Relato: Mi paciente viejito, morboso y cogedor (parte 2) Soy Amira la enfermera cuidadora que atiende a Juli�n, un viejito de 68 a�os muy morboso, muy caliente y muy cogedor. Bueno despu�s de la primera cogida que me dio iniciamos una rutina en que yo lo ayudaba en todo y �l cada vez que pod�a o quer�a obten�a de mi todo el placer que necesitaba. Un d�a en que me puse el vestido rojo con las sandalias de tac�n alto rojas y ropa interior amarilla, Juli�n estaba en el ba�o cuando escuch� que me llam�. Acud� enseguida y lo vi en el ba�o sentado en el excusado con su verga parada al descubierto, me pidi� me parara de modo que el excusado quedara entre mis piernas, lo obedec� y me coloqu� frente a �l, sent� de inmediato sus manos acariciando mis piernas y me dijo "Amira ya viste donde tienes mi verga, la tienes en medio de tus piernas, debajo de tu falda y apuntando hacia tu pepa", yo me qued� quieta para que Juli�n me siguiera acariciando las piernas todo lo que �l quisiera y despu�s de un rato me apart� de �l, se puso de pie y comenz� a frotar su verga en mis muslos meti�ndola por debajo de mi vestido, mientras me besaba ardientemente y me dec�a al o�do que ansiaba hundirme toda su verga en mi pepa y llen�rmela de mocos. Despu�s me tom� de la mano y me llev� a la rec�mara, me hizo empinarme con las piernas abiertas sobre el tocador, me levant� la falda y me baj� las pantaletas, se acomod� atr�s de mi y me enterr� su verga hasta adentro, comenz� a frotarse fren�ticamente dentro de mi agujero hasta que sent� como sal�an los chorros de semen caliente inundando mi agujero. Juli�n qued� apoyado en mi cansado, lo ayud� a incorporarse y lo llev� a su cama para que durmiera un rato. Yo me limpi� el semen que hab�a escurrido por mis piernas y me acomod� las pantaletas y el vestido. Despu�s de varias horas me encontraba haciendo otras cosas cuando escuch� a Juli�n llamarme y acud� a ver que se le ofrec�a. Me dijo que hasta ese momento s�lo hab�a enterrado su verga en mi pepa llen�ndomela de mocos, pero que ten�a muchas ganas de meterme su verga en mi boca, as� es que me pidi� se la mamara. Yo la verdad no es que sea mojigata pero a mis 32 a�os s�lo una vez le he mamado la verga a un hombre y eso fue cuando ten�a 21 a�os y se la mam� a un compa�ero de la universidad que era menor que yo pues ten�a 19 a�os, en aquella ocasi�n mi compa�ero se vino en mi cara y casi no me tragu� nada pues todos su semen ba�� mi rostro y casi nada se introdujo en mi boca. Pero ahora con Juli�n era diferente, �l me insisti� y me pidi� lo ayudara a calentarse estimulando primero su verga apret�ndola entre mis nalgas y dej�ndolo acariciarme la parte de mi cuerpo que m�s le gusta, o sea, mis piernas. Lo complac� y Juli�n se par� atr�s de mi recargando su verga en mi culo y metiendo sus manos por debajo de mi vestido acariciando mis piernas, cuando su verga estaba bien dura producto de sus recargones y el que sus manos se deslizaban deliciosamente por mis piernas y restregaban mi rajada, se sent� en la cama y yo me puse de cuclillas frente a �l, tom� su verga en mis manos y la frot� primero varias veces, luego me la met� en la boca chup�ndosela y lami�ndosela con mi lengua, tambi�n se la besaba sobre todo en la cabeza. Juli�n jadeaba y mientras yo le mamaba su verga �l met�a su mano entre mis piernas acarici�ndolas y dici�ndome que le encantaba ver mis pantaletas por dentro de mi falda, as� estuvimos un largo rato hasta que Juli�n ya no aguant� m�s y arroj� sus chorros de semen en mi boca, cuando sent� el primer chorro me met� su verga hasta mi garganta para evitar que el semen escurriera afuera, pero Juli�n se vino tan abundantemente que s�lo los primeros dos chorros pude trag�rmelos �ntegros, los dem�s los arroj� mientras mi garganta se pasaba los primeros y �stos inundaron mi boca saliendo por la comisura de mis labios y luego escurriendo hacia afuera, sent� como esos mocos me ahogaban y me saqu� la verga de la boca, entonces Juli�n la puso en mi cara y ah� termin� de venirse salpicando mis mejillas, pesta�as, orejas, pelo, cuello, incluso mis senos pues el semen escurr�a hac�a abajo cayendo sobre mi pecho y llegando hasta mis senos. As� toda salpicada le segu� chupando su verga hasta extraerle hasta la �ltima gota de semen y dejarle su verga y sus test�culos muy limpios despu�s de lam�rselos con mi lengua, con mis dedos me met� en la boca el semen m�s grueso y espeso que ten�a en la cara trag�ndomelo, el resto me lo limpi� con un trapo. Juli�n se tendi� en la cama desfallecido y complacido, grit� de dicha al ver como su verga ba�aba mi cara despu�s de inundar mi boca y me dijo que yo era su hembra apetitosa y deseable y que era toda suya y as� iba a gozarme hasta el d�a que se muriera. Yo no se cuantos a�os m�s vaya a vivir Juli�n, pero los que viva voy a ser muy feliz a su lado pues ese viejo cabr�n, morboso, caliente y cogel�n me coge divinamente y me fascina saciarle su deseo morboso. Es cierto est� enfermo de otras partes de su cuerpo, pero lo que es su verga y sus test�culos �que b�rbaro! que vergota y que huevotes tiene y como me hace gritar, gemir y gozar con ellos.
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Relato: Mi paciente viejito, morboso y cogedor (parte 2)
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