Relato: Dulce ni�a, bella madre-3 Dulce ni�a, bella madre-3
Al poco rato llegaron los padres de Estefan�a. Ra�l parec�a muy preocupado y me pidieron que me quedara un ratito para tomar lonche con ellos.
Despu�s de haberme banqueteado con la nena no pod�a negarme as� que acept� pero con la condici�n de que yo comprar�a el pan.
-Perfecto, entonces voy poniendo a hervir agua- terci� Susy.
-Ya mam� y yo voy a la tienda a comprar el pan- se ofreci� Estefan�a-
Vi�ndola tan inocente y tranquila nadie podr�a sospechar que hace un momento hab�a disfrutado locamente en mis brazos.
-Me disculpas un momento que voy a ducharme- dijo Ra�l y me dej� a solas con su esposa.
Susana, Susy para las amistades, era una mujer de unos 35 a�os. Era una mujer muy bella. En realidad Ra�l ten�a mucha suerte al haberla conquistado. Su cuerpo era perfecto y con el tiempo se hab�a hecho m�s rotundo y sensual.
Era muy amiga de mi esposa pero sol�a bromear tambi�n conmigo. Claro que nunca me hab�a atrevido a pasar de ah� a pesar que ella parec�a coquetearme. Sin embargo en una oportunidad le hab�a dicho a mi mujer bromeando que yo estaba bueno pero que viendo lo celosa que era cambi� r�pidamente de tema y nunca m�s le toc� el asunto.
Vest�a una falda corta hasta las rodillas y una blusa de amplio escote que permit�an ver casi todas sus grandes tetas.
-�Y qu� tal se ha portado Estefan�a?- me pregunt�.
-Estupendamente- le dije- es toda una se�orita y est� muy bien educada, te felicito amiga.
-Gracias Juan por hab�rmela cuidado.
-No te preocupes, lo he hecho con gusto.
-Acomp��ame a la cocina para que no te quedes solo- me pidi�-
Su cocina era algo estrecha y no pod�a evitar rozarla pero eso parec�a no incomodarla.
La falda apretaba sus nalgas resaltando su firmeza y tama�o. Y a pesar de lo trajinada que estaba, mi verga se me empez� a parar al imaginar ese rico culo desnudo.
Las mujeres generalmente nos llevan la delantera en todo. Cuando creemos ser los gavilanes resultamos unas indefensas palomitas en sus garras.
Y Susy sab�a del poder de su trasero. Fingiendo retroceder sin verme, apeg� el culo a mi verga.
Para esto mi pene ya estaba esper�ndola y se encaj� entre sus nalgas a trav�s de la delgada tela de mi pantal�n.
�Por Dios Juan! �Qu� tienes ah�?
Se dio la vuelta y fingiendo asombro mir� el enorme bulto en mi pantal�n.
-Lo siento amiga-me disculp�-sigui�ndole el juego-Pero es una reacci�n involuntaria de mi cuerpo al sentir tu lindo trasero tan cerca de m�.
Sonr�o p�caramente y estir� la mano para palparla descaradamente.
�Con raz�n mi amiga es tan celosa! �Mira nom�s el ca��n que te manejas!
-Pues Ra�l no se puede quejar, f�jate el hermoso culo que se come-le dije siendo tan atrevido como ella.
Su mano me sigui� sujetando el pene mientras sus ojos me miraban como tratando de leer en los m�os si estaba dispuesto a seguirle el juego.
En el fondo se escuchaba el agua de la ducha refrescando el cuerpo de su marido. Sin dejar de mirarme me baj� el cierre y liber� mi verga que sali� h�meda de excitaci�n. Su mano apenas pod�a rodearla y bajando la mirada la contempl� con deseo.
-�Es enorme! �D�jame probarla por favor!
Acerqu� mi boca a la suya y amasando su trasero con mis dos manos le di un beso suave en los labios.
Su mano me cog�a nerviosamente la verga. Se agach� y repitiendo la escena de la hija me la empez� a mamar con desesperaci�n. No hab�a duda que ambas eran muy ardientes y estaban ansiosas por probar una buena verga.
Era una hembra soberbia. Liber� sus tetazas y las manose� a mi antojo mientras su boca me devoraba hasta los huevos.
�Quiero sentirla Juan! �Cl�vamela!
-Est�s loca y si sale tu marido-le trat� de hacer entrar en raz�n- No te preocupes es un demor�n y tenemos tiempo de sobra-
Se quit� el calz�n y remangando su falda se sent� en la mesa de la cocina. �Hace tiempo que te deseaba � -me confes� ruborizada por la verg�enza y la excitaci�n.
Me dej� llevar y prendi�ndome de su rica boca le acomod� la verga en la entrada de su peludo co�o y se la empec� a empujar.
�Aaaayy!- Su grito me sorprendi� pues reci�n le estaba metiendo la cabeza.
��M�tela despacio que es enorme!
Record� las palabras de su hija: �Solo la de mi pap� pero no es ni la mitad de tama�o que el tuyo�
Sin llegar a la estrechez de la conchita de su hija la de la mam� era un co�o peque�o y tuve que contener mis ansias de enterr�rsela de un solo golpe.
�As�! �As�, ya la siento que va entrando! �Ah! �Qu� delicia!
A diferencia de la nena se la enterr� hasta los huevos.
�Oh Juan! �Siento que me est�s desvirgando!
Comenc� a moverme primero con lentitud saboreando sus besos de hembra ardiente. La muy puta me mord�a los labios y succionaba mi lengua con voracidad. Pero cuando aument� la velocidad de mis empujones se prendi� de mi hombro mordi�ndome para ahogar sus gritos de placer.
�Qu� rica verga! �Me estas mat�ndooooo!- A pesar de tener una hija su concha era bastante estrecha y mi verga la volv�a loca de gusto.
Le cog� de las tetas y empec� a bombearla en�rgicamente produciendo un �plop� a cada embestida.
La muy zorra babeaba y murmuraba incoherencias mientras empujaba su trasero sigui�ndome el ritmo y buscando alcanzar el orgasmo que le lleg� casi de inmediato.
Y yo a pesar de tener los huevos casi vacios no pude resistirme al placer de poseer a tan hermosa mujer y eyacul� quedando sudoroso y temblando por el esfuerzo y el fuerte orgasmo.
Se irgui� sin zafarse de mi verga y justo en ese momento ces� de caer el agua de la ducha.
Se baj� y mi verga se sali� de su dulce prisi�n con un sonido de descorche de champan.
Se arrodillo y me la limpio amorosamente con la lengua y en eso se encontr� con la mirada de su hija.
Nos hab�amos olvidado de ella.
La mu�equita nos miraba entre sorprendida y disgustada. Nuestras miradas se encontraron y le� en ella un mudo reproche. Pero a su madre la mir� con odio.
Sin perder la calma, Susy llam� a su hija a nuestro lado y sin dudarlo le explic� que estaba limpi�ndome el pene porque lo hab�a manchado con leche pero que no se lo contara a su pap� pues le apenar�a que pensara que es una tonta.
Pero la que no ten�a nada de tonta era la ni�a que dispuesta a hacer pasar un mal rato a su mam� por meterse con su �hombre� , le dijo que ella quer�a ayudarle y sin darle tiempo a responder sujet� mi verga y se la llev� a su boquita.
Ahora s� que el desconcierto se pinto en la cara de Susy. Ante su at�nita mirada Estefan�a me lam�a la verga sabore�ndola y d�ndole peque�as chupadas.
-Yo te he visto limpiarla as� mam�, �Te parece que lo estoy haciendo bien?
Susy no parec�a captar la burla en las palabras de su hija. Para ella solo era una ni�a que trataba de imitarla y se sent�a culpable por ello.
Pero no hab�a mucho tiempo para aclarar las cosas. Ra�l ya se encontraba cambi�ndose en su cuarto y en cualquier momento aparecer�a por ah�.
-S� mi amor lo haces perfectamente bien, pero recuerda que no se lo debes contar a nadie.-le pidi� tratando de recuperar la compostura.
-Ya mamita pero despu�s me explicas en donde te la met�a cuando estabas encima de la mesa �S�?
Susy se puso colorada y d�ndole un beso en la mejilla le dijo que despu�s se lo contar�a.
Regresamos a la sala y ah� nom�s se apareci� Ra�l. Luc�a relajado y las dos mujeres de lo m�s tranquilas.
La conversaci�n gir� en torno a varios temas y cuando ya me estaba preparando para despedirme Estefan�a les dijo a sus papas que quer�a que yo sea su padrino de promoci�n del colegio.
Ambos me miraron esperando mi respuesta y sin pensarlo mucho les contest� que para m� ser�a un honor ya que apreciaba mucho a la ni�a.
-Bueno pues esto hay que celebrarlo compadrito-me dijo Ra�l muy contento-Susy saca una botella de nuestro mejor vino por favor.
Pasamos a sentarnos en unos c�modos sillones. Ellos frente a m� y la nena a mi lado.
Pero no fue una sino varias botellas que ambos esposos descorcharon para celebrar nuestro pr�ximo compadrazgo.
En todo el rato me serv�a con moderaci�n mientras que ellos beb�an a copa llena. Mi futura ahijada se mostraba muy cari�osa conmigo. Mirando retadoramente a su madre me ten�a cogido de la mano y en cuanto su padre se levantaba para ir al ba�o soltaba mi mano y me estrujaba la verga por encima del pantal�n. Pero Susy solo pensaba que la ni�a estaba furiosa con ella por haberla encontrado traicionando a su padre y ni por asomo que en realidad le dec�a que yo era su hombre.
Cuando ya �bamos por la cuarta botella Ra�l se levant� a orinar y ya no regres�. Susy que no estaba tan mareada como su marido fue a buscarlo pero regres� sin �l.
-Bueno Susy ser� mejor que me retire �le dije �pero Estefan�a que ten�a otros planes me agarr� fuerte del brazo y me pidi� que no me fuera todav�a.
Susy se sent� a mi lado y tambi�n me pidi� que me quedara para terminar la botella de vino pues su marido se hab�a quedado dormido.
-Mam� ahora que no est� mi pap� quiero que me expliques donde ten�as metido el pene de mi padrino por favor- La vocecita de la peque�a sonaba dulce e inocente y la madre acorralada trat� de esquivar la respuesta.
-Hijita otro d�a hablamos de eso- le respondi�.
Entonces su hija le dio una estocada decisiva:
-Bueno creo que se lo preguntar� a mi pap� entonces.
Asustada, Susy me mir� pidi�ndome auxilio. Pero ambos est�bamos en sus manos. El que su madre tocara lo que consideraba suyo la hab�a enfadado y quer�a humillarla.
-Ser� mejor que se lo expliquemos Susy, creo que podemos confiar en su discreci�n. Adem�s que no tenemos otra salida.
El alcohol ingerido influy� en Susy y venciendo sus escr�pulos finalmente accedi� a responder a todo lo que su hija le preguntara.
Estefan�a tomando la iniciativa y sabiendo que ten�a cogida a su madre, me abri� la cremallera del pantal�n y sac� mi verga.
-Mam� quiero que me sigas ense�ando a limpiarla.
De no haber estado medio borracha tal vez Susy se hubiera negado. Al ver mi verga en las manos de su hija se puso colorada de verg�enza.
-Pero hijita t� eres muy peque�a para que aprendas estas cosas- a�n trat� de luchar pero era en vano, ya no ten�a autoridad moral para detener a la ni�a.
-Bueno, si no me quieres ense�ar entonces voy a aprender yo sola-
Delante de su madre me empez� a lamer el pene. Su lengua me recorr�a desde el glande hasta la base de los huevos.
Ante tan dulce trato reaccion� alcanzando todo su grosor y tama�o. En una sola tarde estaba echando la leche acumulada por dos meses.
Susy se tap� la cara horrorizada por lo que estaba viendo. �Su dulce y virginal hijita ten�a un pene enorme en sus peque�as manitas y estaba lamiendo y chupando como una puta!
Pero ten�a que aceptar los hechos. La acerqu� y retirando sus manos de su bello rostro la empec� a besar mientras mis manos se perd�an bajo su falda. Su co�o aun se encontraba h�medo de su corrida y mis dedos entraron con facilidad pues en el ajetreo no se hab�a puesto el calz�n.
La nena ya no mamaba para fastidiar a su madre. Sus peque�os dientes me presionaban ansiosos tratando de saborear al m�ximo el duro y caliente miembro. Sus manitas se deslizaban a lo largo del brillante tronco marcando el ritmo de sus chupadas.
Ver mi verga en todo su poder la excit� y ya sin importarle la presencia de su hija me empez� a besar mientras que me sobaba los test�culos.
No menos caliente que su madre, la nena chupaba ya descaradamente. Y que puedo decir yo. Pues que estaba en el s�ptimo cielo.
Liber� los pechos de Susy y se los empec� a chupar aumentando su arrechura a mil por hora.
-Qu�tate la ropa por favor, me suplic� y sin esperar respuesta se par� y se desnud� mostr�ndome su magn�fico cuerpo.
Mientras me desnudaba acerc� a su hija y d�ndole un tierno beso en su boquita le hizo jurar que jam�s contar�a a nadie lo que hab�a visto y lo que iba a ver.
-Est� bien mam� pero yo quiero que Juan me haga todo lo que te hace a ti.-
Ya no le pod�a negar nada.
D�ndole otro beso m�s l�sbico que de madre Susy sell� el trato con la peque�a chantajista.
Como ya era hora que tomara la iniciativa, me eche en el sill�n y le ped� a Susy que me pusiera su jugoso co�o en la boca.
En esta posici�n madre e hija se dedicaron a mi verga mientras yo le devoraba el co�o a la madre.
En menos que canta un gallo Estefan�a se hab�a desnudado dispuesta a recibir todo lo que su madre probara.
Su esbelto cuerpo se ve�a fr�gil frente a la rotundidad de las curvas de la madre pero no por ello dejaba de ser hermoso.
Ansiosa ya por ser penetrada Susy se dio la vuelta y agarr�ndome la verga procedi� a enterr�rsela lentamente en su concha.
�Oh Juan me llenas todo el co�o con este monstruo!
Estefan�a acomod� su co�ito en mi boca y ganada por la arrechura le empez� a chupar las tetas a su madre.
�Pe..pee..ro hi..ja qu� haces oooohhhh.siiii, ch�pame las tetas mi amor��ahhhh
Medio adormecida por el vino Susana me cabalgaba lentamente sintiendo el enorme pene dilatarle al m�ximo su co�o.
Y llevada por la excitaci�n se inclin� y empez� a succionar los peque�os pezones de su hija devolvi�ndole agradecida las caricias que le hiciera.
Madre e hija se abrazaron y besaron llevadas por el frenes� y la lujuria del momento.
Mientras mi verga hac�a saltar de placer a la madre mis dedos y mi lengua llevaban a la hija a un orgasmo devastador.
Pronto la cabalgada de Susy se hizo m�s y m�s r�pida. Sus nalgas sub�an y bajaban estruj�ndome la verga y buscando el orgasmo liberador.
�Juan! �Juan! �Me mataaaassss!!!! �
Concentrado en disfrutar del imberbe co�ito de Estefan�a pude resistir la violenta cabalgata de Susy y guardar mis energ�as para lo que sab�a iba a ocurrir.
Aprovechando que su madre hab�a rodado a un costado del mueble Estefan�a cogi� mi verga y luego de darle un par de chupadas se subi� encima de ella iniciando una penetraci�n sumamente placentera para ambos.
Si la conchita de la madre era estrecha la de la hija lo era mil veces m�s. Y por supuesto que no hab�a punto de comparaci�n.
�Mi amor! �Qu� verga para m�s rica tienes!-murmur� remedando el tonito calent�n de la madre.
Susy se hab�a incorporado y asombrada acerc� su cara para comprobar que su hija estaba engull�ndose mi verga con su peque�a zorrita. La cara de Susy era para filmarla �No lo pod�a creer, pero estaba sucediendo frente a sus narices! �El fr�gil cuerpo de su hija cabalgaba expertamente sobre ese pene caballuno que parec�a que la iba a destrozar!
La nenita no hac�a m�s que subir y bajar fren�ticamente sobre la enorme barra de carne que dilataba los labios vaginales hasta parecer reventarlos. Sus manos se apoyaban en mi pecho ayud�ndole a controlar la penetraci�n.
Espectadora privilegiada, Susy contemplaba ese co�ito imberbe deslizarse por mi verga succion�ndola ardorosamente.
A punto de estallar atraje a Susy a mi lado y la empec� a besar y a meterle mano a su poderoso trasero.
�As� Juan! �Asiiii qu� riiiicoooooo! �Entre gritos y quejidos la nenita alcanz� una vez m�s el extasis.
Ambos estallamos al un�sono. Emocionada Susana cubri� la sudorosa carita de su hija de dulces besos y luego se agach� para levantarla con ternura y zafarla del embolo que la hab�a llevado al para�so del placer.
Estefan�a se recost� en el sill�n y su amoroso madre le empez� a limpiar el co�ito con suaves lamidas. Pensaba quiz�s encontrar sangre o alg�n desgarro, pero del dilatado orificio vaginal de su nena, solo chorreaba semen. No era el momento para buscar explicaciones, pero por su sorpresa supuse que la nena tendr�a que hilar muy fino para convencer a su madre que frente a ella hab�a perdido la virginidad.
Exhausta hasta el extremo de no poder pararse tuve que cargar a la peque�a hasta su cama. All� su madre le aplic� un ung�ento para evitar que se le inflamen los trajinados labios de su conchita.
La dejamos acostada y la nena me despidi� con un largo beso en la boca y un dulce �Adi�s mi amor, te amo�
Desde la otra habitaci�n llegaban los sonoros ronquidos del Jefe de familia que ajeno a todo dorm�a como un bendito.
Todav�a desnudos nos regresamos al sal�n. Luego de servir sendos vasos de vino, Susy se sent� en mis piernas y levantando su copa propuso un brindis.
�Quiero brindar por ti Juan y darte las gracias por el placer que nos has dado a las mujeres de �sta casa y comprometerte a seguir haci�ndolo�
�Y yo brindo por el amor que he recibido en este hogar y prometo que siempre estar� con ustedes�.
Luego de beber sellamos nuestra promesa con un beso y permanecimos abrazados un buen rato. Ambos est�bamos cansados y satisfechos.
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Relato: Dulce ni�a, bella madre-3
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