Las ventajas eran indudables: por un lado �l ganar�a alg�n
dinero ya que mi marido le pagar�a, por supuesto que bastante menos de lo que
cobrar�a un extra�o, tomando en cuenta la natural generosidad familiar que se
merec�a "su pobre prima reci�n casada y embarazada", pero con la compensaci�n de
mi invalorable compa��a y ayuda; incluso para que no se preocupara y tenerlo
todo el d�a en casa me encargar�a del almuerzo y la meriendas.
Igual se hizo desear y rogar un poco, diciendo que se
perder�a unos d�as de la playa, sin ganar mucho dinero y de lo dif�cil que ser�a
encarar el trabajo firme conmigo cerca, pero en realidad frente a la posibilidad
de estar continuamente juntos, y la mayor�a del tiempo solos, lo super
calentaba. Yo dir�a que hasta pagar�a, o por lo menos trabajar�a totalmente
gratis, por las cosas que era de suponer har�amos en los d�as que se ven�an.
Imaginen que si �l estaba as�, como estar�a yo. No pod�a
parar, estaba re agitada, parec�a que me hab�a olvidado que estaba embarazada.
Como ya, se ha hecho habitual, sin haber dejado de amasarme
en ning�n momento las tetas, me provocaba dici�ndome cosas como:
"- No podes m�s de alegr�a de solo pensar que vas a tener dos
varones para vos sola en tu casa.-"
A m�, en ese momento, me daba un poco de "cosa", quedar as�
en evidencia y admitir claramente lo que ya se me hab�a pasado por la cabeza
pero a medida que me calentaba lo que dec�amos quedaba planteado.
"- No digas eso, porque lo que quiero es estar, lo m�s
posible contigo.-" le ronroneaba yo en sul oreja, mientras me reclinaba
hacia atr�s apoyando con fuerza mi cola en su pedazo
Entonces me baj� la tanga, yo quise dejarme, por lo menos,
puesta una pierna, por si ten�a que vestirme apresuradamente. Me sent�a,
indefensa, hasta con miedo, nunca hab�a estado as� tan desnuda, en pleno d�a, en
un lugar p�blico. O�r tan cercanas las voces de la gente subiendo y bajando en
direcci�n de la playa, me estremec�an.
Gir�ndome, me sent�, usando su toalla doblada como almohad�n,
en el tronco del �rbol. Jugueteo con sus dedos en mi concha, que pese al
nerviosismo se iba empapando poco a poco. Yo me abrazaba a su cuello para
mantener la estabilidad, pero sobretodo ocultar mi desnudez con su cuerpo. �l se
daba cuenta de esto y se separaba para poder verme totalmente desnuda, estaba
disfrutando de mi inquietud y temor. Termin� por sacarme completamente la tanga
y retirarse unos metros dej�ndome sola y totalmente expuesta, en esos momentos
hasta pens� en la proximidad de todos esos conocidos que, a pocos metros,
estaban en la playa. Busc� de entre sus cosas y sac� unos preservativos. Me
record� que uno era el de mis padres y que hab�a que reponerlo ese mismo d�a, no
fuera cosa de que ellos notara su falta. Tambi�n se quit� su bermuda y ambos
quedamos enfrentados completamente en bolas en una escena que me pareci� m�s
all� de cualquier momento hist�rico al no existir ropa que lo identificara Pero
tambi�n hasta muy primitiva, porque real y literalmente soy una nativa, y
as� lo siento, de estos lugares y desde peque�a los correte� todos, mi
primo desnudo con su cuerpo delgado y de m�sculos nerviosos, su piel color
bronce y sus pelos lacios es un ind�gena que se mimetizaba con la exuberancia de
la naturaleza que nos rodeaba.
Su pija en total erecci�n brillaba con la luz del sol y vi
como, luego, con detenimiento la iba cubriendo con el transparente cond�n. Se me
aproxim� y con ella pincele� mis labios vaginales y mi cl�toris, pero siempre
manteniendo una distancia para que, y parec�a que no solo, nuestra visi�n fuera
inmejorable. Adelantando la cola un poco para facilitar y agarr�ndome de una
rama para no caer, pude ver perfectamente como comenz� a penetrarme.
Ya no deb�a sorprenderme, pero lo hice, al ver, con que
facilidad mi pachocita se devoraba la larga verga de mi primo. Bast�, luego de
apreciarla y sentirla entrando y saliendo varias veces para que en unas de las
embestidas consiguiera atraerlo abraz�ndolo por el cuello. �l, igualmente,
continu� bombeando y yo pegando mis labios en su oreja, en tono de confidencia
le dec�a que ten�a miedo de que nos estuviesen viendo o de que alguien nos
encontrara as�.
Pero, conoci�ndolo, a la vez, sab�a que esto lo estimular�a
m�s, por lo que no me sorprendi� cuando me agarr� por las piernas, levant�ndome,
lo que me oblig� a prenderme m�s fuerte de su cuello y enroscar mis piernas en
su cintura, para invertir las posiciones y ser �l quien pasaba a estar semi
sentado en el tronco mientras sus manos me sosten�an de las nalgas, haci�ndome
subir y baja por su lubricada vara. Si anteriormente estaba expuesta a una
posible mirada ahora lo estaba mucho m�s.
Abr�a mis nalgas hasta el punto de que, sin exagerar, llegu�
a sentir en mi ojete el calor quemante de los rayos del sol que justo en ese
lugar se colaban por entre los arboles. Los temores llegaron a ser tales que
incluso tuve la impresi�n de que en cualquier momento pod�a aparecer alguien y
hasta por atr�s ensartarme sin compasi�n.
Por el contrario �l me dec�a en un susurro cosas como que se
mor�a con estar conmigo as�, sin importarnos nada, y me contaba que el moreno de
la playa le hab�a pedido por favor que lo acompa�ara hasta donde nosotras
est�bamos desesperado por verme el culo. Percibiendo el aumento de la
temperatura en mis reacciones agreg� que:
"- Si fuera por m�, estando as� de caliente, hasta me
encantar�a que fu�ramos objeto de las m�s morbosas miradas.-"
Al o�r tales palabras enloquec� y no fue que olvid� mis
temores, al contrario, quer�a una posici�n m�s c�moda para demostrarle que con
�l estaba dispuesta a "exhibirme", no solo porque me re calienta complacerlo,
sino que tambi�n, mi primo, con su fantas�a, hab�a alcanzado uno de mis
puntos G mentales.
Le ped� a que me ayudara a destrabar los cuerpos. Una vez de
pie y d�ndole la espalda me inclin�, apoyando mis manos en el tronco, ofreciendo
la mejor visi�n de mi cola y movi�ndola circularmente en busca de su entre
pierna, dici�ndole algo as�:
"- An�mate, exhibe bien mi trasero. Quiero que excitemos a
quien quieras. Me enloquecer�a que juntos calentemos a todo el mundo.-"
Separ� al m�ximo mis nalgas hasta volver a sentir el calor
del sol en mi ano. Me dio uno de sus pulgares para que lo chupara y mojara con
saliva; enseguida lo apoyo en mi ojete y ubic�ndose, un poco de costado, como si
no quisiera obstaculizar con su cuerpo la visi�n, se dedic� a apreciar como mi
orto, con su ayuda girando su mano y el movimiento muscular de mi esf�nter, se
com�a y expulsaba repetidas veces la punta de su dedo.
Sent� como se deslizaba m�s de una pulgada en mi interior. Me
pidi�, como cuando de ni�os me lo fue abriendo de poquito a poco, que "lo
moviera", es decir que con los m�sculos, alternativamente, contrajera y
distendiera mi redondito agujero, que hiciera fuerza como para defecar y luego
aflojara. Era algo que le encantaba, por que adem�s de sentirlo todo
directamente en su dedo y a la vez que yo concentrada en contraer, esforz�ndome,
el ano, emit�a unos apagados ayes.
Como ya lo he dicho algunas veces, estamos en un momento de
sinton�a en que parece que nos sugestionamos, leemos, sugerimos o prevemos el
pensamiento del otro porque le o� decir.
"- Vamos a prepararlo bien porque ser� lo primero que
dejaremos pronto en tu casa para poder usarlo mucho.-" Era exactamente lo
que yo pensaba y deseaba. As� que agregue:
"- En mi cama. S� , claro que s� , quiero hacerlo en mi cama.
�"
Despu�s de mis palabras no demor� nada para estar,
desde atr�s, otra vez ensartada por su verga y sin que su dedo abandonara el
interior de mi recto, pero, ahora, era yo quien, con exagerados movimientos de
mis caderas, dirig�a la penetraci�n a a vez que le preguntaba:
"- �As� es como te gustar�a que nos vean? Mostrarles que me
ensartas en todas las posiciones y sobre todo en esta que es la que m�s nos
gusta -"
�l me estimulaba con unos: "Si. Si, as� y
m�s.-"
Y m�s yo le dec�a: "Yo, tambi�n quiero mostrarles lo larga
y dura que es ahora la verga que desvirgo mi culito.-"
Era tal mi placentero descontrol que casi lo dije a
los gritos, comenzando sentir la llegada del orgasmo. Seguro que al o�r recordar
esto, �l me am� porque enseguida me ayud� a incorp�rame para poder alcanzar con
su boca la m�a de donde hab�a salido tan morbosa evocaci�n y silenciarme un
poco. Mientras nos bes�bamos, yo no paraba sentir la sensaci�n de acabar, a la
vez que sent�a el temblor de sus piernasse le hac�a inaguantable.
Buscando comodidad, volvimos a cambiar de posici�n, siempre
con �l detr�s, pero esta vez, sin que la verga se saliera de dentro de m�,
ahora, era mi primo quien sentado en el �rbol me atra�a hacia s�. Yo, un poco
m�s controlada y relajada pero no menos perversa, sacando para atr�s un poco m�s
la cola me clavaba, unos cent�metros, m�s de su pija y con mis manos apretando,
desde los costados, mis tetas haci�ndolas m�s prominentes para exponerlas
alevosamente, le dec�a cosas como:
"- �Te gustar�a que me vieran manose�ndolas mientras me
siento en tu verga.?-"
El contra punto entre nuestras declaraciones de deseos sub�a
cada vez m�s en calentura al punto de encender un fuego que con sus diversas
llamas quemaba las pocas inhibiciones y prejuicios que nos quedaban.
."- Si, yo se que lo deseas es que te re coja mientras te las
est�n chupando.-"
"- Claro que si, y me vas a acabar hasta en el culo
mientras doy las tetas. �"
�l como loco las aprision� con sus manos pellizcando no muy
fuerte mis pezones, mientras yo ahora, totalmente recostada en su pecho expon�a
mi barriga y mi entrepierna a los rayos del sol que quemaban tanto como nuestra
imaginaci�n. Con mis manos abr� al m�ximo mis labios vaginales dejando al
descubierto mi peque�o cl�toris y la verga que continuaba, enfundada en el
cond�n, saliendo y entrando con los movimientos de cadera de mi primo. Llev� una
mano a su boca para que ensalivara mis dedos, con los cuales luego comenc� a
masturbarme manipulando fren�ticamente el cl�toris con el pulgar e introduciendo
la punta del mayor junto con la verga, dentro de mi encharcada vagina.
Alucinado por la dilataci�n alcanzada, me incentivaba a�n
m�s, dici�ndome: "Muestra todo: tu mejor cara de putita perversa con esa boca
chupadora, las tetas que se te est�n llenando de leche, esa pancita blanquita de
guachita pre�ada y ense�a como te pajeas el cl�toris y la pepita, casi pelada,
con una verga dentro de ella -"
Yo extasiada con lo que sent�a y o�a, ve�a girar la b�veda
azul del cielo encandilada y mareada por el sol y el orgasmo que se ven�a me
liber� totalmente dejando escapar un:
"Si, quiero todo . Tengo tantas gana , que me gustar�an
muchisimas cosas.
Esta vez nuestro climax, fue simultaneo y lleg� acompa�ado de
unos dementes gru�idos de mi primo mientras yo sin importarme la profundidad a
la cual me llegaba su pija, luego, de que repetidas veces, elevaba mi pelvis
como ofreci�ndola y me dejaba caer ech�ndome hacia atr�s para pegarme a su
cuerpo para exprimirla con mi vagina.
Cuando nos relajamos, nos abrazamos sintiendo por unos
momentos, nuestra sinton�a corporal y antes de que perdiera erecci�n, me retire,
para con todo cuidado sacarle el cond�n, anudarlo prolijamente y divertidamente
colgarlo con su precioso y abundante semen en una ramita como si fuera un adorno
navide�o. Luego tom� la babeante verga y jugu� con ella pas�ndomela por los
pezones viendo, como incluso al separarla, hilitos pegajosos de esperma llegaban
a estirarse sin romperse varios cent�metros de distancia. La exprim� y orde��
para pintar con los restos de su leche todas mis tetas. Cuando la deje bien
peque�a, me la met� toda en la boca hasta que los pelos tocaron mis labios. El
dulcemente me incorpor� para besarnos con pasi�n en la boca
Estuvo tan rico que pens�, y estuve a punto de dec�rselo, que
si alguien nos viera, hacerlo as� como lo hab�amos hecho, era imposible que no
se calentara incluso imagin� a mi marido observ�ndonos, primero, con la cara
desencajada, desconcertado totalmente, pero, como no podr�a frente al
espect�culo, dejar de calentarse y pervertirse tanto, hasta el punto de,
alucinado, masturbarse pidi�ndome, por favor, que cojamos mucho m�s adelante de
�l.