Los novios de Nanynn
Me divorcie y encontr� algo mucho mejor y
sobre todo, sin problemas ni compromisos.
Hola amigos de todo_relatos.com, quiero contarles mi historia
porque veo con mucho agrado que son muchos los lectores de este tipo de
situaciones, que a muchos tambi�n les parece incre�ble que sucedan, pero que as�
es.
Bueno pues, no me describir�, porque podr�a mentirles, pero
lo que contar� s� que es ver�dico: Me case cuando ten�a veinte a�os, con un
hombre mayor, de treinta y cinco a�os. Mi nombre es� mis amigos me dicen de
cari�o Nanynn.
Mi vida matrimonial estuvo funcionando m�s o menos bien,
hasta que se presentaron los problemas, sobre de que si los ni�os ven�an o no.
Yo encantada de que as� fuera, pues qu� mujer enamorada no desea tener un hijo,
dos, o tres. Pero la cosa es que nunca llegaron, nunca pude embarazarme, y mis
estudios reflejaron que mi organismo no esta bien, esto es, matriz infantil para
concebir, y entonces le suger� a mi esposo que tambi�n �l ten�a que hacerse
estudios, pero nunca quiso.
Pues como dec�a anteriormente, empezaron los problemas
emocionales entre �l y yo. De todo discut�a y me culpaba de todo, hasta que un
d�a ya no soport� m�s, y nos mandamos mutuamente a fre�r esp�rragos cada quien.
Nos divorciamos cuando ya hab�an pasado diecis�is a�os.
Para esto, afortunadamente yo ya ten�a trabajo, y me pude mantener sola. Sin
ataduras de ninguna especie, y empec� a gozar la libertad que da el poder ir y
venir a donde le plazca a uno, sin tener que estar dando cuentas de nada a
nadie.
Pero creo les estoy fastidiando con tanta palabrer�a, que al
final de cuentas, ni sirve tal ves para nada. Pero es que siento que, deben
saber sobre quien est�n leyendo.
Despu�s de mi divorcio, me fui a vivir con una amiga y
compa�era de trabajo. Micaela.
Micaela ten�a un departamento muy bonito, y tambi�n viv�a sola. Pero ella desde
siempre ha vivido sola. Porque nunca se ha casado, ni creo lo haga, por lo que a
continuaci�n viene.
Eso de vivir sola, es puro formulismo, porque ten�a un
hermoso perro D�lmata. Con una estampa preciosa, adem�s de que lo ten�a s�per
cuidado. No le permit�a salir s�lo a la calle. Cuando lo paseaba, siempre iba
con su correa elegante para que no se fuera a ir de escapada y se fuera a
perder. Todo esto con sus ba�os perfumados, su manicura canino, su alimentaci�n,
y todo lo que ustedes quieran agregarle a lo que es un cuidado extremoso. Me
empez� a parecer un tanto cuanto rid�culo. Pero al fin de cuentas era su
mascota, su dinero, y en realidad muy libre de hacer lo que le viniera en gana.
Siempre que platic�bamos sobre nuestras vidas, ella elud�a el
tema sobre, "casamiento", solo sonre�a y suspiraba diciendo: No creo necesitar
marido Nanynn.
Lleg� el d�a, en que se me hizo tarde para llegar al trabajo,
mi turno es por las tardes, y ella por las ma�anas, as�, nos encontr�bamos y
platic�bamos solo de noche cuando yo llegaba del trabajo. Pues ese d�a se me
hizo tarde, y ya no pude entrar a mi turno, as� que me dispuse a pasar la tarde
en un parque mirando pasar a la gente que se divert�a. Disfrutar�a ese d�a para
m� solita. El hospital, que se fuera al traste ese d�a.
Ah� estaba yo, sentada en una banca del parque cuando� Empec�
a escuchar una m�sica a lo lejos, m�sica de circo. Me levant� y fui a la esquina
de donde proced�a la m�sica junto con una gran algarab�a. Efectivamente, era un
circo que hab�a llegado al pueblo. Y al ver el desfile, me emocion� tanto que,
quise ir a ver la funci�n esa misma tarde� Sin ir a casa, me dirig� a donde el
circo, y mientras daba inicio la funci�n, contemplaba a los animalitos que
estaban en exhibici�n.
Entre ellos hab�a en una jaula, un gorila inmenso, que med�a
como dos metros de alto, que adem�s estaba bien alimentado, porque se ve�a muy
fuerte. Pues este gorilita resulto de lo m�s cachondo el cabr�n, pues se pajeaba
delante de la gente y ofrec�a sus manos como invitando a que le olieran sus
manos que acababan de estar en sus huevotes y su vergota prieta y gruesa. Por
pena, mucha gente o mejor dicho, toda la gente se alejo de la jaula por las
acciones del gorila, y solamente me qued� yo mirando al animalito, y �l al verme
solo a m�, pues a m� era a la �nica a quien ofrec�a sus encantos y olores.
Voltee a ambos lados ratificando que no fuese a verme nadie, y ni tarda ni
perezosa, pero con cierto recelo, me acerqu� a la jaula y acept� la invitaci�n
del gorila y le ol� la mano llena de su semen, �l se qued� quieto, y
atrevidamente met� mi mano a la jaula hasta alcanzarle su pirringa enorme y
empec� a pajear a aquel descomunal animal, y �l, a disfrutarlo, porque hab�a
momentos en que, como que me sonre�a el bicho aquel.
Y de momento� Z A Z, que siento en mi mano la venida
gigantesca del gorila, me salpic� hasta la cara, y sent� riqu�simo aquel ba�o de
leche en la cara, el brazo, y mi mano. Me moje, claro que me moje mis calzones,
y tambi�n sent� venir un orgasmo rico y placentero. Pero no pod�a hacer m�s ah�,
en ese lugar, as� que le di otras talladitas a mi amigo ocasional, le dije "bye
baby", y me retir� a casa, sin acordarme que la intenci�n inicial era la funci�n
del circo, lo que quer�a, necesitaba, era darme una pajeada, como la que no me
daba desde hacia tiempo.
Llegu� a casa, con unas ganas inmensas de meterme lo que
fuera en mi conchita, me dirig� al refrigerador en busca de una zanahoria,
pepino, camote, lo que fuera que se pareciera a una verga para llev�rmelo a mi
habitaci�n, y darme una cogida yo solita.
Para mi mala suerte, o buena, no encontr� nada que se
pareciera a una verga. Huy, qu� frustraci�n. Qu� coraje. Bueno, pues me fui a mi
recamara y me dispon�a a desvestirme y acostarme, para disfrutar con mis deditos
aunque fuera solo eso, cuando me acord� de mi amiga, y pens�: �Estar� en
casa?... ir� a ver� no sea que me vaya a o�r que estoy en esto y no me gustar�a
me viera pajeandome a lo tonto.
A hurtadillas llegu� hasta su habitaci�n sin hacer ruido, no
fuera a ser que estuviera dormida y no me gustar�a despertarla. Efectivamente
estaba acostadita mi amiga en su cama, pero no precisamente durmiendo. Micaela
estaba acostada boca abajo pero con su culito bien levantado y jadeando, y
Pecoso el D�lmata, estaba echado entre sus piernas y d�ndole una lamida de culo
gigantesca, por lo que pude apreciar en la expresi�n de la cara de Micaela.
Esto me acab� de poner m�s cachorra todav�a, sent�a que mi
conchita casi me explotaba. No quise hacer ruido para que ni Mica ni Pecoso me
fueran a o�r, y as� poder ver qu� pasaba entre ellos.
Mica se retorc�a sobre su propio vientre exclamando: Ay
Pecosito, que cosas tan lindas me haces, dame m�s leng�ita Pecosito bonito, mhn,
as� as�, dale a tu amita perra, tu leng�ita sabrosa. Haz que me venga, que me
venga. Huy mi pecosito lindo ya casi lo tengo, ya viene, ya viene, mhn si si si
as� ay yaaaaaa yaaaaaaa yaaaaaaa aghhhh.
Metiendo su mano por debajo de su pancita, Micaela se daba
dedo en su cl�toris mientras Pecoso le daba su mamada de cuca, culo, nalgas,
muslos, en ocasiones, le lam�a los pies, la espalda, y Micaela levantaba los
brazos para que tambi�n le lamiera las axilas, esto, lo de las axilas, acabo de
ponerme cachorra, porque si algo me gusta, es que me acaricien las axilas, me
calienta sobremanera.
Olvid�ndome de que quer�a pasar inadvertida, me recargue en
la pared y me acaricie mi conchita con la mano derecha, y con la izquierda
empec� a frotarme mis tetitas duras y redonditas, y a lanzar suspiros profundos
y calientes, siempre he sido muy escandalosa a la hora de que estoy caliente y/o
cogiendo.
Bueno, pues Micaela termin� oyendo mis cachondeos solitarios
y suspendi� moment�neamente su encuentro con Pecosito. Cuando me di cuenta, ya
estaban junto a mi, Micaela y Pecoso.
Mir�ndome cari�osamente, Micaela me dijo: Nanynn, �qu�
haces?... Mejor ven y acomp��anos a Pecosito y a m� en la cama. Y poniendo manos
a la obra, me tomo de la mano d�ndome un beso en la mejilla y me llev� hasta la
cama. Ay manita no sab�a que estabas en casa, y quise aprovechar para echarme un
palito con Pecoso, es que �l siempre ha sido mi novio, mi marido, mi amante, mi
todo. Por eso es que nunca he tenido novio ni nada.
Le dije: Ya no es necesario que me cuentes m�s nada Mica,
entiendo todo a la perfecci�n, pero en este momento estoy tan caliente, que
quiero me invites un poco de Pecosito. Cerr� mis ojos y me dispuse a disfrutar
aquello tan rico que estaba necesitando en esos momentos.
Mhn que lengua tan rica, rasposita y larga ten�a aquel cabr�n
perrito. Y qu� bien educado lo ten�a Micaela, porque me lam�a y por momentos me
la met�a profundo en mi conchita, arranc�ndome gritos de placer.
Ayyyy, Pecosito, que rico mi ni�o, dame lengua, s�came mis
juguitos, juega con esta conchita que de ahora en adelante, ser� tuya. C�metela
anda, c�metela.
Micaela, mientras tanto, se acariciaba su conchita y le
empez� a jalar su funda a Pecosito.
Me dec�a: Nanynn, mientras Pecosito te lame tu cuquita, yo lo
voy a ir empezando a poner en forma para que lo goces bien rico.
Ay Micaela, qu� cosas estoy sintiendo, pero quiero algo m�s, d�jalo que me monte
�s�? Anda d�jalo manita. Me dijo: Claro Nanynn, te va acoger y te va a sacar
toda esa cremita que llevas guardando tanto tiempo. Pero ya no hubo m�s tiempo
que el que lleg� a mi cuquita caliente, y me empec� a vaciar, Ay, ay, ay Mica,
me estoy viniendo, me vengo, me vengo aghch, huy, me vengo aghhhhh yaaa.
Y le deje toda la lengua empapada de mis jugos a Pecosito, y �l todo amabilidad,
lam�a y se beb�a mi cremita tanto tiempo almacenada. Micaela me dijo: Nanynn, no
lo dejaste terminar su trabajo.
Pero es que ya ten�a muchas ganas de venirme y no me pude
contener.
Desde ese d�a, mientras Micaela se iba al Hospital por las
ma�anas a trabajar, Pecosito y yo, disfrut�bamos d�ndome lengua y yo disfrutando
aquellas lamidas, hasta que un d�a ya no resist� m�s y quise saber qu� se sent�a
tener aquella verga adentro�
Bueno pues, despu�s de aquel encuentro con Pecoso y con mi
amiga Micaela, nos pusimos a platicar un rato Micaela y yo.
Micaela:- Ay Nanynn, que gusto me ha dado que me
encontraras con Pecosito en plena faena, porque ya ten�a ganas de cont�rtelo,
pero lo hab�a pensado mucho porque no sabia c�mo ibas a reaccionar.
Nanynn:- Y yo encantada de que as� haya sucedido Mica. F�jate que ya a m�
me andaba rondando en la cabeza que algo as� mas o menos deb�a ser, por tus
atenciones tan especiales con nuestro Pecosito. �Le puedo considerar m�o tambi�n
Mica?
Micaela:- Claro manita, �l ser� de aqu� en adelante
nuestro AUTENTICO compa�ero de casa, jajajajaja jajajajaja jajajajaja jajajjaja
jajajajaja (re�mos las dos de la ocurrencia) Nanyn, pero dime, �por qu� llegaste
tan cachonda a casa? Es l�gico que no trabajaras. �Qu� pas�?
Nanynn:- Nada; Que llegu� tarde al hospital y la jefa de
enfermeras, ya no me dej� que me quedara, porque ya hab�a rebasado el tiempo de
tolerancia para entrar, �ya sabes c�mo es!. Y me fui a un parque a disfrutar de
mi tarde libre. Y me enter� que un circo ha llegado al pueblo, y me fui a
conocerlo, y a ver si estaba bonito para entrar a ver la funci�n. Mientras
empezaba la funci�n, me fui al zool�gico del circo, donde est�n los animales en
exhibici�n, y ah� empez� mi calentura. Un cabr�n gorila se estaba pu�eteando
delante de la gente, y nos ofrec�a la mano para que se la oli�ramos, o no s�
para qu�, pero la cosa es que la gente se quito por lo que hacia el cabr�n
gorila, y me quede solita con �l, delante de la jaula, claro. Me calent�, y�
Micaela:- Un circo en el pueblo; Humjmn, hace tanto
tiempo que no voy a un circo; y con lo que me acabas de contar; del gorilita
cachondo; Vamos al circo. Pero no a la funci�n. Quiero conocer al gorila
calent�n.
Llegamos al circo y la funci�n vespertina, daba fin a su
presentaci�n. Por lo que decidimos pasear un rato por los alrededores del circo,
para conocer el ambiente circense.
Micaela:- Nanynn all� est�n las jaulas, vamos para all�.
Nanynn:- Vamos; Est�bamos por llegar al �rea de las jaulas, cuando,
apareci� detr�s de una tienda una mujer como de unos 25 a�os, y nos gan� la
llegada, ella era del circo. Se acerco a las jaulas y de una de ellas sac� a un
chimpanc�, y despu�s al gorila cachondo. Esto, nos llen� de sorpresa, y quisimos
saber el por qu�; la seguimos y se dio cuenta de nuestra presencia. Buenas
noches. Nos dijo. �Qu� desean?...
Micaela:- He, no, nada. Mi amiga y yo queremos conocer al gorila. �C�mo
se llama? Yo me llamo Andrea, y este gigante se llama Goliat, y el chimpanc� se
llama Gurdy. Y aqu� entre nos, son mis amantes, jijijiji.
Micaela:- �Tus amantes?... Ay, y �c�mo as�?
Andrea:- Pasen a mi tienda y lo ver�n.
Ni tardas ni perezosas, nos apresuramos a atender aquella invitaci�n. La cual
promet�a, y mucho; vamos dijimos Micaela y yo al un�sono.
Andrea:- No se preocupen por ellos, son muy d�ciles y educados. Fueron
entrenados por m�, siempre los he tenido. Goliat y yo crecimos juntos. Y soy su
hembra desde los 15 a�os. Ahora ver�n lo lindo que nos llevamos los tres.
Andrea tomando a Goliat de la mano lo llevo a un sof� que
ten�a en el interior de su tienda, y con se�as m�micas, le empez� a dar �rdenes,
con las manos y con la voz, para que nosotras supi�ramos lo que le dec�a.
Andrea:- Goliat, Gurdy, si�ntense; Goliat, se sent� y
empez� inmediatamente a sobarse su bulto sobre el short que tra�a puesto. Gurdy
solo miraba con cierto nerviosismo. Andrea se acerco a Goliat, y le quito los
pantaloncitos. Goliat le miraba con tanta ternura, que de inmediato supimos que
ese enorme animal, estaba enamorado de la cirquera aquella. Anda mi ni�o,
ens��ale a tu hembrita bramuda lo que tienes para ella;
Micaela:- Ay Nanynn, ya me est� empezando a hervir mi
cosita nom�s de ver a esta ni�a con semejante gigante, ha de tener un aparato
enorme.
Nanynn:- �Qu� qu�eee?, ya lo veras es impresionante.
De pronto, Goliat se puso de pie y cargo a Andrea, para que ocupara su lugar en
el sof�.
Andrea:- Si papyto, soy tu esclava, lo que quieras
hacerme yo te complazco, mi ni�o. Arr�ncame la ropa Goliat.
Goliat haciendo acopio de su educaci�n, le desgarro la blusa a Andrea para
empezar a tallar con sus manazas aquel par de tetas preciosas y rosaditas de
Andrea.
Mientras todo esto suced�a, Gurdy se daba gusto haci�ndose
una paja mir�ndonos de vez en cuando a Micaela y a m�. Como esperando la orden
para empezar a actuar con nosotras o con quien se pudiera.
Goliat mientras le apretaba las tetas a Andrea, le empez� a
lamer las axilas, los brazos, el cuello, y empez� a bajar paulatinamente hasta
llegar a aquella cuevita jugosa y deseosa que destilaba hilitos de cremita
caliente. Goliat le empez� a mamar la cuca a Andrea y esta, a retorcerse de
gusto y placer, mientras tanto Andrea estiraba su brazo para alcanzar aquel
pedazo de verga negra. Y por fin, lo logr�, alcanzo la verga de Goliat, y le
apretaba y esta de inmediato creci� como ten�a que crecer, ahhhhh, qu� tama�o de
verga, m�nimo deb�an ser como veinte cent�metros de verga dura, gruesa como de
tres pulgadas y preciosa, Humnn la diferencia era que, no era como la de los
humanos, esta preciosidad de verga, terminaba en punta, casi como la de
Pecosito, pero Andrea estir�ndose por completo, se acomod� en el sof� y Goliat
se acost� sobre ella en un cl�sico sesenta y nueve. Andrea tom� aquella verga
preciosa, y la acariciaba como algo verdaderamente preciado, y de pronto;
ZAZZZZ, que se la mete en la boca, lo que pudo claro, y se retorc�a y gem�a,
humn, Goliat que rica verga papy, que dura y sabrosa la tienes mi ni�o, m�mame
la cuca, m�mame mi bebecito, as�iiiiii, que quiero sentir todo el placer que me
da tu leng�ita.
Nanynn:- Andreita, ya nos tienes bien cachondas a Micaela y a m�. Danos
algo que hacer para esto que estamos sintiendo.
Andrea:- Gurdy, con Gurdy. Ac�rquense a �l, que ya sabe lo que tiene que
hacer.
Gurdy, en cuanto nos vio que nos acerc�bamos a �l, se puso de pie y a dar
saltitos en el mismo lugar. Con cierto temor, nos pusimos al alcance de Gurdy, y
este cabr�n calenturiento chango, nos tom� inmediatamente a las dos de las manos
y a jalarnos para que le tom�ramos su pilinga. Micaela fue la m�s audaz de las
dos, y acarici�ndole la cabeza con una mano, con la otra le agarro su
porronguita que ya estaba algo crecidita, y se puso, GUAUUUUUUU, casi del mismo
tama�o que la de Goliat.
Micaela:- Andrea, oye este tambi�n tiene su verg�n bien
grande. �C�mo le hago para que coja?
Andrea:- Ay pues nom�s acu�state y �l te va a hacer ver
estrellitas.
Micaela se acost�, y Gurdy le ha dado una mamada de tetas, marca ACME,
jajajajaja, yo, mientras tanto, le acariciaba su verga prieta a Gurdy. Goliat
dando un rugido impresionante nos hizo que volte�ramos a ver qu� estaba pasando.
Guauuuuu, que imagen tan impresionante al ver a aquel gigante peludo en
cuclillas, meti�ndole verga a Andrea, en la pose del misionero.
Andrea:- Ay, ay, ay Goliat, me est�s matando bebe, te
estoy sintiendo c�mo te est�s viniendo en mi cuquita, ahhhhghch, as�, dame tu
verga, d�mela, dame tu lechota mi rey, dame, dame. Y Goliat le daba unos
empujones a la pobre Andrea, que casi la sacaba del sof�. Goliat se qued�
quietecito y Andrea jadeando se apretaba las tetas. Goliat se separ� de ella, y
le empez� a salir una cantidad bastante respetable de leche de su cuca golosa,
dej�ndole un hoyo bien grande, pues lo que se acababa de comer era bien grueso.
Goliat se bajo y le chupo la cuca a Andrea, retir�ndole los juguitos de ambos.
Andrea como pudo, se dio vuelta y le ofreci� el culito a Goliat, para que
tambi�n se lo chupara. Levantaba las caderas y Goliat metiendo las manazas por
debajo de Andrea, la ayudaba a levantarse, para darle unos besos bien tronados
en el mero ojo del culo. Esto hizo su efecto buscado por Andrea en Goliat, y se
le subi� a la espalda restreg�ndole la verga desde el cuello, hasta la rendija
de Andrea.
Ay papy, �quieres darme por mi culito?... bueno pero p�rtate
bien para que no me vayas a lastimar �eh? Dame despacito mi ni�o; Goliat,
entendido animal, le gru��a en el cuello pero de manera casi acariciante,
cari�osa, como asintiendo a la petici�n de su ama. Este gigante se acomod� sobre
ella hal�ndola por la cintura, para ponerle la punta de aquel verg�n prieto y
brillante en el ojo del culo.
Andrea cerrando los ojos tom� una bocanada de aire y ayudo a
Goliat empuj�ndose solita hacia atr�s para ir al encuentro de aquella exquisitez
de verga, al entrar la cabeza de ese pedazo tan rico de verga, Andrea dejo
escapar de lo m�s profundo de su garganta un grito mezcla de dolor y placer.
Andrea:- Aghhhh, me matas, me matas papyto, despacito por
favor, que me est�s matando. Ay, ay, ay, m�s despacio; Pero no lo saques, d�jalo
que siga entrando, por favor mi ni�o. Eso es, as�, suavecito; ahora si, ya
puedes moverte como quieras, dame, dame m�s por mi culito jocoso y caliente, as�
dame, quiero sentir toda tu verga penetr�ndome, llen�ndome de sabrosura;
Aaaaayyyyy, siento que me vengo yaaaaaa, yaaaa, yaaaaa, ya no puedo aguantarme
m�aaaasssssshhhh, ah� te va mi ni�o, ten, ten mis delicias ricura m�a, y dame,
dame tu tambi�n tu lechota, llena ese culo papyto, dale toda tu leche, b��ame de
mocos el culo.
Y Andrea, se desplom�; hab�a alcanzado el orgasmo m�s
placentero que mis ojos hayan visto alguna vez. Goliat, como todo un caballero,
la prodig� de leche hasta hacerle escurrir por los muslos una cantidad inmensa,
Andrea se retorc�a como v�bora en comal caliente. Estaba completamente llena de
leche y placer.
Andrea se levant� y se estiro como gatita que acaba de
despertar, sonriente y feliz, pero con eso que le acababa de pasar �Qui�n no?
�verdad? Pues resulta que Andreita nos dijo:
Andrea:- Les dejo con Gurdy, enseguida regreso, voy a
dejar a Goliat a su jaulita y vengo con ustedes, mientras tanto, divi�rtanse con
ese chango calent�n.
Micaela:- Huy manita, estoy que hiervo de brama.
Y tomando de la mano a Gurdy, Micaela se sent� de frente a �l, Gurdy sin la
presencia de su ama, se sinti� en completa libertad para hacer lo que estaba
queriendo el cabroncito, y con las dos manos tomo a Micaela de la nuca y la
llevo casi salvajemente hasta donde estaba aquel pedazo de verga chorreante de
l�quidos pre seminales. Micaela, sin titubear, accedi� a la petici�n de Gurdy y
abriendo la boca se trago de un solo golpe, casi la mitad de la verga de Gurdy.
Micaela:- Hughch, mhjn, que grica eshta tu verghha pagpy.
Con la boca llena, Micaela casi no pod�a ni hablar, y eso a m�, me gust� mucho y
me calent� todav�a m�s.
Micaela:- Gurdy, �Qu� vas a hacerme ahora, despu�s de esta mamada?, ya
s�, dame verga en mi panochita, quiero sentir tu verga bien adentro de mi
conchita caliente.
Pero Gurdy ten�a otros planes. Casi humano, la volteo sobre
su vientre y se le mont� en la espalda a Micaela, y empez� a tallarle los huevos
peludos sobre la espalda, y de cuando en cuando, se le llegaba hasta el cuello,
para que Micaela, volteara, y le regalara besitos en la puntita. A veces se
quitaba de encima de ella, y se pasaba al frente, para que se la mamara m�s
profundo.
Micaela:- Gurdy bonito, ya dame, quiero sentir tu verga mi amor, dame eso
que tanto a�oro, hazme tuya por favor.
Gurdy complaciente se paso a la parte de atr�s de Micaela y
la levanto de las caderas para que pusiera su traserito bien en alto, Micaela,
pensando que le iba a seguir regalando mamadas en su panochita se levant� lo m�s
que pudo, y cual no ser�a su sorpresa cuando Gurdy, apoy�ndose en las caderas de
ella, le dejo ir de golpe y porrazo toda la verga a Micaela. Pero por el
culooooo.
Micaela:- Ahhhhhhhhhhh, noooooo, nooooooooo, as� no
quiero noooooo, ahhhhhh, me estas atravesando pinche animal cabr�n, ahhhh,
Nanyn, qu�tamelo, qu�tamelo de encima que me est� perforando el culo, ay, ay,
ay.
Pero Gurdy estaba tan bien afianzado de las caderas de
Micaela, que con mis fuerzas no pude hacer nada, y adem�s me gru�o bien feo,
estaba pose�do por la pasi�n animal, y no la soltar�a, hasta que terminar.
Micaela:- Ayyyy, Nanynn, me est� matando este cabroncito.
Con esa forma de hablar de Micaela, me di cuenta que ya el dolor no era tan
intenso, y que estaba entrando a la etapa del placer.
Micaela:- Gurdy, Gurdyto, profundo, d�jalo ir profundo mi amor, llena a
esta puta hasta reventarla de pasi�n. Dame as� mi amor, dame salvaje m�o, dame
de manera salvaje por el culo, para qu� ando pidiendo verga �verdad? Ahora dame,
dame m�s, humnnn, as� pacito, as�, Hughch, qu� placer tan rico sentirse
penetrada por el culo.
Micaela gozo aquella cogida por el culo tan rico y sabroso,
que ah� mismo sent� un orgasmo tan abundante que empape el asiento donde estaba
yo sentada, y en ese momento me di cuenta que yo no hab�a recibido todav�a nada,
mi cuquita no hab�a tenido su raci�n de verga, y suplic�ndole a Micaela le dije
que diera un momentito a Gurdy, porque yo, quer�a tambi�n. Pero ni ella ni Gurdy
oyeron mi petici�n. Y no me quedo m�s que darme dedito en mi panochita. Y as�
estaba cuando entro Andrea, blandiendo en su cintura un arn�s con un consolador
de las mismas caracter�sticas que la verga de Goliat, grande prieta y
exquisitamente antojable.
Andrea:- Ven, yo te voy a dar lo que estas necesitando.
Como yo estaba sentada, mis juguitos hab�an escurrido hasta mi culito, por lo
que tambi�n mi hoyito chiquito estaba lubricado, y le dije a Andrea: siiiii,
dame por favor aunque sea con ese pedazo de hule tan sabroso que se ve. Andrea
complaciente, y ya satisfecha en lo suyo, me pidi� me acostara boca arriba para
penetrarme con su consolador, pero yo le dije que no, que yo quer�a en la misma
posici�n en que estaban Micaela y Gurdy. Y poniendo mi culito en alto, se lo
ofrec� a Andrea, se acerc� lentamente y me puso la punta de aquella verga negra
de hule en la entrada de mi panochita, y al sentirla casi le grite que no, que
tampoco quer�a por ah�, que yo quer�a sentirla en mi culo.
�Golosa! Me dijo. Y cambiando de lugar la verga igual a
la de Goliat, me la dejo ir metiendo lentamente, pero yo ya no le dije m�s nada,
simplemente lo disfrut�.
Andrea:- Bueno muchachas, pues ya tuvieron lo que
quer�an, ahora s�lo falta pagar por ello. Todo esto cuesta y a ustedes como se
les dio por el culito, cuesta m�s. Y nos cobr� 5,000 pesos; algo as� como 500
d�lares. Pero salimos gustosas y llenas de aquel palacio improvisado de placer,
improvisado el palacio, el placer, aut�nticamente real.
Llegamos a casa tan contentas de aquel encuentro, que nos
pasamos casi toda la noche platicando de lo que cada una de nosotras hab�a
experimentado, cuando nos dimos cuenta, ya eran las tres de la ma�ana, y hab�a
que dormir, Micaela ten�a que trabajar temprano, y yo hasta en la tarde, por lo
que Micaela se fue a su habitaci�n y yo me quede a ordenar un poco la cocina.
Recog� los trastes de la mesa, y los lleve al lavabo para
higienizarlos, y por la ventana v� la luna redondita que iluminaba el patio, y
en el fondo se ve�a la casita de Pecosito, pero �l no estaba ah�, me dio
curiosidad por saber d�nde andaba, y sal� al patio.
Pecosito nunca supe de d�nde sali�, solo s� que sent� su
presencia atr�s de m�, y cuando voltee, ah� estaba, sentadito mir�ndome contento
y alegre. �Ya te repusiste, verdad? Le dije, y Pecosito como si entendiera, se
puso de pie se acerc� a m�, olisque�ndome. Y sin m�s ni m�s, me ech� al piso en
cuatro patitas ofreci�ndole mi panochita a Pecosito y al igual �l, se me subi� a
las caderas y empez� a bombear mi cuca ansiosa.
Despu�s de aquella noche tan rica que me hizo pasar Pecosito,
con aquel palito tan rapid�n; dorm� tan placenteramente, que me despert� como a
las 10 de la ma�ana, mhnnn, bien contenta y alegre. Me fui a la cocina a
prepararme algo de desayunar, y darle a Pecosito algo de comer tambi�n, se lo
ten�a bien ganado. Cuando en eso que entra Micaela, y me dice que la cambiaban a
otro hospital distante de donde viv�amos, a 250 kil�metros de distancia, y que
como no sab�a exactamente d�nde iba a vivir, no podr�a llevarse a Pecosito con
ella, pidi�ndome me quedara a su cuidado, hasta que regresara el pr�ximo fin de
semana.
Por supuesto que no me negu�, cuidar de Pecosito era
simb�lico, porque quien iba a cuidar a quien, era Pecosito de m�.
R�pidamente arregl� su maleta Micaela, y nos despedimos
cari�osamente. Pecosito y yo, la vimos partir en el taxi, entramos a la casa, y
vi en el reloj de la pared de la sala, que marcaba las 11:00 de la ma�ana.
Mhnnnn, a�n ten�a tiempo para hacer algunas cositas como arreglar las
habitaciones, la sala, el comedor, en fin, los quehaceres de la casa. Me dirig�
a mi habitaci�n para tender mi cama, cuando levante la sabana, sent� el olor de
sexo que estaba impregnado en la sabana, mhnnnn, volv� a olerla profusamente, y
me llego una oleada de placer olfativo.
Cuando en ese momento, sent� la narizita fr�a de Pecosito
hurg�ndome por detr�s. Ay, Pecosito, �qu� haces? �Quieres nuevamente? Y
me acost� boca arriba, para que entendiera que s�, que yo tambi�n estaba
dispuesta a complacerlo.
Pecosito se subi� a la cama y me dije, si voy a lavar las
sabanas, no veo por qu� no hacerlo en la cama, adem�s es m�s c�modo. Estir�ndome
en la cama, dej� que mi ni�o me lamiera el cuello y los brazos, y de pronto, se
pas� a mis piernas, momento que aprovech� para quitarme la bata que tra�a
puesta. En cuanto vio Pecosito que estaba completamente desnuda, me lami� las
tetitas, por cierto, bien rico que lo hizo, eso me acabo de convencer que me
ten�a que entregar completamente a mi BBcito.
Mi ni�o al estarme lamiendo las tetas, se coloc� sobre mi
cara, poni�ndome de manera �accidental? su verga casi en la boca, me di cuenta
que a la mejor quer�a que yo le diera, lo que �l me estaba tambi�n regalando;
una buena mamada.
Pues sin hacerme del rogar, le empec� a jalar su fundita, y
enseguida le sali� su puntita, roja, brillante, h�meda y sabrosa. Levant� la
cabeza, y me introduje casi la mitad de aquel pedazo tan rico de verga que
ten�a. Pecosito empez� su vaiv�n cl�sico, como si me estuviera cogiendo, y la
verdad, es que s� me estaba cogiendo mi ni�o por la boca, y yo abr�a la boca lo
m�s que pod�a para no ahogarme con aquel pedazo de verga sabrosa.
Humngch, huy Pecosito, que verga mi amor, que verga tan rica
tienes, pero ya quiero que me cojas, c�jeme aqu� en la cama. Me levante de
la cintura, para que me diera as�, se pas� al frente, y se subi� a mi vientre,
rasgu��ndome mi pancita con sus u�as, pero eso me calent� a�n m�s, me hizo
sentirme m�s suya, m�s perra.
Dame mi amor, dame tu verga, ll�name de tu verga, b��ame con
tu lechita, que ahora ser�s solo m�o mi amor, tendremos todo el tiempo, para
nosotros dos solos.
Pecosito estaba tambi�n tan caliente, que nom�s me dio como
quince embestidas, y se vino en forma abundante, chorre�ndome toda la papayita
con su lechita calientita, y escurri�ndome hacia las nalguitas. Por la posici�n,
no nos pudimos quedar pegados, se bajo y me lami� la cuquita, limpi�ndola de los
juguitos de los dos, se movi� y volvi� a quedarme en la cara su verga
chorreante, y l�gicamente que yo tambi�n lo prodigue con una s�per mamada.
Terminamos de nuestra sesi�n matutina, y entonces si, me
dispuse a limpiar la casa, empezando por mi cama, que ol�a a m� y a Pecosito.
�l me anduvo siguiendo toda la ma�ana por toda la casa, y a
veces le daba su acariciadita y le regalaba palabritas cari�osas y besitos en el
cuello, y �l a m� me daba leng�etazos ricos y calientes.
Creo a Micaela nunca le lleg� a hacer eso, pero a m� me
encant� que me demostrara que estaba feliz conmigo. Est�bamos enamorados
mutuamente. Yo era la perra que �l hab�a estado esperando. Y �l el macho
autentico que nunca hab�a llegado a mi vida.
Pero que de ahora en adelante, ser�a mi amigo, mi novio, mi
amante, mi todo, porque con �l encontr� lo que con mi marido nunca hall�,
orgasmos m�ltiples y placenteros.
As� pas� mi vida en compa��a de Pecosito por cinco
placenteros a�os, llenos de autentica pasi�n animal. Llegaba del trabajo por las
noches, y �l me acompa�aba a cenar, y despu�s ten�amos nuestra cama para
nosotros dos en una entrega al 100% mutua. En ocasiones lo hac�amos hasta tres
veces en una sola noche, esto era principalmente, los viernes. Mi ni�o era muy
fogoso, y como lo ten�a bien alimentado, claro que �l respond�a a estas
atenciones, d�ndome verga, por d�nde y cuando yo quisiera.
Micaela, debo decirles que me hablo a la semana de haberse
ido, coment�ndome, que no le era posible regresar, que me quedara con la casa,
pagando yo, por supuesto la renta, y sobre todo, con Pecosito, pidi�ndome que lo
cuidara mucho y bien. Porque ella estaba viviendo en un departamento donde no
admit�an animales de ninguna especie.
Que ya nos ver�amos en vacaciones, para que Pecosito le diera
sus revolcadas correspondientes. Y que andaba buscando una casa donde poder
tener su mascotita.
El tiempo de vida de los perros es de uno por siete a�os, en
comparaci�n con nosotros los humanos, as� es que envejecen muy r�pido, y
Pecosito, pues se enferm�, lo cuid� durante su enfermedad como toda buena
esposa, pero al final, muri�, y yo me quede muy triste y sola nuevamente.
Llor� mucho su partida, pensaba tristemente que ya no tendr�a
quien me diera mis revolcadas, y me consolaba con mi juguetito de pl�stico que
hab�a adquirido con anticipaci�n, esto es, cuando Pecosito ya estaba enfermito,
y no pod�a cumplirme como mi maridito, lo compr� para no andar de calenturienta
por ah�, arriesgando serle infiel a mi BBcito.
En el trabajo notaban mi nostalgia y desconsuelo, y entonces
una amiga y compa�era de trabajo, me pregunt� �qu� me pasaba?, �por qu� estaba
tan triste?, si solo era un perro el que se hab�a muerto. Pero en mi mirada de
mujer enamorada se dio cuenta, que entre Pecosito y Yo, hubo algo m�s que simple
compa��a.
Y me dijo: Cu�ntame, lo que me digas, ser� guardado como un
gran tesoro que debe ser tu secreto m�s profundo. Y l�gicamente y de manera
paulatina, le fui revelando a aquella amiga, mi verdadero pesar por haber
perdido a Pecosito.
Sorpresa tan grande me lleve, cuando me dijo que ella tambi�n
ten�a su secretito y que se llamaba Roko, y que adem�s, estaba a punto de ser
pap�, su marido de mi amiga se ausentaba por d�as de casa por su trabajo, y Roko
era su amante de planta, y que adem�s lo ten�a en casa, a su disposici�n, cuando
fuera necesario, y que si quer�a, me regalar�a, cuando nacieran, un cachorrito.
Gustosamente acept�, claro que acept�, y a los dos meses mi
amiga me entreg� un precioso cachorrito de Rottwailler, con su rabito ya
estilizado, y debidamente vacunado contra todo. Lo dem�s, corr�a por mi cuenta.
Blacky, lo llam� Blacky.
Cuando ya ten�a 4 meses de edad estaba tremendamente hermoso,
y empec� su entrenamiento. Cuando lo ba�aba, le tocaba delicadamente su fundita,
para que se fuera acostumbrando a mis caricias, y me desnudaba delante de �l,
habl�ndole con muchos cari�itos a mi BBcito precioso, y �l se tornaba de lo m�s
lindo, porque desde entonces, le gustaba mucho, lamerme mis piernas, y lo dejaba
que se llegara hasta mi conchita, ya deseosa de que estuviera grande para darme
lo que estaba necesitando, mientras tanto, mi juguetito de pl�stico me ayudaba a
calmar mis ganas de coger.
Debo decir, que Blacky, hasta el d�a de hoy, es mi
mejor amante, porque despu�s de �l, lleg� Champy, un cachorrito Cocker
Spanier, pero este result� muy travieso y nervioso, mientras que Blacky,
siempre ha sido m�s tranquilo y m�s complaciente conmigo.
Cuando Blacky alcanz� su madurez sexual, ya estaba bien
entrenado para mi solita. Y desde entonces, Blacky es mi novio, mi amigo,
y principalmente mi amante m�s cachondo que he tenido, y cuando recuerdo las
revolcadas que me daba Pecosito, me sonr�o, porque la verdad, Blacky s�
que me da mis autenticas y golos�simas revolcadas, porque con �l si consigo
quedarme pegada casi hasta por 15 minutos, y a veces llegamos a los 20 minutos
pegaditos, mhnnnn, pero, esa ser� otra historia, historia de la actualidad.
Mientras tanto amigas m�as, me despido dese�ndoles a todas
que tengan el valor suficiente para que adopten una mascotita y la conviertan en
su; amante, adem�s de la comodidad de tenerlo en casa, nadie sabr� que es
su amante fiel. Y si ya lo tienen, pues prueben a darle su conchita a aquel que
de verdad ser� el m�s fiel y placentero cogedor secreto.
Este el fin de mi historia, pero prometo regresar con m�s
an�cdotas actuales de mis BBcitos Blacky y Champy, porque ellos
son actualmente mis novios, y quienes me cuidan de que nadie me toque, s�lo
ellos ser�n los due�os de mi cuquita jariosa y caliente.
Aunque ya han pasado once a�os desde que me divorci� (hoy
tengo cuarenta y siete a�os), nunca m�s he tenido, ni siquiera la idea, de
buscar hombre, ocasionalmente me aviento un polvito con alguno de mis compa�eros
de trabajo, pero nada queda en seriedad. Ellos, mis BBcitos hermosos me llenan,
y al mismo tiempo, me dejan vac�a. Llena de pasi�n y leche, y vac�a de mis
cremitas, y ganas de coger.
Saludos.
Los quiere, Bye, bye.