LA BLANCA NIEVES Y LOS SIETE HOMBRES
Nieves era una mujer que hab�a decidido construirse un chalet
despu�s de que le tocase una buena cantidad de dinero en la loter�a, un viernes
a las siete de la tarde fue a hacer una revisi�n de las obras y a hablar con el
contratista que coordinaba todos los gremios. Ella entr� dentro del chalet y vi�
al hombre en lo que ser�a el futuro sal�n de la vivienda.
Era un hombre joven que por el calor que estaba haciendo esos
d�as estaba trabajando solo con los pantalones y con el torso desnudo, se qued�
mir�ndolo y un dedo se lo llev� a los labios y como si fuera una polla lo lami�
de manera in consciente, con la otra mano se palp� el co�o a trav�s de la tela y
not� que se hab�a puesto cachonda. Lo que no vi� es que uno de los pintores que
estaba en lo alto de la escalera que conduc�a al piso superior la observase.
Se acerc� a ella sin hacer ruido y tom�ndola por la cintura
la dijo al oido:
Te gusta lo que ves zorrita.
Ella asinti� y entonces el hombre la hizo entrar dentro del
sal�n y la tir� al suelo dici�ndole a su compa�ero, el jefe entonces coment� que
la iban a follar entre todos y llam� al resto de obreros, la mujer estaba
alucinada cuando se vi� tirada en el suelo y rodeada por siete hombres a los que
ve�a se estaban empezando a excitar y sus pollas se marcaban cada vez m�s a
trav�s de los pantalones.
La ordenaron que se desnudase, ella comenz� a quitarse la
ropa. Se quit� toda la ropa hasta quedar desnuda, se sinti� avergonzada y con
una mano se tap� el co�o y con el otro brazo los pechos pero se adelant� uno de
los hombres y se la quit�. Ella qued� completamente expuesta, otro de los chicos
la toc� en el co�o y vi� que estaba mojada e hizo un comentario jocoso que hizo
reir a los otros y a ella enrojecerse como la grana.
Era morena, de estatura media, ojos negros pero con la piel
blanca como la porcelana pero sin una sola imperfecci�n, labios sensuales,
pechos medianos de aspecto voluptuoso con los pezones color caf� oscuro, un culo
redondo como una peque�a manzana apetitosa y un pubis rasurado salvo un mech�n
negro. La obligaron a arrodillarse, se colocaron todos en fila para que ella las
fuese mamando las pollas todas en fila hasta que las colocara completamente
duras.
Dos de ellos trajeron una mesa para luego follarsela, quer�an
disfrutar con su cuerpo. Esto era como Blanca nieves y los siete enanitos pero
en lugar de gnomos eran siete hombres que nada lo ten�an enano. Ella comenz� con
el primero, se centr� en lamer los huevos primero mientras estimulaba el ano y
luego subi� por la polla lentamente hasta la puntita y se la meti� toda, los
seis hombres se arremolinaron en torno a ella y parec�a un collar de pollas en
torno a ella.
Fue mamando las pollas una a una, su co�o cada vez se iba
mojando m�s, las vergas ya estaban duras y la alzaron en el aire y la llevaron
donde uno de los m�s j�venes y la hicieron clavarse en ella y comenzar a
cabalgar semejante polla, luego otro de ellos se coloc� detr�s de ella y la
sodomiz� muy lentamente hasta que sus huevos chocaron con sus nalgas.
Comenzaron a follarla, el resto iba mamando poco a poco el
resto de pollas para mantenerlas duras y tiesas. Los dos que la ten�an empalada
la sobaban los pechos mientras ella botaba y el del culo sujet�ndola de las
caderas la iba sodomizando cada vez m�s fuerte hasta que la avisaron que se
corr�an y ella les dijo que lo quer�a todo dentro.
Darmelo todo, llenarme entera..------dijo ella.
Eres una autentica zorra pero que bien nos lo vamos a pasar
con tu cuerpo--- respondi� uno de ellos.
El que la follaba el co�o y el del culo gimieron , se
tensaron y apret�ndola de los pechos eyacularon en su interior, otros la
levantaron y la llevaron hasta la mesa, la sujetaron entre dos y un tercero la
penetr� el co�o comenzando a follarla, el resto miraba y les jaleaban.
Follatela, jodela y demu�strala lo que es gozar.
El que la follabala cog�a de las caderas, dos la sujetaban y
el resto la acariciaba o la magreaban alli donde pod�an, algunos la pellizcaba
los pezones y otros aprovechaba para introducirle dedos en el culo, not� como
cada vez ten�a mas dedos en el culo hasta que not� como la introdujeron el pu�o
entero follandola con �l.
La estaba follando y se ve�a que era un buen amante, elevaba
el ritmo hasta que ella llegaba casi al orgasmo y entonces paraba y decaia el
ritmo aumentando la profundidad de la penetraci�n pero con mucha m�s lentitud
pero recre�ndose en el roce de la piel con piel. Ahora elevaba el ritmo hasta
que se corri� en su interior llen�ndola de semen, llevaba ya tantos orgasmos que
hab�a perdido ya la cuenta de los mismos.
Ya se hab�a follado a tres pero los dos primeros ya estaban
otra vez listos y la volvieron a follar primero el del co�o se la meti� en el
culo y la follo hasta correrse, luego el otro en el co�o, fueron turn�ndose
hasta que todos la follaron por sus tres agujeros.
Ella se levant� y sinti� como por los muslos la ca�an
cantidades ingentes de semen. La llevaron a la ducha pero ella pidi� orinar
primero, se sent� la taza pero la obligaron a ponerse en cuclillas enla ba�era y
comenz� a orinar, curiosamente con la orina ca�an restos de semen, ellos
entonces se excitaron y la comenzaron a orinar los siete hombres. La hicieron
ducharse y la volvieron a bajar.
Estaba completamente abierta, ya casi andaba como si se
hubiera bajado del caballo. La ataron a la mesa, cada mu�eca a cada pata y los
tobillos tambi�n, la ataron de tal forma que qued� muy tensa y con el co�o
colocado en el borde de la mesa. Primero fue el contratista coloc� la polla en
la entrada y de un solo golpe la meti�. La sujet� de los pechos, los lam�a
alrededor de los pezones, de la piel que rodeaba los pezones para luego
morderlos y estirarlos ligeramente.
Luego el ayudante del contratista, otra vez que se fueron
turnando todos pero esta vez cada vez que sal�a uno de su interior la colocaban
un tap�n para que no cayera el semen de su interior. Cuando los siete la
follaron la dieron la vuelta y la sodomizaron los siete y entonces la hicieron
colocarse de rodillas y se masturbaron a tope sobre Nieves llen�ndola de semen
la cara y los pechos. Esta vez no la dejaron lavarse y la hicieron colocarse las
bragas con todo el semen dentro y el resto de la ropa. Se sent�a completamente
escocida y andaba con dificultad pero con una sonrisa en la boca que no se le
iba a quitar en todo el fin de semana.
Este relato es imaginario pero va dedicado a mi amiga Andrea,
si quer�is pod�is escribirme a:
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