Relato: La saga de Lorena II



Relato: La saga de Lorena II

Comentarios a la direcci�n mail:

Llegu� a casa de Roxana empapada, con mis tetas perfectamente transparentadas por la h�meda tela, que m�s debajo de ellas se ce��a a mis voluptuosas formas, casi cual si de darme un ba�o vestida viniera. Intent� por el camino cruzarme con todo el que pudiera, retrasando todo lo posible mi espera del ascensor para forzar el coincidir con alg�n vecino. Y as� fue, comparti�ndolo con un matrimonio de edad avanzada que parec�a venir de alguna cita familiar o similar. Me divert�a sentir como �l miraba lascivo mis melones y transparencias, el puro desprecio de ella en su mirada.
-Pero, �de donde vienes? �pregunt� Roxana sorprendida al verme en tal estado. - �Llueve?
-Que va.
-�Entonces?
-Me han meado.
Primeramente mostr� estupor en su rostro ante la respuesta, despu�s rompi� a re�r con su novio.
-�De donde sacas tanto vicio siendo tan joven, ni�a?
-�Ja, ja, ja! �re� yo tambi�n inocentemente. Carlos me conoc�a bien, desde hac�a ya varios meses. Y deseaba conocerme mejor, a juzgar por la forma en que me miraba. Y yo a �l. Era la clase de chico que nos hac�a suspirar a las quincea�eras. Una especie de Di Caprio a lo macarra, con su moto, su cazadora de cuero y su barba de tres d�as. La buena de Roxana obviamente no se enteraba de nada, ya procur�bamos nosotros que as� fuera. Sus palmaditas simp�ticas a mi culo, a las que lejos de responder ofendida lo hac�a con la mejor de mis sonrisas, y sus p�caras bromas, ten�an siempre lugar fuera de la vista de su guapa novia. Porque ciertamente Roxana lo era. Con 17 a�os, trabajaba de ayudante en un sal�n de peluquer�a y belleza a la vez que segu�a sus cursos de la misma materia, aplicando a ella todos los trucos de su profesi�n para resaltar su evidente atractivo f�sico. Con su pelo cortito y rojo, y su tipito m�s que bonito al estilo de la tendencia m�s actual ( Kate M�ss, Natalia Vodianova, Karolina Kurkova ), alto y estilizado, resultaba una chica preciosa, con un tipo de belleza muy superior al m�o de voluptuosas formas seg�n yo lo ve�a. Claro que, para la cama, el m�o daba m�s juego. Ofrec�a m�s curvas y morbo, y era preferido por los hombres para las aventuras entre las s�banas, si bien para levar al lado era m�s que posible que prefriesen a una mujer como ella. En fin, resumiendo; que el chico era suyo, pero un d�a u otro, acabar�a d�ndome un repaso. Era justo; ella manten�a su propiedad, yo solo lo demandaba para �una? Sesi�n de vicio.
-Bueno date una ducha y c�mbiate. Luego te llevaremos a casa.
-Prefiero irme tal cual.
Roxana abri� la boca sorprendida de nuevo.
-Es un macho que me encanta el que me ha meado, y prefiero sentir sobre m� su olor todo el tiempo posible.
Rieron de nuevo.
-Como quieras, peque�o put�n.
Me hizo gracia la expresi�n. Roxana era una chica muy sexual, muy de cama, pero en modo alguno su vicio y lascivia se pod�an comparar con los m�os. Ella, con sus 17 a�os, despertaba como quien dice al mundo del sexo y los placeres de la carne, los cuales hac�a tan solo unos meses hab�a conocido. Yo en cambio, a mis 14, hac�a m�s de 1 a�o que hab�a perdido mi virginidad, mucho m�s que hab�a comenzado con juegos de toqueteos y mamadas. Claro que tampoco era una cuesti�n de tiempo, sino de vocaci�n e intensidad.
Con una toalla sobre el asiento para no manchar la tapicer�a, me llevaron a la casa de mis madres de nuevo.
-Venga, ya estamos �me inform� Roxana, pues me hab�a quedado dormida. �No te damos un eso por�
Sonre�.
-No te preocupes. Es mi macho y marca su territorio. Es perfectamente comprensible que su olor os mantenga alejados.
-�Ja, ja, ja! �Qu� puta eres!
Re�mos la broma. Sab�a que Roxana y su chico me guardaban mucho cari�o, como a una hermanita peque�a y traviesa. Y yo a ellos tambi�n, que nadie lo dude. Pero ello no me impedir�a acostarme con el chico.
Esa noche dorm� sin ducharme. Ni siquiera me cambi� de ropa. Bien arropada por las s�banas y las mantas para que mis padres no me vieran de tan guisa si entraban a mi habitaci�n a darme un beso, me sumerg� en el mundo de Morfeo, donde transcurrieron las horas hasta la llegada del alba entre morbosos sue�os con mi nuevo chico y una org�a con sus compa�eros de trabajo.


���������������������


-Buenos d�as, pap�. Buenos d�as, mam� -salud� con dos besos a cada uno., recre�ndome en la perversi�n de restregarles por la cara y los labios mi piel, a�n impregnada por el amarillo elixir de mi hombre. No podr�a explicar por qu�, ni sabr�a definirlo, pero desde muy peque�a me siento muy profundamente seducida por el mundo de la humillaci�n. Ya de muy ni�a, en el parvulario, provocaba a veces ligeras faltas a posta, para que las ni�eras me castigasen. Fui muy precoz en mi despertar sexual. Con 4 a�os por ejemplo, ya notaba un gustito muy especial al subirme al columpio aquel de la bola, escalando por su hierro central. Su roce contra mi bajo vientre, me produc�a un placer muy intenso de cuya naturaleza sexual no ten�a noci�n. Pero s� ten�a noci�n de estar haciendo algo perverso y prohibido, cuando jugando a los m�dicos con mis amiguitos me dejaba tocar por todos sitios. Hasta avanzado un tiempo, no era consciente de estar haciendo algo sexual, solo algo que me excitaba y gustaba.
Pero pronto comenz� a hac�rseme claro el origen de aquellos morbos y placeres, y con ello se me hicieron a�n m�s seductores. Pronto comprend� que me gustaba ser humillada y verme rebajada ante otros. Ya muy jovencita, jugaba en mi casa a ponerme la ropa de mi madre cuando no estaba en casa, visti�ndome y maquill�ndome como una puta, y jugando a penetrarme analmente y manipular mi cl�toris, siempre sabiendo conservar mi virginidad para el d�a que como una fiesta, decidiera deshacerme de ella como algo in�til, para no volver a recordarla nunca jam�s.
Har� entre uno y dos a�os, que entend� de los t�rminos sadismo y masoquismo, y lo que suponen, comprendiendo desde entonces perfectamente cual es mi sexualidad y posici�n con respecto a ella en la vida. Como ya he dicho, me encanta verme humillada y vejada ante otros, sobre todo hombres o mujeres atractivos y poderosos. Es un morbo superior a m�, al que intent� resistirme en mis primeros juegos sexuales de ni�a, sinti�ndome bastante culpable, pero al que he acabado claudicando sin condiciones. No se puede ir contra la propia naturaleza. Y ese mismo morbo, es el que me dicta zambullirme en el mar de la humillaci�n, para bucear y bucear en sus oscuras aguas, sumergi�ndome cada vez en ella en busca de sus pasiones ocultas cual pecios sumergidos e invisibles desde la superficie. As�, llegaba a sentirme rebajada en lo m�s �ntimo de mi ser y esencia. No solo yo, sino todo lo que amaba y tambi�n era yo. Obviamente, mi propia familia, que no era sino una extensi�n de mi misma, no pod�a escapar a tan arrolladora pasi�n.
Mir� a mi padre. Hab�a sido un hombre atractivo, que comenzaba ya a venirse a menos a sus 42 a�os, con su calva incipiente y su cada vez m�s prominente barriga, rematados por un rid�culo bigote ya gris, que no le sentaba lo bien que el cre�a, y que mi madre se resist�a a hac�rselo saber. La mir� a ella. Segu�a siendo una mujer bonita. Muy bonita. Quiz� no una de esas que conserva intacta su belleza como si por ella no pasaran los a�os, pero s� una mujer muy atractiva, cuyas formas se hab�an amoldado con el paso del tiempo a su edad. Ofrec�a as� a la vista, unas voluptuosas caderas y voluminosos senos, acompa�ados por una cintura que desde estos se estrechaba y en la que, no obstante, se pod�a observar algo de barriguita tras sus dos partos. Nada que mermara su atractivo por otra parte, y s� que le dotara de ese tan especial de las mujeres que bien conservadas, inician su cuarta d�cada de vida. Adem�s, era su cara muy dulce y bonita, con sus hermosos ojos almendrados y sus carnosos labios, idealmente enmarcados por su cortita melena casta�a.
Sinti� los labios de su padre besar su mejilla, y se estremeci� de puro y depravado placer al recordar como la tarde anterior, esas mismas mejillas hab�an recibido los salivazos y meadas de sus compa�eros de oficina �C�mo lo mirar�an hoy al entrar? �Qu� pensar�an y cuchichear�an entre socarronas sonrisas de burla? Sinti� el pinchazo de la excitaci�n en su bajo vientre, y su intimidad humedecer de nuevo.
-�Qu� vas a desayunar? �pregunt� su madre.
-Prep�rame unas tostadas y un zumo de naranja. Voy mientras a ducharme.
Hubiera deseado permanecer m�s tiempo con la esencia de su hombre sobre ella, pero no era posible. Todo aquello de su macho marcando territorio y lo dem�s era muy morboso, pero hab�a una vida real tras todo ello, y se abr�a camino cual inundaci�n incontenible y selectiva, apagando algunas brasas y respetando otras. Sus hormonas eran especialmente activas, mucho m�s que en la mayor�a de mujeres u hombres, y su d�a a d�a giraba invariablemente en torno al sexo. De continuo, su atenci�n era captada por nuevos ejemplares que hac�an subir su calentura, que demandaba ser calmada inmediatamente. Para ello, deb�a atraer al macho en cuesti�n con las artes del cortejo m�s o menos refinadas o directas, y entre ellas jugaba un importante papel el olor corporal. Dif�cil lo tendr�a si este resultaba desagradable.


��������������������������������..


Transcurr�a la ma�ana sin que Lorena encontrase ning�n aliciente sexual que despertase su apetito. Al parecer, el rubio Francisco hab�a calado m�s hondo de lo que ella misma pensase, y sus pensamientos giraban en torno a �l a lo largo de toda la ma�ana �Cu�ntos a�os deb�a tener? �38? �39? �M�s? La verdad es que podr�a ser de la edad de su padre e incluso mayor, �pero qu� diferencia hab�a entre ambos! Mir� a su profesor de Geograf�a, intentando imaginarlo consigo en la cama en lugar de Francisco. Ri� para s�, sin casi poder evitar que su hilaridad se exteriorizara escandalosamente. Quiz� en alguna ocasi�n, por mera curiosidad, por mero morbo de ver su reacci�n, no estuviera mal hacerle una mamada a aquel personaje de aire despistado y pelos desmadejados a lo Joaqu�n Luqui.
Ya en el recreo, su calentura no le abandonaba. Ni encontraba nadie con quien le apeteciera calmarla. Su �ltimo amante hab�a dejado el list�n muy alto. Mirando hacia la verja, vio a los viejecillos que ya all� la esperaban. Sonri�. Le resultaban muy simp�ticos aquellos personajillos. Empez� a entablar amistad con ellos, cuando a trav�s de la vaya se intercambiaban cigarrillos y charlaban. Pronto, comenz� a revelarse el motivo real de su acercamiento a las ni�as y su naturaleza de viejos verdes. El resto de chicas, se alejaron de ellos indignadas al ver como les miraban sus pechos y traseros, pero no as� Lorena �Qu� hab�a de malo en dejar que disfrutasen de su contemplaci�n se dec�a? Lejos de cortarse, se hizo m�s amiga entonces de ellos, dejando incluso que la sobasen un poco.
-Hola, Lorenita.
-Hola, guapos �Qu� tal?
-Te esper�bamos para fumarnos el cigarrito.
-Venga pues.
A trav�s de la reja, le ofrecieron a Lorena el Marlboro, y ella lo tom� acerc�ndolo a la llama que le tend�an a continuaci�n. Mientras tanto, otro de los abuelotes hab�a tomado ya la iniciativa, desabrochando los botones de su camisa para acceder a sus voluminosos globos y sobarlos, intentando resultar lo m�s discreto posible. Ella, sonriendo receptiva, intentaba mantener la postura que propiciara esto �ltimo. No es que le molestase que la gente se diera cuenta, en realidad nada le gustaba m�s que mostrar p�blicamente su naturaleza desinhibida y sexual de zorrona, pero el caso es que no era tan f�cil para ellos. De saberse aquello, ser�a un esc�ndalo, muy complicado por su condici�n de menor. A ella le ca�an muy bien los aquellos viejecitos. Sent�a cierta l�stima al pensar en su condici�n, con un deseo tan vivo como en su juventud, y sin posibilidad de saciarlo. Aquellos someteos a su cuerpo, eran de las pocas o la �nica v�a que encontraban para aligerar la presi�n de sus hormonas, y no estaba por la labor de neg�rsela. Adem�s, �que co�o! �Le gustaba sentirse as� sobada!
De nuevo en clase, volvi� a transcurrir el tiempo lento y aburrido. No consegu�a centrar la atenci�n en la insidiosa verborrea de los profesores. Siempre hab�a sido Lorena un cerebrito, con un coeficiente intelectual alt�simo, no obstante desaprovechado. Nunca hab�a conseguido implicarse en la docencia, su inter�s captado por otras cosas y, de un par de a�os a esta parte, conforme aumentaba desorbitadamente su inquietud y apetito sexual con el despertar de sus hormonas a la adolescencia, ya su presencia all� se limitaba a algo meramente f�sico, su mente muy lejos, en otro mundo. Tampoco le importaba demasiado. Hac�a bastante que hab�a decidido no estudiar, para entregarse a la imagen de mujer explosiva que solo piensa e el sexo y de nada m�s entiende, que tanto gusta a los hombres. Su futuro estaba seguramente en un braguetazo o el mundo del porno, en �ltima instancia, el de la prostituci�n si no quedaba m�s remedio. Pero de una u otra manera, su naturaleza, vocaci�n y pasi�n era en sexo, y a �l dedicar�a todas sus fuerzas y energ�as, sin distraerlas en ninguna otra cosa.
"Hola" �comenz� a escribir un sms. �"Echo de menos tu polla. �Echas t� de menos a tu nenita?"
No tard� demasiado en llegar la respuesta.
"Hola, putita �C�mo est�s? Anda por aqu� tu padre. No s� con que cara mirarle."
"No me vengas con esa. Soy joven, pero no ingenua. Se te pone dura nada m�s de pensar que ayer te estabas follando a su hija de 14 a�os, casi una ni�a, y ahora lo tienes enfrente sin saber nada. Dime, �Qu� se siente? �Ah, y me encanta eso de "putita"!
"�Qu� jodida eres! Ni�a, ni�a, pero eres m�s morbosa que un put�n de club."
"Esas no tienen por qu� ser morbosas, follan por dinero. Lo m�o es por vicio. Dime, �qu� se siente? Es morboso, �verdad?"
"Eres perversa de cojones, pero s�, es verdad. Es muy morboso."
"�Ja, ja, ja! M�rale esa cara de imb�cil que tiene �No es pat�tico?"
"Ja, ja, ja. Lo es" �contest� �l dej�ndose llevar. "No es extra�o que tu madre le ponga los cuernos".
"Para nada. Ella es un put�n como su hija, y �l un infeliz incapaz de satisfacerla."
"�Ja, ja, ja! No me sorprende �Con ese par de tetas que gasta!
"Te ponen, �eh?"
"Me ponen m�s las de la hija" �contest� inseguro, temiendo meter la pata.
"Entonces, �por qu� no vienes a recogerme al salir, y me llenas de rabo por todos lados?".
"�Huuumm! �Interesante proposici�n! �A qu� hora?


�����������������������..


A la hora de salida, el Mercedes de Francisco esperaba en la puerta. Lorena hubiera deseado besarlo y que la sobara all� en medio, delante de todos, pero sab�a que no era aconsejable, pues ser�a complicado para �l.
-Hola -salud� con una deslumbrante sonrisa, d�ndole dos besos en la cara. Francisco por su parte qued� un tanto turbado por la excitaci�n del momento. La ni�a se ve�a preciosa, con su traje de colegiala de faldita roja tableteada y su camisa blanca, su hermoso cabello casta�o recogido en dos graciosas coletas a los lados. Era el suyo, en toda regla, el look de colegiala er�tica. Algo que Francisco hac�a reservado a las fotos de internet y dem�s, pero que no hubiera pensado existiese en la vida real.
-�Qu� miras tan embobado?
-Tu aspecto. Me ha sorprendido.
-�No te gusta?
-�Me encanta! Pero no pensaba que hubiese chicas que vistiesen as� realmente, al menos no con resultado tan er�tico.
-No las hay �contest� ella con una gran sonrisa. �S� lo que os ponen a tu edad las ni�as de la m�a, con aspecto de colegiala inocente y cuerpo para el vicio. Me he vestido as� para ti especialmente.
Francisco sinti� su virilidad rebelarse bajo la tiran�a que impon�a la tela de su pantal�n, y ella ri� divertida al ver aquel bulto alzarse cual diminuta tienda de campa�a.
-A ver, a ver� �me dejas ver que tienes por aqu�? �pregunt� ella melosa, mientras se inclinaba para con los dedos comenzaba a desabrochar lentamente los botones de su bragueta.
Francisco se sinti� un tanto inquieto. A�n no hab�an salido de la zona por donde deambulaban todos los j�venes que sal�an del instituto, y se sent�a atemorizado de que alguien pudiera sorprenderlo en actitud tan comprometida con la tremenda ni�a. Pero, pens�, nadie ten�a porque percatarse de nada raro, mientras ella se dedicase a lo suyo y no alzase la cabeza. As� pues, apoy� su mano sobre la adorable cabeza para presionarla hacia abajo, abrig�ndola a engullir aquella barra de carne que desapareci� totalmente en su golosa boca.
-�D�nde vamos? �Conoces alg�n campo por aqu� cerca?
-�D�jate de campos! Vamos a mi casa. Mi padre no vendr� hoy a comer, tiene que quedarse en la oficina para ponerse al d�a de lo de ayer. Mi hermano tampoco vendr�, con lo cual no es necesario que mi madre los espere y seguramente se habr� ido a casa de mi t�a.
-�Y si no lo ha hecho?
-Bueno, ya se nos ocurrir� algo entonces.
Era incre�ble. Aquella ni�a llevaba el diablo en el cuerpo. No le parec�a a Francisco cosa de dejar nada al azar en un asunto como aquel, pero tampoco pod�a resistirse al vicio y morbo que le inspiraba aquel joven s�cubo. Adem�s, no cre�a que tampoco ella se atreviera a proponer ir a casa, si tuviera alguna duda real de que fueran a estar solos. As� pues, en poco tiempo Francisco aparcaba el coche un par de manzanas m�s all�.
-Voy yo primero, para que no se mosquee ning�n vecino. En 5 minutos, vente para all�. Son las 13:25. Tienes 1 hora para darme por todos lados. Despu�s tendr� que comer para estar de vuelta en el instituto a las 15:05. Claro que, si me llenas bien el est�mago de semen, a lo mejor no necesito tomar nada m�s �a�adi� con una lasciva sonrisa.- Dicen que est� compuesto por amino�cidos y minerales. Suena nutritivo. Te espero, no tardes.
Como hab�an quedado, en 5 minutos francisco estaba llamando a la puerta. Lorena abri� y �l, tom�ndola en brazos, cerr� la puerta de una coz y se acerc� hasta un sof�, para sentarse con ella sobre su regazo y comenzar a acariciar sus muslos, subiendo hasta su entrepierna.
-No llevas braguitas, putita.
La ni�a sonri�.
-Siempre que puedo, prescindo de ellas. Para ti mi co�ito siempre va a estar ofrecido, y no era cuesti�n de poner trabas a tus deditos.
-No sab�as que ibas a verme hoy.
-Lo sab�a.
Comenzaron entonces a porrearse apasionadamente, intercambiando salivas mientras �l magreaba obsesionado sus grandes pechos. Claro que ella tampoco permanec�a inactiva. Si hab�a una parte de la anatom�a masculina que la sedujera especialmente, esa era el trasero, pero tampoco hac�a ascos a un pecho musculoso y bien formado, como el que Francisco ofrec�a y ella acariciaba con devoci�n, sintiendo entre sus dedos el sensual canalillo que formaban sus duros pectorales.
-�D�nde est� el dormitorio de tus padres?
-Arriba.
-Vamos�quiero follarte en su cama.
Lorena solo sonri� como respuesta. En pocos minutos, estaba sobre esta, su camisa abierta de par en par para ofrecer bien sus tetas. Sobre ella, Francisco la cabalgaba con furia, taladrando m�s que penetrando su juvenil vagina y arranc�ndole aut�nticos alaridos de placer. Clav� el los ojos en el retrato de sus progenitores sobre la mesita de noche. Luc�a en �l su madre un sensual escote, tan sensual como est�pida la sonrisa que mostraba su padre. Anegado por la excitaci�n, sinti� el advenimiento de su orgasmo, sacando su polla del tierno agujero para derramarse sobre la imagen. Lorena, que se hab�a quedado a un paso de su propia culminaci�n, la sinti� llegar al borde al presenciar aquello. Sonriente, tom� el retrato para lamer su superficie golosa, sintiendo como, ahora s�, se desbordaba plenamente su marea �ntima. Cayeron entonces abatidos sobre la cama boca arriba, y �l encendi� un cigarrillo.
-Dame una calada.
Acerc� el la boquilla hasta los carnosos labios, que a ella se acoplaron para inspirar.
-Eres una m�quina, �lo sab�as?
-No s� si lo sab�a, pero t� s� eres una aut�ntica m�quina de follar.
-Yo s� lo sab�a.
Rieron.
-�C�mo es que tienes tanto vicio siendo tan joven?
-Te lo he dicho, viene de familia.
-Esa es otra �C�mo es que hablas as� de tu familia?
-�C�mo quieres que hable? Tengo una madre que es un put�n, y un padre que no se entera e nada �Es genial!
Rieron de nuevo.
-�De verdad es tan...promiscua tu madre?
-�Promiscua! �Parafrase� ella en son de burla.- �Es puta! �M�s puta que las gallinas! Mira esas tetas �se�al� a la foto. �Han pasado por m�s manos que pelos le quedan a mi padre en la cabeza.
-�Ja, ja, ja!
-�Ja, ja, ja!
-�El pobre cornudo!
-�Que se joda! No se merece una hembra como ella.
-S�, la verdad es que es una mujer muy atractiva.
Lorena sonri�, semiincorpor�ndose sobre su pecho.
-�Te pone!
-Mujer�s� �contest� claudicando finalmente al morbo.
-Dime� �Qu� es lo que m�s te pone de ella?
-Sus tetas.
-�Te molan? �pregunt� perversamente excitada la ni�a.
-�Buuff! �Me encantar�a hacerme una cubana entre ellas y correrme en esa cara de puta que tiene!
-�Ja, ja, ja! �Me encantas! �Eres un guarro!
-�Ja, ja, ja!
-Vale�te voy a ayudar a tir�rtela.
-�Lo har�as?
-�Claro que lo har�! Ahora est� la cosa un tanto chunga. Por imb�cil que sea mi padre, si te restriegan las cosas en la cara acabas mosque�ndote un poco. Mi madre le ha pasado por delante unos cuernos impresionantes, y ahora sospecha algo, por lo cual ella est� un tanto relajada de una �poca a esta parte. Pero no te preocupes, dala por jodida. Te prometo que antes de un mes, te las est�s follando por donde quieras.
Francisco la mir� a los ojos, excitado por la perversi�n de la muchacha. De nuevo, su virilidad se alzaba al frente presta a perforar las l�neas que se le enfrentaban.
-Ven aqu�.
-Voy all�, accedi� con una sonrisa.
De nuevo, procedi� el rubio a cabalgarla con furia, arranc�ndole alaridos a�n m�s fuertes que los anteriores.
-�Las tetas! �Ag�rrame las tetas!
Francisco se asi� entonces a ellas con fuerza.
-�M�s fuerte, hazme da�o! �Cl�vame las u�as en ellas!
Fue un coito brutal, en el cual los dos se comportaron m�s como animales irracionales que como seres civilizados. Finalmente, entre estertores que m�s parec�an propios de un ataque de epilepsia, se corri� Lorena instantes antes que su amante. Este, sacando la polla de su co�o, apunt� directamente a sus tetas para correrse sobre ellas entre los gemidos de placer de Lorena que, lasciva, la recib�a retorci�ndose sobre su espalda en la cama. Ni corta ni perezosa, una vez hubo �l acabado su regada, se coloc� de rodillas y se inclin� para, restregando sus melones contra la almohada paterna, limpiarlos en ella.
-Para que se vaya habituando ella al olor de su nuevo macho, y �l al de su corneador.
-�Ja, ja, ja! �ri� Francisco, mientras tomaba un cl�nex del pantal�n en el suelo junto a la cama para limpiar los restos de semen de su polla.
-�No! L�mpiate en mi pelo.
Sonri�, accediendo gustoso.






Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 0
Media de votos: 0


Relato: La saga de Lorena II
Leida: 20761veces
Tiempo de lectura: 30minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados




























como me follo a mi primaRelatos eroticos gratis los albanilesrelato pornos mujeres criptore giganteconvenciendo a la madre relatosrelatos pornos suegra yernomis dos sobrinas relatos pornorelato erotico la vecina tetonaRelatos porno de chicos culonestratamiento hijo relato eroticoRelato de mi mama y su teta giganteRELATOS PORNO CON MI SOBRINITA DE 3AÑITOSrelatos folle a una menormama drogada relatos eroticosrelatos encontre a mi hermanita.con mi perrorelatos sexo infidelidadviolaciones caserasrelatosporno mi esposo se emborracho y me pidiorelatos pornos desvirgada por mi abueloRelatos cachondos de putas para correrserelatos pornofilial a mi hermana legusta ver mipolla Relatos eróticos cogeme por el culoRelato de jobensíta su perro la chupo la bajína y luego la cojiomi hijita de 9 añitos relatoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos porno mi virginidarelatos mi mujer y hijagrandes relatos de sexo anal en amor filialrelato eroticosNuevos relatos eroticos de viejos teniendo sexo con otros viejosMi esposa y él plomero relatosfollando con mi abuela relatosRelatos heroticos de sexo de suegra con hilo dentalchicas follando en la piscinarelatos de gay cuando le rompieron el culitoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatodesvirgamdo um culito muy apretadito relatosinocente site:sex.pcompas.rurelatos incesto papa hijarelato me coji ami.sobrinita.por el culitoviole a mi hermana relato eroticofollando a mi hermanita relatorelatoe de sexo con vecinitoRelatos con fotos incestoImágenes de porno con mi padrinorelato erotico jugando con mis sobrinitas en mis piernas madre masturba hijo relato eroticomis narraciones de morbo mi vecinita que pequeña tan lindaRelatos gays el pelao negrorelatos eroticos cuentametomala pinche putita relato eroticcorelato sexo gays entre futbolistami hijita de 9 añitos relatoami colegiala le encanta q le,huelan su culote relatos erotykorelatos de amas de casa cojiendo con sus mascotasrelatos pornoMi culito relato transexualrelati de sexo con la cu�ada y con imagenesRelatos eroticos las nenitas bonitasrelatos eroticos de sexo anal el culo de florenciami hijita de 9 añitos relatoRelatos cojiendo con mi pequeña hijami hijita de 9 añitos relatoRelatos cogiendo con mi vecinahistoria mi tio me folloRelato erotico muy gays..me rompieron mi anito en la escuela.tías en tetasIncesto con la abuela relatadosRelatos papá y su amigo me enfiestaronrelatoa eroticos goki y gohan xxx.gayrelatos eroticos el amigo de mi hijoRelatos eroticos con mi madretelatos eroticos piscina amiga de mamaRelatos caseros mecoji auna emfermeraRelatos xxx no consentidodice vente en mi panochitarelatos porno padre y hijarelatos pornos violando a mi sobrinita de 8 añitosRelatos de incesto madre e hijos con foto me cojo a mi hijahistorias eroticas de nenas de 10 gratisRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoIncesto con la abuela relatadosrelatos gay full morbosomi hijita de 9 añitos relatoRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezmi hijita de 9 añitos relatoporno lesbico gratuitorelatos porno espio a mi madre y mi padre follando y me masturbemi hijita de 9 añitos relatorelatos eroticos los perrosRelatos madres y hijaslesbianas teniendo sexo relato culo sobrina dormídaRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezxxx con mi hermana relatosRelatos porno amor filial follando con mis pequeñas sobrinas bdlol.ruHermanazoofilicarelatos me coji a mi pequeña hijaRelatos pornode maduro