Relato: El Semental de las May�n (05) El Semental de las May�n
V
Ese d�a me quer�a morir. Mam� y mis hermanas estaban muy
preocupadas pues solo una vez me hab�an visto as�, justo el d�a en que encontr�
una nota en mi casa, dici�ndome Flavio que se fugaba con qui�n putas sabe, y que
se llevaba a mi nena Silvita. Y ahora me sent�a tan mal. Por un lado, la soledad
y la vida triste m�a me hab�an golpeado las dos juntas. Y por el otro, me sent�a
la peor de las madres, la m�s sucia. Pensaba �Qu� lo pasa a mi familia, que
todas sus mujeres somos unas sucias?
Bertita y Blanqui me llegaron a tocar la puerta, el desayuno
ya estaba listo.
No, no quiero salir� v�yanse�
Pero Silvi, ten�s que comer y salir de all�.
Si Silvia� mir�, talvez te podamos ayudar.
No� nadie me puede ayudar ya� soy� soy� v�yanse�
Las dos se fueron, y pens� que ya no regresar�an, pero me
equivoqu�. Mam� vino despu�s con un llavero en donde ten�a las llaves de todas y
cada una de las cerraduras de la casa. Abrieron la puerta de mi cuarto y
entraron.
�V�yanse! �No quiero ver a nadie! � chille.
Pues ahora nos toca hablar a nosotras� y nos vas a o�r�
Me llevaron casi a rastras a la cocina. De todos nuestros
ni�os, ya no hab�a nadie, pues todos se fueron al colegio. Me sentaron en una
silla y me rodearon, era mis 3 hermanas y mi madre contra mi. Mam� tom� la
palabra.
Silvia, mir� ya sab�s ahora� mejor dicho, ya sentiste
ahora la vida que tenemos todas nosotras. Est�bamos hablando de lo que nos
pas� todas con tu hijo y� mir�, yo se que no es normal y que es malo, pero
pas�. Date cuenta de algo, el es el �nico hombre que ha habido en nuestras
vidas y que no ha simplemente sacado algo de nosotras, el �nico que no nos ha
enga�ado y burlado, el �nico que no nos ha da�ado� el �nico que es limpio�
�Ay si qu� bueno, vamos a casarnos todas con mi beb�! �
dije sarc�stica desafiante en tono de burla; mis hermanas y mi madre se
quedaron calladas, mir�ndose las caras como si yo hubiera dicho algo tan obvio
que nadie se hubiese dado cuenta de ello.
�,� � yo tambi�n me qued� callada, sin saber qu� m�s decir.
Se vino un silencio tenso. Un idea hab�a aparecido en el aire
y todas la acariciaban llenas de deseo, codiciosas, pero nadie se atrev�a a
agarrarla por lo loca, improbable y pervertidamente morbosa que era. Escuch� a
Rosario musitar para si "no, no, es mi sobrino", y entonces salt� yo.
�Ni se les ocurra pensar en eso!
�,� � todas se sobresaltaron, pero ninguna me contest�.
�Beto es mi hijo y es su sobrino� �Les deber�a dar
verg�enza!
Nos da verg�enza Silvi� � me respondi� Blanqui, pero yo la
interrump�.
Pero igual est�n pensando en ello� �no se dan cuenta de lo
sucio y enfermo que es? Es su propia sangre, y a la sangre no se le puede ver
con lujuria� eso es pecado�
Pues todas somos pecadoras aqu�, incluy�ndote a ti que eres
su madre� � dijo Bertita, ella siempre ha sido la m�s directa y fuerte de
todas, y a la que le fue peor con su marido, un canadiense s�dico; su
comentario me cay� como agua fr�a y me dieron ganas de llorar � Silvia,
Silvia, se sincera y decime: a veces no te gustar�a encontrarte a alguien como
tu hijo, que a pesar de sus 13 es tan dulce, tan tierno, tan bueno con las
mujeres. Si sigue as�, cuando crezca ser� un partidazo para todas, pues adem�s
de guapo ser� un hombre hecho y derecho en toda la extensi�n de la palabra. Yo
se que parece un asquerosidad siquiera pensar en el como hombre, pero para
nosotras ya es una realidad. �O tu cre�s que mam�, Rosario� y tu misma, pueden
sacarse la imagen de Beto desnudo de la mente? �Cu�ntas veces te has imaginado
con 20 a�os menos�? �Cu�ntas veces nos hemos imaginado con 20 o m�s a�os menos
todas, y provenientes de otras familias, y que conocemos a Beto en alguna
cafeter�a, empezando una relaci�n rom�ntico como las de los cuentos de hadas?
Silvia, yo se lo demente que parece esto, pero hasta tu, en el fondo de tu
ser, est� deseando ser la mujer de alguien as�, te mor�a por pertenecerle a un
hombre como en el que tu hijo se est� convirtiendo� se sincera, lo sab�s bien�
Me qued� muda y est�pida. No sab�a qu� decir. Me habr�a
gustado rebat�rselo, salirle al frente y enfrentarla. Pero hab�a un detalle que
me deten�a� ella estaba tan malditamente en lo correcto.
Todas nos quedamos en silencio por varios minutos. Yo pensaba
en sus palabras y en Beto. Me imagin� 20 a�os m�s joven, como una ni�a de 13,
rubia como el sol, con los ojos azules como el mar y una carita de ni�a
angelical; con mis senos empezando a pronunciarse, a anunciarse en p�blico,
t�midos y a la vez extrovertidos; con mi cinturita estrech�ndose y mis caderas
creciendo para resguardar alg�n d�a a un ser especial al que le entregar�a mi
vida. Me imagin� justo como era a esa edad. Y luego vi a Beto, caminando por la
calle despreocupadamente, con ese paso tranquilo y desgarbado que tiene. Un
pantal�n de lona azul, sin arremangar, la camisa fuera del pantal�n, cubriendo
una camiseta blanca como la nieve abajo de esta. El cabello despeinado,
jugueteando alegre y amistosamente con el viento; mientras avanza despacio con
las manos metidas entre la bolsa, tarareando alguna canci�n de moda.
El pasa junto a mi, y siento su miraba furtiva de adolescente
posarse sobre mi carita y mis atributos, y luego quedarse parado m�s adelante,
pensativo e indeciso: "�ser� que le hablo?" Yo seguir�a mi camino, dejando algo
tirado en el suelo y que el lo viera. El lo recoger�a y me lo llevar�a, y me
dir�a "mir�, se te cay�". "Gracias�" le responder�a coquetamente.
Entonces me acompa�ar�a hasta mi casa, platic�ndome de�
cualquier cosa. Y yo estar�a impresionada y prendada de sus brillantes ojos
celestes, y el de mi belleza y dulzura (porque siempre fui una ni�a muy dulce).
Me besar�a� y sus manos pasar�an sobre mis partes, m�s v�rgenes que las selvas
m�s remotas del mundo, y har�amos el amor como 2 adolescentes inexpertos, pero
enamorados a m�s no poder. No me doler�a mi primera vez, esta vez no, pues el es
muy tierno y considerado, y parar�a si me ve gesticular del dolor. Si, seremos
novios y nos amaremos como locos para siempre, para siempre�
Regres� de mi fantas�a y me encontr� de nuevo en el comedor
con mis hermanas y mi madre. Todas est�bamos flotando en el aire, imagin�ndonos
lo mismo que yo imagin�. Las interrump�:
�Se dan cuenta de lo que estomas pensando? O sea, Beto es
casi un ni�o, no podr�as hacerlo jam�s� nunca�
Pero� es que� ser�a tan hermoso pertenecerle a alguien como
el�- respond�a Blanqui; todas asentimos con la cabeza.
Beto no tiene por qu� sufrir. Somos 5 mujeres muy bellas y
hermosas con experiencia. Ninguna lo dejar�a sufrir pues entre todas nos
desvivir�amos por hacerlo feliz, pues en su felicidad estar� la nuestra. �
dijo Berta; todas nos quedamos impresionadas de las palabras de Berta, ella
parec�a la m�s decidida. � Bueno creo que mejor les cuento mi historia:
ustedes saben que James era un pervertido sexual, y que hac�a conmigo lo que
se le daba la gana. A veces me amarraba y me violaba repetida y salvajemente.
Pas� hasta una semana encadenada, dentro de un armario. Y hubo otra vez en que
me hizo actuar como un perro durante 5 d�as enteros, as� desnuda, con un
collar, durmiendo en la perrera de su pastor alem�n y comiendo comida de
perros en el piso. Mis hijas se daban cuenta de todo eso, por lo que ahora no
est�n conmigo pues les doy l�stima y verg�enza. Pero bueno� a lo que iba es
que el tambi�n me alquilaba, o sea, me prostitu�a. A veces llevaba amigos,
varios, y entre todos y a la vez, pasaban sobre mi. Otras veces me llevaba a
puteros a que yo trabajara, para irse a chupar con el dinero que yo sacra de
venderme. Pero un d�a que recuerdo bien, fue cuando me alquil� al hijo de 14
de la vecina y a sus amigos. Ellos ahorraron mucho para poder comprar sexo
conmigo. Fue casi la �nica vez que no me sent� tan basura al prostituirme. Los
muchachos fueron muy amables y tiernos conmigo. No me golpearon y me ped�an
permiso para todo, para tocarme, para todo. Ellos si fueron lindos conmigo�
Berta rompi� en llanto, y todas fuimos a abrazarla y a
consolarla. Sab�amos bien que la amarraba y la maltrataba, pero nunca nos hab�a
dicho que la prostitu�a, y jam�s pas� eso por nuestra mente. Pobre nuestra
hermana. Ella prosigui� en medio de un profuso llanto:
Silvia, me vas a tener que perdonar� pero es que� Beto
podr�a ser mi �ltima oportunidad de ser feliz con un hombre� lo perd� todo�
mis ni�as no me hablan� lo perd� todo�- ya no pudo seguir hablando.
Un silencio tenso y largo prosigui� despu�s, solo roto cuando
mam� me dijo:
Silvia, �qu� pens�s de todo esto?
No se�
Es tu hijo, vos ten�s la �ltima palabra�
No se� todav�a es mi hijo, nuestra sangre�
�,�
No se�
�,�
�,�
�,�
�Sufrir� el alg�n da�o?
�Te juro que no! � respondi� Bertita, y las dem�s la
siguieron en coro dici�ndome "�lo vamos a hacer el hombre m�s feliz!� �seremos
solo para el!� �no viviremos si el no es feliz!� �no te vas a arrepentir!� �te
lo juramos!�" ; yo les dije � eso espero� � despu�s de una pausa prosegu� �
�c�mo haremos para que acepte?
Yo se c�mo� � respondi� Berta.
Pues bien, as� acept� que convirti�ramos a Beto en nuestro
amante, novio, esposo y amo. Solo con la condici�n de que todas y cada una de
nosotras ser�a de el y para el, en todo el sentido de la palabra y olvid�ndonos
de nosotras mismas. De ahora en adelante solo existir�a el en nuestras vidas y
nadie m�s� y nosotras ser�amos de el y de nadie m�s� para siempre�
CONTINUAR��
Garganta de Cuero.
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Relato: El Semental de las May�n (05)
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