte inmediatamente. Ella se qued� mirando y dijo.

* Jose, Jose, ven aqu�, que mi conejito quiere decirte algo.

- Pues no lo oigo.

* Si, si esc�chalo, acerca tu boca y ver�s.

Comenc� a comerle el co�o como un pose�do, le chup� toda la
raja para dedicarme luego a su cl�toris. Se retorc�a de placer y tras un genial
orgasmo se derrumb� presionado su co�o contra mi boca.

- Bueno ahora me toca a m�.

* Vale, que quieres, una mamadita o una pajilla.

- Ya puestos me gustar�a que me lo hicieras con las tetas.

* Pues ac�rcate y ponla en medio.

Que cubana m�s magn�fica. Me corr� casi al instante
llen�ndole los pechos de leche. Despu�s proseguimos viendo la pel�cula y se me
ocurri� una idea.

- Laila me gustar�a que me volvieras a masturbar, hoy estoy
excitad�simo.

* Pues acercare y te lo hago.

- Si pero es que me gustar�a que me lo hicieras de una forma
especial.

* �Que quiere?

- Me gustar�a que me dejaras masturbarme meti�ndola entre tus
piernas, como si te follara a lo perrito.

* Bueno vale, pero de meterla nada, no me enga�es o termino
con estos juegos.

- No mujer, tranquila que yo no te har�a nada que tu no
consintieras.

As� pues ella se puso a cuatro patas y yo comenc� a meterla
entre sus piernas como si me la follara a lo perrito. Comenc� a meter y sacar
pero apuntando hacia arriba, para que mi polla le frotara el cl�toris. El placer
que sent�a era indescriptible, tambi�n para ella que gem�a sin cesar. Cuando
not� que me iva a correr se lo hice saber y ella me pidi� que se lo tirara en la
boca, como la escena que estaba en marcha en la pel�cula. Se lo trago todo entre
gemidos y lametones a mi polla, me dej� el capullo reluciente.

* Ahora soy yo la que quiere algo especial.

- Bueno tu dir�s.

* Pues ver�s, esa forma de masturbarnos me ha encantado, as�
que quiero que te pongas boca arriba y me dejes frotarme contra tu polla.

- Venga, lo que quieras.

Que placer se sent�a, los labios de su co�o se abr�an y
frotaban el largo de mi polla. Cuando se tiraba hacia detr�s, se agachaba para
que su cl�toris rozara mas con el tronco de mi polla. En eso est�bamos cuando me
dice.

* M�temela Jose, m�temela.

- �Pero tu est�s segura de lo que dices?, piensa que estas
sobre excitada.

* No Jose, m�temela, no puedo m�s, necesito sentirla en mi
co�o.

- Pero Laila, que no tengo condones, no debemos meterla.

* No te preocupes por eso, toma la p�ldora desde hace mucho
tiempo.

- �Seguro?

* Si seguro, pero m�temela ya que no puedo m�s.

As� pues en la siguiente frotada que se pego tir� un poco mas
adelante y al retroceder se meti� mi polla hasta el fondo. Que placer el sentir
su gruta h�meda y caliente envolviendo mi polla. Comenz� a cabalgarme de una
forma fren�tica. Pegaba unos saltos que hac�an que la penetraci�n fuera total.
Estuvimos as� unos minutos hasta que not� que ella llegaba al orgasmo, era
fant�stico sentir los m�sculos de su vagina apretar mi polla mientras ten�a el
orgasmo, as� que cuando se calm� aceleramos el ritmo y el que se corri� fui yo.

- Me corro, me corro.

* Si, si dame tu leche. C�rrete dentro, quiero sentir tu
caliente leche en mi interior.

- Ahhhhh, si toma corrida, toma.

* Aagghhh que gusto.

Fue la mejor corrida de mi vida. Cuando nos calmamos ella se
levant� y sobre m� y abri� las piernas.

* Je, je, je, mira como chorra corrida por los labios de mi
co�o, me encanta sentirla caer y rozar mis piernas.

- Pues si quieres te lo vuelo a llenar, que yo me he quedado
con ganas de m�s.

* Si ven que, te la chupo para que se te ponga dura y te
corres otra ve dentro de m�.

- Si, si chupo, chupo.

* Agghh, uffff, mira como crece en mi boca, siiiiii, siiiii.

- Venga ponte a cuatro que te la meta.

* Si empuja fuerte, empuja, quiero sentir tus huevos rebotar
contra mi co�o.

- Toma, toma.

* Que gusto, si no pares.

- Es fant�stico sentirla entre tus jugos y mi corrida.

* Venga dale fuerte y c�rrete.

- Siiiii, siiiii toma mi leche en tu co�o, toma.

* Dame, dame, pero no la saques, quiero sentirla dentro.

- Ufffffffff. T� lleno el dep�sito de leche. Aaaggghhh.

Cuando se la saque fue maravilloso ver las chorreras que
sal�an de su co�o. Ella al verlo comenz� a jugar con �l metiendo y sacando la
corrida con sus dedos mientras mi semifl�cida polla jugaba con su cl�toris. As�
seguimos hasta que se volvi� a correr. Que espect�culo m�s fant�stico, digno de
una pel�cula porno.

Cuando nos relajamos nos fuimos a duchar juntos, all� lo
volvimos a hacer para finalmente irnos a dormir cada uno a su cama no sin antes
despedirnos a trav�s de la ventana que hizo comenzar esa lujuriosa relaci�n de
sexo, porque si algo nos qued� claro era que lo nuestro era sexo, no amor, para
el amor ya ten�amos nuestras respectivas parejas, pero el placer que sent�amos
al follar juntos era mayor de lo que se pueda imaginar.

SALUDOS.

Autor: XMoN