AQUELLA VEZ QUE ME VESTI DE MUJER
Hola de la p�gina. Otra vez soy Lara, la autora del
relato "Mi deseo", esta vez para contaros una de mis historias, concretamente la
primera (y hasta ahora la �nica vez) que me he vestido de mujer para un hombre.-
Todo comenz� hace aproximadamente un a�o. En ese momento
acababa de terminar una relaci�n con una chica mayor que yo, de la cual hab�a
salido francamente defraudado, ya que me hab�a sentido utilizado de manera
total. Incluso hab�amos tenido juntos un accidente de tr�fico, y ella hab�a
intentado exprimirme todo lo que pudo. Pero dejemos de lado ese tema, ahora no
viene a cuento. Supongo que puede y os excite m�s lo que os contar� en esta
historia.-
Al acabar con esta chica tuve muchos ratos de soledad. En
ellos volv� a poder dedicarme a leer relatos er�ticos en general (aunque sobre
todo de travestis y transexuales), y a mi afici�n secreta: la ropa interior
femenina, afici�n que ten�a desde peque�o y que, sobre todo a ra�z de mi
separaci�n de mi exmujer, se hab�a reanudado. Durante esta segunda relaci�n
pr�cticamente viv�amos juntos, aunque yo segu�a conservando mi piso, el cual
utilizaba mayormente cuando ten�a turnos raros en mi trabajo, como noches, etc
(Mi trabajo os lo contaba en mi otro relato). Antes y durante la relaci�n yo
hab�a seguido comprando ropa �ntima de mujer, la cual guardaba en una caja que
escond�a debajo de la cama por temor a que alguien la descubriese. Esa caja era
mi peque�o cofre de los tesoros.
En ella guardaba tres pelucas: una morena de corte a lo
"Cleopatra", otra morena de trenzas que me daba un aire juvenil y p�caro y que
me pon�a con unas gafas de mujer sin graduaci�n que encontr�, y otra rubia
platino de larga por el hombro (En la p�gina "MAE" las podr�is encontrar);
tambi�n guardaba unos pechos postizos, un juego de bolas chinas, un consolador
"Big Bully" que no llegu� a utilizar porque no me entraba y me hac�a da�o, un
set de maquillaje completo (base, rimel, pintalabios, sombras, etc), y mi ropa
interior. �sta consist�a en un disfraz de camarera, dos pares de medias negras
para liguero, un conjunto azul de hilo con cascabeles (muy gracioso y
simp�tico), dos bikinis: uno marr�n con apariencia de ante, estilo indio, con su
braguita y su tanga y el otro estampado tambi�n de tanguita, un conjunto negro
muy sofisticado con bordados en oro con tanga y braguita, y un conjunto de
corpi�o con liguero y tanga negro con bordados en azul. La verdad, �stos dos
�ltimos me sentaban de maravilla. Mi asignatura pendiente fueron unos zapatos,
nunca llegu� a compr�rmelos. Como ya os dije me hab�a hecho fotos pero,
lamentablemente, no conservo ninguna, las tir� cuando empec� mi actual relaci�n,
as� como la totalidad de la ropa interior. Una l�stima, ya que la mayor�a la
hab�a comprado en "El Corte Ingl�s".-
Durante aquella soledad, una noche que iba con un par de
copas y que me encontraba terriblemente s�lo, llegu� incluso a poner un anuncio
en un telechat, anunci�ndome como "Chico con ropa interior busca contacto" o
algo as�. Esperaba un contacto aquella misma noche, pero �stos empezaron a
producirse un par de d�as m�s tarde. Hab�a algunos realmente soeces, otros me
llamaron m�s la atenci�n, pero realmente no me decid� a contestar a ninguno.
A ninguno hasta que me lleg� un mensaje de un tal "Chico
t�mido y solitario". Aquel contacto me llam� la atenci�n y, en un alarde de
valor, le contest�. Quedamos para la noche siguiente. Cuando sal� de casa
aquella noche llevaba una bolsa con mi maquillaje, la peluca rubia (Ahora
recuerdo el nombre: "Britney"), unas medias de costura detr�s, mi conjunto negro
y azul, as� como un bat�n negro con un drag�n bordado detr�s. Unos d�as atr�s me
hab�a depilado todo el cuerpo, as� que pens� que pod�a ofrecer un buen aspecto.
Cargu� la bolsa en el maletero y me dirig� a la ciudad de residencia de aquel
chico. Le llam� por tel�fono para que me explicase d�nde viv�a exactamente, cosa
que hizo, y sin demasiadas complicaciones llegu� a su domicilio. Llam� al
portero y me abri� la puerta para que subiese. Al llegar a su piso me qued�
levemente sorprendida, aunque agradablemente: un chico mulato, de buen f�sico, y
un pelo m�s bajo que yo. Me invit� a entrar y me invit� a sentarme en el sal�n,
donde ambos nos tomamos una copa. Me pregunt� qu� llevaba en la bolsa y le
contest� que era una sorpresa. Me cont� que viv�a en ese piso con su hermana,
una morena tremenda, que eran de Ecuador, y que llevaban tres a�os residiendo en
Espa�a. Me cont� muchas cosas, como por ejemplo que en su pa�s ten�a muchos
problemas con la Polic�a por su condici�n de homosexual joven, y que con
frecuencia le llevaban a Comisar�a. Tambi�n me cont� que durante una de estas
estancias en el calabozo, un comisario se hab�a encaprichado de �l y que le
trataba con mucha delicadeza, llegando incluso a pagarle por favores sexuales,
lo que termin� haci�ndole un sumiso en la cama.
Mientras �l hablaba yo no paraba de mirar alrededor. Me
encantaba su piso, lo espacioso que era el dormitorio y, sobre todo, lo grande
que era la terraza. Me mor�a de envidia: al ser un �tico y estar a salvo de
miradas de curiosos, ten�a que ser un gustazo tumbarse desnuda o en bikini a
tomar el sol, o incluso llegar a follar en ella. Seguimos charlando y tomando
copas, hasta que a la tercera decid� sentarme a su lado. Al mirarnos a los ojos
nos dimos cuenta de que ya hab�amos hablado bastante y que era hora de pasar a
la acci�n. Pas� una mano por encima de su hombro y lo atraje hacia m�. Sin decir
nada empezamos a besarnos. Nos bes�bamos en la boca, en el cuello, etc, y yo
pod�a notar sus estremecimientos y gemidos de placer. Empezamos a desnudarnos
mutuamente y pude admirar su bien formado cuerpo. Tan solo con un gesto me hizo
que me echase hacia atr�s y comprend� lo que iba a hacer, as� que cerr� los ojos
y me dej� hacer. Sent� sus labios por mi pecho, por mi vientre, hasta que not�
su lengua en mi polla y en mis huevos, llegando incluso a pas�rmela de vez en
cuando por las cercan�as del ano.
Aquellas maniobras me estaban poniendo a 100, sobre todo
cuando sent� sus labios alrededor de mi polla y como se la met�a entera en la
boca. Era incre�ble como la mamaba. Mientras tanto, mi mano recorr�a su espalda
llegando a su culo, jugando con mi dedo mojado de mi saliva en su ano. Cuando
llevaba un rato mam�ndomela le ped� que me dejase hacerle lo mismo a �l, pero se
neg�. Al preguntarle porqu�, me contest� que era porque estaba m�s acostumbrado
a ser sumiso y a hacer �l esas cosas. Ante mi insistencia dici�ndole que �l
tambi�n ten�a derecho a disfrutar finalmente cedi�, empezando a hacer ambos un
69 magn�fico. Su polla era magn�fica, larga, gruesa, de venas marcadas, por lo
que me sorprendi� todav�a m�s que �l fuese el que tomase el papel d�cil. Se la
lam�, la chup�, lam� sus huevos, met� uno de mis dedos en su culo�. Estaba
disfrutando como una cerda con aquel hermoso aparato en mi boca, y creo que �l
tampoco lo estaba pasando mal. El momento del orgasmo fue inmenso. Sentir su
leche en mi boca me llen� de alegr�a y satisfacci�n. Pensaba que por fin iba a
tener una experiencia total con otro hombre. Anteriormente s�lo hab�a tenido una
relaci�n con otro hombre, pero no llegu� a terminarla debido al poll�n que
ten�a, el cual me hizo da�o cuando intent� penetrarme. Hasta ese momento la
�nica persona que hab�a logrado penetrarme hab�a sido Corinna, la transexual con
la que tuve mi segunda experiencia con una chica as�.
Al recuperarnos volvimos a besarnos en la boca. Despu�s de
descansar un momento decidimos irnos a la cama, lugar donde podr�amos estar m�s
c�modos. Al llegar a ella siguieron las caricias y los besos, hasta que decid�
levantarme y darle la sorpresa que le hab�a dicho al llegar.
Fui al comedor a coger la bolsa en la que llevaba mi ropa
interior. Entr� al cuarto de ba�o y empec� con los preparativos. Me duch� con un
gel femenino, aromatizado, lav�ndome cuidadosamente tambi�n mi ano (me daba cosa
que pudiesen salir "restos" extra�os). Despu�s de ducharme comenc� a pintarme
delante del espejo. Me apliqu� la base de maquillaje, me puse sombra de ojos y
me pint� los labios de un color rojo pasi�n. Despu�s del maquillaje comenc� a
ponerme la ropa, el conjunto que tra�a, las medias y el bat�n. Para terminar,
despu�s de haberme maquillado, me puse la peluca.
Con disimulo para no hacer mucho ruido entr� a la habitaci�n
de su hermana a ver si ve�a algo que pudiese completar mi atuendo. Por las fotos
hab�a visto que ella era m�s o menos de alta como yo, por lo que supuse que
alguna de sus cosas me vendr�a bien. Buscando encontr� unos zapatos que por pura
casualidad me ven�an bien, aunque un poco apretados. Ten�an un poco de tac�n y
eran abrochados con hebilla al tobillo. Al mirar en el armario encontr� una
minifalda de cuadritos y una blusa blanca. "Genial", pens�, ni en mis mejores
sue�os pensaba que pudiese salirme la cosa tan bien, as� que me puse esa ropa.
En un joyero encontr� un collar de bisuter�a y unos pendientes de "clip" que
tambi�n me puse. Al mirarme al espejo me sorprend� yo misma: ve�a una mujer muy
atractiva aunque, eso s�, con bastante pinta de zorra. Me excit� bastante, y me
cost� mantener oculto mi pene que ya estaba empezando a alterarse. As� arreglada
volv� al dormitorio.
Cuando volv� �l ten�a la luz apagada. Not� que le faltaba
poco para dormirse, y en parte le comprend�a: hab�a tardado bastante. Me
pregunt� si ya hab�a acabado y le dije que s�. Me apoy� en el armario, apoyando
un tac�n, en la t�pica postura femenina, con mi culo apoyado en mis manos, y le
ped� que encendiese la luz. Me puse as� porque quer�a que me viese bien. Al
encender la luz y verme not� que se quedaba extra�ado, boquiabierto. Me pregunt�
que qu� hac�a as� vestida, y le contest� que era una sorpresa que yo ten�a para
�l. Me dej� cortada, ya que me dijo que, aunque le gustaba como iba, no le
terminaba de convencer, as� como que me lo quitase. Le dije que porqu� y me
volvi� a explicar lo de su pasividad, etc. Yo le dije que era mi afici�n
secreta, y que quer�a ir como una mujer la primera vez que lo hiciese con un
hombre. Le volv� a decir que lo intent�semos, que tal vez funcionaria, y vi que
se quedaba pensativo unos instantes. Aprovech� aquel momento de debilidad por su
parte para intentar provocarle: me met� un dedo en la boca sensualmente, y me
empec� a desabrochar la blusa, aunque sin quit�rmela. Cuando ya la ten�a suelta
me desabroch� la faldita, qued�ndome con la blusa y la ropa interior. Not� como
su mirada cambiaba, mir�ndome ahora con cierto deseo.
Me quit� la blusa y me acerqu� a la cama, subi�ndome a ella
por los pies, mir�ndole lascivamente. Le ped� que cerrase los ojos y comenc� a
besarle todo su cuerpo subiendo hasta su cuello. Not� que le gustaba, as� que le
ped� otra de mis fantas�as: vendarle los ojos. Cuando se los vend� empec� a
besarle. Le besaba su cuello, sus orejas, su cuello,... Termin� bes�ndole en la
boca, notando como su lengua me entraba hasta la garganta.
Despu�s de un momento comenc� a bajar por su pecho, su
vientre, hasta que llegu� a su entrepierna. Me encant� lo que vi: su pene se
encontraba totalmente erecto y, si durante el "69" lo hab�a visto grande, lo
ve�a inmenso. Lo cog� suavemente con la mano y comenc� a masajearlo. Me sobraban
un par de dedos. No me pude aguantar m�s y empec� a lam�rselo, pasando mi lengua
por toda su longitud, por sus huevos, llegando a veces a su ano, notando como
esta caricia le encantaba a tenor de los gemidos que daba, hasta que me la met�
en la boca sintiendo cierta sorpresa, ya que me la pude meter entera, jugando
con mi lengua en su capullo.
En el espejo del armario ve�a a una excitante rubia
haci�ndole una fant�stica mamada a un guapo mulato. Estuve as� un rato,
disfrutando de su sabor, hasta que me pidi� que parase, que estaba a punto de
correrse, no haci�ndole caso y trag�ndome toda su leche. Me tumb� junto a �l y
le quit� la venda. Me mir� y me bes�, confes�ndome que era la primera vez que
alguien le hac�a una mamada as�. Me sent� feliz, feliz y como una aut�ntica
mujer.
Despu�s de besarnos me dijo que ahora era mi turno,
pidi�ndome que me tumbase boca arriba. Le hice caso y volvi� a besarme. Me
pregunt� que si quer�a quitarme la ropa, dici�ndole que no, ya que quer�a
sentirme como una de esas actrices porno que no se quitaban dichas prendas. Me
mir� con una sonrisa y me dijo que me relajara. Comenz� a besarme como le hab�a
hecho yo hasta que lleg� a mi entrepierna, bes�ndome el pene por encima del
tanguita, momento en el que abr� las piernas como una aut�ntica mujer. Cada vez
estaba m�s cachonda. Apart� el tanga y me lami� y se comi� mi pene tambi�n. De
golpe le ped� que parase y me di la vuelta poni�ndome boca abajo en la cama.
En esa postura se puso detr�s de m�. Me empez� a besar el
cuello d�ndome suaves mordiscos en el cuello. Sigui� bes�ndome la espalda, cosa
que me puso la carne de gallina. Sigui� hasta que lleg� a mi culito que yo,
arqueando la espalda, hab�a puesto de una manera muy respingona.
Apart� la tira del tanga y empez� a lamerme el ano,
introduciendo su lengua en ocasiones. Dios, eso me puso a reventar. De pronto
not� como uno de sus dedos entraba en m� sin encontrar excesiva resistencia
debido a lo lubricado que me lo hab�a dejado. Despu�s de un momento de esa
caricia le ped� que me follase, que quer�a sentirle dentro de m�. Me pregunt�
que si estaba segura y asent� con la cabeza, pero que por favor tuviera cuidado,
que todav�a no hab�a tenido relaciones completas y no quer�a que me hiciese
da�o.
Me contest� que no me preocupase, que �l ten�a la soluci�n.
Me dijo que esperara y abri� un caj�n de la mesita del cual sac� un tubo de
lubricante. Se ech� un poco en los dedos y me los acerc� al ano, en el cual
entraron f�cilmente dada la lubricaci�n de su saliva y la del tubo. Aquella
sensaci�n de fr�o me encant�. Logr� meterme hasta 3 dedos, cosa que me pareci�
incre�ble, ya que yo no pensaba que mi culito pudiese dar tanto de s�. Me
pregunt� si ten�a inconveniente en hacerlo sin preservativo, contest�ndole yo
que yo no ten�a nada y que si �l tampoco pues no ten�a inconveniente. Me sonri�
y me dijo que pod�a estar tranquila.
Despu�s de un rato jugando con sus dedos not� como acercaba
su capullo, comenzando a introducirlo. Cuando ya hab�a entrado un trozo not� que
me dol�a, sensaci�n que al cabo de un instante se torn� un placer
indescriptible, llegando a meterla entera en mi cueva. Comenc� a mover mis
caderas como hab�a visto que hac�an las actrices en las pel�culas. Le ped�
cambiar de postura, poni�ndose el ahora boca arriba y subi�ndome yo encima de
�l. En esa postura pod�amos besarnos a placer, notando yo como la penetraci�n
era m�s plena. Yo llevaba el control y el ritmo de la follada. Me encantaba
sentirme as�. Al cabo del rato me propuso otra postura, esta vez yo boca arriba
y �l encima de m�. Me puse un coj�n debajo de mis caderas y me abr� de piernas.
Volvi� a entrar en m�, cruzando mis piernas por detr�s de su culo. Era un sumo
placer. As� estuvimos hasta que no pude m�s y me corr�, derram�ndose mi leche
por mi vientre, gimiendo del placer que sent�a. Fue un
orgasmo incre�ble, como pocos hab�a sentido en mi vida. Al decirme que se iba a
correr tambi�n le ped� que se levantase, que se sentase en el borde de la cama,
baj�ndome yo de ella y arrodill�ndome delante de �l. Se la cog� con la mano y le
masturb� hasta que un gemido de �l me anunci� su inminente corrida.
Acerqu� mi cara y saqu� la lengua para recogerla. Los chorros
de semen empezaron a salir, manchando en parte mi peluca, pero cayendo la mayor
parte en mi boca, trag�ndome lo que pude. Lo que qued� en mi cara o labios lo
recog� con un dedo, meti�ndomelo despu�s viciosamente en la boca. Despu�s me
volv� a tumbar a su lado en la cama, bes�ndonos suavemente y qued�ndome dormida
apoyada en su pecho.
A la ma�ana siguiente me despert� �l. Se hab�a levantado un
rato antes que yo. Me susurr� un lindo "�Qu� tal est�s preciosa, has dormido
bien?", sonri�ndole yo con los ojos entrecerrados y volviendo a besarle. Cuando
le dije que me iba a levantar para irme me dijo que no, que quer�a pasar la
ma�ana conmigo, pero que por favor que no me cambiase, que le excitaba como me
ve�a. Al parecer mi aspecto deb�a de enga�ar, ya que me confes� que su hermana
me hab�a visto y me hab�a tomado por una chica. Hab�a entrado mientras dorm�amos
y nos hab�a visto durmiendo abrazados. Seg�n me dijo �l, cuando se hab�a
levantado ella estaba en la cocina.
Hab�an estado conversando mientras tomaban un caf�,
pregunt�ndole ella que qui�n era la rubia tan guapa que estaba en su cama.
Solamente le contest� que una amiga que hab�a conocido durante el fin de semana
y que hab�amos quedado para cenar esa noche. Su hermana no pudo reprimir una
sonrisa al preguntarle si �l no era gay a lo que, con un gui�o, le respondi� que
a lo mejor es que hab�a descubierto su lado bisex. Todo aquello me halag�
bastante, haci�ndome incluso sonrojarme. Me dijo que no ten�a porqu� sonrojarme,
y que incluso �l hubiese dudado de mi identidad si no me hubiese visto antes
como hombre.
No pude reprimirme y le plant� un beso en la boca a la vez
que le daba las gracias. Le dije que me hab�a encantado de la forma en que me
hab�a hecho el amor, a lo que me contest� que ten�amos que repetir el encuentro,
pero que la siguiente vez le tendr�a que follar yo a �l, que le hab�a excitado
mucho el hacerlo con un hombre vestido de mujer, que hab�a sido como hacerlo con
un travesti, a lo que mi contestaci�n fue que ese era precisamente el efecto que
yo hab�a buscado. Desayunamos juntos y volvimos a hacerlo otra vez, march�ndome
despu�s a mi casa, quedando para repetir la experiencia, y d�ndome las gracias
por haber descubierto que �l tambi�n pod�a ser activo. Me regal� la minifalda y
la blusa de su hermana que yo hab�a llevado puestas, as� como un conjunto
interior de su hermana de color rojo que yo hab�a visto encima de la cama para
lavar y que me hab�a encantado. Cuando le pregunt� qu� contestar�a si su hermana
dec�a algo, me call� con un beso en los labios.
Me dijo que no hab�a problema, que ya le hab�a preguntado y
le hab�a contestado que al tenderlas despu�s de lavarlas hab�an ca�do con el
viento y hab�an volado, y que para disimular tambi�n me regalaba una de sus
camisas. Nos despedimos con un caliente beso y me fui.
Al llegar a casa dorm� de un tir�n, pero no pude evitar
pensar en la noche que hab�a pasado, masturb�ndome de la excitaci�n del recuerdo
con unas bolas chinas vibratorias en mi ano. Intent� llamarle en dos ocasiones,
pero su hermana me dijo que lo hab�an detenido y lo hab�an devuelto a su pa�s,
que el permiso de trabajo y de residencia de ella no le cubr�a a �l. Me sent�
muy desilusionada y creo recordar que hasta llor� aquella noche. Desde entonces
deseo repetir la experiencia. Incluso a veces duermo abrazada a su camisa,
recordando la dulzura con la que me trat� y me hizo el amor.
Besos a de vuestra amiga,
Lara.-
P.D.: Espero que os haya gustado el relato. Ya sab�is mi
direcci�n de mail. Espero comentarios, experiencias, etc. Besos.-