Relato: La experiencia del parque
Raquel y yo somos pareja desde hace algo m�s de cuatro a�os y siempre hemos tenido una vida sexual plena y sana.
Ella tiene 21 a�os y mide 1,64m, delgada y de pelo casta�o y piel morena no es una top model pero si que es bastante atractiva para los hombres. Yo soy Dani, tengo 23 a�os y mido 1,74m, delgado que no canijo, de pelo oscuro y piel morenita pero menos que ella, la verdad es que no me considero un guaperas pero creo que no estoy nada mal.
Lo que os voy a contar ocurri� hace casi un a�o en un parque cercano a d�nde vivimos y en el cual suelen ir las muchas parejas al caer la noche para tener intimidad pero lo que nos ocurri� aquella noche del 29 de Marzo de 2008 iba a ser inolvidale.
Tras cenar cogimos el coche y nos dirigimos al parque, aparcamos y sacamos una toalla del maletero y entramos por uno de los accesos, caminamos hasta llegar a un lugar donde no hab�a nadie excesivamente cerca, tumbamos la tolla y nos sentamos.
El problema fue que al parecer los aspersores hab�an estado funcionando hac�a poco tiempo y en nada la toalla estaba empapada y nosotros lo estar�amos en breve.
Nos levantamos y vimos un banco de madera a unos ecasos 50 o 60m que result� ser perfecto pues la farola cercana a �l se encontraba apagada.
Otros 60 o 70m m�s adelante hab�a otra pareja sentada en el siguiente banco, al contrario que ocurr�a d�nde est�bamos Raquel y yo la luz de la farola cercana a ellos si que nos dejaba ver m�s o menos lo que hac�an pero no lo dimos la menor importancia y seguimos a lo nuestro.
Comenzamos a besarnos efusivamente empece a tocarle las tetas por encima de la fina blusa que llevaba y despu�s por debajo, se sent� encima m�a de tal forma que sus tetas quedaron a la altura de mi cara, se las bes�, despu�s le desabroch� la blusa y tambi�n el sujetador nergo de encaje que llevaba debajo, mordi sus pezones y ella empez� a jadear, met� la mano por debajo de su falda, apart� a un lado el tanga negro a juego con el sujetador y empec� meti�ndole un dedo, luego dos y posteriormente tres, not� como se corr�a, estaba cachond�sima y lo cierto es que yo tambi�n...
Entonces se quit� de encima y se arrodill� a los pies del banco, me desabroch� los botones del pantal�n y sac� mi polla que ya estaba como una piedra, lentamente y mir�ndome a los ojos pas� su lengua por la punta, me hac�a extremecer, entonces mir� hacia mi deracha y observ� que la pareja de antes se levantaba del banco, mi novia se percat� tambi�n de ello y dej� un instante mi polla...
-No te procupes nena, no creo que vengan hacia aqu�, la puerta de salida m�s cercana est� en la otra direcci�n...-dije-
-Shshsh, calla y espera, a ver si nos van a ver -me cort�-
-No nos pueden ver desde all� porque aqu� no hay luz, anda sigue que estoy muy caliente, yo vigilo si se acercan
Ella me mir� y sonri� mientras volv�a a meterse toda mi polla en su boca...
Chupaba cada vez m�s r�pido y a m� me parec�a estar en el cielo de hecho ech� la cabeza atr�s y cerre los ojos mientras mi placer iba en aumento, entonces ocurri� algo muy inesperado
-Hola, veo que est�s disfrutando mucho con lo que te hacen -son� a escasos metros de nosotros una voz femenina muy dulce-
Tanto Raquel como yo dimos un respingo tremendo y vimos lo que ocurr�a:
La pareja del otro banco estaba al lado nuestra observ�ndonos, ella era muy guapa un poco m�s baja que mi novia pero con m�s pecho, tambien delgada y de pelo moreno, vamos que estaba bastante buena. �l era algo m�s alto que yo, de aspecto atl�tico, seguramente ir�a bastante al gimnasio de pelo oscuro al igual que yo.
-�Me dejas probar a m�? -pregunto ella a Raquel-
Yo mir� a mi novia y le ped� con los ojos que por favor la dejara... pasaron unos segundos tensos hasta que ella respondi�:
-Bue.., bueno, si �l quiere
-Claro que quiere no lo ves-dijo la chica-
Entonces ella se agach� y empez� saborear la punta de mi polla con su lengua, me daba lenguetazos que me hac�an extremecer de gusto hasta que se la meti� casi por completo en su boca (17cm) y la volvi� a sacar, met�a y sacaba me estaban haciendo la mejor mamada de mi vida con todo el respeto para Raquel pero se ve�a de sobra que aquella chica era mayor y mucho m�s experta que ella, me encantaba todo lo que hac�a con mi miembro, si antes estaba en el cielo cuando Raquel me la chupaba, ahora estaba en la Luna.
Fue entonces cuando mir� hacia un lado y me qued� de piedra: El otro chico se sent� en el banco y se sac� la polla, mi novia ni corta ni perezosa se agach� y empez� a chuparsela a �l, lo cierto es que el tama�o de su polla era similar al de la m�a quiz�s incluso un poco m�s delgada, pero eso no parec�a importar mucho a Raquel que se la met�a hasta la garganta y mientras me miraba, parec�a estar dici�ndome con la mirada -T� est�s disfrutando de c�mo te la chupa la t�a esa, pu�s yo le voy a hacer a este una mamada de campeonato-
En lugar de enfurecerme o ponerme celoso, me p�s� justo al contrario me exit� a�n m�s de lo que ya estaba y entre la visi�n de mi novia lamiendo el rabo de aquel t�o y la excelente mamada que me estaban haciendo no pude aguantar m�s y me corr� en la boca de esa guarra, llen�ndole la boca de leche, a ella sin embargo no le import� m�s bien todo lo contrario ya que una vez hubo escupido el semen de su boca sigui� lami�ndomela, fue cuando escuche jadeos del otro t�o y advert� que el tambi�n se iba a correr, pens� que Raquel se la sacar�a de la boca para que �l eyaculase fuera pero nada m�s lejos de la realidad
ella segu�a mamando y mir�ndome y al llegar el momento clave sac� su lengua sin dejar de mirarme y dejo que aquel t�o la llenara enterita de lefa la boca y la barbilla, incluso una gota fue a parar a su mejilla, todo esto sin dejar de mirarme parec�a decirme -mira lo guarra y puta que soy que se la chupo a un desconocido y dejo que se corra en mi boca mientras te miro fijamente-
As� terminamos y nos levantamos.
Ellos eran pareja tambi�n, se llamaban Marta (23 a�os) y Luis (26 a�os) y llevaban saliendo juntos casi 3 a�os.
nos dijeron que cierto d�a se iniciaron en el mundo de los intercambios y de los tr�os y que estaban encantados, nos invitaron a probar y nos dieron la tarjeta de un club liberal que ellos frecuentaban y se marcaharon.
Raquel y yo nos fuimos tambi�n y al llegar a casa follamos tres veces pensando en lo que hab�a pasado aunque nunca nos atrevimos a ir a ese club(de momento) ni tampoco a ver a Luis y Marta.
-Hechos reales con nombres ficticios.