Mi esposa regres� al d�a siguiente de Bogot� en el �ltimo
vuelo nocturno por lo que fui a recogerla al aeropuerto. De regreso en el
autom�vil entramos a un estadero a tomarnos unos traguitos y a conversar. Estaba
despampanante y gustadora. Siempre hab�a sido simp�tica y as� se encontraba esa
noche. En un momento de silencio me pregunt� con una sonrisa si me hab�a gustado
el "regalito". Yo iba preparado para la pregunta y autom�ticamente le respond�
que s�, que hab�a sido la gloria.
"Cu�ntame detalles, �te hiciste una buena paja?", me pregunt�
con voz excitada. Trat� de cambiar de conversaci�n dici�ndole que en el carro le
contar�a. Luego de dos tragos m�s y de conversar sobre diferentes temas pagu� la
cuenta y nos regresamos hacia Medell�n. La carretera estaba sola y hac�a un poco
de lluvia.
"Para, all� en esa berma", dijo de repente. Ya sab�a para qu�
era porque acostumbr�bamos �abejorriarnos" en el carro para calentarnos y llegar
a la casa a dar un buena pichada. Mi verga ya se hab�a parado. Arrim� el carro y
puse las luces de parqueo. Inmediatamente se me acerc� poniendo una mano en el
pantal�n justo donde ya el bulto mostraba su ansia y pujaba por salir. Con su
boca en mis labios y una mano bajando el cierre de la cremallera me insisti�:
"Cu�ntame amor, �qu� hiciste con los cucos, los miraste, los oliste?, dime,
dime". Mi chimbo brot� y su mano inici� un suave masajeo mientras mis manos se
introduc�an en el interior de su falda y bajaban sus pantaletas. Mis dedos
comenzaron a acariciar su chimba.
Nuestros jadeos aumentaron y mi mano fue hacia su trasero
acariciando sus dos hermosas nalgas para, suavemente, abrirlas y acariciar su
ano. Con voz temblorosa por la excitaci�n le cont� que el regalito me hab�a
gustado mucho, que me encant� ver los cucos blancos con sus manchas mostrando la
suciedad de tres d�as continuos de uso, que los hab�a olido y masturbado con
ellos. No quise decirle m�s, pero seguimos acarici�ndonos tanto que movido de la
excitaci�n de repente le espet�: "Me los puse". Sent� como cierta tiesura en
ella. "�C�mo as� que te los pusiste?", me pregunt� retirando la mano de mi
chimbo y mir�ndome en forma fija. "Pues s�, me los puse", le repet�, y ya
decidido le cont� lo que hab�a hecho esa noche. Ella me segu�a mirando con ojos
de incredulidad: "No me digas que te est�s mariquiando", replic�. "No s�, lo
�nico que te digo es que me gust� lo que hice". Ella se alej� hacia su asiento y
guard� silencio.
Arranqu� el carro hacia nuestro apartamento. Todav�a en la
carretera me atrev� a contarle el resto: la compra de los zapatos, peluca,
aretes. "Estoy impresionada, nunca cre� que te pudieras volver maricona. No s�
qu� decirte ni qu� pensar. No te imagino como una mujer". Seguimos en silencio
hasta llegar al apartamento en Medell�n. Me puse a ver televisi�n y mi esposa
fue a la sala. A los pocos minutos me llam�:�Ven, quiero mostrarte algo". Sal� y
la v� desnuda en cuatro patas acarici�ndose la chimba. "Estoy muy alborotada, me
siento toda una puta. He estado pensando en lo que hiciste y me fui alborotando.
Quiero verte vestida. Anda, c�mbiate mientras me pajeo. S�, soy puta. Ve
r�pido". No me hice rogar m�s.
En la alcoba me transform� cada vez m�s excitado porque nadie
menos que mi esposa me iba a ver �pod�a exhibirme! Me pint� fuerte. Luego me
puse todo aquello que nosotras sentimos con placer: medias, pantis y zapatos.
Vinieron luego los aretes y la peluca. Me mir� al espejo. V� reflejada la imagen
de una mujer porque en verdad me sent�a mujer. Sal� de la pieza moviendo mis
caderas todo lo femenino que pod�a. Cuando mi esposa me vi�, dijo: "�No puedo
creerlo! �Pero si eres toda una mujer! Ven mami, ven. Camina, s� camina, oh,oh,
qu� excitaci�n, no lo creo". Y se acariciaba m�s y m�s. Comenc� a hacer poses y
a caminar contoneando mis nalgas, acarici�ndome las tetillas."�Te parezco
divina? Me siento divina, divina", dec�a yo en medio de la excitaci�n. "Oh mami,
me siento tan loca, m�rame la loca en que me convert�...me siento tan
bien...amor, amor m�o, oh,oh...dime cositas amor", segu�a hablando.
Mi esposa estaba totalmente excitada, se acariciaba las tetas
y me dec�a: "�Te gustan putica? �Quieres tener tetas?...ah,ah,ah, no puedo
creerlo �quieres tetas!. Loca, maricona, mariposa, puta. Aunque soy m�s puta
porque me acuesto con una travesti que me excita..ay,ay,ay, estoy putiada del
todo...s�, s�...c�mo gozo...mu�vete mariposa...qu� tal que la gente te
viera...s�, alg�n te tienen que ver, tienen que saber que no me cas� con un
macho sino con una loca...mamita ac�rcate y m�mame la chimba". Feminizada por
completo me baj� mariconamente los pantis que ten�a puestos y mi gallo
esplendoroso salt� como un ariete con ganas de clavar lo que fuera. "�Qu�
sorpresa! �Una mujer con verga!" dijo mi esposa. Me acerqu� haciendo quiebres
con las manos a su cuca y comenc� a mamar. �S�, cabrona, chupa, mu�rdeme el
gallito, p�ralo, s�cale todos los jugos...oh,oh...ah.ah,ahhhhhhh, qu� placer,
sigue chiquilla �te gusta que te diga chiquilla?....ahhhhhhh...chupa mu�equita
m�a...chupa, chupa, es tu tetero....", gritaba como una verdadera loca.
Mi esposa era una puta completa y yo estaba feliz, toda
mujer, toda nena, todo mi lado oculto suelto por completo. Par� y me sent� al
lado de ella cruzando las piernas. Nos miramos a los ojos y nos dimos lengua.
"Mami, s� eres mi mami, mariposita divina, �tu tambi�n tienes gallito? Claro que
s�" y con una mano comenz� a acariciar mi chimbo. "Me qued� sin chimbo pero
consegu� un gallo, ser� mi gallito", alardeaba mientras trat� de montarse encima
para que la penetrara. Me mir� de nuevo: "�O prefieres el culito? Ustedes las
travestis prefieren culo, �cierto?". "S� mami, dame el culito. Pero te digo una
cosa querida, un d�a de estos tu me vas a clavar para sentirme dominada y verme
como una mujer pose�da", le respond�. "S�, un d�a de estos te culiar� por tu
cuca para que te sientas mujer. Pero antes de que sigamos quiero verte m�s
marica �quieres orinar sentadita como nosotras las mujeres?".
Le dije que la pr�xima porque estaba tan excitada que s�lo
quer�a echarle la lechita en su culito. "Pues yo s�, tengo que orinar,
acomp��ame nenita". Fuimos al ba�o, orin� y se sec�. "Esp�rate", le dije antes
de salir del ba�o. Me sent� en la taza y esper� unos pocos segundos hasta que
comenc� a orinar, me sent�a m�s y m�s femenina. Mi esposa me miraba y sonre�a.
Cuando acab� me fui a parar pero ella no me dej�. "No tontita, s�cate como una
mujer". Cog� papel y me sequ� la punta del gallo. �Me sent�a tan bien! Luego
salimos cogidas de la mano, caminando como dos lesbianas juntitas.
Mi esposa fue hacia el sill�n, se coloc� en cuatro patas
abriendo con sus dos manos las hermosas nalgas que pose�a y exhibiendo
vulgarmente su er�tico y arrugado ano. Caminando sinuosamente como la mujer que
me sent� me acerqu� a ella. "Anda por la vaselina querida" me record�, ya que
siempre la culiaba con vaselina. Dando saltitos me encamin� hacia la pieza. "Oh,
te ves linda, mueve las nalgas, s� mu�velas como una nena, que nalgas tan lindas
tienes mami", me dijo excitada. Yo camin� arrecha moviendo mis nalgas lo m�s
contoneada que pudiera para que me observara.
Regres� luego con la vaselina. Mi esposa se estaba pajeando,
par� y volvi� a abrir sus nalgas. Mi dedo �ndice untado de vaselina le aplic� un
poco a su entrada trasera, luego lo introduje ech�ndole m�s vaselina. Estaba
lista para la sodomizada. "Soy una perra sodomita, tan perra que le doy el culo
a una loica...cl�vame mami, t�mame....m�teme ese gallito hasta la garganta". No
me hice esperar y clav� mi gallito en su patio trasero. "Ah, ah,qu� culiada..
mu�vete como una mariposa, sigue...ahhhhh..cul�ame, dame por el culo que ese
culito es tuyo, qu� placer...vas a ver cuando te culee...oh, oh.", me dec�a con
voz entrecortada por la excitaci�n. Yo empujaba y empujaba, cambi� la voz por
una de loca: "Soy tu nena, soy una mujer...qu� locura...ah mami, me siento tan
nena..divina, divina". Nos vinimos en un explosivo orgasmo.
Ya reposando las dos mi esposa me dijo que no cre�a que iba a
pasar tan bueno y a�adi�: "No quiero que te mariquees del todo, eso s� que no lo
aceptar�. Podr�s ser una nena unos d�as al mes. Todav�a no creo lo que pas�,
pero gozamos las dos". Le contest�: "Mami, quiero un nombre de mujer, ay�dame a
escogerlo". Mencionamos varios nombres hasta que escogimos el de Mar�a Yolanda.
"As� podr� decirte unas veces Mari y otras Yoli, �Te parece?". Mi respuesta fue
un beso. Y yo ya estaba pensando en otras cosas como comprar m�s zapatos y ropa.
Ya ten�a una c�mplice.