�Como que s�! como que me voy a ir una semanita a uno de esos
balnearios que tienen aguas termales, salas de masajes, comida totalmente
natural, sin conservantes ni colorantes ni chorradas, y me voy a pasar una
semana de maravilla. Me viene este capricho a la cabeza despu�s de ver un
episodio de "los Simpson" en que Marge est� pasando una temporada super
estresada entre familia y tareas, y acaba y�ndose a un balneario a equilibras
sus karmas. "Pero si es lo mismo que me pasa a mi" pienso, entonces me voy a ir
esa semanita al primer balneario de reposo que encuentre en las p�ginas
amarillas y me olvidar� de todo. Tomo las benditas p�ginas amarillas del
polvoriento estante donde se encontraban y no tardo ni un minuto en encontrar la
secci�n "balnearios". A ver... este est� demasiado lejos, este anuncio parece un
puticlub y no un balneario, �este! este anuncio tiene muy buena pinta y para mi
que me tendr�n aqu� m�s cuidada que un enfermo en coma.
Pues bien, tomo el tel�fono y me atiende una dulce voz que supongo han escogido
intencionadamente para que atienda el tel�fono.
-Voz: balneario las rozas, d�game.
-Katy: buenos d�as, mi nombre es Katy, les llamaba porque me gustar�a pasar una
semanita en el balneario.
-Voz: bien, d�game usted cuando querr�a venir a ello.
-Katy: pues, cuando sea, si puede ser la semana que viene pues que sea.
-Voz: pues no hay ning�n problema. Tengo una plaza totalmente libre, si se
presta usted a venir el lunes, podr� disfrutar de nuestros servicios toda la
semana.
-Katy: pues aqu� me teneis el lunes a las...
-Voz: abrimos al p�blico a las 10.
-Katy: pues all� me tendr�is puntual, hasta luego.
El resto de la semana pasa como lo viene siendo el �ltimo m�s, cuando no es
pesado es estresante. Cuando no estoy agobiada por el trabajo, estoy aburrida
por no hacer nada. Entonces no puedo hacer ni una cosa ni otra sin sentirme
super mal, "de verdad esta semanita en el balneario me sentar� como dioses". Al
final llega el lunes, ya tengo avisado al curro que me tomo una semanita de
vacaciones, a lo que no han puesto impedimento alguno, y me presento impaciente
en la puerta del que espero ser� mi cielo personal durante una semana.
-Katy: buenos d�as, mi nombre es Katy, �fue usted que me atend�o la pasada
semana por tel�fono?
Digo nada m�s entrar a la recepcionista que se presenta sentada en un mostrador.
-Chavala: s�, soy yo, mi nombre es �ngela para servirle.
Una vez echa la escueta presentaci�n, me siento en la silla ante ella y
entablamos una conversaci�n en que me informa de todos los servicio de que
dispone el balneario. Me da tambi�n un folleto en que est�n todos especificados
para no olvidarme de ninguno, y me da la llave de la que me ha indicado ser� mi
habitaci�n. 2D pone en el escudo pegado a la llave. Con la misma cortes�a con
que me ha estado atendiendo desde que entr�, me depide dese�ndome que pase la
mejor semana de mi vida.
-Katy: a ver si es verdad.
Una vez llego a la habitaci�n, descargo mi pesada maleta y me tumbo un rato en
la mullida cama, que es la primera en sorprenderme en el balneario, pues tiene
un colch�n de agua e imprime una sonrisa en mi cara haci�ndome sentir una ni�a.
Para los que no sep�is de quien hablo cuando hablo de mi misma, os informo que
soy una mujer hecha y derecha de 25 a�os. Con unos buenos melones que no he
dejado desinflar desde mi adolescencia, un culo que me define no como ni�a, sino
como una buena mujer como tendr�an que ser todas.
"Ayy" l�stima que los dise�adores de ropas hayan puesto de moda este tipo de
figura anor�xico, pero en fin, ellos se lo pierden :D
Mientras estoy tumbada en la cama, me voy familiarizando con lo que ser� mi
morada la pr�xima semana. Una habitaci�n ni de rey ni de pobre, con lo b�sico
que se puede conceder a todo el mundo sin saber a�n nada de �l. Una peque�a
televisi�n, que creo no voy a encender en toda la semana "pienso" porque lo que
me gusta a mi es la radio. Por fortuna he tra�do mi peque�o transistor que es lo
primero que saco cuando comienzo a deshazer la maleta. Dispongo m�s o menos de
forma ordenada mi ropa en el armario y a la que tengo todo listo, me voy a
conocer mi balneario.Nada m�s salir me encuentro una mujer con un peque�o
carrito que est� limpiando la zona residencial.
-Katy: disculpe, �donde podr� encontrar la piscina?
-Mujer: desde la entrada coja el pasillo m�s iluminado y ya ver� las
indicaciones que conducen a ella.
Agradeciendo la indicaci�n me voy al sitio informado. Con las indicaciones acabo
encontrando la piscina que "una sonrisa aflora en mi cara" �es de burbujas! Me
pongo en el vestuario el ba�ador que traje desde mi casa y me tiro de cabeza al
agua.
-CHafffffffffff-
Pego mis carreras contra mi misma en una a�n peque�a piscina. Claro, no est�
pensada para albergar nadadores ol�mpicos sino para gente que quiere descansar.
A�n estoy haciendo mis carreras, que por primera vez veo a un cliente que llega
ya ataviado con el ba�ador. Es el t�pico cliente de balneario de reposo, de m�s
de 60 a�os, piel blanca, m�sculos desinchados, y-gafas- je je, bueno "pienso"
tampoco es cuesti�n de encontrarse a uno de los vigilantes de la playa.
Mientras �l se sumerge al agua y pega sus nadaditas, yo me calmo y me quedo
quieta en un rinc�n, para disfrutar del novedoso ba�o de burbujas. Cada una de
las peque�as burbujas me hace como cosquillas, e invitada por flotar en mi
sue�o, cierro los ojos y trato de sentir la burbujas una por una.
-Voz: �te sientes bien ni�a?
Uy, el despertar que comete esta voz en mi es un poco brusco, pero yo no pierdo
la elegancia y contesto agradable.
-Katy: s�, s�, tranquilo, que solo cerraba los ojos para sentir las burbujitas.
-Cliente: mmm claro, perd�n por molestarte, pero como te vi con los ojos
cerrados me entr� miedo de que hubieses sufrido alg�n percanze.
-Katy: �percanze? de ninguna manera, me siento como si estuviera en el cielo, o
el purgatorio que creo que es donde ir� una temporada.
-Cliente: ja ja, �como te llamas ni�a?
-Katy: me llamo Katy, hoy es mi primer d�a aqu� y pienso pasar una semanita en
el balneario.
-Alfredo: mm encantado, yo me llamo Alfredo, esta no es mi primera semana aqu�,
ni creo que mi primer a�o. Porque llevo aqu� desde hace un mot�n de tiempo. Pero
como ello te haze olvidar todo, pues estoy de maravilla.
-Katy: encantada se�or Alfredo. Sin duda la estancia en el balneario es
maravillosa si usted lo dice.
Despu�s de esta primera presentaci�n, el ambiente se relaja un poco pues cada
uno se dedica a gozar de la piscina. Yo nado unas cuantas veces m�s, de un lado
a otro de la piscina, pero esta vez lo hago a braza, i no a croll como al
principio. Mientras �l se queda quieto en uno de los lados en que la altura del
suelo es m�s alta.
-Alfredo: Katy, ven, ven aqu�, que te voy a ense�ar uno de los secretos de la
piscina.
A braza me vuelvo a acercar a �l para que me explique de qu� se trata.
-Alfredo: mira, ya ver�s, ac�rcate a la pared de la piscina que te dar� una
sorpresa.
Con un gesto de desconfianza me acerco donde dice.
-Katy: �Uuh!
Tal es mi sorpresa al notar de qu� me hablaba. Justo en el lado que me dec�a,
hay una fuerte corriente de agua, evidentemente caliente. Que me da una
sensaci�n super rara, como si alguien me rociara con un soldador, pero en vez de
fuego, agua en su punto de caliente justo. Me fijo un poco m�s en la raz�n de
dicha corriente, y veo que en la pared hay un agujero del tama�o de una bola de
billar. Le acerco el dedo y descubro que de �l surge una corriente que cuanto
m�s cerca es m�s fuerte.
-Alfredo: de ah� sale el agua caliente que llena la piscina. �Verdad que es una
sensaci�n super agradable?
-Katy: s�, claro, gracias por confiarme el secreto.
-Alfredo: pues te voy a confiar un secreto m�s. Con este surtidor de agua se
puede dar uno un masaje personal, sin manos ni nada sino tan solo agua. Ya
ver�s, vu�lvete a acercar y juega un poco con ella y ver�s como no lo puedes
dejar.
Me acerco de nuevo y mi piel juega con el surtidor un rato.
-Katy: s�, es verdad, es super agradable. Aunque el ba�ador frena mucho el agua, pero a�n as�
es una sensaci�n super rica.
-Alfredo: �ba�ador? mmm, si a ti no te disgusta, a mi tampoco me va a disgustar
nada si te lo quitas. Tan solo estamos t� y yo en la piscina y a esta hora no
suele venir nadie.
-Katy: uhm, no s�, �seguro que no va a venir nadie?
-Alfredo: seguro hija, tengo memorizados todos los clientes del balneario y lo
que hazen cada d�a. Hoy por la ma�ana la piscina solo va a ser visitada por ti y
por mi.
-Katy: pues adelante.
A�n con pretendida discrecci�n me saco el ba�ador y lo dejo escondido en el
fondo de la piscina. Me acerco al surtidor de agua caliente de nuevo y "oooh" es
dulce el contacto del agua a presi�n contra mi barriguita. Me dejo rociar un
rato por ambos lados de mi cuerpo y la cosa se convierte como en un vicio, y me
paso minutos y minutos d�ndame vueltas ante el surtidor, probando las diferentes
sensaciones que tiene en los distintos puntos de mi cuerpo. Cuando el surtidor
dispara contra mi ombligo es como una dulce cosquilla que excita mi intimidad.
La sensaci�n del surtidor de agua caliente es una cosa totalmente nueva que no
hab�a pensado ni que existiera. Sigo d�ndome vueltas y vueltas ante ese
hidr�ulico masaje y me olvido de Alfredo, el agua caliente acaricia mis
costados, mi espalda, mis pechos y toda la piel que alcanzo a ponerle delante.
Estoy mirando hacia el hoyo, y por consiguiente hacia fuera de la piscina, de
pronto siento las manos de Alfredo que me toman de la cintura.
-Alfredo: d�jame hacer una cosa y ver�s que bien.
Alfredo me vuelve a girar y ahora quedo mirando hacia �l. Manipula mi cintura
como desea y acerca mi orificio anal al surtidor.
-Katy: �un momento! �no me va a hacer da�o?
-Alfredo: noo, tranquila. Solo es agua.
Confiada me dejo situar en el punto de disparo.
-Katy: �ooooh!
Me da la sensaci�n como si alguien me penetrara analmente, pero sin ning�n
dolor, sino solo siento el placer de dicha penetraci�n. Alfredo no se detiene y
sigue jugando con mi cintura. La mueve de un lado a otro y cuando mi orificio
anal pasa por delante del surtidor, siento el cosquilleo de la fuerte presi�n
del agua saliente. Ello me saca todo prejuicio que a�n me quedara y me cojo para
aguantarme de los hombros de Alfredo. Alfredo, per�, me acaba privando del juego
del surtidor y me desplaza un poco hacia el lado. Pero el juego en conjunto no
se detiene, sino lo que cambia es de color.
Lo primero que ataca es mi cuello, se lanza a mordisquearlo mientras yo me
cuelgo del borde de la piscina. Mientras �l me devora esos nervios tan sensibles
que todos tenemos en el cuello, yo le tanteo ese abultado slip que lleva de
ba�ador. Pasa de mi cuello a mis temblequeantes pechos y yo le dejo caer el slip
al fondo de la piscina. Mis manos largas alcanzan a acariciar una gorda cabeza
que sale de entre sus piernas. Detengo un instante su almuerzo de leche y tomo
aire, para sumergerme. Le trago el miembro y se lo chupo un rato el tiempo que
mi resistente respiraci�n aguanta bajo el agua. Cuando emergo, por fin nos damos
un beso, a la vez que yo lo masturbo y �l me mete un par de dedos en la concha.
A iniciativa de Alfredo, nos movemos a una zona de piscina m�s baja en que no
hacemos "pie". Yo me cojo del borde y �l se me acerca con una agresiva polla
enhiesta bajo el agua, preparada para lo que se presente. Mientras nos besamos
con los ojos cerrados, me introduce el pene dentro, bajo el agua, y lo mete
lentamente.
Cuando la tiene dentro, nuestra pasi�n se desata. Me folla un rato conmigo
sustentada en �l, y �l cogido del borde de la piscina. Despu�s yo me giro y me
sustento del borde de la piscina mirando hacia fuera. El vigor de la relaci�n
hace chapotear el agua a todos lados. Durante la cogida yo tengo m�ltiples
orgasmos que llenan el silencioso espacio de la piscina climatizada. Alfredo me
la mete un rato en la vagina y otro rato en el ya abierto por el surtidor de
agua ano. Es en este momento que mis angelicales gemidos se convierten en
gritos, pues me han cogido por ese agujero apenas dos o tres veces en la vida.
Pero me acostumbro al ariete que tiene Alfredo entre piernas y lo acabo
saboreando como si fuese a�n el surtidor de agua.
Pasa el rato y pasa el coger hasta que yo ya he contado que he tenido 3
orgasmos. En ese momento le pido que vayamos hacia donde hacemos "pie". Me
agacho ante �l y se la chupo tratando de que se corra. De vez en cuando tengo
que sacar la cabeza para tomar aire, pero noto que cada vez est� la verga m�s
duray m�s cercana la leche. En una de estas salidas para tomar aire, oigo que
Alfredo grita.
-Alfredo: me corro, me corro.
Tomo una r�pida bocanada de aire y me sumerjo de nuevo. Abro los ojos bajo el
agua y espero hasta ver como sale la leche del pene, ingr�vida, como si
estuvi�semos en un coete espacial. A bocados trago esa agua de piscina que
contiene esos a�n densos escupitajos de semen. Pero como el semen es m�s denso y
no se disuelve facilmente, puedo morderlo como si de una nube de azucar de feria
se tratara.
Cierro los ojos, cierro la boca y emerjo del agua. La cara de Alfredo a�n es
propiedad del orgasmo y mantiene los ojos cerrados y la boca abierta. Yo le pego
un d�bil bofet�n.
-Katy: venga jinete, �no me dir�s que es la primera vez que hazes esto?
-Alfredo: pues te parecer� mentira pero s�.
-Katy: vale, pues yo tambi�n, ha sido muy divertido. Esto, yo me voy a vestir y
me ir� a mi habitaci�n a descansar. �Quieres venir esta noche?
-Alfredo: de acuerdo.
Por la noche cenamos a la vegetariana en mi habitaci�n donde nos sirve el
servicio del hospedaje. Cuando estamos nos metemos en la cama y volvemos a hacer
el amor. Esta vez la relaci�n, gracias a la seguridad y el cartelito en la
puerta de "no moleste gracias" es mucho m�s larga. Me coge en diferentes
posiciones hasta casi las 6 de la ma�ana. En acabado lo acompa�o a su habitaci�n
y all�, de improviso, volvemos a hazerlo en un sof� del pasillo ante la misma
puerta abierta. Yo regreso a mi cama fatigad�sima.