No era tan fácil para ninguno
de los dos , asumir lo que había pasado. Les ayudaba ,sin embargo,
la magnitud de la realidad del hecho,
Para él ,era tranquilizador
el observar que ella se comportaba en el grupo como si nada hubiese sucedido
y en el almuerzo del domingo, rieron como siempre y él se sintió
un poco incómodo, pero complacido, cuando notó que ella mostraba
una disimulada dificultad para caminar .
Seni, por su parte, asumió
su realidad con valentía. Esa tarde se sentía terriblemente
abierta , separada en su intimidad, percibiendo su cavidad en forma permanente.
Se sentía mujer y hembra , mujer pecadora y hembra feliz y plena
.
Ella tenia claro que había
luchado , pero que había luchado poco y que al final se había
entregado plenamente
No hablaron en los días siguientes,
pero ella deseaba hacerlo porque era su intención asumir plenamente
su relación. No quería que lo vivido quedara como un accidente
que hubiese que sepultar en la mas profundo de la mente.
Fue la noche del viernes siguiente
que Seni lo llamó por teléfono y tuvieron una conversación
de hermanos, distendida , alegre y chispeante , como siempre , pero ninguno
de los dos quiso hablar de lo sucedido . Solamente al final, ella le pidió
que pasara el domingo por su oficina, pues quería que le ayudara
con un problema de computación y a esa hora podrían trabajar
tranquilos y luego irse juntos al tradicional almuerzo familiar de los
domingos .
Ese domingo llovía copiosamente,
de modo que cuando él entró en la oficina de Seni, no le
llamó la atención que ella aún permaneciera sumida
en su amplio abrigo negro . Al mirarla le invadió el recuerdo de
los sucedido y se sintió encendido. Ahora veía a Seni de
manera diferente y asumía plenamente su pasión por ella .
Se acercó con seguridad y la besó en la boca, Ella respondió
al beso como si lo hubiese estado esperando y el deseo se apodero de ellos
de inmediato.
Luego que sus lenguas se reconocieron
, Seni se alejó unos pasos para que el pudiera verla completa y
se quitó el abrigo. Estaba completamente desnuda. Él se quedó
clavado en suelo ,como en la tarde de su infancia, porque la veía
en todo su esplendor y ella quería ser vista de ese modo. Él
se desnudó con rapidez, mientras ella arreglaba coquetamente su
largo cabello y al instante estaban el uno frente al otro mirándose
arrobados.
Él la miró con calma
y le encontró perturbadoramente bella . Se le aparecía como
el fruto más hermoso y el más prohibido y en esa unión
de cualidades se sentía cerca de lo completo. Cada pedazo de su
piel , cada parte de su relieve le parecía un desafío y quería
vencerlos todos.
Ella lo miraba embelesada, porque
era el primer hombre que veía desnudo, pues la semana anterior no
lo había visto, sino únicamente lo había sentido y
se dio cuenta que era ese el cuerpo que mas había deseado en su
sueños de mujer ardiente y secreta.
Fijó sus ojos en el miembro
que la apuntaba agitándose levemente en el aire y se estremeció
al recordar como la había desgarrado y ese recuerdo la estaba haciendo
latir en forma rítmica y profunda. Se inclinó , y lo tomó
entre sus manos apreciando con cuidadosa pasión sus dimensiones
terroríficas y luego se arrodilló para besarlo y acariciarlo
entre su pechos. Se abrazó a las piernas del hombre para acariciarse
el rostro con esa masa de carne endurecida y quemante apretándolo
entre su barbilla. En seguida se puso de pie, separó las piernas
y se lo puso en la entrada de su sexo quemante y líquido.
Estaba ofrecida.
Para él no fue problema tomarla
por las nalgas y penetrarla lentamente hasta tocar su fondo, manteniéndola
adosada a él mientras ella lo abrazaba con sus piernas. La extendió
sobre la mesa y comenzó a destruirla.
Entró y salió de ella
con violencia, porque quería marcarla como suya y la hizo gritar
y le complació oír sus gritos en el silencio del recinto
, sus quejidos roncos en cada embestida .
Ella se sentía complacida
de oírse gritar porque no solamente quería ser penetrada,
sino que deseaba que él le dejara huellas en el cuerpo y en la mente
porque de algún modo quería que solamente ella supiera a
quién pertenecía , porque exteriormente seguiría siendo
la difícil mujer inalcanzable que todos conocían...
Como obedeciendo a esos deseos no
expresados en palabras él la llevó contra la pared y buscando
todos los ángulos posibles la penetró hasta sentir dolor
y le mordió los pechos hasta que las marcas se hicieron evidentes
y rodaron luego hasta el suelo y allí sobre la alfombra los demonios
los llenaron de orgasmos prolongados ,rotundos, y dolorosos.
Cuando cesaron las palpitaciones
y los besos se pusieron de pie y al contemplarse se vieron los rostros
casi deformados por el placer brutal , los labios separados y abiertos
de la mujer y los líquidos manando de su fuente. Entonces comenzaron
a incitarse, como para exprimir lo que quedaba en la copa de la lujuria
y adoptaron posiciones casi grotescas y se dijeron palabras vulgares que
ninguno de los dos jamás había pronunciado .
Eso encendió particularmente
a Seni, porque ella era la más cuidadosa en el lenguaje diario .
Pero ahora quería sentirse, no solamente penetrada y poseída,
sino también profanada . Quería explorar este otro mundo
sin que le quedara ningún rincón por conocer y estar en el
con su hombre, su amante , su macho y su dueño y quería ser
para el su instrumento servil, para que saciara todos sus apetitos y así
se los estaba diciendo ahora con esos latidos con que su tubo quemante
mordía el mudo grosor con que él la estaba destruyendo y
sumiéndola casi en el inconsciente del placer.
Habían estado mas de una
hora en ese paraíso y cuando se hizo plenamente consciente, ella
le pidió que se adelantara y que en el almuerzo se encontrarían
.
Seni llegó cuando estaban
terminando de tomar el aperitivo Entró gloriosa en la sala y se
despojó del abrigo negro . El se estremeció, pero nadie pudo
notar ni un detalle de la turbación de ambos al mirarse , porque
la violencia de su sexo era el gran secreto de los dos .
Para ella, en ese momento, era un
liquido secreto que seguía manando de su fuente , empapando las
pequeñas bragas blancas, dibujando pequeños ríos bajo
su liguero y entrando silenciosamente en sus medias.
Era el gran secreto de Seni durante
el almuerzo reparador.
JOTATE