Adem�s del deseo de que mi embarazo, que ya entraba en el
quinto mes, transcurriera lo mejor posible, lo que m�s quer�a era buscar todas
las formas, que las circunstancias me permitieran, de estar el mayor tiempo
cerca de mi primo. Por otro lado estaba, y aun lo estoy, muy clara en el sentido
de que cualquier separaci�n o divorcio era y es, por ahora, pr�cticamente hasta
impensable, lo que, adem�s de las caracter�sticas especiales de mi infidelidad,
me fue empujando a que tambi�n las relaciones con mi marido, incluso las
sexuales, vayan evolucionando muy r�pidamente.

Como les contaba, por un lado deseo siempre junto a mi primo
porque me divierto mucho con su morbo y su verga bien dura y por otro tambi�n
quiero que, sin problemas, ni discusiones y poco a poco, por el momento
inconscientemente, mi marido, al no estar dadas las condiciones ni las ganas de
abandonarlo, vaya �l mismo tambi�n ayudando a que se cumplan mis calenturientos
deseos. El solo pensar esta posibilidad, comenz� a excitarme tanto que en una
relaci�n, como la que hab�a venido teniendo hasta ahora con mi marido, en la que
no pon�a nada de m�, muchas veces excusada en el embarazo, ahora, m�s que nada
porque mi primo me tiene siempre re caliente, se me hace m�s dif�cil rechazarlo
totalmente a mi marido. Por otro lado, tambi�n, est� el tema de los celos que mi
marido pudiera llegar sentir al ver que mi primo me este siempre rondando y yo a
�l. Pero, teniendo en cuenta la insatisfacci�n y fatalismo que reinaba, hasta
ese momento, en el matrimonio, estaba segura que su reacci�n de mi marido, en
tanto percibiera que esa amistad familiar le tra�a algunos beneficios, ser�a la
de no reclamar mucho adem�s estaba decidida de poner todo de mi para hacer que
la continua presencia de mi amante fuese muy beneficiosa, Ya, por el momento,
gracias a �l, y en lo que a mi respecta, el clima an�mico hab�a tenido ya un
vuelco significativo.

Todo esto lo conversar�a con mi primo y por supuesto el solo
pensarlo me dej� m�s excitada. Pues, como ustedes ya saben o se imaginan,
nuestras conversaciones siempre son m�s pajas al fuego

Lo que estoy tratando de contarles es que estaba decidida que
mi primo fuera quien se encargara, con mi "ayuda" por supuesto, de los arreglos
de la modesta casa para poder ser alquilada a los posibles veraneantes.

As� que el mismo domingo del fin de semana en que se concret�
mi infidelidad, luego de almorzar en casa de mis padres, mi marido sali� a hacer
algunas diligencias; y no hab�a terminado de salir cuando, pr�cticamente, me
escape rumbo a la playa, a pesar de ser un d�a muy soleado, contraviniendo las
recomendaciones de que lo mejor es tomar sol antes de las once de la ma�ana o
despu�s de las cuatro de la tarde.

La raz�n era que no pod�a contener la ansiedad por ver a mi
primo, a pesar de que solo hab�an pasado unas pocas horas desde que
lujuriosamente nos hab�amos separados. Ten�a tantas cosas que conversar con �l,
contarle lo sentido en esos �ltimos dos d�as y de c�mo hab�an cambiado
totalmente mi perspectiva para enfrentar las cosas. Adem�s, por supuesto,
compartir con �l y poner en marcha mis planes.

Llegu� a la arena, con una silla playera y un bolso cargado
de mil cosas con algunas frutas, agua mineral, una revista de actualidad de esas
que ya comenzaban a mostrar las j�venes y hermosas modelos en micro bikini
anunciando lo que se ven�a para la entrante temporada estival, etc.

A lo lejos, vi a mi primo jugando al volley en dupla con
otros chicos.

Solo ten�a que tener paciencia y esperar que se aproximara ya
que era imposible, a pesar de la distancia, que no notara mi presencia porque la
playa a�n estaba bastante desierta.

En un momento, me sent� contrariada porque aparecieron unas
antiguas amigas de todos los veranos que inmediatamente se aproximaron a
saludarme y se instalaron, naturalmente, a mi lado.

La conversaci�n como era de esperar, primero, gir� en torno a
mi matrimonio y embarazo. No ten�an mala intenci�n pero en un principio se
mostraron, como hac�a un buen tiempo que no me ve�an, preocupadas de como la
estar�a pasando f�sica y an�micamente, ya que era evidente, porque me conoc�an
bastante bien, que lo del embarazo hab�a sido un accidente.

Trat� de mostrarme positiva y les cont� que si bien al
comienzo hab�a sido un balde de agua fr�a, ahora lo iba asumiendo cada vez mejor
y que si bien a mi marido no lo hab�a imaginado como el hombre de mi vida,
tampoco ahora dejaba de resultarme atractivo, porque era muy cari�oso, amable,
pulcro, trabajador, etc etc..

Como mi primo no se aproximaba, trat� de relajarme y
disfrutar entreg�ndome a los vaivenes de la conversaci�n cada vez m�s propia de
mujeres j�venes.

Ellas eran de la opini�n que lo mejor de casarse joven es
poder follar en cualquier momento, forma y lugar. La confianza que surge del d�a
a d�a, adem�s de que usando otros medios anticonceptivos poder prescindir de los
condones, jugar�a a favor del enriquecimiento y diversi�n en las relaciones
sexuales. Pero, por cierto, que tambi�n pod�a, si la relaci�n no daba cierto y
con el correr del tiempo, ser motivo de rutina y un creciente desinter�s, y
hasta odio, del uno por el otro.

Por supuesto que tambi�n hablamos de sus hombres. Me contaban
algunas de sus cositas a lo que yo, en mi papel de casada y pre�ada, es decir
fuera de circulaci�n, hacia preguntas capciosas, que mi mente, ahora, muy
calenturienta, no pod�a dejar de hacer pero disimuladas por una exagerada falsa
ingenuidad. O�r confesiones siempre me calent� y cuanto m�s lo hac�an m�s pie
les daba para que de sus bocas surgieran cosas cada vez m�s atrevidas. Era,
literalmente, un circulo vicioso.

A pesar de mi situaci�n, en el fondo, frente a ellas, ten�a
ese d�a, como un sentimiento de superioridad en el tema sexo. Porque, por
ejemplo, el d�a anterior hab�a hecho eyacular, aunque en distintos momentos, a
mi marido y varias veces a mi primo No sab�a si alguna de ellas ya lo hab�a
hecho con dos hombres, pero lo que era seguro, de cualquier manera, nunca tan
recientemente en el tiempo como yo.

Fue recobrar y experimentar casi la misma sensaci�n de
superioridad que sent�a cuando en los primeros a�os de la adolescencia; entre
las ni�as, habl�bamos, de sexo: Esas conversaciones estaban plagadas de
desinformaci�n, algunos conocimientos te�ricos, muchas, y cosas mal entendidas
aunque las m�s osadas se confesaban con alguna experiencia o presentaban un
material que aceleraba el deseado aprendizaje. Para decir la verdad yo
disfrutaba hasta de o�r las mas aberrantes ingenuidades pero tambi�n lo hac�a al
guardar mi secreto, aunque m�s de una vez, frente la confesi�n de alguna de
ellas o las tremendas ignorancias de otras, me sent� tentada alardear de mi
propia experiencia. Que estaba segura que de confes�rselas dejar�a de boca
abierta a mas de una. Porque la verdad era que mismo siendo, en ese momento, a�n
virgen, hab�a entrado en la adolescencia ya con el "culo roto", por usar una
grosera expresi�n que luego hab�a sentido usar a los varones.

El hecho era que, a�os antes a muy temprana edad, despu�s de
casi una semana de estar jugando, a escondidas, a los doctores, mi primo casi
sin dificultad me hab�a penetrado por el ano con su delgada pijita. Hab�a sido
algo tan natural y divertido como que hab�a sido la culminaci�n l�gica del tan
excitante juego m�dico que hab�amos estado practicando todos esos d�as y como
todo hab�a resultado bien y no hubo "contraindicaciones", solo el no ser
descubiertos, qued�, al dejar de vernos, como algo muy nuestro, pero con el
correr de los a�os, ese hecho convertido en marcante recuerdo fue adquiriendo
cada vez m�s su real dimensi�n e importancia.

Ahora tambi�n estaba consciente que mi mayor experiencia, en
realidad, m�s all�, de lo del importante y placentero pasado remoto, se apoyaba,
solo en lo vivido en los �ltimos dos d�as aunque todo hac�a suponer que
r�pidamente se ampliar�a aunque desconociendo hasta donde.

Esta sensaci�n se confirm�, cuando la charla deriv� en
comentarios sobre los muchachos que estaban jugando volley. Me mor�a de ganas
que hicieran alguno sobre mi primo. No quer�a que fuera yo la que lo nombrara
primero, Pero no tard� mucho para que una de ellas comentara:

"- � No es aquel tu primo Adri�n? �No fue que se accident�
una pierna Entonces, est� ya mejorado? Casi no se le nota y hasta deportes
hace.-"

"- Est� b�rbaro ese flaco, siempre con ese color de piel y
esos pelos.-" coment� la otra.

A lo que por decir algo agregu�: "- Pero nunca tiene un
centavo. Est� como siempre sin trabajo.-"

"-�Y eso qu�? �Para algunas cosas no se necesita dinero,
menos ahora en verano -" replic� la m�s gordita sugestivamente

"- Los condones los puedo pagar yo.-" asegur� la primera,
que era flaca y tetona, en broma y riendo, trayendo de nuevo el tema al nivel
del que hac�a rato ven�amos teniendo.

Entonces las amenac� "- Ahora, cuando pueda le voy a
contar lo que ustedes andan diciendo.-"

"- Bueno, bueno, no tan directo y no me armes l�os, que si se
entera mi novio, me mata.-" replic� "la gordi" haci�ndose la
preocupada.

Ese era el tenor de toda nuestra conversaci�n pero nos
causaba gracia y nos re�amos de buena gana.

El sol picaba fuerte, demasiado, pero al volver a sentirme
joven, casi una adolescente, conversando cosas aparentemente intrascendentes con
antiguas compa�eras me hacia sentirme relajada, sin culpas ni ansiedades. Pero
en realidad mi tranquilidad se deb�a a que, a pesar de la distancia, ten�a al
alcance de mi vista mi incestuoso amante.

Luego de un rato decidimos entrar al agua, ya que el sol y el
calor, despu�s de tanto rato, se hab�a vuelto insoportable Yo, de tanto estar
recostada de frente a �l, ya experimentaba ardor en mi cara, cuello y pecho.

La barriga y los muslos los hab�a mantenido cubiertos con la
tela del pareo. No quer�a exponer mi pancita a tanto sol y porque la parte
inferior de mi bikini me quedaba realmente chica, demasiado peque�a para
principio de verano, y no solo por mi embarazo sino tambi�n por la palidez de mi
piel. Antes de salir me hab�a dado una mirada en el espejo y mi aspecto me
pareci� demasiado lascivo: en la parte superior mis cada vez m�s hinchadas
tetas, que a cada movimiento, se empecinaban por querer escaparse; pero eso no
era lo m�s chocante, al contrario hasta me favorec�a, lo que luc�a m�s bizarro,
adem�s de lo del triangulito negro debajo de la ya gordita y p�lida barriga, era
la forma en que la tanga negra se incrustaba entre mis blancas nalgas, porque,
ahora, a la exagerada curva de mi cola se le agregaba el crecimiento de mi
cintura y un leve pero perceptible, dado el peque�o talle de mi cuerpo,
crecimiento de mis caderas, mismo a�n que mi peso no hab�a aumentado demasiado.
Quiz�s en otra playa menos pueblerina o m�s solitaria y con el cuerpo tostado
esa tanga, todav�a, podr�a todav�a usarla, algunas veces, en este verano.

De cualquier manera nos dirigimos al agua. Lo hice de forma
de no llamar mucho la atenci�n por lo del peque�o bikini y tambi�n porque a�n
ten�a la marca que mi primo me hab�a hecho en una nalga de un chicotazo con su
camiseta.

El mar estaba fr�o y salado. La sensaci�n era energizante.
Los senos se me endurecieron.

Los chicos acabaron, "casualmente" su juego, entrando tambi�n
algunos al agua y ya m�s pr�ximos a nosotras, intercambiamos saludos. La
mayor�a, �ramos muy conocidos, incluso, entre ello se encontraba el t�o, pero
parec�a el primo por la proximidad entre sus edades, de una mulatita vecina de
casa de mis padres, que a pesar de ser bastante menor que yo nos llev�bamos muy
bien. Nos hab�amos inscripto juntas y a�n somos compa�eras en el curso gratuito
de computaci�n del centro comunal

Enseguida de nosotras salir del agua, ellos tambi�n lo
hicieron y a�n con los cuerpos mojados, mi primo y el fornido mulato, que
trabajaba en un gimnasio, se aproximaron, con sus cosas en la mano, hasta donde
nosotras estabamos instaladas.

Hubo muchos saludos con besos, sonrisas y bromas galantes.

"- �Que dicen nuestras chicas" tapa de revista".?-"
pregunt� simp�ticamente el chico para luego de saludar ojear la revista que yo
hab�a estado leyendo que en la tapa ten�a tres modelos, reci�n salidas de la
adolescencia, de espaldas, abrazadas por la cintura, mostrando sus perfectos
culitos "decorados" por coloridos micro bikini que desaparec�an entre sus nalgas
y que con sus televisivos y angelicales rostros, enmarcados por luminosos
cabellos rubios, miraban por encima del hombro a los lectores sonriendo
provocativamente como diciendo: miren y deseen mucho nuestros culos . Y
si no fuera que era una revista de actualidad "seria" para la familia, la foto
es de un erotismo casi pornogr�fico.

"- Yo, si es que estoy para tapa de revista, ser� para
"Madres e hijos" o " Maternidad hoy".-" me apresur� a terciar.

"- Bueno, te dir� que por lo que vi desde lejos de atr�s no
pareces estar en cinta para nada.- " me replic�, provoc�ndome para que
destapara mi barriga y mis muslos

"-Vas a tener que comparte lentes.-" le cort�, sin
hacerle caso, con falsa modestia.

Toda la conversaci�n era en ese estilo; las otras le alababan
el color de la piel a mi primo e indagaban s� volver�a a Brasil.

"- Como no voy a estar as� si hace un mes que estoy todos los
d�as en la playa. Brasil por ahora no. Quiz�s en el invierno -"
Sol�citamente �l les contestaba

Pero proximidad de mi primo despertaba, en mi, la necesidad
imperiosa de que nuestras miradas se encontrasen sugestivamente y de divertirnos
mucho menos fr�volamente

ojeaba las p�ginas centrales de la revista, dijo algo as�
como "- Por ahora me quedo un rato en esta isla del Caribe.-" haciendo
referencia al lugar en que las "diosas" rubias hab�an sido fotografiadas. A lo
que yo muy atenta a sus movimientos inmediatamente me plegu� a su resoluci�n,
pero con la excusa de estar sintiendo escalofr�os. El resto se alejo hacia el
agua

Apenas nos quedamos solos, nuestras miradas se hicieron super
intensas. Yo estaba sentada de frente al mar pudiendo observar lo que hac�an
nuestros amigos que se encontraban a bastante distancia como para no escuchar ni
ver bien lo que hac�amos siempre que estuvi�ramos algo separados y �l semi
acostado d�ndoles la espalda.

A los pocos, mientras convers�bamos de cosas como: si ellos
llegar�an a darse cuenta de nuestra relaci�n y que deber�amos tener cuidado, el
degenerado fue subiendo la pierna de su bermuda hasta que desde mi posici�n pude
ver aparecer la cabeza de su verga semi erecta Me puse nerviosisima por el hecho
de estar ah� en medio de la playa siendo c�mplice y destinataria de su
exhibicionismo a lo que le supliqu� que la guardara, �l aseguraba , y ten�a toda
la raz�n, que dada la poca gente que hab�a en la playa y a la posici�n en que se
encontraba sumado a la distancia en que se encontraba el resto del grupo, hac�a
que yo fuera la �nica espectadora de c�mo los rayos del sol hac�an brillar la
cabeza de su pija.

Sin tomar en cuenta mi s�plica, todo por el contrario, ya que
cuanto m�s se erotizaba m�s le crec�a y m�s verga aparec�a por debajo de la
bermuda, me cont� que cuando estaban jugando al volley y no vieron dirigirnos, a
mi y mis amigas, hacia el agua, el mulato, su compa�ero en la dupla, hab�a
comenzado a jugar desconcentradamente y a perder tantos a prop�sito para acabar
la partida r�pidamente porque, como luego se lo coment� en al agua solo quer�a
aproximarse a nosotras para poder verme en dos piezas..

Adem�s me repiti�, seg�n �l textualmente, lo que hab�a tenido
que o�rle decir cuando caminaban hacia nosotras: "Ya que somos tan camaradas
deber�as haberme "entrgado" a tu prima, porque me calienta solo de verla...
�C�mo se le mete la tanga en la cola! No s� como pudo quedar embarazada de ese
"paloma",, yo la hubiera cuidado mejor.-"

Como sent� mucha curiosidad por saber cuales hab�an sido sus
respuestas, lo alent� que me contara todo lo hablado. Pero �l, siempre ten�a una
m�s. Y acab� dici�ndome "- Si me la tocas aunque solo un poquito, te
cuento.-"

Yo le dije de todo, desde "enfermo" para adelante,
pero sin duda era una enfermedad contagiosa y no sab�amos quien de los dos la
hab�a contra�do primero as� que simulando buscar, sacar y poner cosas en mi
bolso, que yo misma ubique estrat�gicamente agarr�, sacud� r�pidamente y hasta
por un instante descubr� totalmente la cabeza de su pija en plena playa, al rayo
del sol, mientras controlaba con la vista lo que hac�an los otros en el agua.

Satisfecho con mi caricia continu� cont�ndome cual fue su
respuesta y el resto del di�logo "- �Que dec�s, anormal? Contigo estar�a
pre�ada de mellizos. Si tanto te gusta y si estuvi�ramos en posici�n de
"entregar", a cambio tendr�as que entregarme alguna de tu familia.- " Seg�n
mi primo frente a esto el mulato se escandaliz� un poco. "- �A qui�n? �estas
pensando en la negrita? . �qu� degenerado! Vas a tener que esperar unos a�os a
que crezca. �"

Frente al relato de este di�logo le reproche lo terrible que
eran las conversaciones entre los hombres aunque, cont�ndole lo que, momentos
antes, las chicas hab�a dicho de �l, reconoc� que entre las mujeres era m�s o
menos lo mismo.

Mi excitaci�n continuaba en aumento sobretodo por el hecho de
que en su relato del di�logo con el mulato me confirmara que a pesar del
embarazo mi cuerpo resultaba muy deseable, pero tambi�n una pizca de curiosidad
y celos por sugerir entregarme a cambio de la negrita, que aun no llegaba a los
15 a�os.

As� que reaccione , luego de abrir la parte inferior del
pareo pero sin desatarlo y correr hacia un lado la tanga, y alcanzando una
posici�n, para que solo �l fuera quien pudiera apreciar mi entrepierna,
agresivamente expuse mi brillante concha que solo luc�a en su parte superior una
crestita de pendejos negros ya hab�a tenido que afeit�rmela nuevamente cuando
percib� lo peque�o que me quedaba el bikini. Mientras le dec�a cosas como: "-
�As� que te gustan las ni�as con conchitas casi sin pelos? -" "- Ven,
toma aqu� hay una.-" "- S� quieres entregarla, hazlo, pero a alguien que
me guste mucho.-"

Frente a esto, no se contuvo e incorpor�ndose un poco, pero
sin dejar que su cuerpo continuara ocultando el m�o de las miradas de los que se
encontraban en el agua, con una mano me alcanz� la revista, para justificar a la
vista de los otros su acercamiento, y con la otra fue directo a mi vagina donde
sin mucho pre�mbulo introdujo un dedo masturb�ndome fren�ticamente.

Yo facilit� las cosas poniendo la revista, en mi falda
ocultando su mano y mi entrepierna , mientras casi fing�a, se�al�ndola, que le
mostraba algo de las p�ginas, en que justo, estaba abierta donde dos de las
modelos con sus diminutos bikinis y cuerpos mojados montaban dentro del mar, un
�nico y hermoso caballo.

A la vez que me masturbaba me dec�a cosas como que le
encantaba cuando me enojaba con �l porque reaccionaba poni�ndome aun m�s puta.

Luego de sentir un par de contracciones pre orgasmo que me
asustaron por su intensidad logr� que parara y que volvi�ramos nuestras antiguas
y m�s relajadas posiciones.

Menos mal que los amigos demoraron aun un poco m�s en salir
del agua d�ndome tiempo recomponerme y poder introducir en nuestra conversaci�n
el tema del arreglo de la casa tratando de que compartiera mis planes. Esto en
vez de tranquilizarlo lo excito aun m�s y tem� que luego no pudiera disimular su
erecci�n, sobre todo frente a la mirada atenta de mis amigas. Pero no se hizo
problema ya que se la calz� hacia arriba, pr�cticamente apret�ndola con el
el�stico de su cintura y corri� hacia la orilla zambull�ndose en el mar.

No demor� mucho en que todos salieran del agua, en �l el agua
hab�a tenido un efecto "tranquilizante"

Como mi piel, por el exceso de sol y de sal, estaba
enrojecida y luego del contacto con agua fr�a estaba toda erizada, comenc� a
levantar campamento, con la excusa de ya era suficiente sol para ser la
inauguraci�n del verano. Inmediatamente mi primo se ofreci� para acompa�arme
ayud�ndome con la silla y el bolso a la vez de que aseguraba que se iba porque,
adem�s de no querer volver a ensuciarse de arena, todav�a no hab�a almorzado.

"- Me acompa�a y de paso, se come algo en casa de mi madre.
-" coment� graciosamente.

"- Eso ni lo duden, para eso es la familia -" fue su
r�pida respuesta

Mis amigas, comprendieron hasta apoyaron la decisi�n dado mi
estado pero se les notaba cierta desilusi�n de que �l tambi�n se fuera.

En el momento de partir" la gordi", me dijo sugestivamente en
secreto. "- Por favor; no le digas lo que te dije.-".

"- No te preocupes que, por supuesto, ya se lo dije" y me
desped� sonriendo maliciosamente.

Sent� cierto orgullo de hembra al estar llev�ndome al
codiciado macho. Era de esperar que naturalmente, enseguida, ser�amos el tema de
su conversaci�n pero igual sent� cierto orgullo de hembra al estar llev�ndome
conmigo al codiciado macho a la vez que tambi�n sab�a que hab�amos exagerado al
quedarnos juntos mientras los otros fueron al agua, pero de ah� para adelante
fue p�blico que nos un�a una amistad m�s all� de lo familiar.

No bien desaparecimos de la vista de ellos al dejar atr�s la
primera duna, mi primo se desv�a y me conduce, abandonando el sendero principal
.....