Empezar� por decirles que me llamo Fran tengo 17 a�os y soy
hijo �nico. Vivo con mis padres Juan y Mar�a de 50 y 45 a�os respectivamente y
mi abuelo materno Paco que cuenta con 70 a�os y que hace diez meses que enviud�.
Al suceder el fat�dico acontecimiento del fallecimiento de mi abuela mis padres
decidieron traer a mi abuelo para la capital pues se les hac�a un poco inc�modo
tener a mi abuelo solo a casi 600 kms. y como nosotros vivimos en una casa de
campo a las afueras de la ciudad mi abuelo no notar�a tanto la diferencia del
pueblo que si vivi�ramos en un piso en el centro.

El abuelo se instal� en una habitaci�n enfrente a la m�a y
los primeros d�as de haber enviudado se le ve�a muy afectado. Mi madre no lo
dejaba solo apenas un momento que deb�a ausentarse para ir a la compra siempre y
cuando estuviera yo en casa. Como anteriormente indiqu� vivimos a las afueras de
la ciudad por lo que mi padre sale temprano de casa y no regresa a casa hasta
bien entrada la tarde.

Pasadas unas semanas me encontraba en casa disfrutando de las
vacaciones de verano. Est�bamos desayunando mi abuelo y yo sentados en la mesa
de la cocina y hablando de trivialidades y entr� mi madre a la cocina vistiendo
un antiguo vestido de mi abuela, de sus tiempos mozos, y que hab�a encontrado mi
madre por el desv�n de la casa de los abuelos. El vestido era de color blanco
con unas grandes flores rojas estampadas por toda la tela, ce�ido a la cintura y
con un gran vuelo que resaltaba el buen trasero de mi madre y un escote de pico
generoso que apenas pod�a contener los enormes pechos de mi madre y que por lo
que pod�a observar eran bastante mas abundantes que los de mi abuela pues el
vestido amenazaba con romperse de un momento a otro. Tanto mi abuelo como yo nos
quemaos como dos catetos mirando para mi madre y lo espectacular que se ve�a. Y
ella dirigi�ndose hacia nosotros nos dijo:

-�Qu� os parece como me queda este vestido?.

Yo ment� y le dije a mi madre: -Bien. Aunque la verdad era
que estaba muy sexy.

Pero lo que m�s me sorprendi� fue la respuesta de mi abuelo:
-Concha, hace tiempo que no te pon�as ese vestido, sabes de sobras que siempre
me gust� como te queda, pero por lo que veo has engordado algo. Y diciendo esto
extendi� una mano hasta alcanzar a tocarle una teta a mi madre, que sorprendida
por la respuesta dio un paso hacia atr�s separando a mi abuelo. Sin duda mi
abuelo hab�a confundido a mi madre con mi abuela Concha. Pobre hombre, en ese
momento me di cuenta de que el fallecimiento de mi abuela le habia afectado
tanto que confund�a a mi madre con su esposa. Y aunque mi madre en muchos rasgos
se parece a su difunta madre, cambia sobre todo en el corte de pelo, pues mi
abuela lo ten�a corto y mi madre tiene media melena y te�ido de casta�o debido a
las canas.

Una vez acabado el desayuno me desped� de mi madre y de mi
abuelo porque habia quedado con unos compa�eros del instituto para jugar un
partido en un campo de futbol que se encuentra apenas a 500 metros de mi casa.
Al llegar al campo observ� que no hab�a venido nadie para jugar por lo que me d�
media vuelta y me fui para casa de nuevo.

Al entrar en casa vi que no hab�a nadie abajo y sub� para mi
habitaci�n a sacarme la indumentaria deportiva que me habia puesto para la
ocasi�n. Pero me detuve subiendo las escaleras porque mi abuelo estaba en la
puerta de la entrada de la habitaci�n de mis padres espiando a mi madre que se
encontraba en ese momento haciendo la cama de matrimonio y como estaba de
espaldas a la puerta de la habitaci�n no se habia dado cuenta que en ese preciso
instante estaba siendo espiada por mi lascivo abuelo. Al cambiarse para hacer la
cama del otro lado se dio cuenta de la presencia de su padre y le dijo:

-�Qu� haces ah� pap�?, pasa y si�ntate en la silla si
quieres.

Pero el sigui� observando a su hija desde la entrada del
dormitorio y probablemente sin sacarle ojo a sus tremendas tetas.

No s� porqu� pero la situaci�n habia hecho que mi polla se
pusiera dura.

Mi abuelo entonces entr� en la habitaci�n y yo ocup� un lugar
desde el cual pod�a verlos a ellos dentro de la habitaci�n si ser visto. Como
dec�a mi abuelo se situ� detr�s de mi madre y le pas� una mano por la espalda a
mi madre que se encontraba agachada sobre la cama acabando de hacerla y le dijo
a mi madre:

Y acerc�ndose m�s a ella apoy� su polla en el culo de mi
madre mientras cog�a una de sus tetas por encima del vestido y estrujaba a mi
madre hacia su cuerpo

-Como se te ocurre, pap�. D�jame, est�s loco. Pero se dio
cuenta de que su padre estaba fuera de s� y estaba a punto de violar a su propia
hija.

El abuelo estaba embelesado con ese par de tetas. Necesitaba
las dos manos para abarcar una de ellas.

-Ya es suficiente. Le contest� mi madre.

Pero mi abuelo se baj� los pantalones y el calconcillo y su
gran polla se despliega casi totalmente erecta, ella no se la mira pero yo pod�a
observar que mi abuelo ten�a una buena tranca. Le desabroch� rapidamente el
vestido y se lo saco con brusquedad acariciando su par de tetas. Ni siquiera se
hab�a preocupado de tocar el tremendo culo con que contaba mi madre.

-�Qu� haces papa!, �no por favor!, �como se le ocurre!.

Mi abuelo casi sin dejarla respirar, recorr�a con fuerza su
cuerpo, le masajeaba las tetas, mam� intentaba separarlo, me dec�a que se
tranquilizara, pero el no la dejaba zafarse, ella dec�a que no quer�a. Pero el
abuelo no le contest�, la segu�a manoseando y besando. Despu�s, le meti� los
dedos por dentro de las bragas, llegando a su chocho. Forz�ndola un poco pudo
abrir sus piernas y meter su mano en el fondo de su chochito.

De un tir�n le rasg� las bragas y quedo desnuda. Le dio la
vuelta y la arrim� a su espalda, sus manos se colgaron a sus tetas y empec� a
besarle el cuello. Ella no se dejaba acariciar, por lo que el abuelo le dio un
fuerte empuj�n y la tumb� en la cama la oblig� a darse vuelta. Comenz� a
introducirle un dedo en el co�o solo un poco pero ella se dio cuenta
inmediatamente dici�ndole que no. No desaprovech� la oportunidad de besar sus
tetas.

Separ� sus piernas y dirigi� su polla a la entrada de su
chocho.

-�No por favor� - le dijo mi madre.

Le meti� solo la punta. Ella dio un grito de dolor, le dijo
que se saliera, pasados unos segundos la introdujo un poco m�s, hasta que ella
dio un grito de dolor, par� en ese momento. Al rato le introdujo otro poco, y
par� cuando grit�, as� numerosas veces hasta que lleg� al fondo, peg� un grito
muy fuerte, gir� la cabeza y lo mir� con cara desencajada, al mismo tiempo que
unas lagrimas ca�an de sus ojos. Mam� le dec�a que la soltara. Ella dio un grito
de dolor, le dijo que se saliera. Las manos del abuelo buscaron sus nalgas las
apretaban con fuerza, su polla entraba y sal�a tenia el chocho completamente
dilatado, ella gem�a de dolor.

-Por favor, ahhh,por favor, es muy grande, no puedo ahhh,
ahhh, por favor, me duele mucho, ahhhya , no, no ahhhhh.

El abuelo hab�a logrado meter todo su aparato, sobaba su culo
con ambas manos mientras chupaba con ganas su pechos, se qued� disfrutando de
aquello. Mam� no dec�a nada s�lo se encontraba desnuda con sus piernas abiertas
y con un hombre metido entre sus piernas mientras su boca no dejaba de besar sus
pechos. Sus quejidos eran fuertes, pero el abuelo no sab�a si por dolor o porque
lo estaba gozando, lo cierto es que �l se corri�, dentro de ella con un gemido
fuerte, pero lejos de detenerse sigui� cepill�ndola hasta que volvi� a acabar
dentro de ella, para esto algunos leves moratones empezaron a aparecer en el
cuello y en las tetas de mam�, debido a la brusquedad del abuelo (y alguna
mordida). Cuando termin� se qued� unos segundos y luego sali� de dentro de ella.
Mam� se qued� as� como estaba con las piernas abiertas y el abuelo se qued�
admir�ndola un instante m�s.

A continuaci�n se visti� de nuevo y se dirigi� a su
habitaci�n dejando a mi madre llorando, espatarrada en su cama y pensando en lo
que acababa de suceder...