Relato: Relaciones peligrosas: Cap. 1: La mujer del amigo
Parodia de una serie bastante mala (Pon� a Francella), pero llena de chicas lindas. Las relaciones de algunos personajes han sido trastocadas para crear un entorno �nico.
Guillermo: padre y sost�n de familia: 45 a�os
Andrea: Ex de Guillermo, de 35 a�os
Flor, hija de guillermo, de 17 a�os, y muuy tetona
Julieta: Amiga rubia, de piernas largas, de su hija.
Pamela: Excu�ada de Guillermo, de 25 a�os.
Luli S: Secretaria ejecutiva de la oficina donde trabajan Guillermo y Manuel.
Claudia A: Esposa de Manuel, desocupada.
Manuel W.: Amigo de la infancia de Guillermo, y compa�ero de trabajo.
Puma G.: Encargado de la oficina de Guillermo.
Y otros que ir�n apareciendo.
El despertar de los deseos.
Hac�a a�os que Guillermo no se sent�a tan excitado. Desde la separaci�n de su mujer, el deseo en �l se hab�a dormido. Ahora, al despertar, descubri� con sorpresa que su tremenda pija se hallaba absolutamente dura. La verdad, tras las situaciones vividas la noche anteriro, casi se sorprend�a de a�n no haberse masturbado.
La cena a la que lo hab�a invitado fue una de esas tantas situaciones en que uno se pregunta si realmente desea ir. Una cena de parejas, en las que �l, divorciado, ser�a el �nico en concurrir solo. Pero era una invitaci�n de Manuel, su amigo de toda la vida, a la inauguraci�n de su reci�n adquirida casa. Y estaba de m�s que le dijera que no quer�a ir, por estar solo, por no aguantar a su mujer, la bella e insoportable Claudia. Asi que fue. y solo, ya que si hijita Flor decidi� juntarse con unas amigas. En fin.
La cena fue un embole. Parejas felices, o que simulaban serlo, que hablaron idioteces durante toda la noche. Y �l, aburrid�simo, prestando una atenci�n superficial a todo lo que hablaban, y una atenci�n muy importante al alcohol, que hac�a pasar el tiempo m�s r�pido. Sobre las dos de la ma�ana ya quedaban muy pocos invitados, y los que a�n permanec�an intentaban disimular su persistente borrachera. Fue entonces cuando sucedi�. Claudia, que vest�a un impactante vestido rojo largo, se hallaba sentada junto a su marido, aburrida y cansada de ser observada por Guillermo como si fuera basura. G. no pod�a perdonar que por esta minita su amigo hubiera largado a su familia como si tal cosa. Y, en vez de enojarse con su amigo o de aceptar la situaci�n, hab�a decidido descargar todo su odio en ella. Y esa noche hab�a estado absolutamente descort�s con la joven esposa de su amigo. Claudia aguant� cuanto pudo, hasta que tom� una decisi�n. Guillermo la aceptar�a s� o s�.
Claudia_ Disculp� que te interrumpa_ dijo ella con una voz melosa y concheta_ pero, me pod�s acompa�ar al estudio as� te muestro algo?
Guillermo la mir� de muy mala gana, pero acept�.
La acompa��, cruzando la casa, hasta la habitaci�n que hac�a de biblioteca y de estudio, donde descansaba el piano que alguna vez tocara la ex de Manuel.
Entraron.
Claudia, retomando su voz melosa, le pidi� que apagara un instante las luces.
G_Dej�me de joder, quer�s? Y decime para qu� mierda me trajiste ac�?
C_ Hay algo que quiero mostrarte� Pero dale, s� buenito y apag� las luces hasta que yo te diga.
En la oscuridad, Guillermo sinti� ciertos ruido que no pudo identificar� un par de minutos pasaron. Cuando ya ten�a la mano en el picaportes, listo a partir, lleg� la voz de Claudia.
C_ Prend� las luces Guille!
As� lo hizo, y nada de lo que hab�a pasado lo prepar� para la imagen que le lleg� desde el centro de la sala: La mujer de su amigo, con mirada de desaf�o, estaba parada junto al piano, pero solo conservaba la parte inferior del vestido. Un par de tetas infernales ocupaban coronaban su torso, en las que unos pezones so�ados parec�an apuntarlo directamente al rostro.
La pija de Guillermo comenz� a presionar bajo su pantal�n, recordando sensaciones casi olvidadas, al ver a la odiada Claudia por primera vez como una mujer absolutamente deseable. Y m�s presi�n ejerci� su pija en el b�xer, cuando Claudia, con voz de putita, le dijo_ Decime, Guille, si te permito que me manosees �stas_agarr�ndose una teta con cada mano (por dios, apenas si cubr�an la parte frontal de cada una de esas tentaciones!)_ me aceptar�as de una vez o seguir�s intentando pone a Manuel en mi contra?
La pija de Guille decidi� por �l. Si esta mina estaba dispuesta a tanto con tal de ser aceptada, �l deber�a aprovechar la situaci�n. Comenz� a avanzar hacia ella en silencio. Le pareci� percibir un t�mida sonrisa en su rostro. Casi en contra de su voluntad roz� ambos pezones con sus manos. Apenas los tom� entre el �ndice y el pulgar cuando Claudia, la �odiada� mujer de su amigo, pareci� emitir una especie de ronroneo que le hizo desear estamparla contra el piso (�Para golpearla?...�Para cojerla ah� mismo?...). El recuerdo de su amigo lo volvi� a la realidad. NO, no pod�a hacerle eso a Miguel. Con tremenda dificultad retir� los dedos de los erectos pezones de Claudia, sacandol� de su ensimismamiento.
C_�qu� haces?
G_ lo que me da la gana� que te pensabas? �qu� ofreci�ndoteme como una puta te iba a aceptar?
Claudia lo mir� con la mejor cara de puta que ten�a, y en un movimiento que Guillermo no esperaba, le manote� el pantal�n a la altura de d�nde su erecta pija parec�a explotar�
C_Ja, Ja, ja� esta no parece tenerme el mismo rechazo-
Guillermo, haciendo todo el acopio de voluntad que le quedaba, le dio un bofetada (�qu� se cre�a esta puta� que iba a romper una amistad de a�os por unas tetas!), la llam� PUTA a un volumen que quiz�s pudiera ser escuchado desde el living, sali� del estudio dando un portazo, y se fue de la casa de su amigo, con la idea de nunca m�s volver mientras ella estuviera. Mientras se colocaba el cintur�n, no pudo menos que reprimir un quejido de dolor al acomodar su pija de tal manera que no molestara. Si, la odiar�a, pero realmente le hab�a puesto la pija dura como hac�a a�os no la ten�a�
_Qu� se vaya a la mierda esta cabrona� prefiero pagar que tener nada que ver con ella.
Arranc� la van y sali� acelerando rumbo a su casa.
Faltaba muy poco para que fueran las 3 de la ma�ana. Quiz�s llegara cuando su hija y su amiga se hubieran dormido, as� podr�a masturbarse en el ba�o.
Fin cap�tulo 1.
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Relato: Relaciones peligrosas: Cap. 1: La mujer del amigo
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