Como es l�gico mi nombre no es Elena, pero el resto de lo que
escribo aqui es totalmente cierto. Me he animado a escribiros porque llevo mucho
tiempo calent�ndome con vuestras historias. Antes no lo hac�a, pero desde que me
ocurri� lo que voy a contaros mi tema preferido es el incesto en todas sus
variantes, aunque debo decir que me gusta m�s el incesto que se mezcla con
lesbianismo, como es mi caso. Voy a �l.
Yo siempre he sido una mujer normal en todo menos en el sexo.
La verdad es que me considero una depravada. No se por que raz�n, ya que
provengo de una familia muy normal, pero desde peque�a me han atraido las
perversiones. He tenido muchas oportunidades de practicarlas, pero nunca hab�a
tenido experiencias incestuosas hasta hace dos a�os.
En ese momento yo ten�a 44 a�os. Soy bastante atractiva,
nunca me he casado y siempre me han gustado m�s las mujeres que los hombres.
Tengo 7 hermanos (dos chicas y cinco chicos) y soy la mayor. Todos est�n casados
menos yo y tengo catorce sobrinos.
Hace dos a�os fu� la boda de uno de mis hermanos. Mi familia
tiene una buena situaci�n econ�mica y por lo tanto fue una boda fastuosa. Nos
fuimos todos a un hotel muy bonito cerca del mar y reservamos setenta
habitaciones para familiares y amigos.
La boda fue muy divertida y a medianoche ten�amos todos m�s
de una copa.
De todos mis sobrinos, mi preferida es Ana (tampoco se llama
as�, claro) que tiene actualmente 14 a�os (entonces ten�a 12) y es una
preciosidad, rubita, algo rellenita y con una tetas firmes como una roca. Su
padre le hab�a dejado beber un poco de champ�n y estaba bastante euf�rica. No
hac�a nada m�s que darme besos y decirme lo mucho que me quer�a. Ser�an las dos
de la ma�ana cuando Ana me pidi� que la acompa�ara a los lavabos. La acompa�� y
nos ibamos riendo sobre los bien que nos lo est�bamos pasando. Ella entr� en uno
de los servicios e hizo pis. Yo me qued� lav�ndome las manos. Cuando sal�o me
agarr� del cuello y continu� d�ndome besos como llevaba haciendo toda la noche,
mientras dec�a:
- ay, t�a cuanto te quiero.
Se separ� de m� y cuando nos dispon�amos a irnos me volvi� a
abrazar y esta vez me di� un besazo en la boca meti�ndome la lengua que me dej�
paralizada. No pude reaccionar. Ella se separ� diciendo:
- Joder, t�a, te comer�a entera- y sali�.
Yo me qued� un rato sola sin poder moverme. No sal�a de mi
asombro. Despu�s de bastante tiempo sal� y Ana ya no estaba. Llegu� al salon de
baile y all� estaba ella bailando como una loca. Llegu� al borde la pista y me
qued� parada. Seguramente deb�a de tener una cara de boba de mucho cuidado. Ana
me vi�, me sonri� y me gui�� un ojo. Me d� la vuelta y fu� a pedirme una copa. A
medida que iba reaccionando me iba dando cuenta de lo que estaba pasando. Mi
sobrina, a la que siempre hab�a visto como una ni�a, era ya una medio mujer y
seguramente transpiraba hormonas por toneladas, hab�a tomado una copa y estaba
m�s caliente que una locomotora. Pero resulta que le gustaban las chicas y
adem�s le gustaba una t�a suya cuarentona. Seg�n se me iba pasando el susto,
�ste se iba transformando en un cosquilleo en el est�mago �Como era posible que
una renacuaja de 12 a�os, que adem�s era mi sobrina, hubiera hecho aquello y
adem�s estuviera consiguiendo calentarme?
El caso es que, no se si por efecto de la copa que me estaba
tomando o del giro tan inesperado que estaba tomando mi vida, me anim� y me vine
a arriba. Poco me importaba si mi hermana o mi familia se daba cuenta de algo,
lo que me importaba en aquellos momentos era estar a solas con aquella chiquilla
y ver hasta donde �ramos capaces de llegar.
Me fu� a la pista y me puse a bailar mientras me acercaba a
mi sobrina con la mejor de mis sonrisas. Me vi� llegar y debi� intuir mi estado
de �nimo porque se le ilumin� la cara. Me acerqu� a ella y le dije al oido:
- �Que me has dicho antes? - Ella titube� un rato y me dijo
al oido.
- Que me gustar�a comerte toda - La mir� sonriendo, esta vez
con mirada lujuriosa y acerc�ndome a su oido hasta acariciarlo con la punta de
la lengua le dije:
- �Pero tu sabes algo de eso? - Ella se me qued� mirando muy
fijamente, esta vez extra�amente ser�a. En ese momento debi� comprender que
hab�a pista libre y, supongo que deshinibida por la copa de champan que se hab�a
tomado, me dijo:
- Te puedo matar de placer, si quieres - Como si me hubieran
aplicado un cable con veinte mil voltios, una sacudida me recorri� todo el
cuerpo.
- Eso me lo tienes que demostrar. Dile a tu madre que hoy te
vienes a dormir a mi cuarto - Le dije yo empezando a chorrear.
A partir de ese momento, la noche se me estaba haciendo
eterna. No ve�a el momento de irnos. Mi cabeza estaba como una moto y no era
consciente. Mi �nico pensamiento era estar a solas con Ana y disfrutar de aquel
maravilloso cuerpecito.
Por fin, vi que Ana le dec�a algo a su madre al oido y que
ella asent�a con la cabeza y le daba un beso en la mejilla. Vino hasta donde yo
estaba y me dijo:
- Nos podemos ir. Le he dicho a mam� que me encontraba mal y
que me iba contigo.
Como un resorte, salt� y congi�ndola de la mano nos
encaminamos al ascensor. Entramos y le dimos al bot�n del piso 5. Nada mas
cerrarse las puertas del ascensor, nos miramos a los ojos e inmediatamente nos
lanzamos la una a la otra. Nunca hab�a me hab�an dado un beso como aquel. Jam�s
hab�a yo experimentado tanta pasi�n, y todo �Con mi sobrina de 12 a�os!
Alucinante.
Nos separamos del beso y le dije:
- Ana, �tu te das cuenta de la locura que es esto?
- Me da igual, t�a, me encantas, me gustas y cuando te veo me
caliento solo con mirarte....-
�Que pod�a yo hacer ante semejante declaraci�n? Pues lo que
hice. Olvidar que era mi sobrina, olvidar que ten�a doce a�os y lanzarme a
disfrutar de aquel cuerpito que rebosaba sexualidad por todas partes.
Llegamos a la habitaci�n y casi no nos d�� tiempo a llegar a
la cama. CUando nos tiramos en ella, ya nos hab�amos quitado la ropa y est�bamos
abraz�ndonos. No lo pod�a creer. El contacto con aquella ni�a, a la que tantas
veces hab�a tenido entre mis brazos y por la que nunca hab�a sentido (eso creo)
el m�s m�nimo asomo de deseo, ahora era para mi el objeto m�s preciado y estaba
haciendo que me empapara como nunca lo hab�a hecho.
- T�a Elena, no sabes como me gustas....
- �Pero de desde cuando, criatura?
- Desde siempre, mi amor. Siempre me has vuelto loca y no
sabia como acercarme a ti...
- Cualquiera lo dir�a - Nos reimos alegremente.
- Ana - dije yo - �tienes experiencia con chicas?
- Tia, me he comido ya muchos co�os... - A estas alturas ya
no me impresionaba nada de esta chica. Eso calent� aun m�s.
- Me alegro, mi amor, porque tu tambi�n me vuelves loca.
- �De ver�s? - Me pregunt�.
- Si, amor.....
- Tia...estoy que ardo...
- Y yo mi reina....Dime cosas guarras, me gusta que me hablen
asi...
- A mi me tambi�n me encanta...No aguanto a esas pazguatas
que se quedan calladas....
- Pues tu dime lo que quieras.
Entre tanta conversaci�n no par�bamos de sobarnos las tetas y
los co�os. Las dos solt�bamos flujo a litros. Por un momento me entr� p�nico y
pens� que que pasar�a si su madre, mi hermana, se enteraba.
- Anita, preciosa...tengo miedo...y si se entera tu madre?
- Venga, tia, por que se va a enterar?
- No se...a lo mejor a ti se te escapa algo...
- Que no. Adem�s, a lo mejor se llevaba una alegr�a..
- Pero, que dices?
- Yo creo que mam� es m�s puta que las gallinas y que le van
las chavalas bastante....
- Que?!! - Yo no sal�a de mi asombro.
- Pues que noto como me mira cuando estoy en el ba�o y como
me sobetea a lo tonto cuando jugamos....
- Vanga ya! Eso son imaginaciones tuyas.
- Que te digo yo que no, tia Elena, que esta loca por
com�rmelo... (se re�a).
La sola imaginaci�n de ver a mi hermana haci�ndoselo con mi
sobrina me puso a cien mil.
- �Y tu por que no te has insinuado?
- Me da corte...(puso cara de p�cara)...hoy realmente no
sab�a si "atacarte" a ti o a ella.
- Me tomas el pelo....
- De verdad, tia, me gusta�s much�smo las dos....ojala nos
pudi�ramos hacer un trio...
Aquello me volvi� a calentar sobremanera. De pronto, se tir�
encima de mi y me dijo.
- Venga, dej�te de charlas y vamos a meternos un buen polvo.
Se empez� a frotar contra mi, su co�o casi lampi�o contra el
mio. Yo estaba en el septimo cielo.
- Asi, mi amor, as�....
- T�a, ch�pame el chocho, por favor....
Nos dimos la vuelta y empezamos a hacer un calent�simo 69.
- As�, t�a, asiiii - dec�a mi sobrina - sigue, guarra,
sigue.....que te gustan las ni�as, so cerda.......
- Tu me gustas, mi amor....me hubiera gustado comerte mucho
antes.....ahhhhhh.....como me lo chupas, cielo.....
- L�meme la p�pa, guarra.... l�meme toda la raja y el culo,
puta.....
- Si mi cerdita, soy tia puta.....
- Siiiiiiiiii..............la puta madre que me
pari�!!!!!!!!....me corrooooooooooooooooooooooooooo
Nos corrimos entre gritos y gemidos. Este fu� el comienzo de
una historia de ecuentros supercalientes y otras historias que os contar� otro
d�a.
Elena.