Relato: El chico de la leche.2 Desde aquel momento en el terreno bald�o deshabitado Nico me hab�a dejado una huella de inquietud sexual que ya tiempo despu�s antes de cumplir mis 8 a�os se fue incrementando cuando aprovechamos en los juegos con los muchachos para estar a solas y�ndonos a ese lugar para que me culiara, la mayor�a de las tardes Nico la pasaba solo, yo sal�a a jugar pelota y cuando estaba solo Nico se acercaba a decirme al o�do que luego luego fuera a su cuarto a jugar, yo sab�a que de los juegos siempre me regalaba alg�n dulce o juguete, generalmente Nico tomaba la delantera a esperarme en su cuarto, yo despu�s le segu�a y entraba quedito por un pasillo subiendo las escaleras que daba al cuarto que arrendaba la mam� de Nico, adentro en su dormitorio mi amigo ya cerraba la puerta con seguro, corr�a las cortinas, prend�a a veces la luz, me mostraba y sacaba los juguetes, yo me acostaba en el piso jugando con autitos y mu�ecos, duraba poco eso porque Nico se acostaba encima, sent�a su bulto vestido en mi traserito, Nico golpeaba la respiraci�n atr�s de mi cuello, �l sab�a que eso me pon�a la carne de gallina cerrando mis ojos haci�ndome girar en el piso boca arriba, mi pene se pon�a gruesito, Nico y yo lo mir�bamos sonri�ndonos en el momento que ambos penes vestidos se frotaban estando nosotros moviendo las caderas, Nico de eso aprovechaba para levantarme del piso, quitarme la remera, mis orejas se mojaban de la saliva con la que la lengua de Nico las chupaba, sent�a sus besos en mi cuello, hac�a que diera vuelta as� parados frente a frente, dec�a que me quite las sandalias yo le obedec�a, como de costumbre las manos de Nico lentamente deslizaban mi short por las piernas hasta sacarlo por los pies que los levantaba para quitarme el short quedando en el suelo, yo estaba desnudo, Nico lentamente me acostaba en la cama boca arriba con las piernas abiertas, �l se quitaba el short con rapidez que �nicamente ten�a puesto acerc�ndose a mi mir�ndonos los penes, las manos de Nico agitaban con suavidad mi pene hasta ponerlo durito, yo re�a por el gusto raro de eso que sent�a, Nico recostado a filo de cama con sus hombros rodeado por mis piernas abiertas ol�a mi pene d�ndole besitos tambi�n a mis costillas y barriguita, hac�a que diera vuelta ahora boca abajo desliz�ndome hasta quedar a filo de cama, mi columna se electrizaba al sentir los besos por toda la espalda, adem�s sent�a mi nalga mojada de saliva, Nico me las abr�a, sent�a molest�a en el ano, se acostaba sobre mi cuerpo, sent�a su c�lido pecho sobre mi espaldita dici�ndome en el o�do que aguante un poco si me dol�a, que me iba a regalar el juguete o lo que yo quisiera, yo mord�a los labios, pujaba, ya no aguantaba su peso y la molest�a que sent�a en el ano, estaba con los ojos cerrados, mi piel blanca se me pon�a m�s roja, mord�a la s�bana, arrugaba la s�bana haciendo pu�os, le suplicaba que ya no m�s por el dolor que sent�a, quer�a llorar, en muchas ocasiones como en esta era que Nico se deten�a de lo que me estaba haciendo en el ano, recuerdo perfectamente que hacia ponerme boca arriba acostado en el colch�n con las piernas abiertas y las rodillas pegadas a mi pecho, mis nalgas alzadas bien descubiertas, yo pod�a ver que el pene erecto peludo trigue�o de Nico rozaba entre mis nalgas blancas pasando entre mis test�culos y el tronquito de mi penecito lampi�o, los movimientos eran r�pidos, Nico me preguntaba si me gustaba, yo le dec�a que s� ya que no sent�a molestia dentro de mi ano porque ahora el pene solo lo rozaba, yo quietecito me dejaba, Nico me culiaba moviendo mucho la cintura, recuerdo las mordidas de sus labios con ojos cerrados y como su cara se pon�a libidinosa al mismo instante que sus test�culos chocaban con la piel de mis nalgas haci�ndome mover a los costados, yo viendo todo eso estaba aprendiendo a coger o a culiar, hac�a frotes en las nalgas, Nico era mi mentor, con las dos manos Nico me corr�a el prepucio hasta donde pod�a, ve�a mi glande rojito apenas aparecer la puntita por la piel del prepucio saliente que jugueteaba con la punta de los dedos provoc�ndome un dolorcito que despu�s se hac�a en delicioso placer, sent�a un gran gusto (ese manoseo luego en casa estando solo en mi cuarto me lo segu�a haciendo incluso en la calle en su delante haci�ndole reir eso a veces era se�al de ir a su cuarto a que me culiara), Nico continuaba con el frote de su pene por mis nalgas uniendo los penes desnudos, me besaba el pelo y las mejillas, eso me gustaba, nuestras miradas eran a los penes frot�ndose mientras yo segu�a con mis rodillas pegadas al pecho, vi que del latente pene tibio de Nico sal�a la leche que mojaba mi ombligo y el resto de mi barriga, Nico me levantaba de la cama, me quitaba la leche con papel higi�nico, tomando la ropa agit�ndola, luego de vestirnos me llevaba a la sala, dejaba que juegue un buen rato con sus juguetes que a�n conservaba de cuando Nico jugaba de ni�o, luego me ped�a que me fuera regal�ndome un juguete, bajando las escaleras me dec�a que mantenga en secreto lo de nuestro jueguito, las entradas en su cuarto se hac�an cada vez m�s frecuentes con esa forma de postura sexual y con la de aquella en que me pon�a acostado boca abajo a filo de cama con las piernas abiertas pasando el pene de Nico entre mis nalgas quedando leche en mi espalda despu�s de tanto frote, con el tiempo Nico me ense�ar�a otras cosas que ya de a poco me iba gustando eso m�s y m�s, Nico querido no me olvido de ti, de solo recordarlo cuando me lo hac�as me excita.
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Relato: El chico de la leche.2
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