Relato: Borracha, en un motel y con el amigo de un amigo Por obvias razones he de cambiar mi nombre y el del chico: soy Celeste, tengo 19 a�os, mido 1.68, con un cuerpo curvil�neo, cabello rizado rojizo, ojos miel y piel morena clara, el chico que para efectos de mi an�cdota tiene 24 a�os, se llama Roberto, 1.75, cuerpo mediano, cabello rubio oscuro, ojos verdes y piel blanca.
Era un t�pico d�a de universidad, el calor enfadaba a cualquiera y las malas amistades nunca faltan en esas situaciones...
-Hey, Cele, �y si no vas a trabajar hoy y nos escapamos a tomar? Los tragos son gratis, ya sabes, �te animas?
No tard� mucho en aceptar la oferta de mis amigos, a�n cuando me doler�a perder ese d�a de trabajo, tom� mis cosas y sal� con ellos.
-Vale, deja paso a comprar unos cigarros, los que traigo no me alcanzar�n.
Siempre hab�a mantenido mi vida sexual aparte, nunca quise dar a relucir mi virginidad, aunque me jactaba de haberla perdido a los 13; y es que a�n cuando no ten�a experiencia en ello me era f�cil hablar de sexualidad, posiciones, orgasmos y dem�s. Para m� el sexo es f�cil y no tan importante como todos lo pintan. A m� me prende la idea de unas buenas tetas o una jugosa polla, sin necesidad de tener sexo puedo disfrutar de un buen dedeo, de tocarme, o una paja a un amigo o novio. En fin.
Ese d�a en el baresucho cercano a donde estudi�bamos la fiesta nos empez� temprano, aproximadamente a las 10-11AM era barra libre y un mesero nos atend�a de lujo. Un amigo mencion� que hab�a invitado a alguien pero no le hac�a mucho caso, entre cervezas y bailes me divert�a de lo lindo. M�s de 3 chicos me hab�an invitado a bailar y aunque no estaban de mal ver, rechac� la oferta.
Ver en un piso del bar a varias parejas tocarse, pasarse las manos en sus lugares privados, me pon�a en un nivel combinado con el alcohol bastante caliente, imaginar ser yo la que le estuviese dando los besos a la chica o la que le est� ayudando a poner una polla dura eran fantas�as que en mi mente sonaban bien.
Yo no era virgen por no tener oportunidad o por ser santurrona, simplemente en ese momento y con el tipo de hombre con el que andaba no me nac�a ese placentero acto, probablemente tener en mis manos su miembro o ver su pene creciendo al verme las tetas era m�s placentero que sentirlo dentro y estar gimiendo de placer. En fin, soy algo rara.
Unas horas despu�s lleg� el famoso amigo de mi amigo, yo estaba ya un poco tomada pero a�n consciente (y lo s� porque tengo lucidez de contar cada detalle). El chico muy educado me salud� de beso en la mejilla y se present�:
-Hola, soy Roberto, �has visto a Manuel?
-Estaba aqu� hace un momento, fue a rellenar su vaso.
-Oh, bien, �c�mo te llamas?
-Celeste, mucho gusto.
-Mucho gusto, Celeste un placer conocerte. Dime, �estudias con Manuel?
R�pido el chico me sac� pl�tica y nos hicimos de risas en lo que llegaban mis dem�s amigos. Sin duda el tipo me llam� la atenci�n, se me hizo atractivo y lo mentalizaba ya en una cama, caso contrario a todos los dem�s tipos que me hab�an ofrecido bailar.
No pude evitarlo, �l sentado frente a m� y yo algo ebria, me deshice de mi zapato y comenc� a acariciarle por encima del pantal�n con mi pie, �l s�lo sonri� y me vio a los ojos.
-Cele, �por qu� no te sientas junto a m�? -Dijo luego sentir c�mo empezaba a tener una erecci�n. Acto seguido estaba junto a �l con una mano puesta en su regazo.
Todos mis amigos notaron lo que suced�a: mi mano movi�ndose sospechosamente por encima de aquel bulto tibio, nuestras miradas que se ve�an con picard�a...
Sin decir palabra alguna se aproxim� a mi boca y empez� a besarme, su lengua ten�a un arete que hac�a que los besos fueran excitantes, mi mano se empezaba a escabullir por debajo del pantal�n que aprisionaba semejante bulto, su mano se puso por encima de mi entrepierna y empez� a frotar, yo estaba tan mojada que lo �nico que susurr� en su o�do fue un: "V�monos de aqu�".
Nos dirigimos a un motel cercano a la universidad, mis manos no dejaban de juguetear con su polla por encima del pantal�n, ya quer�a sentirla dentro de m�. Con una mano en el volante se desabroch� el pantal�n y liber� aquella verga del b�xer, me mir� y dijo: -�La quieres probar? -Asent� con la cabeza sabore�ndola casi.
Que fuera virgen no significaba que no supiera mam�rsela a un hombre. Sin decir mucho, enfund� aquel miembro en la boca, dando leng�etazos que le hac�an profanar gemidos. En cada sem�foro rojo me daba una descripci�n de lo que me har�a con aquella verga:
"-Te voy a poner en cuatro y de esta (tom�ndose la polla semi-dura) no te vas a librar", "-Me vas a pedir que me detenga cuando la tengas adentro". Y de tanta frase que me dec�a, yo me mojaba cada vez m�s.
Llegamos al motel y subimos a toda prisa, �l se imaginaba que por mis mamadas dadas en el camino yo sab�a follar y no le dije nada, me met� al ba�o y me refresqu� un poco, no estaba asustada pero sab�a que aqu�, en un motel y con un semi-desconocido dejar�a mi virginidad, aunque no le tomara mucha importancia dado que mi virginidad no es algo que aprecie tanto como mi felicidad o mi vida.
Sal� del ba�o, le di unos besos, mord� su cuello y lo avent� en la cama para que se sentara, abr� su bragueta nuevamente y empec� a mam�rsela sin dejar de verlo a los ojos.
-Carajo que eres buena comiendo pijas.
-Ya te quiero tener adentro -dije con la voz m�s sensual que pude chupando aquella polla que me empezaba a enloquecer.
Me puse a bailarle lo m�s sensual que pude, restregando aquellas bragas blancas en su verga. Sin m�s, nos deshicimos de prenda alguna y me recost� en la cama; empez� por besarme el cuello y luego baj� a las tetas que no le hab�a prestado mucha atenci�n.
-Vaya que estas tetas me las como enteras, mira nom�s, tan grandes y deliciosas -mencion� mientras las llevaba a la boca y no las liber� de ah� hasta poner los pezones duros como rocas, mis gemidos no se hac�an esperar.
Fue bajando con sus besos hasta mi abdomen y lleg� a mi vulva, a mi vagina h�meda y ansiosa, virgen al fin. Su lengua parec�a enfurecer con ese arete, met�a su lengua y la sacaba, la mov�a en c�rculos y ese arete suyo me volv�a loca, dos veces me vine en su boca en ese momento, mis gemidos eran de locura, yo sent�a que me iba a desquiciar con tales remetidas de lengua y mordidas a mi cl�toris combinadas con mis tetas agarradas. "As� se siente esto" pensaba yo mientras mi cabeza volaba con tanto placer.
-Para, para que me vengo otra vez.
-Ah, no, nos tenemos que venir los dos.
Acto seguido mete tremenda y latente verga dentro de mi, "�Mierda!, mi himen" pens�, pero no vi nada de sangre y luego imagin� que posiblemente es el�stico o ya se ha desgarrado con tanta masturbada.
Subi� mis piernas a sus hombros y embestida tras embestida eran gritos de placer, gemidos ahogados en lujuria, ojos en blanco, agarradas de tetas que me enloquec�an.
-�As�, as� te gusta, putita?
-�S�, as�, dame m�s, no pares! -mi mente estaba fuera de s�, aquella polla entrando por primera vez en m� era como un ni�o probando por primera vez chocolate, no quer�a que se acabara nunca.
De repente la saca y yo con el cuerpo estremeci�ndose a�n, me dice:
-Ponte en cuatro, te voy a dar por el culo, �te parece?
S�lo asent� con la cabeza a�n cuando sab�a que eso me iba a doler horrores, no s�lo era mi primera vez vaginal sino que hasta por el orto me iban a partir, genial.
-�Sabes dilatarte? �Ya lo has hecho antes?
-S� -ment�- ya lo he hecho antes, no es lo m�o ni lo m�s favorito pero dale -no me ve�a la cara, pero la ten�a algo aterrada, mis ojos estaban cerrados y mi culo m�s que contra�do.
"Rel�jate, sino te doler� m�s" pensaba, sab�a que si lograba aflojar no doler�a tanto.
Escupi� sobre la cabeza de su pene y lo jug� un poco en mi culo. "Oh, por dios, aqu� viene" pensaba.
-Est�s demasiado apretada, coraz�n, afloja m�s, �o acaso es que te gusta apretado? Se me hace que s� -dijo eso y dio un empuj�n que me hizo gritar de dolor.
-�Te gust�, no? -por dentro sent�a c�mo dol�a, s�lo asent� trag�ndome el dolor.
-Mmmm, tan apretada, cosita, como me encantas -segu� jugando s�lo con la punta y gimiendo por la estrechez de mi culito.
-Me duele -alcanc� a susurrar, yo cre�a que pensaba en voz alta.
-Oh, perd�n, debiste decirlo -sali� lo m�s r�pido que pudo.
-No, no, contin�a, me estaba acostumbrando.
-Tengo una idea -tom� su pene y lo escupi�, lo meti� de un tir�n a mi vagina para que se mojara haci�ndome gritar de placer, continu� moj�ndolo y moj�ndose los dedos para meter uno por mi ano - s�, as� est� mejor, �ya no te duele?
-No, ya no -a decir verdad, lo estaba disfrutando, ya alcanzaba a entrar 3 dedos- estoy lista, ahora s�, d�mela toda.
-Si as� lo quieres -juguete� con la cabeza en la entrada de mi orto, metiendo de poco en poco hasta que logr� meter los casi 20 cent�metros, yo estaba en un grito entre dolor y placer.
-�OH, S�, MMMMH, M�S! -era lo �nico que lograba decir, ese �xtasis me hac�a perder la cabeza, metida su polla en mi culo y sus dedos en mi vagina, ufff.
-�Ay, putita, qu� rica y apretada, por Dios, mhmmm! -y m�s duro daba y m�s duro me hac�a gemir, me corr� en una de las embestidas -estoy por correrme, �te importa si lo hago en tu culito? -dijo mientras me cog�a duro por el orto.
-�S�, s�! -logr� decir entre gemidos mientras sent�a c�mo un l�quido explotaba dentro de mi ano -�ohh por Dios, qu� bien se siente! -se sent�a muy bien de hecho.
Ca�mos ambos en la cama, algo exhaustos y en mi caso, algo adolorida.
Le limpi� un poco la polla y otra vez enfund� mis labios hacia su miembro.
-Espera, deja que me descan... -le interrump� y dije:
-No te preocupes, yo hago todo -gui�� el ojo, sonre� y segu� mamando aquella polla enloquecedora.
Me sent� en aquellos casi 20 cent�metros y no par� hasta memorizar cada segundo de placer, mientras �l me halagaba de mis senos, lo bien que me mov�a y lo sorprendentemente estrecha que estaba. Altern�bamos para el sexo oral, su lengua era m�gica. Y a punto de correrse le dije:
-No, no, que ahora quiero esta corrida en la boca y saborearla -mientras me sal�a de �l y me hincaba r�pido para chuparle todo aquello.
-�Ok, ok, r�pido! -dijo mientras echaba su cabeza para atr�s y follaba mi boca como si fuera mi co�o -�AHHHHHHHHH! -logr� liberar un orgasmo que vino acompa�ado de un l�quido alojado en mi boca. Volvimos a caer exhaustos, acariciando nada m�s nuestras partes, bes�ndonos, abrazados y fumando un cigarro.
-�Qu� le vas a decir a tus amigos? -pregunt� algo pensativo.
-�Qu� se supone que tenga que contarles? -dije mientras lo besaba y sonre�a.
-Tienes raz�n, no dir� nada al respecto -me call� mientras met�a 2 dedos en mi vagina.
-�Aguantas otro? -dijo sonriendo.
-S� -dije sin dudar a�n cuando las piernas me temblaban y estaban completamente d�biles, pero como dije, es como un chocolate.
As� cogimos 2 veces m�s, dej�ndome con el culo abierto, algo adolorido pero placentero y una virginidad arrebatada en ese motel...
Me llev� a mi casa al rededor de las 9 de la noche. Desde ese entonces, s�lo hablamos ocasionalmente y no nos hemos vuelto a ver.
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Relato: Borracha, en un motel y con el amigo de un amigo
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