(Las vacaciones del 79)
Cada a�o viaj�bamos en las Vacaciones al norte, hacia la frontera con Estados Unidos, donde mi
familia materna viv�a. Era todo un ritual el saludar a todos: Los abuelos, los
T�os y T�as, los Primos, a los amigos de all�, etc�tera. Total que acab�bamos
metidos hasta 40 familiares en la casa de los Abuelos.
Como era de
esperarse, los primos dorm�amos en la misma rec�mara, ni�os y ni�as; mientras
que los adultos se repart�an en el resto de la casa.
Yo esperaba con
ansia el ver a mis primos y primas, que en ese tiempo s�lo �ramos 5 de la primer
camada de ni�os. Lalito, Raulito y Yo, Tita y Anita, las ni�as. Yo ten�a 11
a�os, era el mayor, me segu�a Lalito con unos meses menos y Raulito con un a�o
menos. Tita ten�a 9 y Anita 8.
��ramos los �5
ratones en la cocina...� Y como tambi�n era de suponerse, cada qui�n ten�a su
propia idea de diversi�n.
�Pero una ma�ana,
Raulito y yo nos fuimos a su casa, que quedaba a tres cuadras de la casa de los
Abuelos. Y ya solo en su cuarto, nos pusimos a platicar de varias cosas, entre
ellas de que si ya ten�amos novias, yo ya ten�a una lista de varias �novias� y
�l llevaba s�lo una. Entonces me pregunt� su a m� me �daba el Ah-Ah� cuando
hac�a pip�.
�-�Qu� es eso del
�Ah-Ah�? -Pos s�, que le da el Ah-Ah a uno y se siente rico en la pirringa...
�-Ah, no s� de
eso...- Todav�a yo era un inocente pendejito.�
As� Raulito me iba a
mostrar qu� era eso del �Ah-Ah�, primero cerr� muy bien la puetra de su cuarto y
se baj� el pantaloncillo, pude ver sus huevecitos blancos y diminutos y un
penecito infantil con todo y prepucio. Y comenz� a pu�etearse febrilmente, al
cabo de un par de minutos, puso cara de lim�n agrio y se sonroj�, y con los
labios en beso dijo:�
-�Ahhh ahhh!
�Uhhhhh! Se siente rico... �Ahhh! Pero no le sali� nada de la puntita. Y yo me
qued� m�s intrigado que antes. �Qu� era eso del �Ah-Ah�?�
Toda la tarde la
pl�tica entre juegos fue sobre lo del �Ah-Ah� entre Lalito, Rauilito y Yo. Todo
entre primos, pero no pas� a m�s.
Al otro d�a,
volvimos Rauilito y Yo a su casa y nos encerramos en el ba�o. Ahora s�, nos
quitamos los pantalones y �l comenz� a ense�arme con su ejemplo, c�mo
masturbarme. Me concentr� tanto vi�ndolo, que me olvide de mi erecci�n por un
buen momento, pero algo comenzaba a sucederme en mi verga, porque cada caricia
que me daba, la comenzaba a sentir diferente a simplemente tocarme el pizarr�n.
Mientras Rauilito se pu�eteaba sin descanso, era un verdadero experto, porque en
la velocidad que llevaba de cada jalada y jalada, bien podr�a hab�rsela
arrancado. Yo estaba sentado en la taza del ba�o y �l parado frente a m�, por lo
bajito que era, su pene no me quedaba a la altura de la cara sino un poco m�s
abajo, pero bien claro que quedaba que Raulito disfrutaba como loco el andarse
sacudiendo la diminuta verga frente a m�. En un momento me dijo:
-Ya viene... ya
casi... Volt�ate...
Sin pensarlo nada,
le obedec� �en mi familia siempre fuimos muy obedientes- y cuando comenz� a
gemir y a temblar, Raulito me ensart� de un solo golpe su infantil hombr�a en el
culo, me agarr� las nalgas con ambas manos y empujaba todo lo que pod�a dentro
de mi ano, gimiendo con un gusto tremendo. Yo, en realidad estaba muy excitado
pero sin saber en realidad qu� pasaba. Sent�a delicioso un intruso duro pero a
la vez delicado en mi ano, como cuando me rascaba con mis dedos, pero era mas
suave y placentero... Pero no lograba comprender porqu� Raulito se recostaba en
mi espalda y me besaba hasta donde pod�a alcanzar mi cuello. Me lam�a la espalda
y me acariciaba las nalgas con mucha ternura pero de vez en cuando me pellizcaba
y me daba palmaditas.
Cuando me sac� su
pichita, �l estaba sudoroso y colorado de la cara y las orejas. Me dijo que era
mi turno... pero, yo no sab�a qu� hacer. As� que me dijo que ten�a qu�
pajearmela como �l lo hab�a hecho, pero cuando me fuera a sentir que ya ven�a el
�Ah-Ah� se la pusiera en su culo como �l me la hab�a puesto. Me pareci� justo,
al f�n y al cabo el hab�a sentido el �Ah-Ah� y yo todav�a no sabia nada de nada.
Comenc� a
acariciarme la verga, pero creo que mi habilidad no dejaba satisfecho a Rauilito
porque �l mismo me dijo que lo estaba haciendo mal, me sent� a su lado en la
taza, pas� su brazo derecho por detr�s de m� y alcanz� mi verga, ya para ese
entonces ten�a algunos pelos y de paso mis huevos comenzaban a crecer de manera
notoria, el tronco de la verga ya empezaba a verse menos ni�o y m�s hombre...
Pero al contacto de una mano extra�a, me resping� tremendamente, se puso dura y
cada vez m�s grande...Rauilito se maravill� de lo �grande�que estaba, claro
comparado con la suya, y comenz� a pajearmela igual que lo acostumbraba �l:
Rapid�simo y sin compasi�n... Lo cual me doli� y me acab� el placer que
comenzaba a sentir...
�-�Toc! �Toc! �Ni�os
est�n all�? Ap�rense a terminar porque ya vamos a comer con sus Abuelos... �La
ventaja nuestra fue que en casa era aceptado que fueran al ba�o juntos los ni�os
o las ni�as, porque tambi�n de vez en cuando nos ba�aban juntos.- �Ap�rense!
Y nos vestimos de
prisa.
Pas� otro d�a, y por
la tarde de un Viernes, por la ventana del ba�o de mi abuela, mis primos me
preguntaban si ya me llegaba el �Ah-Ah� o qu�, as� que yo, sentado en la tasa
del ba�o, con p�blico en la ventana del ba�o, comenc� a hacerme la primera
pu�eta de mi vida, para ver qu� pasaba.�
Con mi mano derecha
tom� mi trocito de carne dormida, le baj� el prepucio con cuidado y comenc� a
acariciarlo con suavidad, mientras que los ojos de mis dos primos me miraban
como platos desde la ventana. Mientras me acariciaba suave pero continuamente,
mi verga fue despertando y creciendo, hasta alcanzar su tama�o de entonces, con
el pu�o desde la ra� del tronco, sobresal�a casi un tercio de mi verga fuera de
�l, y mis primos envidiaban mi tama�o. Arriba y abajo, arriba y abajo, mi pu�o
sub�a y bajaba con suavidad y delicia, Raulito me grit� �� �Qu� nunca vas a
acabar?!� pero mi sonrisa torcida por el placer le respondi� que faltaba poco
tiempo... Arriba y abajo, con m�s velocidad, con m�s seguridad de que las
sensaciones me estaban llevando a algo delicioso, m�s placentero que lo que
hab�a sentido hasta entonces. Con una sensaci�n como de un hipo delicioso en los
huevos, algo me anunciaba que llegaba mi venida, el culo se me comenz� a
contraer suevemente y entonces un chorro! de leche me salpic� la cara, de manera
incre�ble, mis primos me miraban desde la ventana y me dec�an que ��C�mo es
posible que ya tengas leche y nosotros no?�, pero eso no me import� en lo m�s
m�nimo, con la leche en la nariz, la boca y el pecho, yo estaba gustoso y
sonriendo, feliz de haber descubierto ese �Solitario� placer, en la compa��a y
tutorial de mis primos...
�Al d�a siguiente,
fue el turno de Lalito, nos metimos los tres a ba�ar y mientras nos �ba��bamos�
pusimos a Lalito en la tasa a pajearsela como lo hab�a visto de mi y de Raulito
en otras veces, su venida fue muy aburrida: Se la estaba pajeando duro, fuerte y
con mucho rigor, arriba y abajo, duro que dale, y en un momento, quiz� en los 4
minutos de jale y jale, un chorrito de leche le sali� de la punta de su verga el
cual no vol� como el m�o, sino que le qued� en el pu�o y Lalito nos volte� a ver
con cara de asco y de �no saber nada�... Nosotros nos re�amos de �l.
Fue como que ver lo
idiota que en realidad era en ese momento, porque nos dijo despu�s que no le
hab�a gustado nada ni que hab�a sentido nada...
�Ahora s�, estaba
muy dispuesto a masturbarme y en el momento de que me viniera la leche, ensartar
a Raulito en mi verga... Y en la noche de la v�spera del viaje de regreso a
nuestra ciudad, Rauilito y yo dormimos en su cuarto, como buenos primos, en la
misma cama. Una vez que est�bamos acostados no nos pod�amos dormir. De hecho,
nos dimos cuenta que todos se hab�an dormido porque los ronquidos de toda la
familia se escuchaban al igual que nuestros latidos del coraz�n... Ten�amos una
emoci�n tremenda...