Era noche cerrada, ser�an las dos de la madrugada, y el agua
estaba a una temperatura ideal. El cielo era de un negro intenso y el firmamento
brillaba en todo su esplendor. No hab�a una sola nube y la brisa marina
refrescaba por fin tras una jornada de calor h�medo y asfixiante. En la orilla
se ve�an luces de pescadores aficionados y el ir y venir de las olas constitu�a
un rumor acompasado tremendamente relajante. Ol�a mar. Era la noche so�ada por
cualquier enamorado.
Nosotros hab�amos decidido salir a pasear porque en casa
hac�a un calor horrible y no pod�amos dormir. Caminamos por la playa a la luz de
la luna, cogidos de la mano, durante un buen rato. No �ramos los �nicos. Hab�a,
seg�n pudimos comprobar, otras gentes por all�: Alguien que, pasado de copas,
dorm�a y parejas que se entregaban al disfrute carnal con la complicidad de la
noche. No se quien de los dos propuso adentrarnos en el agua pero lo que si
recuerdo es que discutimos sobre la conveniencia o no de hacerlo. Excusas como
la temperatura o la presencia de alg�n ba�ista invisible o la aparici�n de
cualquier monstruo nos sirvieron para re�r durante un buen rato mientras nos
acab�bamos de decidir. Hab�amos salido de casa vestidos con ba�ador y camiseta
yo, y con camisa y pantal�n blanco de lino ella, ropa ligera bajo la que se
trasluc�a claramente su bikini floreado. De lo que si me acuerdo es de que una
vez acordamos tomar un ba�o a la luz de la luna se abri� otra discusi�n sobre la
necesidad, o no, de hacerlo desnudos.
Ella empez� oponi�ndose por temor a que nos vieran y me cost�
mucho convencerla de que eso no era posible, adem�s argumente que all� nadie nos
conoc�a y que si nos ve�an, lo mas conveniente ser�a actuar con naturalidad, hay
mucha gente que practica el nudismo a la luz del d�a y con playa llena de
ba�istas sin que ello suponga ning�n esc�ndalo, por lo que, menos a�n ser�
practicarlo de noche y en un lugar apartado. Desnudos por fin, nos adentramos en
el mar cogidos de la mano y caminando despacio sentimos como el frescor se
apoderaba de nuestros cuerpos. A cincuenta metros de la orilla todav�a era
posible hacer pie si bien el agua casi nos llegaba al cuello. Me solt� de ella y
me puse a nadar mar adentro pero me detuve enseguida, tal vez a tres o cuatro
metros de donde estaba. Me volv� y pude ver claramente sus cabellos rubios
brillar plateados a la luz de la luna. No creo que ella me viera a juzgar por
como mov�a la cabeza, desorientada.
-Ra�l? Donde estas? Que haces? La o� decir en voz baja.
- Oye si no vienes me salgo �por qu� me has dejado sola?,
continu�.
Regres� de dos brazadas y poni�ndome a sus espaldas la tome
por los hombros. Ella fingi� un respingo de susto pero era claro que me hab�a
o�do llegar.
-�qu� pasa pregunt� tienes miedo? �temes que aparezca un
tibur�n y te muerda as�?
Entonces sumerg� mi mano y simule una dentellada en su
pierna. Ella solt� un grito verdaderamente asustada y se abraz� a mi de un
salto. Yo me puse a re�r y ella enseguida se apart� de mi y me solt� una sonora
bofetada. Yo no paraba de re�r.
-Jod�r � Vaya hostia � pero si solo ha sido una broma! Ja,
Ja, Ja,..segu� riendo.
-Pues no me ha gustado! dijo ella de mal humor y aunque no me
era posible verle la cara seguro que esta reflejaba su enfado.
-Bueno, ya, dije yo, tratando de conciliar, ya no lo har� m�s
pero no te enfades eh?, venga, �me perdonas?
-De acuerdo, me dijo, pero si vuelves a hacer una de tus
bromas pesadas nos salimos del agua.
-Oye como te moviste de r�pido, dije yo, de haber ocurrido en
realidad a quien habr�an comido habr�a sido a mi porque tu te me subiste a la
chepa en un instante.
- Si, ri� ella, pero cuando hubieran acabado contigo me
habr�an comido a mi, esos bichos nunca van solos.
-Que bichos? Te imaginas que venga una sirena?
- Ah si? Dijo ella, �qu� har�as? �saldr�as corriendo?
-Pues no s� �que har�as tu?
-Una sirena dices? Una sirena de esas que tiene un cuerpazo
de mujer con dos buenas tetas, una buena melena y una gran cola?
- Si, contest�, �una de esas!
Me acerqu� hasta ella y le rodee la cintura con mis brazos
atray�ndola hacia mi sin que ella se resistiera.
-Pues no s�, seguramente la tomar�a como te tengo a ti ahora,
le agarrar�a uno de sus pechos como ahora te lo estoy agarrando a ti y lo
acariciar�a as�, despacio, con suavidad y pasar�a mi dedo h�medo por su h�meda
aureola alrededor del pez�n para notar como crece y se pone duro a la vez, as�
como esta sucediendo ahora. Luego pellizcar�a levemente y buscar�a su boca para
que me dijera si le gusta lo que le estoy haciendo. As�.
Ech� la cabeza hacia atr�s y nos fundimos en un beso
apasionado e intenso en el que nuestras lenguas saciaron una sed de horas. Con
la mano que ten�a libre tom� una de sus nalgas y la apret� a�n mas contra mi. Mi
verga hab�a pasado del estado de letargo en que estaba minutos antes a una
disponibilidad absoluta para lo que fuera necesario. Nuestras bocas se separaron
y mientras ella me acariciaba la nuca y se abrazaba a mi, me entregu� a chupar
el pez�n como un poseso mordisqueando y d�ndole leng�etazos que combinados con
la acompasada presi�n sobre el pecho la hac�an gemir de placer.
-De veras te gusta sirenita?
-Oh si � respondi� con un susurro, �Si �
Solt� el pecho y la abrace de nuevo. Tuve que poner mi polla
hacia arriba y aplastarla contra su vientre ya que de mantenerla en aquella
posici�n se la habr�a clavado en el estomago. Ella introdujo sus manos entre
nuestros cuerpos y me la agarr� con firmeza manteniendo quieta la mano mientras
sent�amos el contacto de nuestros cuerpos. De nuevo nos bes�bamos como posesos y
mis manos recorr�an su espalda hasta agarrar las nalgas y mis dedos se
deslizaban entre ellas notando su agujerito. Ahora la besaba en el cuello
mientras ella mordisqueaba mi pecho. Mi lengua recorr�a su oreja y jugaba con el
l�bulo. Ella manten�a agarrada mi polla como si no quisiera que escapara y yo me
iba excitando mas y mas.
-Oh mi peque�o marino � empez� jadeante y susurr�ndome al
o�do con dificultad, soy una sirenita �recuerdas? , no podr�s hacerme nada. �
Ahhh. !
Yo continuaba sob�ndola en un ir y venir de caricias
continuo.
-No te preocupes preciosa, contest�, ya se me ocurrir� algo.
�tu quieres que se me ocurra algo?
-Oh si � te lo ruego, contest�.
Me aparte ligeramente y busque su co�o. Lo acarici� por
encima sobre el vello de su pubis. Pas� el dedo por la comisura de los labios y
luego lo introduje muy suavemente, pero no en su totalidad. Pens� en lo que me
gustar�a poder lamer la entrada de aquella gruta y sent� rabia por no poder
hacerlo lo agarr� con fuerza y apret� un instante. Ella solt� un gemido. La
levante y busque penetrarla. Fue f�cil. El agua nos aligeraba lo suficiente para
que una vez acoplados y con sus piernas rodeando mi cintura, la posici�n no
resultara en absoluto incomoda. Nos quedamos quietos. Yo la sosten�a tom�ndola
por las nalgas y con mi dedo situado en su ano sobre el que presionaba
dulcemente para mantener su excitaci�n. Solt� una mano y la lleve hasta su
cuello pasando a masajearlo con delicadeza. Nuestras bocas se abrieron de nuevo
y nuestras lenguas asomaron busc�ndose en la oscuridad. �que dulzura y que gusto
�
-Estas bien mi sirenita? �notas al hombre que tienes dentro?
-Oh si! Lo noto. Noto algo enorme que arde en mi interior y
que pronto va a hacer que dentro de mi estalle un mundo de sensaciones nunca
imaginadas. No te muevas amor. Deja que te sienta. Deja que esa polla tuya, que
me quisiera comer se refresque dentro de m�, y no pares de apretar mi culo
m�teme el dedo y no temas hacerme da�o cari�o.
Mi polla permanec�a acomodada en aquella vag�na en la que tan
f�cilmente hab�a entrado y aunque apenas nos mov�amos, la pasi�n con que nos
est�bamos entregando aumentaba la excitaci�n hasta tal punto que �bamos a
corrernos en cualquier momento pues nuestras respiraciones irregulares y los
jadeos que apenas disimul�bamos as� lo indicaban. Aunque no quisi�ramos, aquello
no podr�a durar mucho mas. Ella se agarraba a mi con fuerza y de vez en cuanto
se alzaba como si buscara mejor acomodo. Yo miraba hacia la costa donde las
luces del paseo ya se me antojaban lejanas y nubladas. Trate de distraer la
atenci�n
-Mi amor, musite a su o�do, no voy a poder resistir mas
tiempo sin que mi leche descargue sin control dentro de ti. �No crees que sea
arriesgado?
O� que re�a jadeante mientras al tiempo que me mord�a la
oreja me hablaba.
-C�rrete cuando quieras cari�o y no pienses en otra cosa que
en nuestro placer
-Pero? Insist� yo preocupado, lo cual aliviaba la presi�n y
prolongaba el encuentro.....
-Shhhhh, haz amor. Tengo la regla. No hay cuidado cari�o.
Como era posible? Pens�. Deber�a llevar un tamp�n. �se lo
quit� al entrar en el agua? �claro! �por qu�?..............
-Sabias que esto iba a pasar verdad cielo? Pregunt�.
- No estaba segura de que ocurriera, mi amor, pero pens� que
si pasaba no iba a consentir que se estropeara y no me arrepiento. Vamos cari�o
que ya estoy que me salgo.......
Empec� a lanzar peque�as acometidas y nos corrimos enseguida.
En medio de un frenes� de besos, fuertes abrazos y espasmos me deje vaciar
dentro de ella mientras me animaba:
-Que maravilloso eres, tesoro. �Que bien me has follado.!
�que gusto dios! �que orgasmo tan rico!
Permanecimos un buen rato, ya ambos en pie, abrazados
bes�ndonos, acarici�ndonos y en definitiva recuperando la normalidad.
-Te parece que salgamos? pregunt� .
-Bueno, respondi�. Tienes hambre?
-No, contest� mientras poco apoco nos acerc�bamos a la playa,
sed si tengo pero hambre no y tu?
-Yo s�, afirm� rotunda, � hambre y sed ! Ahora cuando
avancemos unos metros y el agua no nos cubra voy a saciar mis instintos
comi�ndome esa polla tan rica y beberme tu leche calentita sin dejar que se
pierda ni una gota de ese n�ctar que guardas ah�. Te voy a hacer una mamada que
no vas a olvidar en tu vida �cabr�n � .
Fue sin lugar a dudas una chupada total a la que me habr�a
gustado corresponder pero que no fue posible por circunstancias que ya he
explicado. Se agarro en cuanto pudo, a chupar como una posesa pero con gran
cuidado y delicadez, mordiendo en el punto exacto y en el momento preciso
masaje�ndome los huevos con el punto de presi�n exacto. En el momento en que me
corr� llen�ndole la boca de leche, que trago con deleite, sent� que me fallaban
las piernas y tuve que apoyarme en sus hombros para no caer. Fue realmente
fabuloso.
Regresamos frescos y relajados a casa. Unos minutos despu�s
de salir del agua, la brisa sec� nuestros cuerpos mientras camin�bamos desnudos
por la orilla. Aun en la oscuridad nos besamos y nos vestimos para subir al
paseo. En las terrazas hab�a gente, algunos conocidos a los que saludamos al
pasar. En casa todos dorm�an. No se que hora era. Parec�a que hab�a refrescado
algo el ambiente. No encendimos la luz al entrar. Cerramos la puerta y ya en el
sal�n nos besamos de nuevo en la oscuridad.
-Buenas noches hijo, dijo ella, Me has dado algo con lo que
llevaba a�os so�ando. Te amo pero esto no puede volver a ocurrir .
Y me dio el beso mas apasionado de cuantos me hab�a dado
aquella noche.
-Buenas noche mam�, dije yo en voz muy baja, quiero que sepas
que eres una mujer fant�stica y que te adoro. Descuida.
Le di una suave palmada en el culo y nos encaminamos a
nuestras habitaciones.
Me despert� como siempre y con una tremenda erecci�n. Hoy
cuando ya han pasado mas de veinte a�os de aquello, no podr�a asegurar si lo
viv� o fue un sue�o, pero de lo que si estoy seguro es de que fuera o no real,
result� tremendamente placentero.