Estaba en la mitad del 4to. semestre de preparatoria, y
aunque lo duden, me consideraba heterosexual, incluso ten�a novia y nunca hab�a
sentido atracci�n alguna hacia alg�n chico, y ofrecimientos ya hab�a tenido,
sobre todo de parte del que fuese mi mejor amigo Andr�s, pero no era lo que me
"gustaba", ni lo que cre�a "correcto"

Andr�s se confes� gay conmigo cuando est�bamos en 3er
semestre, me convert� algo as� como su confidente, al principio me dec�a que me
amaba, que representaba much�simas cosas para �l, incluso una ocasi�n me dio un
beso, el cual no correspond� s�lo era mi amigo, y no me atra�a como otra cosa y
no es que Andr�s fuese feo, era un chico bastante atractivo, delgado, de piel
blanca, de mi estatura (para ese entonces 1.75), ojos color turquesa, cabello
casta�o claro, todo lo deb�a a su ascendencia brit�nica.

Los meses transcurrieron, y mi amistad con �l se hizo fuerte,
conoc� a muchos de sus prospectos, que luego intentaban seducirme sin
conseguirlo jam�s, y nuestro vida sigui� normal, hasta que en una fiesta de un
compa�ero de la escuela, me present� a Nicholas, reci�n llegado a la ciudad por
el trabajo de se madre, con quien viv�a solo, para empezar me impresionaron sus
ojos, de color aceituna, brillantes, con cierto aire latino- oriental, sus
labios peque�os, pero carnosos y con bella forma, seguido de su piel bronceada y
su impresionante estatura (1.90), que resaltaba a�n m�s con bien trabajado
cuerpo y muy atl�tico, lo not� por como iba vestido, llevaba una camiseta ce�ida
a su cuerpo que marcaba sus pectorales, delineaba la "V" de sus espalda,
rematando en un estilizada cintura, sus pantalones que sin ser entallados,
marcaban sus nalgas redondas y firmes, sobre una piernas largas y fuertes, sin
duda se trataba de un adonis, y no pude evitar esos 2 o 3 minutos sin pronunciar
palabras, hasta que �l, me dijo con su voz c�lida y varonil: - Mucho Gusto
David-

Cuando escuch� mi nombre reaccione como un adolescente
nervioso, le conteste el saludo y sent� el fuerte apret�n de manos que �l me dio
al saludarme. As� transcurri� la fiesta, �l era el centro de atenci�n, yo
sentado en una esquina platicando con amigos y mi novia, volteaba a verlo
disimuladamente, realmente me hab�a deslumbrado ese chico, lo miraba embelesado
como sonre�a y sus movimientos al bailar la m�sica que el DJ pon�a, se mov�a muy
sensual con cada comp�s.

Me distraje unos minutos y fue entonces que lo perd� de
vista, solo vi a Andr�s en la pista compartiendo con nuestros amigos, cuando
escucho una voz varonil que me dice: - �tu no bailas?- volteo a ver de quien
salen esas palabras y me sorprendo al ver a Nicholas sentado a mi lado, -no me
gusta bailar- respond�. El me coment� que le llamar�a la atenci�n a Camila por
no obligarme a hacerlo, re�mos por el comentario y seguimos platicando sobre �l,
as� me enter� que era reci�n llegado a la ciudad, que ten�a 19 a�os y que
intentar�a entrar a la universidad en el periodo pr�ximo.

Los d�as transcurrieron, yo evitaba preguntar por el chico
que me hab�a fascinado, No era gay, ni bisexual, era simple admiraci�n, con eso
me justificaba, pero no pod�a evitar masturbarme en las noches pensando en �l,
morirme de rabia cuando iba por Andr�s a la escuela, desear tanto a un hombre, y
complicarme tanto la vida por no aceptarlo.

Un triste fin de semana muri� el abuelito de Andr�s, el se
tuvo que trasladar a la ciudad de Veracruz para el velorio y entierro, yo le
envi� mis condolencias, y Nicholas, se qued� en la ciudad, pens� llamarle para
salir juntos, �pero con qu� objeto? me preguntaba, no me gustaban los hombres, y
adem�s era el novio de mi mejor amigo. Declin� la idea, y decid� internarme
buena parte del s�bado en las salas del cine, las primeras 2 pel�culas las vi
solo, pero cuando sal�a del ba�o para entrar a ver mi tercera y �ltima, me tope�
con Nicholas, �l tambi�n iba solo, y le pregunt�, �Cu�l vienes a ver?, el me
contesto con su sonrisa encantadora que me derret�a, - "Trece Fantasmas", el
cine de terror es mi favorito-, �no pod�a ser m�s lindo?, justo lo que a m� me
encantaba, le coment� que yo ver�a lo mismo, y despu�s de comprar unos
refrescos, entramos juntos, vimos la pel�cula, y al salir me pregunt� si quer�a
cenar, y nos fuimos a cenar, disfrutaba su platica inteligente, su sentido del
humor, y sobre todo su compa��a, platicamos acerca del mes y medio de relaci�n
con Andr�s, me coment� que lo adoraba (mor� cuando escuch� eso), y que ya hab�a
encontrado trabajo como locutor y operador en una estaci�n de radio local, yo no
me perd�a su programa de radio todas las noches, pon�a m�sica rom�ntica y so�aba
que me la dedicaba con todo su coraz�n.

Pasaron 2 semanas despu�s de nuestra salida, durante ese
tiempo Andr�s me agradeci� mucho el que haya acompa�ado a Nick, pero en mi mente
yo agradec�a el que �l se haya ido de fin de semana, pero al pasar los 15 d�as
la bomba explot�, Mariano hab�a regresado a la ciudad, Mariano es el amor de la
vida de Andr�s, lo amaba demasiado y a m� me constaba, Mariano regres� por
Andr�s y se march� con �l, sin importarle dejarle el coraz�n destrozado a
Nicholas, la noche en que se enter� de la decisi�n, Nicholas recurri� a una sola
persona, a�n no s� porque pens� en m�, pero lleg� a mi casa, yo lo recib� y le
escuch�, me cont� todo lo que hab�a pasado, que incluso le hab�a rogado a Andr�s
para que se quedara con �l, esa noche llor� much�simo, me dol�a en el alma ver a
Nick llorando, esa noche odi� a Andr�s, pero ahora le agradezco su decisi�n.

Nicholas continuaba llorando sobre mi pecho, est�bamos
acostados en mi cama, yo lo abrac�, sent� la necesidad de protegerlo, y lo hice,
pero no se en que momento, no s� que me motiv� y lo bes� y �l correspondi�, fue
un beso m�gico, dulce, c�lido, suave y delicado, quiz� tard� unos segundos, pero
sent� que la vida se me iba con ese beso que tanto hab�a deseado, y a ese beso
le siguieron otros, m�s apasionados, yo sent�a las ansias de com�rmelo a besos,
de devorarlo con cada rozar de nuestros labios.

No hubo preguntas, ni titubeos, s�lo hac�amos lo que nos
dictaba el coraz�n y nuestros cuerpos, �l desaboton� mi camisa y acarici� mi
pecho desnudo, empez� a besarme el cuello, me recost� sobre la cama y empez� a
bajar para besarme las tetillas, los mordisqueaba, las besaba y chupaba, hizo lo
que quiso con mi cuello, yo solo disfrutaba del hombre que tanto me gustaba.

No me di cuenta cuando se quit� la camiseta que llevaba
puesta, pero se acost� sobre mi, y nuestros pechos se unieron, fue una de las
sensaciones m�s delirantes que nunca he vuelto a sentir, el regres� a besarme el
pecho hasta llegar a mi abdomen, el lo bes� y mordisque�, desaboton� mis jeans,
y sac� mi verga dura, lubricada, y sin pensarlo empez� devorarla, la beso y
chup�, primero recorri� el glande con su lengua, sabore� el sabor de mi liquido
seminal, recorri� todo mi pene desde la punta hasta la ra�z, lo hac�a suyo como
ning�n otro hombre lo hab�a hecho, despu�s de juguetear con su lengua, lo meti�
a su boca, y comenz� su labor de arriba hacia abajo, con cada chupada que el
daba, yo daba un gemido de placer incontenible, para mi suerte no hab�a nadie en
casa, estuvo chupando un buen rato, se deshizo por completo de mi estorboso
pantal�n y slip, chupaba delicioso, met�a su lengua por el orificio de mi pene,
chupaba mis bolas con delicadeza, mis ingles las besaba y yo s�lo gem�a del
placer que me estaba dando, el not� que iba a terminar y par� su labor, y me
dijo a�n no, se quit� sus pantalones, el no tra�a nada bajo el pantal�n de tela
que ya estaba empapado por su lubricaci�n, se coloc� sobre mi pecho y fue
entonces cuando vi por primera vez la verga de mi deseado hombre, era descomunal
(alrededor de 20 cm.), gruesa, a tono con su color de piel, con cabeza grande y
roja, que destilaba liquido seminal, el cual yo probar�a, debo admitir que la
sensaci�n me desagrado al principio, pero cuando empec� a lamer esa verga
deliciosa todo se me olvid�, repet� su labor, pero se la chupaba como si se
tratara de un delicioso helado, que contradictoriamente �ste estaba caliente, su
sabor era dulce, como miel, chup� gustoso un buen rato, pero �l me detuvo, y
continuamos bes�ndonos apasionadamente, se coloc� entre mis piernas y empez� a
dar un suave masaje a mi ano con su verga, era una nueva sensaci�n y me estaba
gustando, puso un poco de saliva sobre su glande y empez� a intentar penetrarme,
cuando meti� su cabeza sent� como si me partieran en dos, grit� y me salieron
unas lagrimas del dolor, pero el deseo de sentirlo fue m�s fuerte, tom� un poco
de crema para el cuerpo y se la di, �l se la coloc� en el pene, y empez� de
nueva cuenta a penetrarme, �sta ves con m�s �xito, logr� meterme la cabeza, aun
sent�a el dolor, pero la sensaci�n de placer fue m�s fuerte, empez� a cogerme el
culo de manera suave, con delicadeza, procurando no hacerme da�o, poco a poco
fue acelerando el ritmo, me penetraba con movimientos r�pidos, se mov�a
delicioso, sent�a sus bolas chocar con mi culo, sent�a su verga taladr�ndome las
entra�as de la manera m�s deliciosa, se mov�a al ritmo de nuestras
respiraciones, yo lo empujaba hacia mi, quer�a sentirme lo m�s unido a �l que se
pudiese, quer�a fundirme en el, que su verga fuese parte complemento de mi,
cuando de repente, sin tocarme empec� a terminar, grit� del placer que sent�, el
sigui� por unos segundos y despu�s termin� dentro de m�, sent� lo caliente de su
semen recorriendo el interior, nos empezamos a besar alocadamente, no deshicimos
en abrazos y caricias de satisfacci�n.

Nos ba�amos juntos, casi no hablamos, s�lo sab�amos que
hab�amos disfrutado inmensamente ese encuentro, nos recostamos en la cama
testigo de nuestra pasi�n, y dormimos abrazados, al despertar, me encontr�
abrazado a su pecho, descubr� que no era un sue�o y el me dio un beso. Nos
vestimos, salimos a desayunar, platicamos sobre lo sucedido, ambos lo
dese�bamos, y hasta esa ocasi�n se dio la oportunidad, pero �l a�n amaba a
Andr�s (lo odi� de nuevo), pasaron d�as sin vernos, hasta que �l me busc�, he
iniciamos nuestra relaci�n que dur� hasta que �l se fue de M�xico, cre�mos poder
con la distancia, pero el amor no fue suficiente, nuestro romance dur� 8 meses,
los 8 meses m�s felices de mi juventud, durante ese tiempo continuaron nuestros
t�rridos encuentros, en ocasiones yo le penetraba a �l o �l a m�, o ambos en a
misma noche.

Creo que fui afortunado, tuve mi primera experiencia
homosexual con el hombre que me encantaba y fue por amor, no simple deseo.

Hasta un pr�ximo relato amigos.