Relato: A CATORCE MIL METROS DE ALTURA La historia que a continuaci�n leer�n, es completamente ver�dica, sin fantas�a alguna. Todo empez�, en el aeropuerto internacional Jorge Ch�vez de Lima, Per�, de donde somos originarios mi mujer (31 a�os, 1.82mt, 90 65 90, modelo y stripper) y yo (arquitecto, 36 a�os, blanco, 1.91mt, pelo negro), cuando nos hall�bamos en el front desk de la aerol�nea que nos trasladar�a a Miami Florida. Era una noche del viernes 16 de julio del 2005,cuando llegamos al lugar ya indicado e hicimos fila para presentar la debida documentaci�n requerida para cualquier viaje internacional, esto es: boletos, pasaporte, visas y dem�s.
Todo se desarrollaba con normalidad, y cuando mi mujer termin� con su gesti�n, se dio la vuelta y a unos 5 mts de ella, un conocido (amigo), la salud� con una leve sonrisa, acompa�ada de una inclinaci�n de cabeza, a lo que ella respondi� de igual manera. Mi mujer vest�a (como es su costumbre), muy sexy: una micro minifalda (bien ajustada y corta), color celeste, chaqueta del mismo color, zapatos altos, de tiras y tipo punta de aguja que contribu�an a resaltar su elevada estatura y tornear sus piernas. Bueno, terminamos con esos tr�mites, para dirigirnos a la sala de tr�nsito o preembarque, a fin de abordar el vuelo que nos llevar�a a la ciudad ya mencionada.
Ingresamos a la sala particular de la aerol�nea y all� tambi�n se encontraba este conocido de mi mujer, quien al verlo esboz� una sonrisa y ambos intercambiaron fugaces miradas, sin decirse palabra alguna.
Inmediatamente, nos acomodamos en los sillones que hay en dichas salas de transito y mir�bamos los noticieros que pasan por tv, conversando de temas intrascendentes, cuando me levant� a solicitar una taza de caf� y mi mujer se qued� en el lugar ya detallado, con esa mini y sentada, era el centro de atenci�n de las miradas masculinas, pues dejaba al descubierto sus lindas piernas .esto lo not�, ya que estando en el bar, la ve�a a ella frente a mi, y tambi�n cerca m�o, estaba este conocido de ella, que segu�a mir�ndola discretamente, sin decir palabra alguna.
A ella, se le cay� la cartera y al cambiar la posici�n de las piernas, dej� ver el tri�ngulo de su tanga (celeste hilo dental, se la vi cuando se la puso en casa), ella, recogi� su cartera, se ri� pues not� que este amigo que la observaba alcanz� a verle el triangulo que hacia su tanga. Pasaron los minutos, y por los parlantes daban la orden de abordar la nave, por lo que nos pusimos en fila india para entregar los tickets respectivos y subir al avi�n. Hab�amos solicitado asientos en la parte de atr�s del avi�n, es un avi�n grande con una fila intermedia de unos 8 � 9 asientos, habiendo una fila de 3 en el ala izquierda y otras 3 en la derecha, estando a pocos pasos de la cocineta del avi�n y del lavabo.
Nos acomodamos, ajustamos cinturones, y nos dispon�amos a volar, el avi�n no estaba muy lleno, y yo me ubiqu� en la ventana, dej�ndola a mi mujer en el pasillo y un asiento entre ella y yo qued� vac�o. Nom�s, que ella mira hacia su derecha y nuevamente se topa con su amigo o conocido, quien se ubicada en la fila de tres, pero hacia el ala derecha, en la misma direcci�n que la nuestra, not� como mi mujer esboz� una m�nima sonrisa acompa�ada de un gui�o de ojo.
El avi�n despeg�, ambos nos pusimos los auriculares para escuchar la m�sica que pasan durante el vuelo, convers�bamos cosas de poca importancia, ella se hab�a quitado su chaqueta celeste y solo qued� con su minifalda. Durante unos 40 minutos estuvimos as�, y ella tambi�n de cuando en cuando miraba de reojo a su admirador, para esto, como era de noche, las luces del avi�n estaban apagadas y no hab�a servicio a bordo. So pretexto de estirar las piernas, mi mujer se levant� de su asiento y camin� unos centimetros, a estas instancias mir� nuevamente a su amigo y haciendo un adem�n de "s�gueme" (muy discretamente), ella camin� hacia el fondo, con direcci�n al lavabo, abri� la puerta entr� y la cerr� sin seguro, acto seguido este individuo se levant� y se dirigi� a ese sitio, para eso yo me puse a mil y quise curiosear (hasta donde se pod�a), lo que podr�a suceder entre ese par.
Total, es que ella ya estaba en el lavabo y su amigo entr�, la puerta se cerr� con seguro y cuando estuvieron solos, se saludaron y �l la levant� en, la sent� en el lavatorio, inmediatamente le sac� la tanga celeste, tipo hilo dental, mi mujer me comentaba que ella sonre�a, abri� las piernas, �l a su vez se baj� el pantal�n, se sac� la verga, y la puso en la entrada de la vagina de mi bella mujer, al parecer la visi�n, pues esa vagina es completamente depilada y tiene un escorpi�n tatuado, hizo que de un solo golpe la penetrara, mientras le agarraba el culo, la empez� a bombear.
Tal era la excitaci�n de este individuo, que la bombe� unas 5 veces y la inund� con su semen. Una vez que este individuo acab� de culearse a mi mujer, sali� del lavabo, yo estaba parado cerca de la puerta, simplemente sali� y mi mujer segu�a dentro, a lo que aproveche para entrar, encontr�ndola sentada sobre el lavatorio, con las piernas abiertas con la mini levantada y llena de leche. Me vio, se ri� y me hizo el adem�n que la penetrara. Al principio dudaba y ella me dijo: �entonces a que entraste?Ven, no me dejes con las ganas Ella me movi� la correa del pantal�n y me lo baj� en eso, me dijo: Dame un besoLe di uno de lengua, y me acerqu� hacia ella, quien me agarr� el pene y lo puso en su vagina, la cual estaba inundada de leche, al principio dud� en meterle mi verga, pero inmediatamente me excit�, cuando la penetr�, el interior de su vagina estaba resbalosa y se lo met� todo, a lo que ella se mov�a empezando el mete y saca, ella me dec�a:Rico, dale, hasta adentro, y as� lo hice, ya que mis huevos chocaban contra su vagina, as� habremos estado unos 5 minutos cuando ella me pidi� que acabara, le apret� fuertemente su lindo culo y acab�. Acto seguido, me pas� una toalla mojada, para limpiarme mi semen y el de su amigo.
Ambos salimos y retornamos a nuestros asientos, cuando ella se percat�: regal� mi calz�n, as� que sac� uno negro de su bolso, se lo puso y se durmi� hasta que al amanecer llegamos a Miami. Ella muy contenta, me dec�a, que era una experiencia inolvidable, culear con dos hombres en un lavabo, el mismo d�a y casi en el mismo momento. Cuando retir�bamos nuestro equipaje, el individuo que cule� a mi mujer, se acerc� -seguramente hablarle, despedirse-, y mi mujer lo ignor� por completo. Como que nunca lo hubiere conocido; le pregunt� por esa actitud y me dijo:Me gust�, me cule� y asunto terminado.
La verdad: ha sido una experiencia inolvidable y agradezco tener una mujer as�, completamente liberada, eso permite que exista gran confianza entre ambos.
Espero les haya gustado esta historia, ver�dica.
Autor: Juan Fernando
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Relato: A CATORCE MIL METROS DE ALTURA
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