Estaba sentado en la orilla de mi cama, solo, sin hacer nada,
la m�sica ya no satisfac�a mi ocio, se hac�a tarde y no hab�a nada que hacer. La
televisi�n es la de siempre, aqu� en Chile, mon�tona y repetida en base a los
mismos personajes que hace mas de 20 a�os siguen con la misma telenovela de
dimes y diretes, demandas, asesinatos, violaciones, milagros inesperados y un
sin fin de situaciones que cada vez es mas embarazoso solo verlas.

De aburrido que estaba caminando cerca de mi cama pensando en
que podr�a hacer, tope mi dedo mas peque�o de mi pie con una pesa llena de polvo
que hace a�os que no se usaba. Saque ambas de debajo de mi cama y para matar el
rato empiezo una leve rutina de ejercicios. Mientras hac�a esto, me asome
levemente por la ventana de el condominio donde vivo, y ah� estaba, la vecina de
en frente. Yo soy de los que piensa que toda mujer tiene alguna belleza, y que
solo con mirar bien el deseo y la excitaci�n puede aparecer, sin duda alguna,
pero esta mujer era de esas que no hay que tener vista de 20/20 para saber que
es bella. Un lindo cuerpo, bien contorneado, caderas grandes, como a mi me
gusta, buen tama�o de esos deliciosos pechos, redondos y lindos, sencillamente
sin caer en la exhuberancia pero si manifestando su presencia ante todos, un
culo firme y delicioso, trabajado casi todos los d�as en el gimnasio (lo se
porque me la he encontrado varias veces en traje de gym, y mi mirada siempre se
desv�a). Bueno, lo que mas me llamo la atenci�n, fue que ten�a un mini
refrigerador en su pieza, de donde sacaba unos frascos y bebi�, luego se sent� y
se recost� hasta que al parecer se qued� dormida. Se ve�a muy linda, me hubiera
gustado tenerle mas confianza y hacerle una visita.

Un d�a de estos, llegando a mi casa, me la tope en la
entrada, donde al mirarme me dijo:

En mi cabeza la idea de entrar a la casa de ella era como dar
un paso a acercarme, y me excitaba la idea de ver su pieza, quiz�s alguna ropa
interior tirada o algo por el estilo. Yo no soy un gal�n tampoco, pero tengo lo
m�o, y a pesar de saber que no todas las mujeres caen a mis pies, tengo mis
encantos que me permiten jug�rmela en el momento indicado.

Al llegar a su casa, me encuentro con que todo est� limpio y
ordenado, y pens� para m� mismo que no habr�a oportunidad de ver alguna ropa
interior. Ella se mov�a muy sensual, como una gata invit�ndome a su rinc�n,
donde duerme, donde sue�a, y donde sacia sus excitaciones, y yo estaba ah�. Al
estar en su pieza se sent�a un ambiente distinto, un aroma, la sala estaba
perfumada, y una corriente el�ctrica recorri� mi cuerpo, sinti�ndome como
invitado.

Sac� uno de sus misteriosos frascos del mini, y comenz� a
beber, un largo trago, muy largo para mi gusto, y cuando pareci� saciada me
dijo:

Estuve perplejo un par de minutos, no sab�a que hacer o que
decir, si creerle o no, pero supuse por algo instintivo que no ment�a.

El contenido del envase no ment�a, ya que siendo hombre,
conozco bien las secreciones que con abundancia salen de mi cuerpo, sobre todo
por mi problema: Tengo los test�culos con hipersecresi�n, lo que quiere decir
que son mas grandes de lo normal y produzco una gigantesca cantidad de semen.
Esto, por supuesto me llevo a sospechar al fin, la raz�n de mi prescencia.

Ese fue un punto extra�o de mi visita a mi vecinita. Me
habr�a visto masturb�ndome?, me habr�a visto teniendo relaciones? Como
supo?.......

Y dici�ndome esto, se arrodill� frente a m�, y como un
tibur�n buscando su presa, se abalanz� sobre mi verga, que ya estaba
manifestando una erecci�n, y mientras lo hac�a, masajeaba mis bolas con
maestr�a, me ten�a vuelto loco de extasis, no sab�a que pod�a mamar tan bien. Su
lengua recorr�a mi pene, mis bolas, lo recorr�a todo, y daba vueltas. Ella
estaba como pose�da y yo disfrutaba el espect�culo a pesar de lo extra�o de la
situaci�n. Se golpeaba el rostro con mi verga h�meda de su saliva, met�a de a
una lo que pod�a de mis bolas en su boca, lam�a, mamaba con una calentura
sorprendente.

Fue todo lo que pude decir. De ah� solo recuerdo que ella
estaba feliz, llenando sus frascos y bebiendo directo de mi verga. No tengo idea
de cuanto acabe, solo note que estaba saciada, llena de semen en su rostro,
lami�ndose las manos y guardando los frascos en su mini.

CONTINUAR�

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Este cuento es ficci�n, pero hay una parte que es cierta, si
quieren saber cual, hablamos por MSN, SOLO A MUJERES