Del porque me he decidido ha contar esto, complicado y a la
vez sencillo, pero de lo que si estoy seguro es que no ser� lo �ltimo que
cuente.
Despu�s de haber le�do mil relatos, en los que mi imaginaci�n
volaba, jam�s pens� que algo as� me pod�a ocurrir a mi, pero una vez mas, la
vida me demuestra que no podemos ni imaginarnos lo que el ma�ana nos depara.
Soy un hombre de 38 a�os, complexi�n fuerte, no guapo, pero
si result�n. Y mi cu�ada, la mujer con la que tuve esta agradable experiencia,
esta a punto de cumplir los 50. madre de tres hijos, delgada y con un cuerpo, de
los del mont�n, guapa vestida y corriente desnuda. Ni ella ni yo somos
personajes de pel�cula, con cuerpos fornidos en un gimnasio o en un sal�n de
belleza.
Su familia suele reunirse varias veces al a�o en casa de mi
suegra para comer juntos, en especial los s�bados. Uno de esos s�bados, el
marido me comento que tenia problemas con su equipo informativo y que si pod�a
alg�n d�a pasarme a mir�rselo, pues aunque no soy un profesional de la materia,
si soy un manitas en el asunto. Yo le dije que no sabia cuando, que ya le
avisar�a con tiempo.
Pasaron varias semanas hasta que un domingo por la ma�ana,
mientras mi esposa se dedicaba a las tareas del hogar, decid� escaparme un
momento a casa de mi cu�ado a mirar de solucionarle los problemas que tenia con
su ordenador. Por ser domingo, no cre� necesario llamarlo con antelaci�n y sobre
las 10 de la ma�ana me presente en su casa. Las 10 de la ma�ana puede parecer
temprano, pero es una familia madrugadora y a esa hora, est�n sobradamente
levantados.
La sorpresa m�a, de que ese d�a, mi cu�ada estaba aun en
cama, su marido hab�a salido en bicicleta con los dos ni�os y la chica acababa
de acostarse, pues hab�a llegado de fiesta. La chica tiene 20 a�os y es una
juerguista total.
Bueno, centr�monos, la cuesti�n es que mi cu�ada reci�n
levantada, iba solo con la bata de ir por casa. Le dije que si eso, me iba, que
ya volver�a en otro momento, a lo que ella se neg� y aunque su marido volver�a
tarde, sobre la dos, para comer, yo pod�a perfectamente liarme con el ordenador
mientras ella se duchaba y se bestia. Fue una situaci�n que a mi me incomodaba
un poco pero que acept�. Me ofreci� caf� y pastas que yo acepte. Puse el
ordenador un marcha y comenc� a investigar los fallos de los que me hab�a
hablado mi cu�ado, mire por aqu�, por all� y no encontraba nada. Mi cu�ada aun
en bata iba de arriba debajo de la casa, pasaba por el despacho de su marido y
de vez en cuando se pon�a detr�s de mi mirando lo que hacia. Me dec�a que no
entend�a como le pod�a fallar el ordenador a su marido, siempre lo utilizaba con
mucho cuidad, su antivirus, sus cortafuegos, etc, y que no entend�a lo que le
pasaba. La verdad es que yo tampoco porque yo no le encontraba ning�n fallo,
pero..., segu� investigando hasta que encontr� un archivo oculto, en una carpeta
extra�a, dentro de una carpeta de ejecutables de un programa de gesti�n que el
utilizaba para su trabajo. Llame a mi cu�ada para dec�rselo y ense��rselo y para
as�, llevarnos la sorpresa los dos juntos al abrirlo.
Me quede con cara de tonto y mi cu�ada con cara incr�dula de
mujer enga�ada. Eran una archivo de fotos y relatos de sexo m�ltiple, tr�os,
org�as, dos hombres con una mujer, dos mujeres con un hombre. A mi cu�ada se le
callo el alma a los pies y a mi se me subi� el esp�ritu ...
Los dos nos miramos y en la mirada de ella ya se dejaba caer
una lagrima de impotencia, rabia y dolor.
Entonces ella me dijo que como yo ya hab�a descubierto eso de
su marido, ahora iba a descubrir otra cosa mas. Su marido hacia meses que no la
tocaba y que hacia varios a�os que ella no sent�a un orgasmo con el, que el se
hab�a vuelto un eyaculador precoz y que a veces ni se le pon�a dura. Que eso a
ella la desesperaba y que no aguantaba mas y que ahora menos, que esas fotos
quer�a decir algo y su marido le tendr�a que dar explicaciones.
Se puso a llorar y se abrazo a mi. Ella segu�a en bata y
segu�a con mi esp�ritu levantado, muy levantado y duro, muy duro.
Yo intentaba calmarla, tranquilizarla, pero creo que lo que
consegu� fue otra cosa. Mi manos acariciaban su cabeza, su pelo, un par de besos
en la mejilla, para que sintiera cari�o y lo que consegu� fue que me dijera:-
ves, ni eso me hace el, ni un beso en la mejilla, no es dulce conmigo, n o me
escucha, cuando puede, que no es siempre que yo quiero, me enviste, se mueve un
par de veces y ya esta y eso si no se le baja antes. Y yo me tengo que ir al
ba�o a consolarme sola. Si tuviera la suerte que tiene mi hermana.- eso me lo
dijo sin dejar de estar abrazada a mi. Yo le dije: - mira, todos pasamos a veces
por malos momentos, seguro que ser� pasajero- a lo que me respondi�. �Pues a ti
no se te pasa-. El que le pregunte yo.- y ella sin pens�rselo dos veces bajo su
mano a mi duro esp�ritu y dijo � a esto cu�ado, a esta suerte me refiero yo que
tiene mi hermana, a ese poder que tienes aqu� abajo y que yo hace mucho que no
pruebo.
Me quede mas boquiabierto aun si cabe. Se me nublo la vista y
mi cuerpo se paralizo. Note como mi cu�ada se separaba de mi e iba bajando hacia
la altura de mi miembro, sent� como me desabrochaba los pantalones y me los
bajaba, como hacia lo mismo con los b�xer. Yo no reaccionaba y segu�a duro, muy
duro, como jam�s me hab�a sentido. Y en un momento dado, mi cuerpo se
convulsiono, mi miembro acababa de entrar en la boca de ella. Y me succionaba,
me chupaba y me lam�a y relam�a. No hace falta decir que mi cuerpo se retorc�a
de placer y notaba como el de ella tambi�n. No supe decirle que parase, ni
preguntarle que hacia, solo me deje sentir y sentir y sentir.
Ella parec�a desesperada, mamaba y jadeaba y con la otra mano
se masturbaba, no paraba.
Por la mente me paso durante un segundo la imagen de su hija
vi�ndonos, pero no fue as�, no pod�a ser, ella estaba durmiendo.
Levant� a mi cu�ada, la mire a los ojos y le bese en la boca,
jugamos con nuestras lengua mientras le iba quitando la bata y mis piernas
sal�an de mis pantalones y de los b�xer. Mire su cuerpo, la cog� de las manos y
nos fuimos a su habitaci�n. Ni una palabra sal�a de nuestras bocas. Al llegar a
la habitaci�n, la tend� en la cama dulcemente y comenc� a besarla por todo el
cuerpo, desde los dedos de los opies hasta la frente, a cada beso notaba como
ella se estremec�a. Me recree en sus pechos, en los pezones, en el ombligo. Ella
arqueaba su espalda de placer y me dec�a -�qu� me estas haciendo? Yo no sabia
que en mi cuerpo tenia tantos puntos de placer...
Me dirig� a su entrepierna, y dulcemente lo empec� a besar y
con la puntita de mi lengua lo empec� a lamer. Ella poco a poco iba abriendo mas
sus piernas y con sus manos e acariciaba los pecho, se pellizcaba los pezones.
En pocos segundos, jadeo fuerte, arqueo su cuerpo y suspiro muy fuerte. Hab�a
tenido su primer orgasmo. Reanude mis besos por todo el cuerpo y en especial en
los pechos. Ella me miraba y se sonrio, alargo la mano hasta mi pene y dijo:
-duro aun como una roca, vamos por el ahora.- y se incorporo para darse la
vuelta y comenzar a mam�rmelo otra vez. Yo me puse a sobarle el culo, se lo
acariciaba y de vez en cuando le daba un cachete. Mi pene estaba resistiendo lo
que jam�s hab�a resistido y yo no me lo cre�a.
De pronto paro, en seco, se puso r�gida y hubo un segundo de
silencio. Yo pensaba que hab�a escuchado algo, a alguien, pero no, dijo: - esto
no tiene que acabar un una paja, vale mucho como para desperdiciarlo as�.- y se
puso encima m�o, y poco a poco fue bajando, dirigiendo mi pene a la entrada de
su sexo y poco a poco fue bajando. Ella tenia los ojos cerrados, para
concentrarse en el placer que estaba sintiendo y yo la miraba atentamente. Su
boca se entreabr�a, sonre�a y su respiraci�n se aceleraba, igual que su sube y
baja. Comenz� a aumentar el ritmo, sus jadeos y yo a sentir que estaba a punto
de reventar. Estaba gozando con mi cu�ada, me la estaba tirando, o ella a mi,
daba igual. Mis manos se dirigieron a sus tetas y las acariciaban, las
pellizcaban y ella dec�a.- si, si, mas, mas, sigue as�, pell�zcamelas, me gusta,
me gusta, oooooooooooooohhhh, si, si ,si.-
Yo notaba que estaba a punto estallar y ella de correrse de
nuevo. No pod�a mas. Y sucedi�. Estalle como un volc�n en su interior y ella en
el mismo memento tuvo un orgasmo inmenso como luego me cont�. Nos dejamos caer
en la cama, uno al lado del otro, mirando al techo, sin decirnos nada.
Pasados unos minutos se limito a decir: - jam�s sent� como
hoy, jam�s me sent� mujer como hoy.-
Yo estaba nervioso y aun as�, mi esp�ritu se resist�a a
decaer. Me levante seguido por su atenta mirada y le dije: yo, esto, lo siento,
no deb�a de haber pasado.- a lo que ella me dijo, - de eso ahora ya hablaremos,
ahora por favor v�stete mientras yo me ducho.-
Y as� fue, ella se fue a la ducha y yo me vest� y aproveche
para irme.
D�as despu�s hablamos de los sucedido y eso es ya otra
historia...