Pues bien, como les promet� aqu� esta la continuaci�n de
las cosas que viv� mientras anduve con Javier. Quiero agradecerles mucho a
todos los que me han escrito feicit�ndome, en verdad me dan �nimos para seguir
relatando mi historia.
Pues despu�s de aquella primera vez que nos vimos pasaron
cuatro dias sin tener noticias e �l. Hasta que al 1uinto dia son� el tel�fono
de mi casa, mi mama contest� y escuche el grito de: "Susana, es para ti".
Cre�a que ser�a mi novio o alguna amiga de la escuela, y casi se me sale el
coraz�n cuando contest�:
-�Bueno?- y escuch� del otro lado
- Hola co�ito, como amaneciste.-
-Hola- le respond� sin animarme a decir nada mas por temor
a que mi mam� sospechara algo.
- Oye quiero verte de nuevo, te invito a comer ma�ana-
-Esta bien- le respond�. Ah� estaba yo otra vez! Actuando
como una imb�cil, pero en fin, honestamente debo decir que hab�a estado
pensando mucho en el en esos dias, no solo en lo que hab�amos hecho
sexualmente, hab�a algo de �l que me atra�a mucho y me hac�a sentir despierta.
Al dia siguiente fuimos a comer a un restaurante, �l se
port� muy lindo conmigo, platicamos much�simo, me cont� de su trabajo, de sus
aspiraciones y sobre todo ablamos mcho de su ni�a, me ense�� fotos y parec�a
ser una chica muy agradable de 6 a�os, no s� porqu� pero durante esa pl�tica
me imagin� por momentos viviendo con Javier y siendo la madre sustituta de su
ni�a, prepar�ndoles la comida, paseando juntos; sonar� muy est�pido pero creo
que comenc� a enamorarme de �l.
En aquella cita no hubo ninguna insinuaci�n sexual de
ning�n tipo, �l fue muy agradable y atento y termin� por convencerme de que
quiz� iba enserio conmigo.
Fue por ello que, dos dias despu�s, cuando me llam� de
nuevo para invitarme a comer, no lo dud� y acept� de nuevo encantada, recuerdo
que me pidi� que me arreglara porque ibamos a ir a bailar despu�s, incluso
aquel dia falt� a la escuela para que pudieramos tener mas tiempo juntos.
Ecuerdo que me puse muy bella par la ocasi�n, pero sobre todo sexy, quer�a
esforzarme por hacerlo olvidar a su esposa y dejara por mi. Me arregl� con
zapatillas, una faldita y una blusa de licra muy ajustada que resaltaba
bastante mis senos.
El me recogi� en su auto a unas cuadras de mi casa, durante
el camino hablamos mucho como siempre de c�mo le iba en su trabajo y a mi en
la escuela, y aunque iba distra�da en la conversaci�n no pude evitar darme
cuenta de que esta vez no me llevaba a una zona comercial sino que estabamos
en la Avenida Tlalpan (para quienes no lo sepan es una avenida que se
distingue por estar llena de hoteles y prostitutas) sin decir nada se meti� en
el estacionamiento de un hotel bastante peque�o y a juzgar por la mala pinta,
bastante barato. Yestaba bastante extra�ada y comenc� a sentir una punzada en
la boca del estomago pues ya maginaba lo que estaba a punto de pasar.
Cuando el auto se detuvo me orden� que me bajara, me tom�
de la mano y caminamos juntos hacia la recepci�n del hotelucho.
-Un cuarto- le dijo al viejo que atend�a el lugar. El tipo
se me qued� mirando con mucho morbo y un tanto sorprendido, supongo que por mi
edad, yo no pod�a soportar a verg�enza y miraba para todos lados tratando de
disimular.
- �El cuarto es para desocupar ma�ana o para dejarlo hoy
mismo? � Que pena! Era bastane obio que aquel hotelucho estaba lleno de pareas
que iban a quitarse las ganas, me pregunt� si Javier habr�a llevado ah� a
otras chicas antes de mi.
-Pues d�jeme ver�- Dijo Javier fingiendo que lo pensaba,
volte� a verme y me barri� de arriba abajo con los ojos, yo estaba que me
mor�a de pena y permanec�a de pie con las manos cruzadas por enfrente.
- Para dejarlo hoy mismo, solo la voy a usar unas 3 o 4
horas despu�s es toda suya� la habitaron, claro-
Disculpe- recuerdo que dijo el anciano - �la joven tiene
dentificaci�n?, no quiero tener problemas, ya sabe�-
Javier volte� a verme y me pregunt�:
-Co�ito, �traes identificaci�n? �
Aquello ya era mucho, sin atreverme a levantar la mirada
busqu� con los dedos nerviosos mi credencial de elector y se a estir� a
Javier. �l se la ense�o al encargado y despu�s del dijo:
-�Vende condondes?-
-S�-
-Deme cinco-
Y despu�s, volteando a verme, me coment�:
-Si hacen falta al rato bajas por mas �no? �
Aquello era en verdad incre�ble, yo s�lo asent� con la
cabeza deseando que de una vez por todas nos fu�ramos de ah�.
El tom� las llaves, me tom� de la mano y me condujo a la
habitaci�n, yo pod�a sentir a�n la mirada del anciano hurgando morbosamente en
cada cent�metro de m cuerpo mientras camin�bamos por el pasillo.
Cuando entramos al cuarto l pregunt� de inmediato:
-�Qu� crees que estas haciendo?-
-Nada, trayendote a un hotel para cogerte, no me digas que
es la primea vez que pisas un hotel, beba �
-Pues s�, si lo es-
-Huy! Y yo que te traje al mas barato para que te sintieras
mas a gusto, cre� que estabas acostumbrada a estos-
-J�dete!- le contest� con mucha rabia.
- Tu eres la �nica que va a ser jodida aqu� mi amor � y
diciendo eso arroj� los condones a la basura y comenz� a desvestirse.
-�Qu� est�s haciendo? � le pregunt� horrorizada
-Mira cabroncita � me dijo con un tono de verdadero
fastidio- Empieza a desvestirte a la de tres o te parto la madre mi amor-
No sab�a realmente que hacer, mir� hacia la puerta con la
clara intenci�n de salir de ah�, pero Javier adivin� mis intenciones y se
avalanz� sobre mi, comenz� a besarme muy apaionadamente y a meterme mano por
debajo de la ropa, yo por momentos me resist�a y por momentos lo dejaba hacer,
�l me gustaba mucho pero no entend�a porque ten�a que tratarme asi, y mas
delante de la gente, y menos pod�a entender porqu� yo se lo permit�a.
Mientras me quitaba la blusa y bajaba a medias mi falda me
dec�a:
-Hoy la vas a tener para ti solita, Susy, y por ning�n
motivo te vas a salvar de darme tu co�o-
Diciendo eso me arroj� a la cama terminando de quitarme la
falda me removi� las braguitas y se sac� el miembro. Estaba dur�simo y muy
hinchado, me pareci� mucho mas grande que la �ltima vez que lo hab�a visto,
comenc� a sentir muchos nervios, ya no me quedaba ninguna duda: aquella tarde
iba a ser penetrada no hab�a poder humano que lo impidiera, pero lo que en
verdad en aterr� fe ver como se montaba en mi y comenzaba a acomodarse en la
entrada de mi rajada� sin condon!
-�Esperate!- le dije casi como una s�plica- ponte un
cond�n-
-No seas est�pida, los condones los compr� de broma-
-Por favor..- le repet�, entonces �l me silenci� con una
bofetada suave.
-Ya callate mami� adem�s, el que se arriesga soy yo, quien
sabe cuantas vergas ya habr�n estado aqu� adentro antes-
Y sin mas pre�mbulos se dispuso a poseerme inmediatamente;
me la clav� rudamente sin molestarse en acomodarla, recuerdo que fue una
penetraci�n casi brutal, la primera de nuestra relaci�n, todo lo que hizo fue
tocar los bordes de mi cavidad para separar los labios antes de sumergirme su
monstruosa virilidad.
Los ojos se me abrieron como platos cuando aquella verga se
hundi� profundamente y de golpe, sent� c�mo mi vagina se estir� esisti�ndose a
aquel sorprendente grosor y tama�o. Quise suprimir un grito mordi�ndole el
labo inferior y todo lo que escap� de mi garganta fue un agudo gemido que creo
que debi� escucharse hasta la recepci�n, en ese momento aqruee la espalda y
abr� a�n mas los muslos por miedo a que mi sexo fuera incapaz de tragarse
aquel pene. Javier me la met�a cada vez mas hondo mientras yo continuaba
mordi�nole el labio y tragando en seco al sentir aquel dulce dolor del
nacimiento de ese tronco frot�ndose contra mi pubis. Todo lo que cre�a saber
acerca del sexo se esfum� esa tarde, muy tarde me di cuenta de que mi edad y
mis pocas experiencias eran claramente insuficientes para responderle a aquel
hombre como lo que el buscaba en mi: Una verdadera hembra.
Ah� estaba yo, clava como mariposa a un alfiler, Javier se
deleitaba con los gemidos que escapaban de mi garaganta y con la forma en que
yo trataba in�tilmente de acallarme a m� misma.
Cu�ntame una cosa zorra: �Cu�ntos a�os ten�as cuando te
desvirgaron?-
Aquellas palabras me llegaban muy a lo lejos, me costaba
mucho trabajo responder algo, toda mi concentraci�n estaba puesta en el
punzante dolor que ten�a en medio de las piernas.
-�Contesta!- me dijo dandome un ligero empell�n con su
macana que me hizo volver a la realidad de golpe.
- Ca�catorce- le respond� arrepinti�ndome casi en el acto,
pero el dolor sencillamente no me dejaba tratar de inventar otra respuesta.
Javier hizo una pausa para acomodarse y ajustar su
descomunal miembro mientras su ojos frios y penetrantes se fijaron en mis
asombradas y dilatadas pupilas. Con sus manos roz� mi rostro y las baj� hasta
posarlas en mis senos agitados por la entrecortada respiraci�n.
Que joven, osea que desde ni�a has sido bien puta �no?-
No pude responder nada, comenc� a retorcerme y revolcarme
cuando �l tom� mis inflamados pezones y los pellizc� casi con crueldad. Por
pura inercia recuerdo que reaccion� apretando las paredes de mi conejito en
torno a aquel r�gido invasor. Ya no estaba controlando mi propio cuerpo, era
muy claro que �l sab�a como obtener todo lo que quer�a de mi.
Javier comenz� a besarme el cuello y me dec�a al oido:
Que rico hoyito tienes, la aprietas bien rico�escuincla
caliente� putita de quinta�-
Y mientras me ofend�a con todas aquellas palabras su ca��n
se enterraba en los rincones mas lejanos de mi intimidad, jam�s cre� que un
pene pudiera llegar tan hondo, por momentos tem�a que me fuera a razgar, no s�
si era mi imaginaci�n pero cuando comenz� a bombear creo que la sent�a
golpeandome la bolsa del est�mago.
-Dime� como te� desvirgaron� �eh? � me dec�a acompa�ando
cada embestida con una de esas palabras. Yo no estaba con humor de hablar de
nada, mi mundo se hab�a reducido a aquel �rgano poseyendome y el chirrido de
la sucia y h�meda cama acompa�ando cada embestida como un mec�nico
recordatorio de lo que estaba ocurriendo. Pero a �l le encantaba hacerme
hablar mientras me jod�a, me sujetaba de los cabellos y me hac�a volver en m�
con un par de ligeras cachetadas.
-Dime!-
Para entonces mis m�sculos vaginales se hab�an puesto en
movimiento instintivamente, contray�ndose y dilat�ndose, trabajando alrededor
de aquel tolete sin que yo tuviera que mover las caderas. Al principio habia
temido que la estrech�z de mi sexo fuera a causarme a�n mas molestias o fuera
un obst�culo inconveniente que causara la ira de ese hombre, pero muy al
contrario de lo que yo hab�a temido aquello se estaba convirtiendo en una
ventaja, mi vagina masajeaba y exprim�a aquel tronco mientras yo permanec�a
inm�vil. No era necesario mover mi cuerpo pues �l parec�a estar gozando de lo
lindo, sin embargo sus ojos segu�an muy clavados en m� amenazadoramente, pues
a�n esperaba una respuesta:
-Fue..en la� secun�- Comenc� a decir haciendo realmente un
esfuerzo por concentrarme en aquel recuerdo tan �ntimo a la vez que estaba
siendo penetrada con tal energ�a.
-�Qu� mas?...seguro� se las diste�ahhh!... al conserje
�no?-
-No� me lo hizo� mi padrastro�- "�Estupida!, �estupida!
�estupida!" me dije.
Aquella confesi�n hizo que �l detuviera sus embestidas por
unos segundos, yo estaba arrepentid�sima pues jam�s en mi vida le habia
contado eso a nadie, pero la situaci�n sencillamente no me dejaba pensar en
una mentira que inventar, estaba roja de verg�enza a m�s no poder, desvi� la
mirada de aquellos ojos penetrantes y gir� la cabeza mientras sent�a como el
pistoneo sobre mi se reanudaba.
-Cuentame bien� todo� buscona�-
Mientras me bombeaba comence a relatarle con palabras
entrecortadas y la voz quebradiza.
Hab�a sido n mi propia casa. Yo acababa de cumplir los 14 y
mi mama ten�a ya seis meses de andar con ese tipo cuando lo llevo a vivir a
nuestra casa.
Al principio todo era muy normal entre los tres. A noche
que ocurri� eran casi las 12 de la noche cuando un ruido muy leve y constante
me despert�. Eran unos d�biles gemidos que ven�an del cuarto de mi madre. Me
qued� impactada pues sab�a que era lo que estaba pasando, pero jam�s hasta ese
dia se me hab�a ocurrido pensar que mi madre practicara el acto sexual,
ingenuidad de la edad supongo.
Despu�s de varios minutos los gemidos sesaron, esuche
cuchicheos entre mi madre y s novio y despu�s o� como se abri� la puerta de su
cuarto y los pesados pasos de aquel hombre caminando por el pasillo camino al
ba�o. Pero s�bitamente los pasos se detuvieron. Para mi incre�ble sorpresa la
puerta de mi cuarto se entreabri� y alcanc� a ver la amplia sombra de aquel
hombre en frente de mi cama, pudo darse cuenta de que yo estaba despierta y
entr� a hurtadillas a mi cuarto, la sorpresa y el miedo se apoderaron de mi y
me qued� de una pieza mientras el se met�a r�pidamente en mis cobijas
acost�ndose muy cerquita de mi, sen� n�tdamente su virilidad a�n tiesa y
mojada buscando mi cuerpo, mi coraz�n lat�a muy r�pido, el me tomo suavemente
del cabello y me susurr� que si hab�a escuchado todo, yo le contest� que no
con la cabeza pero el, sin hacer caso, me dijo:
-Es normal entre la gente que se quiere� tambien te quiero
mucho a ti Susanita-
Se encaram� sobre mi y me baj� las panties�
S�bitamente volv� a la realidad, a aquel cuarto maloliente,
a aquel colch�n chirriante y a la intensa embestida que estaba recibiendo. Una
oleada de calor incontenible en medio de las piernas me habia tra�do a la
realidad de nuevo�"�Maldita sea!" pens�: "no puedo tener un orgasmo, no aqu�
no con �l". Yo estaba totalmente abierta e indefensa cuando Javier me tom� por
las piernas y me las levant� hasta que mis tobillos estuvieron a la altura de
mi para entonces sudoroso rostro. Pod�a sentir su virilidad hinchada al m�xim,
era evidente que mi confesi�n lo hab�a excitado mucho.
-�Y te la meti�? �
-�S�-
-�Rico?-
-�No!...era mi padrastro�-
-Pinche chamaquita incestusosa�ahhh mami!... mueve las
caderas un poco� guarra�-
Le segu� contando como mi padrastro se hab�a metido en mi
sin mucha dificultad, pues su riata estaba previamente h�meda con lo que
supongo eran los fluidos de mi propia madre; aunque recuerdo que el dolor fue
punzante y me hizo llorar no dur� por mucho tiempo, pues mi padrastro tem�a
mucho que mi madre se levantara y nos encontrara ah� en plena c�pula, as� que
despu�s de una docena de vergazos se sali� de mi y mientras buscaba sus
calzones me advert�a que jam�s dijera una sola palabra de aquello.
No fue la �ltima vez.
Me posey� al menos unas 6 veces m�s, a veces en mi cuarto
como aquella noche, despertandome despu�s de las 12 para que le abriera las
piernas, en alguna ocasi�n en la parte trasera de la casa mientras yo tend�a
la ropa�
-Ahhh co�ito!.... - musitaba Javier- � te ves tan linda�
con la verga dentro�-
Yo ya estaba muy pr�xima a venirme, a pesar de los sollozos
que me provocaba tanto el recuerdo como su hinchado miembro dilat�ndome el
conducto vaginal, logr� sobreponerme al dolor e instintivamente ajustarme a
las embestidas de mi conquistador movi�ndo las caderas al comp�s de cada
embestida y buscando aquel orgasmo que se anunciaba como el mas grande de mi
vida. Fue entonces cuando Javier detuvo su ataque s�bitamente y clav� sus
dominantes ojos verdes en mis ojos.
-�Qu� fue eso?- pregunt� molesto. Yo no sab�a de que estaba
hablando, me qued� de una pieza.
-�Qu�?-
-No te hagas pendeja � Me dijo tom�ndo mi rostro con su
mano y apret�ndome las mejillas hasta deformar mis labios en una mueca de
puchero.- �Te ibas a venir, verdad puta?-
Entonces me tom� del cabello y mir�ndome fijamente me dijo:
-Tu no tienes derecho de venirte hasta que yo te de permiso
golfa, si tienes un orgasmo sin mi permiso vete olvidando de esta linda carita
de angel, porque te mando al hospital, oiste mamona?-
No tuve voz para responder, solo pude asentir con la
cabeza. Era claro que hablaba muy en serio y no me atrev�a a desafiarlo para
nada.
Entonces �l continu� ensart�ndome cada vez con mayor
velocidad y profundidad. Yo lloriqueaba y gem�a sin podermelo impedir mientras
sent�a con angustia como mis jugos iban inundando mi cavidad, me mord�a el
labio luchando por contener ese delicioso orgasmo que gritaba por salir,
trataba de cocentrarme en la escuela, en aquel techo lleno de manchas, en
cualquier cosa que no fuera �l y su �rgano posey�ndome sin control.
Asi pas� mucho tiempo. �l no se ven�a y yo comenzaba a
temer que aquel demonio de lujuria no tuviera orgasmos y llegu� a pensar que
iba a estar jodi�ndome la noche entera. Sin embargo, de un momento a otro,
Javier me agarr� firmemente del cabello y arqueando su ancha espalda se hundi�
por �ltima vez en mi, tan profundo que pude sentir un latido recorri�ndome la
columna vertebral, �l se qued� completamente quieto y de improviso chorros
espesos de leche comenzaron a chocar contra mi �tero desencadenando de nuevo
en mi un incontrolable calor que me nac�a en el vientre, no s� de donde saqu�
el aire para reguntarle con un hilo de voz:
-�Me puedo venir yo tambi�n?-
-�Si chinga!- Me respondi� con furia, quiz� por haberlo
distraido mientras eyaculanaba. Sin embargo su respuesta ya no era necesaria,
apenas acababa yo de preguntar mi cuerpo estall� en un salvaje y tumultuoso
orgasmo. Confieso que por primera vez en mi vida alcanc� las estrellas, estaba
exhausta y mareada cuando, unos instantes despu�s, recobr� aterrada el
conocimiento� ��l estaba eyaculando dentro de mi sin cond�n! Por supuesto que
yo estaba f�rtil y en plena edad� maldita sea!
Pero sencillamente no habia nada que hacer entonces, me
estaba regalando su semilla en inmensas cantidades muy dentro de mi intimidad,
jam�s cre� que un hombre pudiera venirse en esa forma. Cuando al final se
sali� de mi se tumb� a un lado de la cama, y luego de recobrar el aliento me
dijo:
Vete por un cond�n aqu� al mostrador del hotel-
Pero�-
�Ve Susana!-
Aquello era verdaderamente incre�ble. Apenas tuve fuerzas
para abandonar la cama y ponerme encima la blusa y la falda; estaba tan
mareada que caminaba con dificultad y al poner los pies en el suelo me di
cuenta de que mi p�lvis estaba muy adolorida por tantas horas de intenso
bombeo, as� que me vi forzada a caminar lento y con las piernas un poco
abiertas, era imposible que la gente no notara lo que yo acababa de hacer.
Tan r�pido como pude fui al mostrador donde el viejo miraba
la televisi�n.
-D�me un cond�n por favor- Le dije muri�ndome de verg�enza,
el anciano me miraba de arriba abajo con descarado morbo y deleite, apenas lo
puso encima del mostrador lo tom� y le deje ah� el dinero sin esperar cambio.
Cuando regres� a la habitaci�n Javier ya estaba de pie y
poni�ndose los pantalones, cosa que me extra�� much�simo, aunque a la vez me
alivi� pues ya ten�amos mas de 4 horas ah� metidos y yo necesitaba llegar a
casa.
-Esp�rame- Le ped�- d�jame ba�arme antes-
-No, asi v�monos, tengo que hacer unas cosas urgentes�ah! Y
otra cosa- dijo, y se dio vuelta caminando hacia mi. � Si acaso llegas a
quedar panzona ni se te ocurra venir a llorarme a mi, �entiendes?. Si quedas
embarazada es tu problema y tu ver�s como lo arreglas. Yo no soy el �nico que
te echa la leche dentro, de seguro el puto de tu novio tambi�n te llena el
hoyo de semen en el asiento de atr�s de su coche y tu encantada de la vida.-
-�Eso no es cierto!- le contest� con coraje y las l�grimas
a punto de escurrirseme.
-Pues a mi no me consta, asi de f�cil como me abriste las
piernas a mi� o a tu padrastro, se las has de abrir a otros.-
Y sin agregar nada mas tom� el resto de mis cosas,
pr�cticamente me las avent� en el pecho para que yo las sujetara, y tom�ndome
de la mu�eca me sac� del cuarto y me condujo de nuevo al auto. Yo iba detr�s
de �l casi dando zancadas para seguirle el paso; me molest� much�simo que
cuando me abri� la puerta del copiloto coloc� unas servilletas en el asiento,
evidentemente para que yo no fuera a mancharle la tapicer�a derramando la
basura que �l mismo me hab�a echado. Pero peor a�n fue cuando, apenas habiendo
avanzado un par de cuadras, detuvo el auto s�bitamente junto a la entrada del
metro y se estir� para abrirme la puerta.
-�Qu� estas haciendo?- Le pregunt� en el colmo de la
ingenuidad- �No vas a dejarme en mi casa?-
-No puedo beba, tengo que pasar a otro lado, luego nos
hablamos �si?-
Sin poder hacer nada me baj� del auto y lo vi alearse a
toda velocidad y dejarme ah�, con el cabello medio enmara�ado, la ropa mal
acomodada y lo peor, un espeso hilo de semen que claramente comenzaba a
resbalar perezoso por mis muslos. Sent� mucha verg�enza, coraje� y una mezcla
de excitaci�n y entrega total tambi�n.
Apret� lo mas que pude las piernas y camin� hacia el metro
pues no llevaba dinero para un taxi, s�lo esperaba que el olor a sexo no fuera
tan intenso en mi como para pasar desapercibida en el vag�n.
Bien, espero que les haya gustado mi historia, algunas
veces no es tan facil contarla, pero la verdad es que tampoco fue tan
desagradable vivirla. Si quieren hacerme comentarios pueden escribir a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Besos!