Relato: Calle de Sombras





Relato: Calle de Sombras

Calle de Sombras


H�y t�, si t�, ven ac�rcate un poco, si as�, eso es.


Me recuerdas, soy yo de nuevo, he salido de mi mundo de las
sombras, y he venido, solo para relatarte otra m�s de mis historias, de tus
historias. �Quieres saber de que trata?


�Tienes tiempo?


Seguramente si. Ya que de lo contrario no estar�as hurgando
entre estas paginas, escondi�ndote del loco y estresante mundo que hay afuera,
que te asusta, que te aterra, pero no te preocupes el miedo no es malo, al
contrario te mantiene con vida, y es que tienes raz�n, afuera es muy peligroso,
uno nunca sabe lo que le puede pasar, en cambio aqu� tu tienes el control, aqu�
solo tu gobiernas, te sientes libre, puedes hacer cuanto quieras, y no hay nadie
que lo impida, o que te detenga, desde tu asiento, puedes ir a lugares que en la
realidad jam�s podr�s visitar, �no es cierto?. Si, si lo es, de lo contrario no
estar�as aqu�. Tienes raz�n.


Aqu�, puedes entrar a lugares en los que en la realidad, la
misma sociedad te ha excluido, a los cuales el solo hecho de intentar poner un
pie esta prohibido, te sientes libre pues en este lugar puedes ver y hacer cosas
que ante la sociedad jam�s podr�as imaginar siquiera, sientes que la soledad te
cobija, y la depresi�n te abraza, o quiz�s me equivoco, si es as� me disculpo,
pues quiz�s solo buscas distraerte, tratando de darle algo de emoci�n a tu vida,
la cual no has podido encontrar afuera, te relajas e intentas olvidarte de los
problemas del exterior, mientras lees, intentando encontrar en estas paginas y
en sus historias la diversi�n y emociones que la vida tan rotundamente te ha
negado, si es as�, creo que la historia que voy a contarte, te ayudara en tu
prop�sito, cualquiera que este sea, �quieres saber de que trata?.


Entonces si�ntate, pon mucha atenci�n, ya que esta historia
trata de un tema algo parecido, al tuyo, quiz�s te parezca familiar, quiz� te
identifiques en ella, o con alguno de los personajes de la historia, quiz� sin
saberlo, ya seas parte de ella, un actor, o quiz�s protagonista �quieres
escucharla?,


Pues bien, ac�rcate un momento y escucha, pon mucha atenci�n,
esta historia trata de una ni�a, cuyo nombre no recuerdo, la cual llevo tiempo
observado, quiz�s tu la conozcas, y nunca te has percatado de su existencia,
quiz� hasta sepas su nombre, quiz�s sea el tuyo propio.


Sara, Viridiana, Patricia, Cecilia, Marta� no lo se, solo tu
lo sabes.


Esta peque�a ni�a "como tu" de aspecto reprimido, t�mida,
ante los ojos de sus compa�eros, su mundo esta mas que nada detr�s de un
ordenador de PC, o de un libro, esa es su vida, su presente y su futuro, igual
que tu, tambi�n tiene miedo, pues seg�n ella no encaja en la sociedad, esta ni�a
seg�n mi opini�n, creo que ronda sus primeras 13 o 14 primaveras, no lo se
exactamente, pero su aspecto juvenil, irradia una inusual belleza, �que como lo
se?, lo se porque yo la he visto, ella se sabe hermosa, pero teme mostrarse y
prefiere permanecer oculta, tras una imagen de ni�a reprimida, ante los ojos de
sus j�venes compa�eros de clases, que juegan y se divierten haciendo travesuras
a sus dem�s compa�eras, sin darse cuenta.


Todos juegan alz�ndoles las fr�giles y peque�as faldas, para
ver lo que hay debajo, en tanto estas los persiguen con aparente enojo, mientras
inconscientemente van pensando en el momento en el que los chicos lo vuelvan a
hacer, les molesta cuando lo hacen, pero a la vez no, avanzan contentas, pues se
sienten deseadas por alguien diferente a ellas


A su corta edad, no saben el por que, apenas comienzan a
comprender sus sentimientos, sus emociones, y esas suaves sensaciones que surgen
lentamente de entre sus piernas mientras son atacadas una y otra ves por sus
compa�eros varones, que inocentemente comienzan a aprender sobre el juego del
amor, del amor hacia lo carnal, hacia lo prohibido. Empiezan a recorrer cada uno
a su paso los diferentes caminos de la vida, de los cuales, solo los adultos
conocen los destinos, A todos parece gustarles el juego, todos est�n
aprendiendo, es una lecci�n que solo ellos pueden aprender, nadie mas puede
ense�arles, y tu.


Tu tambi�n aprendes, lo haces mientras observas desde tu
asiento, mientras sujetas un libro entre tus manos, observas como los ni�os se
lanzan en un feroz pero infantil ataque sobre las faldas de tus compa�eras, en
busca de sus delicadas prendas, haci�ndolas volar sobre sus cuerpos, mientras
estas en vano intentan cubrirse, lo que inevitablemente el mismo viento parece
querer dejar al descubierto. Algunos incluso son m�s osados y meten las manos
por debajo de las faldas, intentando tocar algo m�s, intentando descubrir algo
nuevo.


Tu cuerpo al igual que el de tus otras compa�eras tambi�n
comienza a reaccionar, y un leve pero agradable cosquilleo comienza a nacer
entre tus piernas y tu vientre. No sabes el por que, pero las sensaciones que
lentamente invaden tu cuerpo al ver esas im�genes, te excitan sobremanera,
aunque tu a�n no lo sabes, pues desconoces las sensaciones. En ocasiones incluso
te hacen estremecer, no logras comprenderlo, pero al ver los delicados y
juveniles cuerpos de tus compa�eras que por momentos quedan cubiertos,
�nicamente por la suave tela de las pantaletas de algod�n mientras que algunas
manos buscan entre sus piernas, se empiezan a recrear en tu mente las clases de
sexualidad que torpemente te han sido impartidas, y en las que por medio de
dibujos y esquemas tu maestro amablemente les mostr�, y que apenas te ayudaron a
comprender el por que de tu anatom�a y las diferencias con tus compa�eros
varones, algo que antes ni siquiera comprend�as, ahora comienza a tomar forma en
tu cabeza.


En esos momentos quisieras estar en el lugar de tus
compa�eras, incluso en ocasiones sientes envidia por ellas, �no es as�?, pero
hay un problema, tu timidez no te permite participar en esos juegos, ya otras
ocasiones lo has intentado, pero tus compa�eros no parecen tomarte en cuenta.
Por el contrario, m�s bien pareciera que te evitan.


Con tristeza observas a las dem�s ni�as y no comprendes por
que tus compa�eros las prefieren a ellas en tu lugar, para ti todas parecen
iguales, incluso te sabes mejor, pues en el fondo tu conoces tu verdadero
aspecto, y no se parece en nada a lo que ellos perciben, pero eres incapaz de
mostrarlo a tus compa�eros, para ellos solo eres la ni�a reprimida y t�mida de
siempre, la que nunca rompe un plato y se pasa todo el tiempo estudiando y
leyendo, o detr�s de un ordenador de PC.


Tu misma vestimenta mas larga y holgada que la de tus otras
compa�eras, as� lo indican, mas sin embargo sabes que no es as�, sabes que por
dentro eres distinta, muy distinta a lo que ellos creen. Sin embargo no puedes
hacer nada mas que observar desde tu banca, el incansable juego de tus
compa�eros, que ya incluso en ocasiones logran sostener por cortos momentos
elevadas al cielo las peque�as faldas de las pobres ni�as que indefensas solo
pueden gritar t�midamente mientras con sus manos intentan cubrir su intimidad, a
la ves que son observadas por los dem�s ni�os a su alrededor, que ya con algo de
morbo meten sus manos entre las piernas de las ni�as mientras cuidan que ning�n
profesor se acerque al lugar, todos se r�en y se divierten haciendo sufrir a las
peque�as, sin darse cuenta de nada mas, simplemente permanecen absortos en sus
juegos.


De pronto algo llama tu atenci�n, cuando levantan la falda de
una de las ni�as, logras percibir por leves segundos una peque�a mancha de
humedad en las pantaletas de la infante justo en su entrepierna. Volteas hacia
todos lados con la cara sonrojada, pero parece que ninguno de los presentes se
ha dado cuenta aun, r�pidamente la ni�a logra reacomodar su falda y corre hacia
los sanitarios en busca de refugio.


Exaltada por lo que acabas de presenciar, y de lo cual
aparentemente eres la �nica testigo, permaneces absorta, confundida, tu cuerpo
reacciona, y tu temperatura se eleva, el leve cosquilleo que antes apenas
percib�as, se hace presente nuevamente entre tus piernas, sientes como una suave
corriente de electricidad recorre tu cuerpo, desde tu vientre.


Y tus piernas que antes permanec�an relajadas, se cierran y
se tensan instintivamente, sientes como tus propias pantaletas se humedecen bajo
tu falda, mientras la imagen de la ni�a pasa por tu cabeza, permaneces en tu
asiento, confundida pero por alguna raz�n relajada, como si flotaras, no logras
comprenderlo pero no te importa, te sientes muy bien as� como estas, en un
momento, y sin previo aviso el timbre del colegio te toma por sorpresa
liber�ndote de tu letargo, e indicando el final del receso, r�pidamente te
levantas y corres rumbo a tu sal�n de clases, al llegar a el, tomas tu asiento y
buscas en las miradas de tus dem�s compa�eros un indicio de lo ocurrido, pero
todos permanecen tranquilos, y solo en ocasiones voltean a verse y se r�en entre
ellos, sabiendo sus maldades de las cuales, tu eres la �nica testigo.


El resto de la clase continua normal para todos excepto para
ti, en tu mente solo pasan las im�genes de lo ocurrido, te confunden, te
excitan, pero tu no te das cuenta. Sientes entre tus piernas la humedad de la
peque�a prenda de algod�n, pero no sabes el por que temes levantarte, permaneces
quieta. En un momento el final de la clase es anunciado por el timbre del
colegio, r�pidamente todos los ni�os salen apresurados del sal�n rumbo a sus
casas, pero t�.


T�, absorta, confundida aun por todo lo ocurrido, te levantas
lentamente de tu asiento y sales del sal�n, sin nada mas en tu cabeza que las
im�genes de ese d�a, sales ignorando incluso la vos de tu maestro que te llama
para despedirse de ti, caminas por las calles distra�da, llegas a la parada de
autobuses donde diariamente esperas a que llegue el bus de la ruta que te lleva
hasta tu casa, no pones atenci�n en nada mas que en lo que pasa por tu cabeza,
sin darte cuenta que el bus se ha detenido frente a ti. El chofer amablemente te
llama para que subas pues ya te conoce de tiempo atr�s, en ese instante
reaccionas y subes, llegas a un asiento vaci� y te acomodas.


Al poco rato de iniciar tu recorrido tu mente empieza a
divagar, a lo lejos percibes a una pareja de perros aparentemente pegados de
forma muy extra�a, cola con cola, es algo que te inquieta, y atrae tu atenci�n.
pues nunca antes lo hab�as visto, mas atr�s observas como una se�ora de edad
avanzada intenta enfurecida despegar a los dos canes, sin lograr nada, la imagen
lejos de parecerte morbosa, te parece c�mica, pues tu corta edad y tu poca, o
mejor dicho nula experiencia en el sexo te impide comprender. Tu atenci�n se
centra en el perro que tras varios tirones logra desprenderse de su pareja
mostrando tras de si una enorme barra de carne que cuelga de entre sus patas,
sin embargo, debido a lo poco que sabes del sexo eres incapaz de reconocer tal
herramienta, mas sin embargo su imagen nuevamente se queda grabada en tu mente,
tu cabeza comienza a recrear nuevamente esas im�genes, pareciera que jam�s
podr�s olvidarte de ellas, se han quedado tatuadas en tu mente, de nuevo una
corriente calida recorre tu cuerpo ba�ando tu entrepierna y humedeciendo tus
bragas, mientras un leve gemido sale de tu boca exaltada, volteas hacia todos
lados intentando saber si alguien se ha dado cuenta pero nada, todos los
pasajeros parecen estar en su propio mundo.


Tomas tu mochila y coloc�ndola sobre tus piernas te cubres
con ella deslizando una mano por debajo de tu falda intentando alcanzar la zona
h�meda entre tus piernas, tratando de que nadie te note, tus dedos rozan tu
entrepierna justo sobre tu vulva, al sentir el rose de las yemas de los dedos
sobre tu peque�o cl�toris, una fuerte descarga de electricidad te hace suspirar,
pero inmediatamente callas mientras miras a todos lados intentando saber si
alguien te ha notado, mas no es as�, nadie te ha visto.


�que ha pasado?, �que fue eso?, te gusta como se siente,
estas aprendiendo, quieres probar de nuevo, pero temes que te descubran, sacas
tu mano de tu falda y tus dedos est�n impregnados, humedecidos por tu propio
cuerpo, mas no sabes por que, confundida acercas tus dedos a tu nariz, para
tratar de reconocer el olor, pero todo es en vano, ese olor es algo nuevo para
ti, jam�s lo hab�as percibido antes.


Extra�ada como estas, no te das cuenta de que el bus ya ha
pasado desde hace rato tu destino, hasta que es demasiado tarde, cuando por fin
te das cuenta, desconoces por completo el lugar en el que estas, r�pidamente
tomas tus cosas, y bajas del autob�s, que se aleja, dej�ndote, quien sabe donde,
tu corta edad y tu falta de experiencia, no te dejan ver que era mejor
permanecer dentro del mismo, asustada, comienzas a caminar mirando hacia todos
lados, intentando ubicar el lugar buscando alg�n sitio conocido, una tienda, una
casa, un edificio, cualquier lugar que te pueda servir de referencia.


Mas sin embargo todo es en vano, las calles, las casas, todo
es muy diferente a lo que tu conoces, miras tu reloj y ya comienza a hacerse
tarde, asustada comienzas a caminar buscando a alguien que te diga donde estas,
pero al ver a la gente de la zona, prefieres seguir caminando intentando ocultar
el miedo que te invade lentamente, caminas sin rumbo, no sabes donde estas, en
tu cabeza la imagen de unos padres enojados que esperan tu llegada te atemoriza
aun mas, sabes que te espera un fuerte castigo por llegar tarde, pero eso no es
lo que te preocupa, lo que quieres es encontrar el camino a casa.


Caminas asustada por las calles sin darte cuenta que cada ves
te alejas mas de tu destino, cuando por fin te notas perdida ya la noche te ha
alcanzado, las calles se muestran obscuras, y no hay una sola alma en ellas, la
soledad y la obscuridad que cobijan las calles te aterran, ya solo caminas sin
rumbo, los sonidos de la noche hacen el ambiente t�trico para ti.


Una ni�a de tan corta edad como tu, sola y perdida en medio
de la noche, en un lugar desconocido, es algo que aterrar�a a cualquiera, pero a
ti no te queda mas que seguir avanzando hasta donde tus fuerzas te lleven, pues
sabes que de no hacerlo, jam�s regresaras a tu casa, entras en una calle, la
cual se percibe solitaria, mas obscura y t�trica que las dem�s por las que has
pasado, incluso dudas en seguir avanzando, pero la silueta de un grupo de
individuos acerc�ndose, te hace correr y esconderte entre las sombras de la
obscura calle, el miedo te hace reaccionar sientes el peligro y en lugar de ir
hacia ellos te ocultas entre un mont�n de basura, mientras esperas a que pasen.
Desde donde estas puedes ver como un grupo de pandilleros pasan de largo
haciendo alardes entre ellos y destrozando cuanto objeto se encuentra a su paso,
ya algo mas tranquila por haber tomado la decisi�n correcta y de saberte sana y
salva, esperas un momento a que se aleje el grupo de individuos, pero cuando te
dispones a levantarte, el ruido de un bote de basura que cae a tus espaldas te
paraliza todo el cuerpo, temes voltear, y el mundo se te viene abajo, creyendo
que todo esta perdido, volteas lentamente intentando descubrir el origen de
donde provienen los sonidos.


A poca distancia de donde te encuentras un bote de basura
permanece en el suelo, pero no logras ver nada mas, al no percibir nada de
peligro, un suspiro de alivio escapa de tu boca, mas sin embargo tus ojos se
abren al m�ximo cuando ves como el bote de basura comienza a moverse, al mismo
tiempo escuchas como ara�an y rasgan las bolsas de basura que hay dentro, no
logras ver nada pero el simple movimiento del bote te aterra, tu cuerpo
nuevamente se paraliza y no puedes moverte, tus piernas no te responden,
intentas controlarte y observas con detalle hacia ese lugar, intentando entender
lo que pasa en el sitio, pero la oscuridad del lugar apenas te permite
distinguir una silueta negra que se revuelca dentro del bote de basura, tus ojos
se llenan de lagrimas y comienzas a temblar cuando logras identificar la figura
de un enorme perro robusto de color negro, no conoces de razas pero el enorme
tama�o del mismo te aterra.


Para ti todo esta perdido, intentas moverte pero tus piernas
no te responden, el enorme animal negro levanta la mirada y observa en direcci�n
tuya, permaneces quieta como estas, esperando que al no ver movimiento alguno de
tu parte, el animal, se aleje sin hacerte da�o, por un momento crees haberlo
logrado, pues el enorme animal vuelve a su labor de hurgar entre la basura, sin
tomarte en cuenta, lentamente comienzas a moverte para tratar de salir del lugar
lo antes posible, pero tus movimientos llaman la atenci�n del animal, que deja a
un lado su labor y nuevamente dirige su mirada hacia ti, sus ojos se clavan en
ti fijamente, comienzas nuevamente a temblar cuando ves que el enorme perro
negro se acerca lentamente hacia ti. A cada paso que el da, tu tambi�n
retrocedes un poco, intentando mantenerte alejada de el lo mas posible, pero una
enorme pared a tus espaldas bloquea tu avance, sin embargo el animal sigue
acerc�ndose a ti, levantando su hocico sin dejar de observarte, Intentando
reconocer tu olor, al llegar hasta donde tu estas, acerca su hocico y comienza a
olfatearte es ah� cuando te das cuenta del verdadero tama�o del animal, lo ves
enorme como un monstruo, que f�cilmente sobrepasa tu cintura, pareciera que algo
en ti llama su atenci�n, pero no sabes que es, el perro olfatea entre tus
piernas y un fri� recorre todo tu cuerpo, al sentir como su hocico resopla en
tus muslos, subiendo poco a poco meti�ndose incluso por debajo de tu falda,
separas tus piernas un poco y comienzas a llorar temiendo que el perro pueda
morderte pero evitas hacer movimiento alguno, solo tus manos se mueven sobre tu
falda intentando empujar ligeramente al animal hacia fuera de ella, sin hacer
mucho esfuerzo por temor a ser atacada por ese enorme monstruo.


De pronto un gru�ido del animal te hace estremecer, te
sientes obligada a permanecer como estas, con el animal metiendo su cabeza por
debajo de tu falda justo entre tus piernas, quieres gritar y pedir ayuda pero el
miedo que tienes te lo impide, casi puedes imaginarte y sentir los colmillos del
animal mordiendo tu cuerpo, haci�ndote pedazos ah� mismo, te sientes perdida, de
pronto sientes como debajo de tu falda el hocico del enorme animal se pega en tu
vulva olfateando la humedad en tus bragas, y un suspiro sale de tu boca,
mientras su enorme lengua te hace levantar del suelo, haci�ndote parar sobre las
puntas de los pies a cada arremetida.


No puedes ver que es lo que esta pasando bajo tu falda, pero
puedes sentirlo todo, apenas comienzas a descender cuando un nuevo leng�etazo
mas fuerte que el anterior vuelve a ponerte de puntas y nuevamente otro suspiro
sale de tu boca,


HAYYY


NO ESPERA


QUE HACES


NOOO VETEE


HAAAAYYY


Poco a poco comienzas a sentir un cosquilleo que empieza a
bajar desde tu vientre hacia tu entrepierna ayudado por los constantes
leng�etazos que el animal hace entre tus piernas ba�ando todo por completo. Pero
no puedes hacer nada para impedirlo cada ves que intentas moverlo te gru�e
amenazante paraliz�ndote de nuevo, dej�ndote indefensa, sumisa, resignada.


HH..HAAAAA


NNOOO


QUE HACESSS POR FAVORRRRRR NOOOOO


SS SU EL TAMMEEE HAHHHHHH


VETE DE AQUIIII



HAYYY NNOOO PORR FAVORRR YA NNNOOOOOOO


DEJAME EN PAZZ VETE YAAAAAAAAAAAHHHHHHHH


La fuerte oleada de sensaciones que te produce esa lengua
enorme y �spera entre las piernas te lanza directamente hacia el primer orgasmo
de tu vida, �el primero? Tal ves no, pero si el mas fuerte, a cada leng�etazo en
tu entrepierna, el animal te roba un poco de tu energ�a, de tu voluntad,
haci�ndote perder las fuerzas en las piernas, y provocando que tu propio peso te
venza, dej�ndote caer al piso, lo que hace que el enorme animal por un momento
se aleje de ti y retroceda confundido, sin saber lo que pasa, ninguno de los dos
se mueve del lugar, intentas comprender lo que pasa, �por que el perro tiene
tanto inter�s en esa zona de tu cuerpo? �que es lo que ha pasado? �que es lo que
acabas de sentir?, son tantas preguntas que pasan por tu cabeza, pero ninguna
tiene aparente respuesta, en ese instante pasa por tu mente el recuerdo de tus
pantalietitas mojadas por tus propios flujos.


Al ver que el perro no se aleja y permanece rond�ndote,
buscando el lugar por donde acercarse nuevamente a ti, te armas del poco valor
que te queda e intentas asustarlo pero nada funciona, parece ser que el �nico
inter�s del perro es hacia ti, pero no logras entender por que.


Tan ingenua, tan ni�a, crees que el inter�s del enorme perro
es hacia tus bragas, lentamente metes tus manos bajo tu falda y las deslizas
hacia fuera, quit�ndotelas por completo, mientras el perro tranquilamente te
observa, sin quitarte la vista de encima, puedes sentir la tela completamente
mojada por tus jugos y por la saliva del animal, con las pocas fuerzas que te
quedan, las arrojas lo mas fuerte que puedes, tratando de distraer al animal que
te asecha obsesionado, pero todo parece estar en tu contra pues la prenda no cae
muy lejos de donde te encuentras, el animal al ver el objeto que le has
arrojado, se acerca curioso a el, atra�do por el fuerte olor que mana de la
peque�a prenda. La olfatea un momento y voltea hacia ti de nuevo,


Para ti pareciera que todo esta perdido, pero en un instante
el perro vuelve a agachar su cabeza en el peque�o y delicado trozo de algod�n,
lamiendo todos los jugos que ah� se encuentran, al ver que el animal esta
distra�do intentas levantarte d�ndote la vuelta lentamente para no llamar su
atenci�n, crees que ya todo ha pasado, mientras el enorme can este distra�do
puedes escapar de ah�, pero no es tan f�cil, en un instante cuando tu cuerpo
comienza a incorporarse, d�ndole la espalda al animal, inclinada como estas,
intentas levantarte, pero en ese instante algo fri� se posa entre tus piernas, y
tu cuerpo se eriza por completo, el miedo te paraliza nuevamente, ahora lo
sientes con mas facilidad pues roza y resopla directamente sobre la piel desnuda
de tu fr�gil y peque�a vulva, volteas por sobre tu hombro sin poderte mover de
la posici�n en la que estas, y logras percibir a unos metros la peque�a prenda
de algod�n que hace unos instantes te cubr�a, y que ahora yace tirada en el
suelo destrozada y sucia, , giras tu cabeza y tus ojos vuelven a abrirse
enormes, al percibir nuevamente la figura del perro metida bajo tu falda,
intentas moverte, pero nuevamente un gru�ido te mantiene en tu lugar, es
frustrante, te sientes vulnerable, no sabes de que pueda ser capaz el enorme
animal si lo haces enojar, temes por tu vida, pero no puedes hacer nada,
intentas pensar en algo que te ayude a librarte de la situaci�n tan peligrosa en
la que estas, pero no consigues respuesta, tu cuerpo y tu mente no reaccionan,
has quedado completamente paralizada.


Sin avisarte, el perro nuevamente comienza a probar tu
intimidad, lamiendo todo cuanto se encuentra a su paso, su enorme lengua recorre
todo tu peque�o canal desde tu vulva hasta tu ano haci�ndote estremecer sin
control, caes hacia delante y tus manos se apoyan en el suelo para darte un poco
de soporte, y ayudarte a resistir mientras el perro hunde su hocico entre tus
piernas,


HHH HAAAAAAAAAYYYYYY


NNNOOOO PARAAAA YYYYYYAAAAAHHHHHHHHH


PP POR RRR FF FAVORRRRRRR


QUE HACESSSSSSSSSS


SSUELLLTTTAMMEEEEEE YAAAAAAAAAAAAA


NOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH


HAAAAAAAAAAA


Pero tus palabras parecen rebotar en los o�dos del animal que
continua lami�ndote sin importarle en lo mas m�nimo tus suplicas, el no te
entiende, solo sigue su instinto, pues en ti ha encontrado lo que tantos meces
de soledad en las calles le han quitado, y no te dejara tan f�cilmente, no hasta
haberse saciado, y tu. Tu solo puedes tratar de soportar lo que venga,
resignada, ya solo te queda esperar a que todo termine pronto, apoyando tu
cabeza sobre tus brazos, que ya se doblan sin fuerzas en el piso, mientras
enorme animal trabaja con su lengua presionando fuertemente sobre los delicados
labios que cubren tu vulva, separ�ndolos cada ves mas mientras avanza y se hunde
en tus entra�as lentamente, escarb�ndote, hurgando en tu interior, intentando
extraer el delicioso n�ctar que escurre en abundancia desde lo mas profundo de
tu sexo, ba�ando tus muslos, mientras caen hacia el piso, haci�ndote gemir. En
ocasiones intentas espantarlo, pero es in�til, el animal se impone y te gru�e
nuevamente, lentamente dejas de resistirte, ya no puedes, las sensaciones tan
placenteras que poco a poco invaden tu cuerpo, hacen que tu temperatura se eleve
cada ves mas, y tu voluntad disminuya a cada leng�etazo, cierras tus ojos,
mientras que en tu cabeza intentas repetirte que nada es real, que todo es un
sue�o, del cual tarde o temprano tienes que despertar, pero las sensaciones que
crecen nuevamente en tu vientre, te hacen saber que no es as�, todo es real, de
verdad te esta pasando, sin darte cuenta, en forma casi inconciente, tu cola se
levanta, y tu cuerpo casi por reflejo intenta pegarse cada ves mas a la enorme y
h�meda lengua que te invade, ofreci�ndote al enorme animal, intentando aumentar
las sensaciones que cada ves te parecen mas placenteras, tu boca comienza a
lanzar leves suspiros con cada arremetida de la lengua del perro sobre ti, pero
tus ojos cerrados no te permiten percatarte del error que has cometido, en un
momento, la lengua que tan placenteramente te trabajaba entre las piernas
s�bitamente se detiene.


El calor que la enorme lengua, tan agradablemente te brindaba
hace unos momentos, es ahora ocupada por un leve fri� provocado por la suave
brisa de la noche que ahora golpea libre, sobre tu h�meda y desprotegida
hendidura, lentamente abres tus ojos mirando por debajo de tu cuerpo para saber
que es lo que pasa, por que el animal se ha detenido de tan maravillosas
caricias. En ese momento sientes como el animal se trepa sobre ti y todo su peso
descansa sobre tu espalda, sientes como fuertemente se sujeta a ti aferr�ndose
con sus patas a tu cintura, mientras empuja fuertemente hacia ti, nuevamente tu
inocencia se hace presente, no entiendes lo que pasa, volteas por debajo de tu
cuerpo y puedes ver un enorme trozo de carne que sale de entre las patas del
perro, y comienza a crecer r�pidamente, ensanch�ndose y alarg�ndose, apretando
tu delicado cuerpo entre el animal y el pedazo de carne, que se mueve y se frota
en forma desesperada hacia delante y hacia atr�s sobre tu vientre justo encima
de la tela de tu uniforme.


Extra�ada y asombrada por el tama�o del pedazo de carne,
puedes ver como �ste casi llega hasta la mitad de tu abdomen, su tama�o y su
forma extra�amente, te hipnotizan, en tu mente se dibujan las im�genes de aquel
perro de hace unas horas, cuando viajabas en el cami�n rumbo a tu casa, observas
como se mueve bajo tu vientre en un vaiv�n desenfrenado, mientras en tu mente se
dibuja la figura y el tama�o que tenia el otro perro, pero al estar tan cerca de
este gran animal negro que descansa sobre tu espalda, el primero parece muy
peque�o en comparaci�n.


Mientras en tu mente pasan una y otra ves las im�genes de ese
d�a, el enorme animal desesperado se baja por un instante de tu cuerpo, solo
para volverse a trepar r�pidamente sobre ti, sujet�ndote nuevamente con fuerza,
y jal�ndote hacia el, pero esta ves comienzas a sentir como el enorme pedazo de
carne golpea torpemente contra tu redondeada y peque�a cola, las sensaciones
inocentemente te producen risa, hasta que en un momento, la punta caliente del
enorme miembro encuentra un peque�o hueco y se apoya en el centro, justo contra
la peque�a y h�meda entrada de tu concha, el perro al darse cuenta que ha
acertado empuja con fuerza. Al sentir la enorme presi�n sobre tu vulva, tus
risas se convierten en un fuerte grito, que se ahoga mientras intentas
desesperada recuperar un poco de aire que la tremenda envestida del animal te ha
quitado, a la ves que tus ojos se abren tan grandes como tus parpados lo
permiten.



HAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAA AYYYYYYYYYYYYY


NNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


PORRRRFAVORRRRRRRR RRRRRRRRRRRRR PARAAAAAAAAAAAAAAAA


YA SALTEEEEEEEEEEEEE SUELTTTAMEEEEEEEEEEEEEEEE


MM MME ESTSSS PARRTRRRRRRTIENDOOOOOOOOOOOOOOOOOO


YAAAAAAAAAAAAAHHHHHH HHHHHH HAAAAAAAAA NOOOOOO



NOOOOOO MAAAAAASSSSSSS PORFAVORRRRRRRRRRRRRR



Suplicas y lloras pidiendo que todo termine, que te deje en
paz, pero todo es in�til, ahora que el perro a encontrado una hembra, con la
cual aparearse no la dejara asta haber cumplido su prop�sito, ahora lo
comprendes, ahora ya lo sabes, pero ya no hay nada que puedas hacer, no
entiendes por que el animal te ha elegido a ti, en lugar de una de su propia
especie, los conocimientos que tienes sobre la sexualidad, apenas te dejan
entender lo que esta pasando, pero as� es y ya nada puede impedirlo, desesperada
intentas zafarte, pero es imposible sus patas af�rran tu d�bil cuerpo con tal
fuerza que te es imposible escapar, apenas logras tomar un poco de aire cuando
sientes como el enorme perro nuevamente arremete sobre ti envisti�ndote de
nuevo, hundiendo otro tanto del enorme pedazo de carne dentro de tu cuerpo,
sientes como va entrando cada ves mas profundo, recorriendo tu estrecho canal
cent�metro a cent�metro, parti�ndote a su paso, te va llenando poco a poco.


Con cada nueva arremetida de su miembro, un pedazo mas grande
se entierra en ti, es enorme, puedes sentirlo completamente, sientes como
palpita ya dentro de tu infantil �tero, y no hay nada que puedas hacer, volteas
nuevamente por debajo de tu cuerpo y logras ver como un peque�o ri� de sangre
corre por tus piernas cayendo hasta el piso, un mar de lagrimas corre por tus
mejillas ayudadas por el dolor y la frustraci�n por lo ocurrido, por la
impotencia que sientes al no poder evitar lo que te ha pasado, lo que te esta
pasando, pero nada puedes hacer, te tocas entre las piernas con una mano,
lentamente intentando descubrir con el tacto, todo el da�o que el enorme miembro
ha hecho en tu cuerpo, y asombrada descubres como los labios de tu vagina
permanecen abiertos y se tensan al m�ximo para hacer espacio al enorme miembro
que te invade una y otra ves sin descanso.


La velocidad y la energ�a que el animal imprime en sus
estocadas, apenas te permite sujetarte, sientes como cada ves entra y sale con
mas libertad y fuerza, ayudado por tus fluidos que ba�an su miembro y lubrican
sus embates, los cuales cada ves parecen llegar mas profundo, sientes como te
recorre las entra�as, mientras tu permaneces sumisa y resignada debajo del
enorme can, que ahora te toma como si fuese tu due�o, eres su perra, y hace con
tigo lo que su instinto le indica, para ti solo queda resistir el dolor, para el
no existe la culpa.


Cierras tus ojos y aprietas tu mand�bula mientras intentas
soportar el fuerte dolor entre tus piernas que se tienen que abrir al m�ximo
para poder dar mas espacio al miembro que te ha invadido, al poco tiempo,
despu�s de unos minutos de interminable agon�a tu cuerpo comienza a relajarse y
el dolor comienza poco a poco a desaparecer, sientes una extra�a fiebre que
recorre todo tu ser, provocada por la fricci�n que las envestidas que el can le
esta dando a tu concha, y estas comienzan a tornarse placenteras, mientras tu
cuerpo comienza a disfrutar de un placer que hasta ese momento era desconocido
para ti.


HAYY HAYY YAAAA NOOOO HAYYY PARA PARA


MAS DESPACIO HAYYY


ESSSPERAAA HAAAAAA YAAAAA


SIIIIIII ASIIIIII HAYYYY HAYYYY TRANQUILOOOO


HAAAAGGGGG


YAAAAAAAAAAA



Comienzas a decir palabras sin sentido, y te dejas llevar por
el placer, un placer animal que solo en esas circunstancias podr�as haber sido
capaz de conocer, ayudada por tu nuevo macho que te toma y te posee a su antojo,
mientras tu permaneces sumisa, y disfrutas lo que ahora se ha convertido para ti
en el mas placentero de los vicios, el tiempo y el espacio dejan de existir para
ti, en ese instante solo existen tu y tu nuevo amante, nada mas puede pasar, lo
bueno y lo malo ya no existen para ti, ya nada mas importa, tu mente y tu cuerpo
se han olvidado de todo aquello que no sea disfrutar las sensaciones que nacen
en tus entra�as, cierras tus ojos mientras comienzas a gemir, levantando la cola
y empuj�ndote hacia tu macho, como intentando meterlo todo dentro de ti, su
ritmo y el tuyo se hacen uno solo, como un er�tico vals que ambos bailan
movi�ndose al un�sono, mientras el te enviste tu lo recibes peg�ndote mas a el,
para forzarlo a entrar lo mas profundo que tu anatom�a te lo permita,


HAAAA SIIIIII ASIIIII


MASSSSSSS PORFAVORRRR


SIGUEEEE NO PARESSSS


QUE RRICOOO


DAME MASSS


DAMELO TTTODOOOO LLENAME TODAAAAAA


El enorme animal, al ver que su nueva hembra ya esta a su
completa disposici�n te sujeta con mas fuerza de la cintura y deja caer toda su
fuerza y su peso sobre ti, empujando fuertemente, tratando de meter el ultimo
pedazo de su m�stil que se muestra inflado, y que ya choca contra la entrada,
sobre tus labios vaginales, al sentir la enorme presi�n en tu concha
inmediatamente abres tus ojos y volteas por debajo nuevamente para ver que es lo
que pasa, puedes ver como el enorme miembro ha desaparecido casi por completo
entre tus piernas, a excepci�n de una gran bola de carne llena de venas, que
permanece inflada y que choca contra la entrada de tu vulva sin poder entrar,
mientras el animal empuja fuertemente provoc�ndote un nuevo dolor.


QUE HACES NOOO ESSSSSSPERAAAAAA HAYYYYYYYYY


NNOO QUE ES LO QUE QUIERESSSSSSSS


YA ME LA METI SS STE TODA QUE MAS QUIERESSSSS


PORFAVOR DETENTEEEEE


HAYYYYYY ME DUELEEEEEEEEE


YA NO PUEDO MASSSSSSSS


POR FAVORRRRRRRYA NO CAVESSSSSSSS



Deslizas tu mano a tu entrepierna para ver que es lo que
pasa, nuevamente notas tu concha completamente estirada, ni un solo hueco queda
libre pues tu vulva ha sido sellada por la enorme barra de carne que se ha
alojado en su interior pero aun sientes como la enorme pelota de carne presiona
fuertemente desde afuera contra tu vulva intentando encontrar un peque�o espacio
para entrar, te relajas un poco confiando en que es imposible que todo eso logre
entrar a tu cuerpo, pero tu error lo pagas caro, pues los m�sculos en tu vagina
se relajan tambi�n dando mayor libertad al miembro que esta dentro.


El perro al sentirse mas libre vuelve a empujar con fuerza y
tus ojos se abren mientras sientes con tus peque�os dedos como tu concha se abre
enorme para tragarse por completo la enorme bola de carne que se hunde en tus
entra�as sin remedio, para despu�s cerrarse tras de si, dejando a todo el
miembro del animal atrapado dentro de tu peque�o y maltrecho canal, y al mismo
tiempo como por instinto, tus piernas tambi�n se cierran presionando todo el
m�stil dentro de tu cuerpo,




HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYY


NNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


MEEEEEE DUELLLLLLLLEEEEEEEEEEEEEE MUCHOOOOOOOOOOOOO


SACALOOOOOOOOO PORFAVORRRRRRRRRRRRRRRRR


HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYY


YAAAAAAAAAA NOOOOOOOOOOOOOOOO



no puedes creerlo, volteas con los ojos llenos de lagrimas
mientras gimes por el intenso dolor en tu vientre, solo para confirmar que el
enorme pedazo de carne ha sido devorado completamente por tu concha, la cual
muestra un abultado monte de Venus, lugar en el cual parece haber quedado
alojada la enorme bola de carne. Tus suplicas parecen ser escuchadas esta ves
por el enorme can, que descansa sin hacer movimiento alguno sobre tu espalda,
como sabiendo de la gran haza�a de la que has sido capas, permanece tranquilo,
solo esperando como si quisiera darte tiempo para que tu cuerpo pueda
acostumbrarse a la descomunal dimensi�n del miembro que guardas en tu vientre y
a la que te ha sometido tu amante perruno, y tu, tu solo cierras tus ojos
intentando recuperar nuevamente el aliento, intentado soportar el dolor que te
invade, que te llena.


Ahora si que puedes sentirlo, tus ojos cerrados tratando de
no ver nada, de no pensar en nada, solo sientes el dolor intenso en todo tu
vientre, tratas de resistirlo, ya no te importa lo que pueda pasar, solo quieres
que termine pronto tu sufrimiento, sientes como tu vagina y tu �tero est�n
inflados al m�ximo, no sabes como ha sido posible tal cosa, pero as� es, puedes
sentirlo, puedes verlo, puedes tocarlo, puedes sentir la enorme barra caliente
que se infla en tu interior, palpitando, como si tuviese vida propia, te quema,
te duele, y no puedes hacer nada para evitarlo, tus suplicas son escuchadas, el
estado tan pasivo del animal que descansa sobre ti, te permite descansar y
relajarte poco a poco, los extra�os latidos que el miembro del animal ejerce
dentro de tu cuerpo son como suaves masajes para tus entra�as, que los reciben
agradecidas, nuevamente el �xtasis total llega a tu cuerpo, cuando ayudada por
los latidos del calido pene tu amante te llevan a una gloriosa oleada de
orgasmos que pr�cticamente te dejan noqueada.


Ya sin perjuicios, sin dolor, sin lagrimas, te relajas
completamente y te entregas por completo a las nuevas envestidas que tu
compa�ero comienza a propinarte nuevamente, sabiendo por instinto que ya te has
relajado y comienza nuevamente el er�tico vals del amor, en el que ambos cuerpos
se unen en uno solo movi�ndose como en el vaiv�n de las olas, encontr�ndose en
el camino, y fundi�ndose entre si. Hasta que sin previo aviso, una fuerte
descarga lanzada por tu amante canino te inunda por completo ocupando el poco
espacio que pueda quedar en tu �tero, sientes como te recorre la calidez de un
liquido que te lleva a la locura de tu, tan deseado final, para este instante
estas exhausta, tu cuerpo cansado, parece el de una mu�eca de trapo, sin moverte
sin decir palabra alguna, solo dej�ndote llevar por tu macho. Sientes como aun
palpita dentro de ti, esta vivo, hierve, sientes como va dejando en cada latido
un peque�o chorro de su calido n�ctar, el cual se pierde en la profundidad de tu
�tero, tu mente viaja en ese instante, vuela hacia un mundo de paz, y
tranquilidad, sientes como tu cuerpo flota, es un mundo que solo tu conoces, al
que solo ese estado de placer que has alcanzado te puede llevar, regresas a ti
misma solo para mirar a tu amante que permanece adherido a ti, cuid�ndote,
protegi�ndote, haci�ndote suya mostr�ndote que ya no hay de que temer que ya
nadie puede hacerte da�o pues el esta con tigo, tu le perteneces, y el te
pertenece a ti, y tu mientras tanto solamente te dejas llevar, te entregas,
mientras permaneces abotonada a el, con tu colita de ni�a levantada como una
verdadera hembra, como una verdadera mujer, como una verdadera perra,
entreg�ndose a su macho, ves esa imagen, te ves a ti misma entreg�ndote a un
placer sin fronteras, a un placer animal, y ahora ya no quieres que termine
nunca. Quieres sentirlo adentro de ti por siempre, aunque sabes que eso es
imposible, te resignas mientras disfrutas de cada �ltimo segundo que dure su
maravilloso encuentro, acaricias en un gesto de amor a tu macho mientras este
sobre ti, te brinda un calido beso en tus mejillas con su enorme lengua, para
despu�s bajarse de tu cuerpo, para quedar ambos justo como los dos perros que
observaste unas horas atr�s, mientras ibas en el cami�n rumbo a casa, ambos cola
con cola, los movimientos que ejerce en ti hacen que su pelo roce tu cl�toris
estimul�ndote de nuevo, sientes como tu macho jala tu cuerpo intentando
libertare, intentando liberarse, una ultima lagrima corre por tus mejillas, no
tanto por el dolor que te produce, sino por la melancol�a de saber que ha
llegado el fin de tu encuentro, ya no quieres dejarlo, ahora lo sientes, lo
necesitas, aprietas tus piernas intentando detenerlo con las pocas fuerzas que
te quedan, tu hombre comienza a caminar, y tu lo haces con el, as� te sientes
mas suya, mas hembra, mas perra, ambos contin�an pase�ndose en c�rculos por esa
solitaria y obscura calle hasta que en un momento tus fuerzas te vencen y caes
rendida sobre las bolsas de basura que hay amontonadas en el sitio.


Ya no te das cuenta de nada., ya no sabes mas de ti, sino
hasta el d�a siguiente en el que despiertas, intentando recordar lo que ha
pasado, lentamente tu cabeza empieza a recordar, miras a tu alrededor pero no
encuentras por ning�n lado a tu compa�ero, �ser� posible?, �habr� sido un
sue�o?, no, no puede ser, entonces que hago en este lugar, te dices a ti misma,
estas segura de que lo que paso fue real, y no un simple sue�o, volteas
nuevamente hacia todos lados, pero no hay nada. En tu mente lo recuerdas todo
como si fuera real pero no parece haber nada que te indique que en verdad haya
pasado, tu mirada cae triste hacia el suelo, mientras lloras Observas tus
piernas pero en ellas no hay rastro de la sangre o de liquido alguno que hace
unos instantes sal�an de tu entrepierna a borbotones, intentas ponerte de pie,
pero tus piernas no te responden estas adolorida, eso es, lentamente te
incorporas, levantas tu falda cuidando que nadie te vea, y buscas con tus dedos
alg�n rastro que te compruebe la verdad, te asustas, y a la ves te alegras al
sentir el hueco que ha quedado entre los separados labios de tu vulva, como
resultado de la noche anterior. Las l�grimas vuelven a caer de tus ojos llenas
de alegr�a y de tristeza.


Alegr�a de saber que lo que hay en tu cabeza no fue un sue�o,
todo fue real, tu amado existe en verdad, pero con la tristeza de saber que tu
compa�ero se ha marchado, tu mirada cae al suelo resignada, con los ojos
empa�ados por las l�grimas, cuando de pronto logras ver que cae a tus pies una
tela de color blanco algo sucia y maltratada, son tus bragas, te limpias las
lagrimas un poco, y entonces lo ves, esta justo frente a ti, lo reconoces, es
el, tu macho, tu amante, permanece sentado, tranquilo, con su porte elegante,
tan solo observ�ndote, esper�ndote, cuid�ndote, ahora puedes estar segura.


Todo fue real


Avanzas hacia el con paso t�mido, el hace lo mismo al llegar
a su encuentro te abrazas a el, mientras que tu amado te besa las mejillas con
la misma alegr�a, de ahora en adelante puedes estar segura que toda tu vida va a
cambiar jam�s te volver�s a sentir o a estar sola, ya no hay nada que temer,
pues ahora tienes a un compa�ero fiel que llena tu vida, y es as� como
nuevamente sabi�ndote segura y protegida emprendes el viaje de regreso sin
temor, sin miedo, al lado de tu nuevo amigo, de tu nuevo amante, de tu amado
compa�ero, Ha llegado la hora de emprender el viaje de regreso donde seguramente
tus padres te esperan con ansias, el viaje hacia tu casa.


Y es as� querido lector como termina mi relato, espero que
as� como yo he tenido la paciencia para contarlo, as� tambi�n t� hayas tenido la
paciencia para leerlo,


pero sobre todo espero te haya gustado, espero te haya
servido, espero que cubra tus expectativas, tus prop�sitos, cualquiera que estos
sean, pues a fin de cuentas este relato es para ti lector, para que reflexiones,
para que pienses, para que medites, tu que al igual que la peque�a del relato,
vive encerrado en su propio mundo, con miedo a salir de el, por temor a ser
maltratado, por temor a ser despreciado, a ti te digo, no temas, sal por un
momento date una oportunidad, pues ah� afuera existe un mundo mas emocionante y
mas excitante aun, que el que puedas encontrar aqu� adentro, y es que quien
sabe, quiz�s igual que la peque�a, tu tambi�n logres encontrar la felicidad en
el, o quien sabe, quiz�s tu formes parte de mi pr�ximo relato. Y yo.


Yo tambi�n querido lector, es hora que regrese a mi mundo de
las sombras nuevamente para poder seguir observ�ndote, desde donde puedo seguir
creando, dando forma y dando vida a mis historias, para que tu, a su debido
tiempo las disfrutes las critiques y las juzgues, de forma buena o mala no
importa siempre y cuando sea justa.


No dudes en dar tu opini�n si es que as� lo deseas, pero si
solo has de molestar, evita gastar saliva, pues a mi solo me interesan aquellos
que construyen con sus palabras, no los que destruyen con sus babas.


DarkGhost


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Relato: Calle de Sombras
Leida: 1360veces
Tiempo de lectura: 27minuto/s





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