Relato: el mentor y su alumna. Estaba recorriendo el facebook, cuando encontr� su sitio, me hab�an hablado mucho de �l, de su obra. Lo invit� a ser mi amigo virtual y acept�. Al otro d�a comenzamos a chatear, y le pregunt� sobre su obra, sobre su inspiraci�n , y su forma de crear. me contest� en forma muy sencilla y al enterarse que me gustaba escribir cuentos me alent�. Yo le dije que apenas esbozaba alguna idea, me sigu�� alentando hasta que me atrev� y le solicite si me daba clases. Me dijo que estaba jubilado, pero que pod�a hacer una excepci�n. Concertamos la hora y la entrevista en su casa. Llegu� muy emocionada, me iba a encontrar con ese ser que yo tanto admiraba. Al llegar me encontr� con un hombre mayor, morocho, pero con muy buena forma f�sica, hum, me gust� m�s la entrevista. El se fijo furtiva y r�pidamente en mis pechos, que para mi peque�o tama�o son voluminosos120. Apenas mido 155, con tacos altos, llegar� a los 160. pero siempre , desde muy joven la densidad de mis senos , llam� la antenci�n a los hombres. El no fue diferente. A la tercera clase , me invit� a subir a su biblioteca especial y a su mirador, es un refugio me dijo. y susurrando agreg� , de amor.
Me ten�a muy caliente por la forma que me miraba las tetas, yo ya hab�a cambiado mi forma de vestir, iba con una blusa muy abierta, que marcaba bien el canal de mis grandes mamas, y dejaba que el brassier dejara bien duros mis pezones. realmente este " viejit" me ten�a caliente. Yo sab�a que el tambi�n se calentaba conmigo. Nos sentamos en dos amplios sillones de cuero negro, frente a frente pero muy cerca, yo cruc� las piernas y dej� que viera mis peque�os pies dentro de los zapatos de tacos altos verdes, me hab�a dicho que le gustaba ver las piernas de las mujeres con tacos altos. Escuch� su voz m�s profunda, un poco confundida, ah� me d� cuenta que estaba por avanzar, y entonces levant� m�s mis tetas, que estaban bien duras, y lo mir� con ojos de ven� tocalas. Entendi� mi se�al , y se vino a mi sill�n, me pas� la mano por el cabello, la dej� correr por mis hombros y como estaba esperando las llev� hasta mis senos, hice un adem�n de sorpresa, pero no se detuvo, pos� sus dedos en mi boca, mis labios se abrieron y aceptaron la caricia, luego se abalanz� y me bes� con mucha fruici�n la boca, que bien besa dije, mientras sent�a que mi tanga se mojaba con mis jugos. Busc� mis tetas, y al fin pudo liberarlas, quedaron sueltas, turgentes, grandes,muy grandes, sus ojos, sus manos y sus labios se deleitaron con ellas, y mis jugos corrieron por mis muslos, que calentura me estaba subiendo con ese vejete. estire mi mano, y la coloqu� sobre su pantal�n, su pene estaba inflamado debajo de la tela del pantal�n de pana, corr� el cierre mientras �l me acariciaba mis piernas, y me besaba los pechos.
sorpresa, ten�a una gran verga, dura y gruesa, me recontracalent�, y sent� sus manos c�lidas y suaves sobre mi pelvis, luego sus dedos buscaron mis labios y comenz� a frotarme, primero explorando esa cavidad llena de jugos, y luego comenz� a frotarme con fuerza el cl�toris, en segundos me fui en un chorro de leche y mis gemidos se amplificaron por todo el cuarto, el sigui� acariciando mi chocha, y besando mis tetas que estaban por explotar, yo le comenc� a pajear la verga, mi peque�a mano quedaba a la deriva en ese falo. Sin darme tregua me subi� al sill�n, me levant� las piernas , se paso mis pies por detr�s de su cuello, y me empez� a besar el chochis, uy que delicia, su lengua me enloquec�a de placer, me coloc� dos dedos y los roto en mi cueva, ah� acab� otra vez, esta vez en su boca, estaba muy caliente, y me sigui� besando , y otro chorro sali� de m�, luego se fue a mis tetas de nuevo, y ah� pude agarrarla bien aquella verga , y ponermela en la boca, estaba muy caliente, y el glande muy lustroso, comenc� a lamerla, luego a apretarla entre mis labios, hasta que al fin, lo sent� gemir un poquito, la empec� a chupar, dicen que soy experta en eso, y se dej� caer sobre el respaldo del sill�n, con sus manos me apretaba los pezones, pero era m�o, se entreg� a mi chupada, le tocaba los testiculos, y le lam�a la cabeza que estaba bien grande, me la tragaba, y cuando sent�a que se iba a correr, la mordisqueaba un poquito, luego me la met�a hasta el fondo de la boca, y la chupaba con fuerza y haciendola rotar en mi boca, lo sent�a muy caliente, las piernas estaban muy contraidas, lo ten�a a disposici�n, ahora te voy hacer acabar como nunca viejito , pens�, y alargu� la mamada, y sent� que se ven�a un torrente, esper� un segundo, lo toqu� con la lengua y el surtidos fue enorme, lo dej� limpio, bien limpio, temblando, y el con los ojos desorbitados repet�a buen�simo, que polvo buenisimo - es el primer polvo que me como de un viejo a mis cuarenta y dos a�os, y lo que hicimos despu�s estuvo mejor, ----
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Relato: el mentor y su alumna.
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