DESEOS CUMPLIDOS
Hola:
Mi nombre es Darle, tengo 18 a�os y vivo en una ciudad del
Norte de M�xico.
Puedo decir que mi familia es como una de tantas: pap�, mam�,
dos hermanos menores a mi, y yo.
En esta historia solo entramos mi mami y yo. No participan
ninguno de los dem�s miembros de mi familia.
Desde hace tiempo not� que me naci� un raro sentimiento de
deseo hacia mi madre: es una mujer joven, bonita, de cuerpo con formas muy
adecuado a sus 38 a�os, seria, morena y un poco bajita de estatura.
Ese sentimiento era un deseo irrefrenable de espiarla cuando
se ba�a, cuando est� en los momentos de intimidad con mi pap�, cuando se cambia,
etc.
Pero tambi�n debo aclarar que ese deseo se vio aumentado
desde que hace algunos meses, cuando descubr� en la red, a trav�s de las tantas
p�ginas de relatos er�ticos, como se dan las relaciones entre padres e hijas,
entre hermanos, entre primos y entre madres e hijos. Siento que me encuentro
dentro de este �ltimo grupo.
Una de estas noches, despu�s de las 2:00 de la ma�ana, bajo
una soberbia excitaci�n se me fue el sue�o, y mientras en casa todos
descansaban, me levant� y me met� al Internet, y para mi gran sorpresa localic�
en el Chat a un redactor de este tipo de relatos a quien hac�a tiempo hab�a dado
de alta entre mis contactos, y con la charla que tuvimos fue suficiente para
incrementar mi soberbia excitada, tanto que termin� masturb�ndome y tirando
chorros de espesa y caliente leche como nunca lo hab�a hecho.
Hac�a tiempo que hab�a le�do los relatos de este ciberamigo;
son tan excitantes que me atrev� a incluirlo en mi lista de contactos; para mi
gran satisfacci�n, mi desconocido ciberamigo me acept� y fue una grata sorpresa
que coincidi�ramos en el Chat a esas horas de la madrugada.
Despu�s de intercambiar preguntas y charlar de la tentaci�n,
el alto riesgo y las posibles secuelas que posteriormente pudiera generar una
relaci�n filial madre/hijo, nos introducimos m�s en el tema y me recomend�
propiciar que mi madre tomara la iniciativa partiendo de una discreta
provocaci�n.
He escuchado y observado a mis padres cuando sostienen
relaciones sexuales. Creo que sus encuentros son r�spidos, sin sabor ni
variedad: mientras ambos se cubren con la ropa de cama, mi padre se sube sobre
mi mam�, quien abriendo sus piernas lo recibe y emiten ambos ahogados gemidos.
Una vez que terminan, mi pap� se baja y los dos se quedan dormidos.
He deseado ver que lo hagan de "caballito", de "patita de
�ngel", de "perrito", etc., pero siempre ha sido en la misma forma, por eso digo
que no tienen variedad para hacerlo.
Yo me hab�a masturbado viendo y oliendo las prendas �ntimas
de mam�. Tiraba mis chorros de leche sobre ellas y seguramente que ella lo
detect� m�s de una vez, o me vio cuando lo hac�a, ya que lleg� a decirme "que no
hiciera esas cosas", pero sin mencionar c�mo llegu� a dejar su ropa.
La espiaba cuando entraba al ba�o para asear su cuerpo: a
trav�s de una rendija observaba como se desnudaba, pude ver su panocha peluda y
c�mo se separaba sus labios vaginales para lavarse. Desconozco si mi mam� se
percat� que la espiaba, pero algo en mi interior me dice que ella si se dio
cuenta.
Mi ciberamigo me recomend� que propiciara la situaci�n de que
mi madre tomara la iniciativa partiendo de una discreta provocaci�n.
Concretamente me dijo que me acostara en trusa, que me excitara y me parara mi
verga y que "accidentalmente" me destapara dejando al descubierto mis calzones,
de forma tal que mientras me hac�a "el dormido" mi verga se me saliera por la
entrepierna para que mi madre me observara y se excitara.
Pues bien, en cuanto dej� de hacer fr�o por las noches, el
clima nos invit� a dormir m�s ligeritos.
Entonces puse en juego la recomendaci�n de mi ciber amigo y
�qu� creen que sucedi�?
Pues nada m�s y nada menos que mi madre cay� producto de la
excitaci�n que le provoqu� al dejar, "mientas dorm�a", mi verga parada saliendo
por la entrepierna de mi trusa, y logramos tener algunos encuentros �ntimos.
Las primeras noches no pas� nada. Mam� solamente se
inquietaba, ya que pasaba varias veces frente a mi cama; con mis ojos
"entrecerrados" yo ve�a que me observaba la entrepierna.
Yo le hab�a tomado la hora en que ella pasaba frente a mi
cama. Siempre era como a las 11:30 de la noche, cuando ya mi pap� y mis hermanos
dorm�an.
Una de esas noches se acerc� a mi cama, tom� la s�bana y me
cubri� la verga totalmente dura.
Poco a poco se fue dando el acercamiento.
Otra noche, antes de cubrirme con la s�bana, se sent� al
borde de la cama y me estuvo observando en silencio mi entrepierna. Finalmente
me cubri� y se retir�.
Yo me quedaba de a mil, pero mi mam� no deber�a de darse
cuenta que yo no dorm�a y que todo era producto de un plan recomendado por mi
ciberamigo.
Otra noche toc� mi cabecita que estaba muy lubricada y vi
como luego chupaba sus dedos saboreando mis l�quidos preseminales.
Empec� a notar que mi mam� me ve�a de forma diferente.
Poco despu�s empez� a apretar mi verga y como que intentaba
masturbarme, pero abiertamente no se atrev�a.
Luego fue m�s all�. Bes� mi cabecita llena de l�quido
preseminal.
La siguiente noche no solo bes� mi cabecita, sino que se
trag� toda mi verga. La succion� un buen rato, luego me cubri� con la s�bana y
se retir�. Y esta escena se repiti� 3 veces en el mismo n�mero de noches
subsecuentes.
Yo me quedaba s�per excitado y no descansaba hasta que
recurr�a al auto-alivio.
La gran oportunidad se present� al tener vacaciones por el
cambio de semestre en mi bachillerato, mientras que mis hermanos estaban en la
escuela y pap� por motivos de trabajo hab�a salido fuera de la ciudad.
Me qued� dormido hasta ya muy avanzada la ma�ana: "por el
calor que hac�a" dorm�a en trusa y "me destapaba accidentalmente".
Mam� entr� a mi rec�mara: me vio que yo estaba destapado y
como siempre mi verga parada "se me sal�a accidentalmente por la
entrepierna de mi trusa".
Mam� se sent� al borde de mi cama; la empez� a tocar, a besar
y finalmente la empez� a succionar como nunca.
Recuerdo que esa ma�ana ella solo estaba vestida con una bata
suelta de casa. Luego me pude percatar que debajo de la bata no tra�a
absolutamente nada.
Baj� mis trusas, primero hasta mis rodillas y finalmente me
las quit�. Mi verga, mis pelos y mis huevos quedaron en total libertad.
En total silencio se subi� a mi cama, y acuclillada se
acomod� entre mis piernas chupando fren�ticamente.
En silencio sigui� deslizando sus labios a lo largo de mi
est�mago hasta llegar a mis tetillas.
Cuando lleg� a mis tetillas, en silencio tom� su cabeza con
mis manos y empec� a meter mis dedos entre sus cabellos.
Ambos gem�amos de placer. El plan que mi ciberamigo me hab�a
recomendado estaba dando resultados.
Mientras se horcajaba (como caballito) en mi cuerpo, sin
despegar sus labios de mi piel, subi� por mi cuello hasta llegar a mis labios.
Entonces comprob� que su cuerpo estaba cubierto solamente por
su bata de casa. Fuera de �sta mi mam� estaba desnuda, ya que los pelos de su
panocha que tanto hab�a visto al espiarla cuando se ba�aba, raspaban, primero
mis piernas, despu�s mi est�mago y luego se empalmaron con los pelos que
coronaban la ra�z de mi verga.
Hundi� su lengua en mi boca y parec�a que era una leona en
celo.
Empin� un poco sus caderas y su pubis, y sin despegar sus
labios de mi boca, tom� mi verga con su mano derecha y la dirigi� a su abertura.
La panocha de mi madre estaba totalmente h�meda: sus l�quidos
hab�an mojado mis piernas y mi est�mago, al deslizarla totalmente excitada.
Mi verga se hundi� hasta el tope en el interior de mi madre y
ella inici� un suave vaiv�n que nos traslad� a mundos desconocidos para los dos.
La fuerte excitaci�n de ambos no nos permiti� prolongar
demasiado el momento; pero si fueron como 4 minutos al final de los cu�les,
entre gritos, jadeos y suspiros explotamos en el orgasmo tantas veces deseado.
La potencia de mis 18 a�os y el deseo contenido durante
tantos meses, de poseer a mi madre, no permitieron que mi erecci�n disminuyera
en lo m�s m�nimo.
Sin sacar mi verga de la abertura por la cual llegu� al
mundo, mi madre volvi� a cabalgar hasta sacarme nuevamente m�s chorros de
abundante leche, en tanto ella se corri� como 4 veces m�s.
Este fue el principio de una relaci�n que hemos mantenido en
secreto, y sobre la cual ni mi madre ni yo hablamos nunca.
Nunca nos hemos recriminado nada. Nunca hemos tocado el tema.
Nuestro secreto es muy nuestro. Nos amamos, nos damos amor y mucho sexo y para
ello sobran las palabras, sobre todo cuando pap� sale de viaje y mis hermanos
est�n en la escuela.
Si tienes experiencias de este tipo o bien, este relato te ha
gusto, puedes mandar tus mensajes a la siguiente direcci�n:
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