Relato: coito de despedida

COITO DE DESPEDIDA

La mujer con la que me acostaba se llamaba Astrid, divorciada y amante calida, era una preciosa hembra de la cual siempre estuve enamorado, y muy enamorado...tanto por su cuerpo, su figura....su voz, asi como por la forma de sus genitales y la manera como hacia el amor........que hembra����


Generalmente teniamos citas a veces una vez por semana.
Ella era alta, flaca, de cabello claro exhuberante que caia sobre sus hombros de piel blanca, no tenia tetitas, pero si un culito redondo, firme y hermoso, que me exitaba cada vez que caminaba desnuda por el depa, con su cabellera larga y suelta.

Ambos teniamos otros compromisos, y una tarde de enero me comunico su decision de formar un hogar con otro hombre, asi que se trataba de una cita de despedida.

Como despedida quise follarmela, despacito y apretadita, como siempre lo haciamos.
Asi que despues de almorzar, fuimos a mi habitacion para tener coito, en momentos en que entraba el sol de la tarde por toda la ventana. Comenzamos con un 69, ella abrio sus piernas dejando entrever su vulva rosada adornada con aquellos vellos dorados que siempre me volvian loco cada vez que orgasmabamos juntos.
Esa tarde el olor de su vagina era exitante, fuerte como el licor que me exasperaba los instintos. Puse mi lengua en sus labios introduciendola al interior de su vagina. Mientras, sentia y escuchaba el chupeteo firme que me hacia en el pene, el cual estaba erecto al maximo.

Decidi clavarla de inmediato, penetrarla lo mas profundo posible; la voltee sobre la cama abriendole las piernas y dejando entrever su vulva abierta, me acomode sobre ella y de un golpe le introduje mi pene en todo su vientre de ella. Al principio senti un dolorcillo en mi glande, era que la entrada de su vagina era estrecha, y ella tambien sentia el dolor hasta que cuando el glande entraba totalmente, sus jugos vaginales lubricaban la entrada del resto de mi pene. Adentro, su vagina se ampliaba, y por mucho que me moviera, los orgasmos mios se retardaban y asi duraba un coito de hasta dos horas.

Esa tarde recuerdo........Ahhhhhhhhh....mis 6 pulgadas erectas, como un ariete entrando y saliendo de su templo de delicias....ahhhhhhhh. Su vulva abierta para mi, su vagina lubricada y sus gemidos acariciando mis oidos.

Ella gemia de placer, inundando su concha con el primer orgasmo que le proporcione.
Estuvimos moviendonos freneticamente un rato en esa pose, mis brazos la rodeaban por la cintura, y a ratos mis manos posaban sobre sus nalgas y mi lengua calmaba su sed chupeteando sus peque�os pezones rosados.

Ahhhhhhhhh....que placer, mientras sentia estremecer su cuerpo bajo el mio, en medio de gemidos, y ella con los ojos volteados sintiendo otro orgasmo....ahhhhghhhhh, que hembra que hasta ahora la recuerdo en esa forma.

Luego, en medio de este placer, la voltee para cambiar de pose, acomodandola como una perrita en el borde de la cama, su culo redondo y firme aparecio ante mis ojos como un paraiso de placer, todo para mi; pues esta es la postura con la cual normalmente culeo a las mujeres, pues enerva mis instintos animales, y los orgamos que se producen son increibles.

Sin pensarlo, siguiendo el instinto empuje mi pene erecto entre sus nalgas sintiendo como su cuerpo delgado y tenso se estremecia. En ese instante -decimas de segundo- salto hacia adelante zafandose de mi penetracion, lanzando un gemido y mostrando un gesto de dolor. Le habia penetrado el culo sin darme cuenta, aquel culito virgen que queria preservar para su futuro hombre....ahora habia sido perforado por mi. Su reaccion inmediata hizo que me lanzara un golpe al cuerpo y ara�azos posteriores, y junto con una mirada fulminante me reprocho haber ingresado por su ano sin su consentimiento, mientras que mi pene goteaba gotas de fluido preseminal, que colgaban de mi glande, el cual habia tomado un color rojizo por la friccion placentera.

Efectivamente le habia penetrado por el ano, casi dos tercios de mi pene habian ingresado en aquel sitio virgen e inexplorado.

Ella, despues de reprocharme y sentirse que practicamente la habia violado, me volvio a acariciar y puso mi pene -que no habia perdido ereccion alguna- en su boca lamiendolo fuertemente, despues se echo sobre la cama abriendo sus piernas y atrayendo con las manos el pene hacia su vagina.
Lo comodo con su mano, mientras la otra apartaba sus labios para facilitar la penetracion. Despues de revolotearlo por su clitoris y labios, lo introdujo y ambas manos apretaron mis nalgas atrayendo mi pelvis contra su cuerpo. Ahhhhhhhh...que placer, sentir esa vagina humda y estrecha en su parte inicial, pero amplia y retardante de orgasmos en su profundidad.....ahhhhhhhhhhggggg....que placer. Solo el que daba Astrid,...ahhhh

En esa pose comence a sentir los estertores del orgasmo, en medio de gemidos de placer. Un calor que subio de mis testiculos fundiendose con su cuerpo desnudo y abierto para mi.....ahhhhhhh...que placer.
Al darse cuenta de mi venida, ella grito para que termine fuera; pues siempre lo haciamos asi para no usar condones ni nada de anticonceptivos.

Trate de retirar el pene, pero las embestidas del orgasmo hicieron que comenzara a eyacular dentro su concha. Ahhhhhhhhhhh.....el placer me chorreaba....

Nuevamente grito, pues la podia embarazar y ella no lo deseaba por que iba a comenzar su nueva vida.

Que placer........Saque mi pene turgente, palpitante, tumescente y humedo por los liquidos lubricantes de ella y por mi semen espeso y oloroso. Mientras, terminaba de eyacular los ultimos chorros de semen.

Termine. Despues pense que pude haberla embarazado, pero que tal coito el que tuve con ella. Fue la ultima vez que la vi, y hoy todavia la recuerdo con mucho amor. Era mi media naranja, la hembra con la cual comparti los coitos y orgasmos mas placenteros que he tenido...

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