Despertamos al d�a siguiente como a eso de las 7:30, Angie me
dijo que se ten�a que ir de regreso a su hotel y reunirse con las otras 2 putas
con las que ven�a. Tom� un ba�o y se visit�, luego me bes� suavemente antes de
salir. Yo me qued� tirado sobre la cama, desnudo y cansado, pero satisfecho.
Tambi�n me duch� y luego sal� hacia el chalet de �ngel.

Pas� los siguientes 3 d�as como el perrito faldero del
muchacho, y me dejaba hacer de el lo que se le diera la gana. Le encantaba estar
metido dentro de mi, cogerme a cada rato, �ah, el vigor sexual de un
adolescente! Y cuando me lograba escapar, era �ngel el que me met�a unas ricas
enculadas. Incluso, llegaron a cogerme entre los 2, ese ni�o estaba dispuesto a
aprender de todo.

H�ctor aprendi� r�pidamente a mam�rmela, y le gust� mucho
probar semen por primera vez, le encant� y pronto se aficion� a recibir mis
descargas dentro de su boca abierta, les dije que ese ni�o promet�a. Tambi�n
quer�a perder su virginidad anal, para lo cual yo pasaba largos ratos
masaje�ndole el ano con los dedos, llegando a introducirle hasta 3, no con
cierta dificultad. Pero no lograba penetrarlo, le dol�a mucho y aun le faltaba
algo m�s de trabajo para que su hoyito pudiera alojar mi tremendo garrote.

Su t�o solo se re�a cuando lo miraba desnudo, boca abajo
sobre mi regazo, con la carita enrojecida por recibir tanto placer, mientras mis
dedos entraban y sal�an de en medio de sus redondas y suaves nalgas. A veces nos
sorprend�a haci�ndonos un 69, el encima y yo debajo. Mientras me chupaba la
verga, yo se la mamaba a el y hurgaba con los dedos dentro de su culito, casi
siempre terminaba as�, lo que hac�a presagiar que se trataba de un pasivo.

Pero con algo de constancia, consegu� darle gusto y
sodomizarlo. Fue justo el �ltimo d�a de su estancia en el Pet�n, el quer�a hacer
de su despedida algo memorable.

Corr� hacia el ba�o y me puse la tanga, una peque��sima
prenda que me marcaba muy bien el paquete y cuya tira trasera, se me met�a en lo
profundo de las nalgas. As�, sal� con ninguna otra prenda, ante los ojos
brillantes y excitados de mis espectadores.

H�ctor se sent� en un sill�n aparte, sac�ndose la verga por
la bragueta del pantal�n y poni�ndose a masturbarse, �ngel me ve�a de frente,
visiblemente excitado. Comenc� a modelar, sacando los m�sculos como me ense�aron
los entrenadores del gimnasio al que voy, girando poco a poco sobre mi eje para
que pudieran verme por completo. Contra�a los b�ceps, los abdominales, los
trapecios y los gl�teos, el punto de mayor atenci�n. Mi musculatura estaba
soberbia, perfectamente bien marcada, y mi p�blico ya estaba respirando
aceleradamente.

Comenc� a avanzar a gatas como un perro, bamboleando las
caderas para mostrar mi redondo, abultado y peludo trasero de la forma m�s
sensual que pod�a. Me encant� verles las caras, la expresi�n que ten�an en ellas
al ver como mis 18 cm de verga se meneaban, duros y verticales pues estaba muy
excitado.

Mov�an la cabeza y la acomodaban para poder verme los huevos,
que colgaban como 2 peltas peque�as debajo de la selva que se formaba entre mis
carnosos gl�teos. Al frente, mi enhiesta y amenazante paloma me empezaba a pedir
batalla.

Inmediatamente acat� la orden, la verdad es que yo tambi�n
quer�a comerme a ese muchachito entero. Me coloqu� entre sus piernas y con
ternura me puse a besarle la punta del glande. Me tragu� entero aquel pene, que
me sab�a a miel y a agua de az�car. H�bilmente me la tragu� entera hasta la
gargantas, llegando a lamerle los huevos mientras le acariciaba la raya del
culo, de ese culo virgen que quer�a para mi.

Como un rel�mpago se despoj� de su ropa, poni�ndose en 4 en
el suelo y parando el culito como me ve�a a mi hacerlo para su t�o. Miren,
cr�anme, si antes estaba caliente por ser visto como un pedazo de carne, ahora
era peor, la imagen de ese hermoso ni�o, lampi�o, de piel rosa y tersa, cara de
nena y ojos de cielo, me elevaba a dimensiones nunca antes vistas.

Me volte� a ver sonriente, divertido por mi cara de idiota.
As� que no hab�a raz�n para seguir alargando la cosa, me tir� al suelo y me
arrodill� detr�s de el, met� la cara entre sus nalgotas con la lengua al frente
y me dediqu� a conciencia a chuparle su delicado anillo anal. Perd� de vista a
�ngel por un momento, pero cuando volvi�, llevaba un frasco de vaselina y estaba
desnudo tambi�n. Pero en vez de clavarme el culo como pes� (y deseaba) se puso
frente a sus sobrino con la verga tiesa apunt�ndole.

Abri� la boca y dej� tranquilamente pasar como Juan por su
casa, esa verga consangu�nea de el. Los 17 cm del t�o penetraron hasta su �vula,
lo que le provoc� arcadas, pero una vez controlada esa peque�a situaci�n, el
ni�o se dedic� a mamar como una aut�ntica loca, mientras yo no dejaba de
chuparle el culo.

Pronto, vi que su pene se hab�a recuperado y ped�a pelea, as�
que lo inclu�, junto a sus huevos, en mi faena. Le daba largas y lentas lamidas
desde los huevos hasta la punta de su colita, pasando por todo lo largo de su
raya y haciendo especial en el esf�nter anal. Vi que cada vez este se volv�a un
poco m�s flexible y el�stico, as� que decid� meterle un dedo. Entr� f�cil, as�
que met� otro, y luego otro. Y viendo que mi joven amante, lejos de incomodarse
se pon�a a gemir de placer, me atrev� con un cuarto. Este entr� con un poco m�s
de dificultad, y el se qued� quieto un momento, sinti�ndolo y acostumbr�ndose,
pero una vez aclimatado, empez� a empujar suavemente hacia atr�s.

Pues bien, dej� el cond�n a un lado y me prepar� para entrar.
Lo tom� de las axilas y lo tend� en el suelo boca arriba, abri�ndome el solo las
piernas, invit�ndome a entrar. Se le notaba el nerviosismo en la cara, as� como
las ansias y las ganas que ten�a de ser empalado. Su respiraci�n agitada y su
coraz�n latiendo fren�ticamente me dec�an "�apurate!". Y pensar que antes de
llegar al Pet�n no era m�s que un muchacho que buscaba definir sus inclinaciones
sexuales, y ahora ya se estaba convirtiendo en una puta.

Coloqu� una buena cantidad de vaselina en su interior, y
luego la cabeza de mi verga pelada, que despacio comenc� a empujar y a
presionar, hasta que le entr� el glande. Me qued� quieto un momento, en lo que
H�ctor se acostumbraba a tener ese invasor adentro. Poco a poco fui sac�ndoselo,
para volverlo a meter, y as� me lo cog�a, entrando un poco m�s profundo a cada
empuj�n.

H�ctor ten�a los ojos cerrados y el ce�o fruncido, no
importaba qu� tan delicado fuera, al ser esa su primera vez era inevitable que
sintiera molestias, m�s aun con un pene como el m�o (modestia aparte). Para
cuando sinti�, ya hab�a llegado yo hasta el fondo, top�ndole los huevos a sus
nalgas.

Comenc� con suaves y pausados movimientos de embolo, en donde
le sacaba hasta la mitad la verga, aprovechando para untarla con m�s vaselina,
para luego met�rsela despacio. Pronto empec� a sentir como su esf�nter daba de
si, cuando al principio apretaba con fuerza el cuello de mi m�stil. Si,
definitivamente el culito de H�ctor era un amante de las vergas� como el m�o.

Mientras tanto el t�o le volvi� a dar la paloma en la boca al
sobrino, que la tragaba goloso, gimiendo quedamente, sinti�ndome invadirlo muy
adentro. Los minutos pasaban largos y haraganes, y cada vez mi pene entraba con
mayor comodidad, y su ano se mostraba m�s suelto y relajado. Y su tremenda cara
de placer, reflejada en la brillantez que con su saliva le daba al pene de su
t�o, me dec�a que pod�a irme con mayor �mpetu.

H�ctor me hizo casi, se agarr� los huevos y la verga y cerr�
fuerte los ojos cuando le di el primer embate fuerte. Con firmeza le sacaba la
verga hasta � partes de mi longitud, y se la volv�a a meter hasta el fondo con
id�ntica firmeza. As�, H�ctor estaba sintiendo la primera barrenada de su vida
en mis manos.

El apenas mostr� dolor al principio, pero la lubricaci�n
r�pidamente lo convirti� en placer, me admiraba de la manera con que asimilaba
las estocadas y su ano abrazaba y envolv�a mi garrote. Me fui animando a usar
cada vez m�s fuerza, a medida que lo o�a gimiendo de placer, pronto mis caderas
se mov�an fren�ticamente, golpeando con fuerza la casi preadolescente ingle,
abierta a mas no poder.

Por su parte, �ngel, arrodillado frente a la cabeza de su
sobrino, le daba en la boca toda la longitud de su tranca, d�ndole un rica
cogida oral, su primera cogida oral. Y por su posici�n pod�a adelantarse y darle
ya los huevos o el culo, para que la fina y vivaz lengua del muchachito le diera
placer. Yo no me pude resistir, me agach� y empez� a darle leng�etazos al pene
del adinerado salvadore�o.

Los 2 nos unimos en la chupada de la verga de �ngel,
trat�bamos de rozar y acariciarnos las lenguas mientras chup�bamos
simult�neamente esa talega amada, el por debajo y yo por arriba. El se acerc�
m�s aun, coloc�ndose sobre la cara del ni�o para que le chupara test�culos y
ano, dej�ndome a mi el placer de trabajar su falo. Poco despu�s me agarr� del
pelo, movi�ndome para que lo chupara m�s a profundidad.

�ngel se levant� y se coloc� detr�s de mi, levanto las
piernas de su esposa y coloc� su pene en posici�n. Yo ya sab�a lo que ven�a y lo
deseaba con pasi�n. Sin cond�n, me penetr� con fuerza, y yo apret� los dientes y
le entregu� mis entra�as como siempre lo hac�a.

El t�o me cogi� como un loco mientras yo hac�a otro tanto con
el sobrino. En cierto momento, me levant� del suelo, sin dejar que �ngel me la
sacra.

Le tend� la mano al muchachito y lo ayud� a ponerse de pi�,
luego lo coloqu� de espaldas a mi y lo volv� a penetrar, le di con todo tal y
como me lo pidi� (y cada vez me ped�a m�s duro y fuerte). Pero entonces pas� mis
brazos bajo los suyos y lo abrac� por el vientre, as� lo levant� en vilo y me lo
segu� chimando en el aire, mientras �ngel, loco de la calentura que esto le
provoc�, me empez� a dar mucho m�s duro, llegando la cosa a tal grado que yo ya
casi no ten�as que hacer mucho esfuerzo por apalear con fuerza al adolescente,
la potencia de los macanazos del t�o contra mi ano bastaban.

Estuvimos d�ndole duro por m�s de 40 minutos. Al final,
terminamos eyaculando sobre la cara de H�ctor, que manten�a la boca abierta,
arrodillado, tratando atrapar tanto semen como pudiera. Su carita de �ngel qued�
completamente cubierta y embarrada de la blanca esperma de su puto y regalo de
cumplea�os, y de su propio t�o, pr�cticamente lo ba�amos.

Nos dormimos los 3 desnudos en la misma cama, H�ctor estaba
en medio de los 2 y so�aba como un �ngel. Al d�a siguiente regresaron a El
Salvador, dej�ndome solo en Pet�n. Me traslad� a un hotel y particip� en una
gran org�a a la noche siguiente, en la cual se supon�a que coger�a con la amiga
de Angie, Teresa, pero, por problemas con un cliente, no pudo asistir. As� que
me conform� con pasarle encima a Angie y a su amiga Sophie frente a un nutrido
p�blico� pero esa es otra historia. Por ahora me despido, invit�ndolos a
escribirme al correo electr�nico de mi cu�ada:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO.
Gracias.

Continuar�

Garganta de Cuero.