Relato: un regalo para mi esposo... Un regalo para mi esposo.
Para comenzar mi relato quiero que sepan que soy una mujer poco agraciada, no soy linda de la cara pero tengo un cuerpo bastante estilizado. En cambio mi esposo es guap�simo imaginen es modelo y tiene una agencia de modelos.
una tarde estando en la planta alta escuche que mi marido platicaba con su amigo, y le dec�a que aunque me quer�a mucho nuestro matrimonio se hab�a vuelto una rutina, que era muy feliz pero le hac�a falta algo a su vida. El amigo le aconsejo que siguiera as� conmigo y que le diera el plus con alguna modelo de la agencia. Yo indignada pens� en bajar y decirles cuatro frescas pero me arrepent� y mejor decid� poner �nfasis en mi matrimonio, por lo que al dia siguiente me arregle lo mejor que pude y fui a la oficina de mi esposo para darle una sorpresa e invitarlo a comer. Pero la sorpresa me la lleve yo cuando al entrar vi que estaba en amena charla con una modelo, guap�sima, elegante con una cara hermosa, unas tetas grand�simas. Coqueteando con mi marido y a decir verdad a �l no parec�a disgustarle y no le quitaba la viste de sus enormes tetas.
Sin que mi marido se hubiera dado cuenta de que estuve ah� me fui muy frustrada pero decidida a dar la pelea con todo.
Lo primero que hice fue invitar al amigo de mi esposo a una cena en la casa yo sab�a que siempre le hab�a gustado yo, o por lo menos quer�a algo conmigo.
Despu�s le avise a mi esposo y cuando llegaron los dos juntos a la casa, yo fing� que se me hab�a hecho tarde y le llame a mi esposo a la recamara, yo hac�a como que buscaba mi zapato as� que cuando el entro, la imagen que tubo fue de mi trasero queriendo salir por debajo de mi minifalda negra se ve�a justo el comienzo de las nalgas y el encaje de mis medias. pasado un momento me levante y escuche claramente el jadeo de mi esposo cuando vio el gran escote trasero de mi vestido, la espalda totalmente descubierta justo hasta donde empiezan las nalgas, ah� se ajusta perfectamente hasta donde terminan y muestra su gran redondez. El frente del vestido, muy elegante pero sobrio no tengo mucho que lucir de frente as� que con el vestido lizo por delante y habiendo visto lo que hay detr�s toda la noche los dos se�ores se pasaron intentando verme el trasero. Cuando pasamos a la sala a saludar al amigo de mi esposo, me encargue de sentarlo con vista a la puerta de la cocina y al ir a revisar la cena le ofrec� una vista de mi trasero un poco menos provocativa que la que le di a mi esposo.
Permit� que mi esposo viera todo lo que quer�a cuando sent�a que mi miraba me agachaba de mas o cruzaba las piernas y hasta en un �descuido� permit� que se diera cuenta de que no tra�a calzones.
En cambio a su amigo le rosaba la mano cuando le pasaba algo de la mesa le sonre�a muy coqueta y debes en cuando dejaba que pensara que estaba interesada en el.
Al terminar de cenar le dije a mi marido. Bajito pro sabiendo que su amigo escuchar�a.-cuando te desocupes te espero en la recamara.
Mi marido acompa�o a su carro al amigo que se resist�a a irse pues no comprend�a como la aburrida esposa de su amigo hacia que lo mandara a su casa.
Cuando mi marido entro me vio acostada bocabajo en la cama luciendo el esplendor de mis nalgas y con un mo�ito rojo a la altura de mi culo. El se extra�o y entonces le esplique viendo hacia donde estaba el mo�ito, este es el regalo para el mejor esposo del mundo. Saliendo de su asombro se dirigi� directamente al mo�ito y dijo-gracias mamacita, gracias- acaricio todo mi trasero teniendo cuidado de no tirar el mo�o-que lindo trasero, que excelentes nalgas.- sub�a mi peque�a falda arriba de las nalgas y poniendo el mo�ito directamente en el hoyo de mi culo.- pero sobretodo que precioso regalo. Toco con todos y cada uno de sus dedos mi hoyito, yo sent�a miedo y esto me hac�a temblar y cuando �l lo sinti� dijo- no te preocupes te voy a cuidar y si en alg�n momento te arrepientes lo voy a entender. Entonces termino de quitarme el vestido y con esto quedaba desnuda ya que no me puse calzones y nunca uso sost�n, el se met�a toda mi teta en su boca y chupaba y chupaba al tiempo que me dedeaba mi chochito y luego la otra teta y segu�a dedeando pero al mismo tiempo iba humedeciendo mi culo, me dio a mamar su pito y cuando lo estaba haciendo y sent� como se pon�a tieso dentro de mi boca, me volvi� a dar temor de que eso tan grande y grueso entrar�a en mi cola.
El me acomodo sobre dos cojines para tener las nalgas levantada y me pidi� que separara mis nalgas con mis manos, yo encantada� �l empez� a jugar con mi chiquito y luego meti� el primer dedo el m�s peque�o meti� la puntita y yo acomodaba mi culo para que entrara otro poco y por fin meti� todo el dedo jugo un poco y lo saco as� fue metiendo uno a uno y cuando termino con todos los dedos dijo- tu me indicas cuando est�s lista-ya, ya- respond� parando el culo y separ�ndome las nalgas y Ho un dedo entro y sali� sin cuidado alguno y sosteni�ndome para que no me levantara dijo- esto es por la coqueteada que le diste a Luis- a mi me dio risa y volv� a parar el culo. Entonces el apunto su enorme pito en el hoyito de mi culo, suave muy suave fue dejando que entrara yo acomodaba el culo, sent�a dolor pero levantaba y separaba mis nalgas y saz se encajo todo su pito en mi culo yo jadeaba y me mov�a sent�a delicioso, el lo sacaba y lo met�a primero lento y luego parec�a que hab�a perdido el control pues sus arremetidas eran muy fuertes y r�pidas y m�s fuertes y m�s r�pidas hasta que no pudo m�s y me lleno el culo con su semen
Yo nunca lo hab�a visto perder el control de esa manera siempre era tan mensurado, tan cuidados conmigo, hab�a sido siempre un caballero, pero ahora era un hombre todo un hombre que me estaba culeando.
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Relato: un regalo para mi esposo...
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