Era maravilloso, a mis 19 a�os por fin pod�a viajar sola sin
la vigilancia de mis padres, el premio hab�a sido porque sal� bien de la prepa y
adem�s ya era mayor de edad, mi Pap� no estaba muy convencido, pero ni modo, ese
hab�a sido el trato y lo ten�a que cumplir; me prepar� con mucha emoci�n para mi
aventura; aunque yo soy de piel muy clara, mi cabello es oscuro, pero yo me
pint� de rubia para ir a conocer la Gran Manzana.
El viaje estuvo bien, el hospedaje tambi�n; el primer d�a
recorr� a pi� las calles cercanas al hotel; el segundo y tercer d�a tambi�n
estuvieron muy bien, conoc� muchos lugares interesantes y la historia de la
ciudad; todos los d�as les hablaba a mis pap�s por cobrar para que vieran que no
ten�an de que preocuparse, que mi gran madurez era evidente (si, como no).
El cuarto d�a sal� tambi�n, unos amigos me hab�an recomendado
un antro muy bueno en la ciudad, al cual era dif�cil llegar seg�n me contaron;
iba a ir all�; me esmer� en mi arreglo y sal�. Ya ca�a la tarde cuando abord� un
taxi; hasta entonces me hab�a dado a entender bien con mi "spanglish"; pero esa
vez me estaba costando mucho trabajo para que el taxista me entendiera; era un
hombre moreno sin cabello; se ve�a joven, pero me desesperaba porque no me
entend�a, bueno, la verdad es que se hizo el que no me entend�a, pero s� que lo
hizo a prop�sito.
Al final parec�a que nos hab�amos entendido, el taxi fue
recorriendo las calles. Como yo no sab�a a donde quedaba el lugar al que iba,
confi� en que el taxista me llevar�a por el mejor camino; fue un gran error
haber confiado en �l.
El taxi segu�a avanzando y al pasar el tiempo vi que ya
est�bamos en una zona muy alejada y fea, me pareci� que no �bamos por el camino
correcto y se lo dije al conductor; �l me dijo que por ah� estaba el lugar al
que yo quer�a ir; le volv� a alegar y el me dijo que si no estaba de acuerdo
entonces le pagara lo que marcaba y me bajara. Estaba en un predicamento; si me
quedaba en el taxi quien sabe a donde me llevar�a el tipo y las calles donde
est�bamos eran muy feas, daban miedo y no sab�a como regresar a mi hotel; dud�
un momento, pero al ver al taxista sonre�r burlonamente por el espejo me decid�;
le dije que se detuviera, �l me dijo que esa zona era muy peligrosa y yo le
respond� que me parec�a m�s peligroso �l; al o�r esto dio un fren�n, enojado me
cobr� y me dej� bajar.
El taxi se fue y yo me qued� sola en un barrio sucio y
solitario; las calles estaban mal iluminadas y no se ve�a ni un alma, pero pens�
que prefer�a eso a estar con un morboso taxista que tal vez hasta me quer�a
violar.
Ech� a andar hacia donde yo cre�a que iba de regreso al
centro de la ciudad; para colmo ese d�a me hab�a puesto una minifalda muy
pegada, blusa con escote pronunciado y zapatillas, as� que tuve que caminar con
ese atuendo por esas calles malolientes; solo una peque�a chamarra me proteg�a
del fr�o viento que se sent�a.
Estuve caminando mucho tiempo, pero no encontraba el camino
de regreso, por el contrario, me parec�a que me estaba internando en lugares m�s
feos; llegu� a una triste conclusi�n: estaba perdida en una ciudad desconocida,
no pasaba ni un taxi o alg�n transporte que me sacara de ah�.
Tuve que seguir caminando, al dar la vuelta en una esquina me
top� con un grupo de muchachos negros que estaban recargados en una pared, se
ve�an bastante j�venes pero con caras de pocos amigos, eran seis o siete. Pas�
junto a ellos y segu� caminando como si nada; ellos me dijeron varias cosas
sucias pero decid� no hacer caso y apur� el paso, pues me puse nerviosa al ver
que dos de ellos me segu�an; camin� lo m�s aprisa que pude, casi corr� y m�s
adelante cre� perderlos, volte� hacia atr�s y vi que ya no me segu�an, di vuelta
a la derecha en la siguiente calle, era un callej�n muy estrecho y oscuro, solo
una tenue luz proveniente de un foco iluminaba un poquito; hab�a basura regada
por ambos lados de la calle, segu� caminando aprisa; mis tacones no me permit�an
ir m�s r�pido; de repente una rata pas� corriendo frente a mi y pegu� un brinco
y un gritote del susto; me detuve un momento, me recargu� en la pared y cerr�
los ojos para tomar aliento, al abrir los ojos y seguir caminando, distingu� al
final del callej�n dos siluetas que se dirig�an hacia m�; reconoc� a dos de los
chicos negros de la esquina que momentos antes me hab�an molestado; de inmediato
di media vuelta y regres� sobre mis pasos, pero no bien hab�a hecho el primer
movimiento, vi a los dos chicos negros de los que cre�a haber huido; estaba
atrapada entre las dos pares de chicos, ellos se acercaban por ambos lados del
callej�n, mientras me dec�an en ingl�s que no deber�a haber corrido y cosas como
que no me resistiera, que me iba a ir muy bien y que lo iba a gozar y algunas
otras cosas m�s groseras, como que solo putas como yo andaban a esas horas por
ah� vestidas as�, que ten�an dinero y me pagar�an, que solo dijera el precio.
Yo les habl� tambi�n en ingl�s, les dije que ten�a dinero y
se los dar�a, pero que me dejaran pasar, que si no lo lamentar�an; ellos se
rieron y me dijeron que no cre�an, que mejor cooperara y ser�a todo m�s f�cil;
ya casi estaban junto a m� y uno de ellos intent� tocarme los pechos, as� que le
solt� una patada en medio de las piernas, como lo agarr� descuidado se dobl� del
dolor y cay� hincado, pens� escapar brinc�ndolo, pero mi falta de habilidad, lo
inc�modo de mi ropa en esa situaci�n y la reacci�n inmediata de sus compa�eros
me lo impidi�; uno me tom� del cabello, me dio un jal�n tan fuerte que casi me
tira; grit� pidiendo auxilio y �l puso su cara frente a la m�a; sac� una navaja
que coloc� en mi mejilla haci�ndome sentir su filo; me pregunt� que si me cre�a
muy inteligente y me dio tremendo golpe en el est�mago que me dobl�, me solt� y
me dej� caer hincada; me llev� las manos al est�mago por el dolor del golpe.
El negro al que le pegu� la patada se levant� y me tom� del
cabello tambi�n, me hizo levantarme y me dijo que lo que hab�a hecho hab�a
estado muy mal y que ahora ellos ser�an malos conmigo, que yo lo hab�a
provocado. Mientras �l me hablaba, los dem�s empezaron a chiflar; casi de
inmediato llegaron los dem�s chicos de su banda, pero not� que eran m�s de los
que hab�a visto en la esquina aquella.
El negro que me ten�a del cabello me oblig� a besarlo, al
mismo tiempo acarici� mis pechos metiendo su mano en mi blusa y en mi sost�n; mi
mente era un caos, no sab�a que hacer, estaba segura de que todos ellos me
violar�an, me angusti� de perder mi virginidad de esa manera tan salvaje, pero
no tenia escapatoria, en lo que yo analizaba la situaci�n ya ellos me estaban
rompiendo la ropa, todo fue tan r�pido, de repente ya me hab�an quitado la
chamarra, la blusa y el sost�n; me bajaron la minifalda junto con las
pantaletas, cuando me di cuenta ya estaba yo desnuda, solo me quedaban puestas
las medias y las zapatillas.
El chico me sigui� besando y as� me arrincon� contra una
pared mientras sus amigos lo arengaban a vengarse de m�, dici�ndole que
recordara la patada que le di; �l pareci� hacerles caso, pues mientras dos de
sus amigos me sosten�an los brazos abiertos contra la pared, �l empez� a
estrujarme los pechos caus�ndome mucho dolor, mis gritos se ahogaron en su boca;
�l dej� de besarme y clav� sus ojos en los m�os, yo cerr� los ojos para no verlo
sonre�r; luego sent� que colocaba su miembro en la entrada de mi conchita
virgen, baj� sus manos hasta mis nalgas y sin ninguna consideraci�n empez� a
empujar; grit� con fuerza al sentir la penetraci�n salvaje de la que estaba
siendo objeto; abr� los ojos y vi como el negro pon�a los ojos en blanco; al
darse cuenta de que yo lo estaba mirando me dijo: A ver, vu�lveme a golpear;
cerr� de nuevo los ojos tratando de evadirme de esa realidad, queriendo pensar
que era una pesadilla lo que estaba viviendo, sin embargo el dolor que me
infring�a �l al entrar y salir de mi conchita me hizo quedarme en la realidad.
Don�t please, don�t, le dije para que me dejara, pero de nada
sirvi� mi llanto y mis suplicas, el chico estaba fascinado haci�ndomelo por la
fuerza; baj� sus manos por mis piernas y me hizo subirlas, coloc�ndolas en su
espalda, una de mis zapatillas sali� volando; as� me sostuvo mientras me violaba
y sus amigos festejaban.
Uno de los chicos que me estaba sosteniendo un brazo hizo una
pinza con su otra mano sobre mi nariz, oblig�ndome a abrir la boca para
respirar, abr� los ojos mientras el chico que me sosten�a el otro brazo me
empinaba una botella de cerveza, haciendo que casi me ahogara; me dec�an: "Toma
puta, bebe, embri�gate para disfrutarte mejor", el otro me solt� la nariz, tos�
y tragu� bastante de esa cerveza barata; ellos siguieron festejando y dici�ndome
cosas humillantes.
El chico que me estaba violando de repente se detuvo, me
solt� las piernas y las baj�, sac� su pene y les dijo a los otros que me
soltaran, todos nos extra�amos, sobre todo porque �l a�n ten�a erecto su pene
babeante; pero inmediatamente �l me orden� voltearme, sus compa�eros lo
vitorearon y yo me le qued� viendo suplicante: "Please, don�t", le dije, pero el
me tom� del cuello y puso su navaja en mi est�mago, al tiempo que me preguntaba
que si quer�a morir ah� mismo; yo le dije que no y entonces el grit� que si no
quer�a que me matara en ese momento obedeciera y me volteara. No tuve otro
remedio que obedecer; me volte� quedando de cara a la pared, me orden�
recargarme en la fr�a pared y colocar las manos sobre ella, a la altura de mi
cara, doblando mis brazos; qued� en esa posici�n y ellos hicieron comentarios
acerca de lo bien formado que estaba mi cuerpo y que ten�a yo unas curvas y unas
nalgas incre�bles; de nuevo cerr� los ojos de los cuales no dejaban de salir
l�grimas.
El chico negro que me hab�a penetrado se acerc� de nuevo a m�
y puso su boca en mi o�do, me rode� con un brazo haci�ndome sentir el filo de su
navaja en un pecho; me dijo que me quedara quieta y que me doler�a menos; que no
le importaba matarme por lo que yo le hab�a hecho y porque ya hab�a matado a
muchas otras despu�s de violarlas; que solo quer�a disfrutar de mi cuerpo pero
que no le importaba yo ni mi dolor ni nadie en este mundo. En ese momento me
hizo recordar a mi familia, ese mismo d�a en la ma�ana le hab�a yo dicho a mi
Pap� por tel�fono que no le hablar�a por la noche porque me iba a ir a bailar y
llegar�a muy tarde; el me hab�a dicho que le hablara sin importar la hora, pero
yo hice mi berrinche dici�ndole que ya no era una ni�a y me sab�a cuidar, que le
llamar�a al otro d�a; �l me dijo que estaba bien, que ya no me enojara. En ese
momento lament� haberle dicho eso a mi Pap�, pero de cualquier manera el estaba
a muchos Kil�metros de distancia; no podr�a haber hecho nada.
Al chico negro no le importaba nada, me segu�a diciendo
bajeces mientras me acariciaba con la mano libre todo mi cuerpo, despu�s sent�
como me quitaba la navaja y pon�a las manos en medio de mis nalgas y las
separaba mientras colocaba su pene erecto en la entrada de mi ano; empuj� hacia
adentro mientras yo segu�a repitiendo: "Don�t please, don�t rape me for my ass,
please"; por toda respuesta �l me tom� del cabello con una mano y me jal� hacia
atr�s, me orden� callar y sigui� empujando; poco a poco sufr� la penetraci�n de
su pene en mi estrecho ano, el dolor era mucho peor que cuando me lo hizo por la
vagina; apret� los labios pero no pude reprimir un grito: "�Aaaahhhh!", el ten�a
su boca pegada a mi o�do y me dijo que le excitaban mis gritos, que mejor si
siguiera gritando; puso sus manos sobre mis pechos sob�ndolos y d�ndoles ligeros
apretones.
El pene del chico se sent�a como un palo gigante, yo sent�a
como si me fueran a partir en dos, solo atinaba yo a decir: "No, no, ya no,
aaayyy, no, ya no por favor" mientras las l�grimas segu�an surcando mis
mejillas. El segu�a metiendo y sacando su pene sin importarle lo que yo sent�a;
no pod�a creer que este chico negro me hab�a hecho perder la virginidad por
ambos lados y que yo no pod�a hacer nada para evitarlo y lo peor estaba por
venir, pues en un momento en el que abr� los ojos vi que ya los otros chicos se
hab�an bajado los cierres de sus pantalones y se masturbaban viendo como su
compa�ero me violaba.
El sigui� haci�ndomelo durante un tiempo que me pareci� una
eternidad, empec� a pensar que lo mejor era que todo ocurriera r�pido para
terminar con mi sufrimiento, luego sent� como el se deten�a y estrujaba mis
pechos caus�ndome un dolor mayor, yo grit� muy fuerte mientras �l soltaba
chorros de semen dentro de mis entra�as.
Al fin me solt�; limpi� su pene en mis nalgas y se retir�
mientras preguntaba quien ser�a el siguiente.
Me volte� tap�ndome los pechos con una mano y con la otra mi
entrepierna, vi a todos esos chicos negros mir�ndome con morbo; la oscuridad no
me permit�a distinguirlos muy bien, se me acercaron varios, me tomaron de brazos
y piernas, levant�ndome en vilo boca abajo con las piernas y los brazos
abiertos; uno de ellos se coloc� entre mis piernas y sin advertirme nada meti�
de golpe su pene en mi vagina, solt� un gran grito, pero ya otro de ellos estaba
frente a m�, me hizo levantar la cabeza jal�ndome de los cabellos, me dijo que
abriera la boca y meti� su pene en ella; me hizo mam�rselo; me dec�a que se lo
chupara bien y no se lo mordiera o me arrepentir�a. As� me lo hicieron, uno por
la boca y otro por la vagina mientras cuatro me sosten�an en vilo.
El chico que me la estaba metiendo por la vagina despu�s de
un rato se sali� y me abri� las nalgas, empuj� para meter su pene en mi ano como
lo hab�a hecho su amigo; not� que les gustaba mucho cogerme por ambos lados y
terminar en mi ano, imagino que lo hac�an para no embarazarme, o tal vez para
sentir mayor placer, no lo s�; el caso es que yo me quejaba por el dolor de ser
violada por ah�, pero mis gritos terminaban en ligeros ruidos por el pene que
ten�a metido en la boca.
El chico que me hizo mam�rsela termin�; me dijo que me
tragara el semen o me golpear�a; casi ahog�ndome y reprimiendo mis n�useas me
tragu� su l�quido blancuzco, casi el mismo tiempo el que me cog�a por el ano
termin� tambi�n, llen�ndome las entra�as de su leche.
En cuanto los anteriores terminaron, dos de los que me
sosten�an tomaron sus lugares y a su vez otros dos tomaron los de ellos; en lo
que intercambiaban yo les dec�a: "please don�t, no more please, don�t rape more
please"; el que me iba a meter el pene por la boca me ense�� una navaja y me
dijo: "No more talk *****; suck and *****, but no talk or you die"; a partir de
ah� me qued� callada, solo llor� y gem�, incluso trat� de no gritar por el miedo
a sus amenazas; el de el frente de nuevo me meti� el pene por la boca, pero el
de atr�s ya no me lo meti� por la vagina, se fue directo al ano, de nuevo me
penetraron con fuerza caus�ndome gran dolor; despu�s de un buen rato, ambos
terminaron, primero el de la boca y luego el del ano, de cualquier manera en
cuanto uno terminaba, otro tomaba su lugar y as� se fueron turnando sin dejarme
descansar; los que me cog�an por atr�s primero me lo met�an en la vagina y antes
de terminar me lo met�an en el ano. Yo sent�a ardor, dolor, humillaci�n y
verg�enza; el tiempo se me hac�a eterno, empec� a sentirme agotada por tanto
sexo, de hecho yo no lo disfrutaba, pero a ellos no les importaba, segu�an y
segu�an sin darme ning�n descanso.
Despu�s de que varios de ellos, no se si todos, pasaron por
m�; me dejaron en el piso; los escuch� hablar en ingl�s acerca de lo que har�an
conmigo; unos dec�an que me dejaran all�, otros opinaron que me llevaran a otro
lado, no s� a donde, pues dec�an el nombre y yo no les entend�a y otros dec�an
que mejor me mataran; incluso estos �ltimos dec�an que nadie extra�ar�a a una
prostituta latina menos y que yo no val�a nada; al escuchar esto saqu� fuerzas
para hincarme y suplicar por mi vida: "Please, please, don�t kill me, please, I
will good for you; you are the masters and I am only a simple mortal *****, but
I need living for see my family, please master, forget me and I forget this, I
don�t remember anything anymore".
Cuando empec� a suplicar vi que ellos me miraban fr�amente,
como si no les importara yo; hicieron una reuni�n lejos de m� para que no los
escuchara, empec� a vestirme mientras acababan; luego todos empezaron a
retirarse, excepto uno que se me acerc� y me dijo que me llevar�a a mi hotel, al
escucharlo levant� la cara y lo reconoc�: era el taxista que me hab�a llevado a
esa horrible zona; prefer� irme con �l, ya que m�s pod�a pasarme; me llev� al
taxi; recorrimos el trayecto en silencio y me dej� a las puertas del hotel donde
yo me hospedaba, era de madrugada; me fui a mi habitaci�n soportando los
comentarios de la est�pida mujer de la recepci�n que me dijo: �Se ve que has
tenido una gran noche! �eh?, prefer� no contestarle y me fui a mi cuarto.
Al d�a siguiente me regres� a mi tierra, les ca� de sorpresa
a mis Pap�s; ni ellos ni nadie sab�a de lo que me ocurri�; solo aquellos que
lean este relato estar�n enterados.