La chica de la esquina (1)
(Encontr� en la calle a Eliana, una ni�ita de doce a�os, la
llev� a mi casa, la ba��, la acarici� y la dej� lista para gozarla)
Esta es una historia que me ocurri� hace cinco a�os, en pleno
centro de la ciudad, cuando ten�a veintisiete a�os, hab�a egresado de mi carrera
de profesor de matem�ticas y con esfuerzo logr� comprar una vieja camioneta.
Sal� una noche a buscar compa��a femenina, esperaba encontrar
alguna ni�ita de no m�s de trece a�os, que eran las que me pon�an a mil, me
excitaban y eran mis preferidas desde hace tiempo. Ya ten�a experiencia en
ellas, como tratarlas, como gozarlas, siempre con cari�o, nunca con violencia.
Manej� media hora y no pasaba nada, cuando en una esquina encuentro una se�ora
de uno treinta a�os, mal vestida con una ni�ita que representaba unos diez a�os.
Adonde van ? les pregunt�. Solo a buscar algo de comida, me contest� la madre.
Suban, yo les ayudare, contest� r�pidamente.
En el camino me cont� que no ten�a dinero y que har�a
cualquier cosa por contar con algunos billetes para poder comer y tomarse una
botella de vino, que era su vicio. Y que me dar�a a cambio ? le pregunte.
Lo que usted quiera, hasta a la ni�a si desea.
Me detuve en una esquina poco iluminada. Aqu� hay unos
billetes, t�melos y me deja a la ni�a, le dije. Se la devuelvo un rato m�s�� No,
me dijo, no es necesario, porque con esta plata yo me voy al sur, a la casa de
mis padres y a esta ni�a no la quieren por all�. Cuando usted quiera la deja en
la estaci�n de trenes y ella sabe donde ir.
Me alej� r�pidamente rumbo a mi casa, un chalet peque�o,
donde puedo entrar la camioneta sin que me vean los vecinos. En diez minutos
ten�a a la ni�a sentada en mis rodillas. Te vas a portar cari�osa, le dije, y te
dar� todo lo que quieras. La llev� al ba�o y le dije que se diera un ba�o en la
tina, con agua caliente, shampoo, perfumes y todo lo que quisiera y que mientras
tanto le iba a cocinar un rico sandwich de pollo con bebidas. La ni�a estaba
feliz, yo me estaba poniendo caliente de solo pensar lo que har�a con ella en la
cama un rato despu�s.
Eliana, as� se llamaba la ni�a, era muy blanca, bajita de
porte, pelo casta�o largo y desordenado, gordita y ya se le notaban sus tetitas.
Su trasero estaba bien formado para su edad. Entr� al ba�o y le pas� la comida,
bebida y un trozo de torta que me quedaba, lo que se comi� en exactamente tres
minutos. Ahora sonre�a, me hablaba algunas cosas, me preguntaba con qui�n viv�a,
yo viv�a solo, y as� fuimos conversando y ella tomando confianza.
Sale del ba�o, le dije, pas�ndole una toalla que la cubri�
totalmente. Entonces empec� a secarla abraz�ndola. Separa las piernas, le dije,
para secarte toda, a lo que ella accedi� de inmediato. La acarici� por todas
partes, incluso cuando la toalla se cay� yo segu� acarici�ndola, especialmente
sus tetitas y despu�s su potito. Me sent� en el water y la atraje hacia m�,
d�ndome la espalda. Yo estaba muy caliente y ya ten�a mi pito muy parado.
Te gusta ? le pregunt�, si, mucho, que me vas a hacer ? Nada
Elianita, solo te voy a gozar un poco y despu�s te voy a ir a dejar.
Segu� acarici�ndola, puse mis dedos entre sus labios
vaginales y empec� a pajearla, ella se ech� para atr�s. A los cinco minutos tuvo
un orgasmo, se moj� bastante, me moj� los dedos, est�bamos muy calientes. Quiero
que me hagas feliz tu ahora, le dije. Que quieres que haga ? Vamos a la cama, le
contest�. Y as� empez� una excitante relaci�n sexual, que les contar� en algunos
cap�tulos m�s.
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La chica de la esquina (2)
(Esta ni�ita de doce a�os, me satisface y me sorprende al
contarme sus experiencias sexuales dram�ticas)
Despu�s que se limpi� y sec� todo su cuerpo la llev� a la
cama. Yo no aguantaba m�s de caliente. La sub� a la cama, quedando parada en la
orilla y yo de pi� al lado de ella, la di vuelta y me qued� con su potito a la
altura de mi pito, me saqu� los pantalones y slip y le puse mi pito entre sus
nalgas.
Sent� una sensaci�n rica, ya que era muy tierna la ni�a. La
abrac� toc�ndole con una mano sus tetitas y con la otra su vulva, paje�ndola
despacito, mientras yo me mov�a entre sus piernas. A los pocos minutos la di
vueltas y apunt� mi pito, ya duro y grande, hacia sus labios vaginales, que
estaban mojados; la atraje tom�ndola de su potito, de sus nalgas gorditas,
blancas y duritas y me refregu� entre sus labios, sin penetrarla. Casi al
instante acab�, d�ndole un beso en la boca, ba��ndola de semen que le chorre�
por sus piernecitas.
Estuvo bien ? me pregunt�, si, le dije, eres muy rica. Pero
yo no he acabado, me dijo. Qued� sorprendido por sus palabras. Que sabes de eso
? le dije, eres muy chiquita para ese lenguaje, como aprendiste esas palabras ?
La recost� en la cama, yo me acost� a su lado, ambos
est�bamos desnudos, tomando bebida, relajados, yo quer�a que pasaran unos
minutos antes de volver a calentarme de nuevo y pensar como iba a gozar en esta
oportunidad. As� que empec� conversar con ella.
- Que edad tienes ?
- Diez a�os.
- Y cual ha sido tu experiencia sexual, dime, cuando fue tu
primera vez?
- Cuando ten�a siete a�os. Una ma�ana que no fui al colegio
porque estaba con dolor de est�mago me despert� como a las diez y sent� ruido en
la pieza de mi mam�. Ella deber�a estar trabajando, era dom�stica en una casa
acomodada y viv�amos solas. Cuando me acerqu� a la pieza vi que mi t�o Juan
estaba arriba de mi mam�, los dos desnudos y se la estaba cojiendo, en ese
tiempo yo no sab�a mucho.
- Y qui�n es el t�o Juan ?
- Es hermano mayor de mi mam�, que siempre nos visita y nos
ayuda, pero que vive en el sur.
- Y que m�s paso, Elianita ?
- Se movieron harto y se dec�an cosas en voz baja. Despu�s de
un rato mi t�o se apur� encima de mi mam� y gritaron no muy fuerte, cosas como:
sigue, m�s, rico, ya voy a acabar, toma, ay hermanita, ahhhhh. Entonces mi t�o
se baj� de mi mam� y se acost� al lado. Ah� entr� yo a la pieza y mi mam� grito:
Eliana, que haces aqu� !!! Dios m�o esta ni�ita vi� todo, de veras que no fue al
colegio.
- Y que pas� ?
- Mi t�o le dijo: c�lmate hermana, y me llam� a su lado,
abri�ndome las tapas de la cama, invit�ndome a meterme adentro. Yo estaba solo
con calzoncitos. Anda al ba�o t�, le dijo a mi mam� y no salgas hasta que te
llame. Mi mam� obedeci� y desapareci�, iba desnuda al ba�o. Entonces mi t�o me
abraz� y me subi� encima de �l, acarici�ndome por todas partes, d�ndome unos
besitos cari�osos. Yo no entend�a nada pero me gustaba y yo quer�a mucho a mi
t�o, siempre me hac�a cari�os incuso cuando me ba�aba, era m�s chica, hasta que
mi mam� le dijo que no lo hiciera, que ya estaba crecidita.
Su infantil relato puso mi herramienta bien parada, caliente
a mil, y la di vuelta, quedando ella de lado. Me dio la espalda y de inmediato
puse mi pito entre sus nalgas, esta vez apuntando a sus labios para poseerla,
pues supon�a por lo que me contaba, que no era virgen. Lentamente se lo fui
metiendo, ella se mov�a para que no le entrara, pero yo la abrac� y ya no pudo
correrse. Se lo fui metiendo de a poco, estaba muy lubricado mi pico con sus
jugos. Hasta que logr� poseerla completamente. Bastaron unos minutos para que
juntos acab�ramos, soltando una gran cantidad de leche y haciendo que ella
gritara de placer. Seguimos abrazados un tiempo, tiempo que necesitaba para
descansar y reponerme para seguir escuchando sus infantiles y dram�ticos relatos
sexuales. Ser� para otro cap�tulo.