HE AQU� UN BREVE RESUMEN: Despu�s de mi aventura con
Dolores, me recomendo con las demas maestras, a la primera que logre tirarme,
una semana despu�s de que lo hice con Dolores, fue a Silvia, maestra del Taller
de belleza, una muy buena maestra que andaria por ah� de los 36 de muy buen ver,
ya que muchos andaban tras sus huesitos. Todo ocurrio en la misma escuela y en
el mismo taller de belleza, mientras sus alumnas ensayaban para su tabala
r�tmica cursi para el "festival del dia de las madres, pues en ese momento
dolores me mando ya recomendado con Silvia, quien me recibio en el taller lleno
de espejos, por la naturaleza misma del taller, y ah� mismo, sin mas ni mas, lo
hicimos en uno de esos paneles con luna (espejo) fue realmente genial, solo que
fue la unica vez que lo hice con ella, pero a la semana siguiente lo hice con
otra profesora amiga de Dolores, con Andrea la maestra de Artes Plasticas, con
ella fue un poco mas dif�cil, porque aunque estaba recomendado, ambos, ella fue
dif�cil, y empezamos lento, pero poco a poco se fue dando, y pues como que hubo
algo extra�o, no fue amor, pero si un verdadero cari�o, tanto que duramos 3
semanas, lo m�ximo que habia durado con alguien desde Lore, pero ella tuvo
miedo, jamas nos vimos fuera de la escuela, y mis horas con ella solo eran las
horas de taller, mientras sus alumnos no estaban debido a que ensayaban junto
con las alumnas de belleza (todo fue un plan de Dolores para que ella se
sintiera libre, pero pues los ensayo acabaron y ella ya no quizo verme mas
despu�s...
Cuando repare mis archivos se enteraran de esas historias y
experiencias que forman parte de mi vida... Y ahora si el relato:
Luisa, la maestra de taquimecanograf�a
Despu�s de mi breve periodo como amante de la maestra del
taller de artes pl�sticas, Andrea, de nuevo volv� a estar solo, y lo �nico que
me quedaba eran los juegos entre Araceli y yo. De mis primas, ni sus luces,
adem�s yo no quer�a llamarlas para no levantar sospechas entre la familia.
Pasaron 3 semanas despu�s de que paso lo de Andrea, se
acercaba el fin de a�o, y yo estaba feliz, ya que hab�a terminado ya mi trabajo
en el taller y me la pasaba con algunos compa�eros que tambi�n hab�an terminado
sus respectivos trabajos, perdiendo el tiempo, en el patio y fisgoneando que
hac�an, como vest�an, y dem�s cosas criticables a maestros, alumnos, personal y
visitantes de la escuela. Sobre todo ve�amos a las mujeres, como buenos
adolescentes.
Cierta ocasi�n, me encontraba yo solo, sentado frente al
estacionamiento, y llega la profesora de taqui (taquimecanograf�a). Era una de
las maestras mas deseadas de la escuela, estaba bien buena, siempre vest�a con
zapato estilo zapatilla, medias, minifalda, blusa, la mayor�a de las veces
escotada; y un saquito. Era rubia con ojos azules, con un lunar sexy cerca de la
boca. La verdad era un monumento de mujer (97-63-90 aprox.) y pues cuando pasaba
ella, todos la segu�amos con la mirada. Y muchas maestras le ten�an envidia por
eso, de hecho pocas maestras le hablaban y las que lo hac�an era muy rara vez.
adem�s ella solo llegaba a sus clases y de inmediato se iba.
En esa ocasi�n, la maestra de taqui, acababa de llegar, y por
lo tanto estaba en el estacionamiento, estaciono su auto frente a donde estaba
yo, de manera perpendicular. Al salir me le quede viendo, admirando todo su
hermoso cuerpo. Cerro la puerta del piloto, y abri� la puerta de atr�s, y se
agacho a buscar algo dentro del auto, al hacer ese movimiento, quedo frente a mi
vista, su hermoso trasero, y con la micro falda era una maravilla. Cerro el
auto, y vi que lo que hab�a buscado eran paquetes de hojas que llevaba en la
mano. Ella me miro y sonri� un poco. Yo al ver que iba cargando, corr� hacia
ella y me ofrec� a ayudarle, cosa que acepto, solo dici�ndome: -- S�, por favor
--. Recorrimos todo el patio, y vi que Dolores (mi profesora de taller,
Herrer�a) nos observo. Subimos las escaleras del edificio, el mismo en donde
esta el taller de artes pl�sticas, solo que dos pisos mas arriba de este se
encontraba la secci�n de taqui, que esta profesora tenia a su cargo. Durante ese
subir de escaleras, ni me canse a pesar del peso que llevaba, pues tenia a mi
vista, su trasero que al subir las escaleras y con esa falda se ve�a genial. Por
fin llegamos al taller, con todas sus alumnas, que me miraron como bicho raro,
ya que por ah� era raro que subiera alg�n hombre. El caso es que deje las hojas
en su escritorio y ella solo me miro, de nuevo me sonri� y me dijo: -- Gracias
--.
Despu�s de aquel d�a no paso nada, solo me hice una pu�eta a
su salud en mi casa, sabia que no pod�a aspirar a tanto. Al d�a siguiente, en el
receso, vi que llego un poco temprano, as� que corr� hacia su auto, y de nuevo
estaba vestida de manera sexy como siempre. Le pregunte que si la pod�a ayudar y
de nuevo me miro, con esa mirada sexy, me sonri� y me dijo: -- No, gracias, hoy
no traje nada. Quiz� ma�ana --. Me retire desilusionado, pensando que quiz�, la
estaba acosando mucho, pero lo que si me sorprendi�, fue que minutos antes de
que terminara el receso, observe que estaba platicando con Dolores, cosa que era
bastante rara, pero bueno, yo pens� que seria una de esas veces raras y ya.
Al otro d�a, poco antes de empezar el receso, fue a buscarme
Dolores al aula, ah� me dijo que Luisa, la profesora de taquimecanograf�a,
llegar�a mas temprano porque quer�a que le ayudara con unas hojas, que en cuanto
llegara me fuera con ella a la hora del receso. Se me hizo un poco raro, pero no
lo vi mas que como que traer�a las hojas y le ayudar�a a sacarlas de su auto
como la ultima vez.
Luisa, por fin sabia como se llamaba mi mujer deseada, llego
en su auto justo cuando se escucho el timbre para el receso, de inmediato fui a
su auto, y de nuevo me miro, me sonri� y me dijo: -- Sube Xavier --. Yo no me
hice mucho del rogar y al parecer ya sabia mi nombre, comenc� a sospechar que
Dolores le habr�a dicho algo y que algo iba a pasar entre ella y yo. Sub� al
auto y ella arranco de nuevo, y salimos de la escuela. De inmediato ella rompi�
el hielo:
-- Bueno, yo s� que te llamas Xavier, yo soy Luisa.
-- Ah s�, ya sabia, pero mucho gusto maestra.
-- No me digas maestra, soy Luisa, ah y h�blame de tu eh?
-- Bueno, y a donde vamos?
-- A mi casa, me vas a ayudar con unos paquetes que tengo
que traer a la escuela.
-- Ah bueno, si esta bien.
-- Hay como eres, mira la verdad Dolores me platico todo, y
pues no se, me entro curiosidad, adem�s tu sabes, creo que te gusto no?, bueno
les gusto a la mayor�a, y hoy muchos te van a envidiar, pero no tienes que
decir nada.
-- Si lo se
-- Hay lo dices tan tranquilo, bueno, debes estar
acostumbrado... te has cogido a muchas maestras ya no?
-- Pues si, pero tu estas muy buena.
-- Eso si, adem�s, creo que hoy vas a aprender algo nuevo
-- Algo nuevo?
-- Si una nueva sensaci�n. Ya veras.
-- Oye, pero tenemos poco tiempo no Luisa? Solo son 30
minutos lo del receso.
-- No, Dolores me dijo que hoy te toca taller, as� que
tenemos 3 horas mas o menos. Tu no te preocupes.
-- Y tus clases?
-- Ah, les di el d�a libre a las chicas y yo pues dije que
solo iba por unos papeles.
-- Mmmh bueno.
Llegamos en lo que fue esta conversaci�n, menos de 10
minutos, a su casa, de hecho �ramos vecinos de colonia, pues viv�a a solo dos
calles delante de mi casa. Entramos a su casa, no hab�a nadie, era una casa
bonita de dos plantas, ella de inmediato me invito a subir a la recamara. En las
escaleras me tomo de la mano, se detuvo y me jalo hacia ella, yo la abrace y
sent� por primera vez sus voluptuosos senos en mi pecho, ella tomo mi rostro y
lo llevo hacia el de ella. Nos besamos, un beso apasionado, por fin sent�a yo
esos labios carnosos sobre los m�os, tenia labios gruesos, carnositos, pero su
boca era peque�ita, como si te fuera siempre a dar un beso de piquito, solo que
en esta ocasi�n si nos est�bamos besando y no de piquito sino un beso h�medo,
jug�bamos con las lenguas, mientras yo acariciaba su pierna y poco a poco, sub�a
la falda para encontrar su entrepierna cubierta con la pantimedia, pero aun as�
acariciarla, cuando lo hice por primera vez solt� un peque�o gemido en mi boca.
Estuvimos as� un tiempo, hasta que ella me separo y me dijo:
-- Aqu� no, mi rey, mejor vamonos a la cama.
En la recamara, la cama tenia colchas muy bonitas, muy
acomodada. Entramos y de inmediato cerro la puerta, al hacer esto yo pregunte:
-- Puede llegar alguien?
-- No, no hay peligro, solo esta la muchacha (empleada
domestica), pero no molestara; vivo solo con mi hija, y si llegara ella
tampoco habr�a problema.
-- Segura?
-- Si, no te preocupes.
Mientras estaba diciendo esto ultimo ya me estaba
desabrochando la camisa, me la saco, y comenz� a besar mi pecho, poniendo
�nfasis en mis tetillas, desabrocho mi pantal�n, y de inmediato bajo mi truza.
Cuando vio el tama�o de mi pene se sorprendi� un poco, y despu�s lo tomo en sus
manos y me miro con esa mirada sexy que tenia ella y me dijo:
:-- Mmm... y todo esto lo disfrutaron esas zorras? Ahora me
toca mi parte.
Se arrodillo frente a mi y me empez� a masturbar de una
manera divina, con una sola mano, recorr�a mi pene de arriba a abajo,
lentamente, y girando un poco la mano. Mientras con la otra, se acariciaba ella
misma por encima de la blusa. Estuvo as� un buen rato que yo disfrute, pero me
solt�, pero solo para quitarse la blusa de color rosa y el bra del mismo color.
Ahora con sus enormes tetas al aire se ve�a muy bien, tenia unos pezones gruesos
pero una aureola peque�a, ero si eran grandes, y con esas grandes tetazas me
empez� a hacer una cubana, ya me la hab�an hecho antes, pero ahora la posici�n
era diferente, ya que yo estaba de pie, y ella de rodillas ante mi, me pasaba
sus tetas, de arriba abajo, y a veces se la met�a en su boca, jugaba con ella,
mientras con sus tetas solo me la apretaba, mmm... fue genial, yo solo gem�a y
ella me miraba con cara de lujuria y me sonre�a, hasta que por fin me hizo
llegar, encima de sus enormes y deliciosas tetas. Ella distribuyo todo mi semen
en sus tetas, mir�ndome con esa sonrisa de lujuria, y con lo que quedaba en sus
manos lo llevaba a su boca lamiendo su mano, demostr�ndome como le gustaba. Se
levanto y de nuevo me abrazo y me beso, yo sent�a el semen en sus pechos que
tocaban mi pecho. Nos acercamos a la cama y all�, ella se sent� en el borde. Era
genial, ella me arrodillo, frente a ella y me acerco hacia sus tetas, sent�a el
olor de mi semen, sent�a dudas, pero mi deseo hacia sus tetas era mayor, as� que
saque mi lengua y comenc� a degustar el sabor de mi semen ya seco sobre sus
tetas, poco a poco llegue a su pez�n, guiado por ella misma, ya que ella tenia
mi cabeza en sus manos y guiaba mis movimientos, me llevaba de una teta a la
otra, yo chupaba, lam�a y mamaba; ella gem�a. Poco a poco, ella me fue empujando
hacia abajo, yo besaba su abdomen, su ombligo, ah� me entretuve mucho tiempo,
pues al ver que le gustaba, yo met�a mi lengua y mamaba su ombligo. Ella al
parecer tuvo un orgasmo en ese momento pues se recost� sobre la cama, dej�ndome
el camino libre hacia lo que ya estaba ansioso por ver: su sexo. Lentamente, y
con un poco de su ayuda quite su falda, y con pantimedias se ve�a genial, empec�
a acariciarla desde los pies hasta su sexo, ella solo gem�a, lo hice as� un par
de veces en cada pierna, hasta que por fin a la ultima, me decid� a quitarle las
pantimedias, lo cual hice lentamente acariciando todo lo largo de sus piernas.
Ahora solo quedaba la tanguita, que era de color rosita tal como el bra. La
comenc� a acariciar por encima del tanga, se sent�a suavecito y a ala vez h�medo
y caliente. Me acerque solo para olfatear ese olor mas de cerca. Y en ese
momento, Luisa tomo mi cabeza y la acerco hacia su sexo, yo de manera instintiva
saque mi lengua y comenc� a pasarla por todo alrededor de su vulva, pero por
encima de su tanguita; claro que eso no fue problema para ella, ya que ella
misma fua la que se hizo a un lado la tanguita, para dejarme ver esa hermosa
puchita sonrosada, rasurada, solo con una peque�a linea de vellitos encimita.
Era una de las primeras puchitas bien arregladas que observaba, lo cual me
encanto. Eso me hizo tener un loco deseo por probarla directamente, as� que ni
tardo ni perezoso me dispuse a lamer todo alrededor de su vulva, daba circulos
cada vez mas cerca del centro. Cuando por fin llegue a su cl�toris me quede ah�
un buen tiempo, y ah� fue el acabose, lo m�ximo para ella, tuvo como mil
orgasmos, me puso las piernas encima de los hombros y me apretaba, a su vez con
sus manos me acercaba mas. Deje de estimularla, ya que yo tambi�n estaba a punto
de ahogarme. Ella me solt� y r�pidamente me invito a subirme a la cama con una
mirada bastante sexy.
Sub� a la cama y nos besamos ardientemente, yo acariciaba
todo su cuerpo. Nos acomodamos, en la cl�sica pose del misionero, y comenc� a
cogermela, pero ella era la que me lo estaba haciendo a mi, ya que ella me
apretaba y se mov�a sola. Ella subi� sus piernas en mis hombros y comenc� a
penetrarla mas dura y profundamente. Ella gem�a y me gritaba cosas en ingles que
para ese entonces no entend�a, pero me encantaba. as� cada vez nuestros
movimientos fueron mas r�pidos, hasta que ella llego su orgasmo el cual fue
m�ltiple, el cual me estimulo a tener el m�o en su interior, ella al sentir mi
semen dentro, tuvo otra serie de orgasmos. Me quede un momento quieto en su
interior, hasta que se tranquilizara, y as� paso. Al momento que reacciono, me
miro, me beso ardiente mente y despu�s me dijo:
-- No lo haces mal, y no te cansas r�pido eh? Todav�a lo
tienes parado verdad?
-- Que? No lo sientes?
-- Si claro, es enorme, me gusta, pero tengo reservada una
sorpresa para ti.
-- Pues no creo que me sorprendas tanto, acu�rdate que tus
compa�eras son muy vivas.
-- Si pero ninguna me dijo que te dieron lo que yo te voy a
dar...
Y diciendo esto, se separo de mi y se acerco a lamer y chupar mi pene, y ella
solo me dejo al alcance parte de su trasero el cual acariciaba aunque solo fuera
una nalga.
En eso est�bamos cuando de repente, se escucho una voz
femenina, del piso de debajo de la casa:
-- Mama, llegue temprano, tu tambi�n llegaste temprano, no
tuviste clases???!!!!!!
La voz se escuchaba que iba subiendo y se iba acercando.
Luisa al principio como que se sorprendi� y yo l�gicamente me asuste, a lo que
le dije:
--Luisa, es tu hija, que hacemos???
-- No te preocupes, esto no lo tenia planeado, pero no hay
problema.
En ese momento, entend� lo que quer�a decir, ya que record�
que hab�a cerrado la puerta antes. Luisa me segu�a mamando, mientras se
escuchaban los pasos de la hija de Luisa cada vez mas cerca de la puerta del
cuarto en donde nos encontr�bamos.
De repente, la puerta del cuarto se abre, y me sorprendo, nos
encontr� la hija de Luisa, esta ultima tambi�n se sorprendi�; pero Luisa no
dejaba de mamar mi verga, la cual a pesar de la sorpresa jam�s se puso flaccida.
La hija de Luisa, despu�s de sorprenderse y hachar una mirada a toda la escena,
sonri� y dijo:
-- Hay mama cada d�a te gustan mas chavitos, bueno los
dejo, que se diviertan...
En ese momento, Luisa dejo de mamar para decirle a su hija:
-- Hija, ven, no te vayas, que este lo quiero compartir
contigo, es un hermoso macho joven, con mucho vigor y un hermoso pene, no lo
desaproveches.
-- Pero mama, contigo?
-- Claro, que tiene de malo mi vida, si ya hemos compartido
la cama muchas veces, podemos compartir hombres tambi�n no?
-- Eres un amor mama, y mira que hombre nos vamos a comer.
Diciendo esto con una sonrisa al momento que se iba acercando
hacia la cama, no sin antes volver� a cerrar la puerta del cuarto. La hija de
Luisa, de la cual nunca supe su nombre, era una chica de 17 a�os
aproximadamente, que ese d�a llevaba un uniforme de esos que llevan las chicas
de las academias comerciales. Era un poco diferente a su mama, ya que ella no
era rubia, pero tenia la piel blanca, y sus ojos azules, su cabello era de un
color clarito, pero no llegaba a ser rubio, era delgada, pero con unas tetas,
que aun estaban desarroll�ndose, y se notaba que llegar�an a superar las de la
madre, al igual que su trasero y sus piernas bien torneadas. Medidas
aproximadas: 93-62-94.
Se sent� a un lado de la cama y observaba a su madre mamar mi
pene, Luisa le tomo la mano y la puso sobre mi pene, claro Luisa jam�s dejo de
mamar, la hija de Luisa me empez� a chaquetear, un movimiento riqu�simo. Era
extremadamente bueno, pero cuando Luisa sinti� que estaba por llegar se detuvo,
y jalo a su hija de un brazo para que se acercara, lo cual hizo, Luisa saco de
su boca mi pene y se lo acerco a su hija, la cual solo se ensalivo los labios, y
de inmediato ya la tenia dentro, la chica lo hacia bien, y parec�a tener
experiencia. Me tomaba el pene con sus manos y no lo soltaba para mamarlo, tenia
la misma t�cnica de la madre. Esta ultima, Luisa, comenz� a desvestir a su hija,
quit�ndole primero los zapatos, y despu�s sus calcetas, casi con la misma
t�cnica con que yo saque sus pantimedias. Ya teniendo sus pies y piernas
desnudas, las besaba y acariciaba dulcemente, poco a poco sub�a mas, subiendo su
falda escolar larga de la chica, dejando ver sus piernas tan torneadas como las
de la madre. Yo estaba muy emocionado, por segunda vez estaba viendo un incesto
lesbico entre madre e hija, y me excitaba demasiado. r�pidamente Luisa llego a
la parte mas intima de su hija, y casi de manera desesperada le quito su
pantaleta, haciendo que la chica se desconcentrara un poco en la mamada. Este
movimiento hizo que nos acomod�ramos. Yo me recargue en la cabecera, la hija de
Luisa chupandome la verga desde el frente y Luisa comenz� a mamar a su hija
coloc�ndose debajo de ella. Al parecer ya lo hab�an hecho antes, ya que ninguna
de las dos se inmuto. La hija de Luisa cada vez mamaba mas r�pido y gem�a mas.
Cuando llego su orgasmo, no solt� mi pene y me succiono mas, sent� divino, y
llegue a mi orgasmo yo tambi�n, llen�ndole toda su boca de mi semen, logrando
que se tragara gran parte y la dem�s dej�ndola en su boca, ya que la abri� para
gemir, pero de inmediato se la volvi� a meter, y recibir lo que faltaba.
Luisa se acerco a su hija, la separo de mi verga, y comenz� a
besarla, lami�ndole la cara para quitarle el semen que tenia repartido, y al
llegar a su boca, se dieron un beso, en el cual compartieron mi semen con su
saliva. Esa imagen me encanto.
Yo segu�a con mi verga que no pod�a parar, lo cual observo
Luisa, que sin dejar de abrazar a su hija tomo mi verga y comenz� a pajearme de
nuevo. La hija de Luisa solo observaba mi instrumento, y en un momento le dijo a
su madre:
-- Mami, quiero tenerlo dentro
-- Claro preciosa, ser� todo tuyo, acom�date mi vida
Y al momento que estaba diciendo esto, la hija de Luisa
estaba ya acostada y con las piernas abiertas, y observe que tenia la vulva
igual de arreglada que la de su madre. Yo me acerque r�pidamente, y la bese en
los labios, acerque mi pene a su entrada vaginal y cuando estaba a punto de
enterrarla, Luisa me detuvo, y mirando a su hija le dijo:
-- No preciosa, lo siento, por ah� no, recuerda que ese
orificio solo se lo puedes dar a la persona a la que quieres y amas, con la
que te vas a casar, a nadie mas.
-- Siiiii, mama pero... estoy muy caliente... por favor...
-- Mira mi ni�a, solo hay una cosa que podemos hacer, y es
lo que te dije la ultima vez, recuerdas, te doli� al principio pero despu�s no
dejamos de hacerlo en toda la noche... Pues esta vez no te doler� pues el pene
de Javier es largo pero no tan grueso como el que yo te met� aquella vez...
-- Hay siiiii, mami... por favor...
-- Bien Javier, esta era la nueva experiencia de la que te
hab�a hablado pero solo que no lo har�s conmigo, ser� con mi hija, y yo los
ayudare a los dos, ya que ser� la primera experiencia de los dos. Primero tu
hija col�cate como la otra vez.
As�, la chica se puso en 4 sobre la cama, su madre, comenz� a
acariciarle el trasero envidiable de la chica, a lo que la chica comenz� a
gemir, despu�s de las caricias paso a los besos, y cada vez mas cerca del
centro, y cuando llego ah�, abri� sus nalgas, y la chica se hecho un poco hacia
delante para que su madre procediera mejor, y lo que hizo me dejo alucinado,
comenz� a leng�etear el ano de su hija, mientras esta se retorc�a del gusto, se
lo ensalivaba casi completamente, toda la saliva que Luisa podr�a tener se la
colocaba en el ano de su hija, al cual le met�a la lengua hasta donde pod�a, las
dos estaban fascinadas y yo extasiado de ver el espect�culo. Luisa poco a poco
fue metiendo uno de sus dedos en el anito de su hija, y despu�s otro y otro,
hasta que por fin le meti� tres, los cuales met�a y sacaba y giraba dentro de
ella. Aun con sus dedos dentro de su hija, Luisa me miro y me hizo una se�a para
que me acercara, lo hice y con su mano desocupada tomo mi pene y se lo meti� a
la boca, la cual tenia llena de saliva, lo saco de su boca escurriendo saliva,
para tomarlo con su mano y esparcir la saliva que tenia, despu�s volvi� a
acercarlo a su boca y saco su lengua llena de saliva y lami� todo mi pene
alrededor, y volviendo a sacar bastante saliva la unto con su lengua en la punta
de mi pene; todo esto lo hacia mientras mov�a sus dedos dentro de su hija. Al
terminar, ella tomo mi pene y saco los dedos del anito de su hija, todos
sab�amos lo que ten�amos que hacer, as� que me coloque detr�s de la chica, y
guiado por la mano de su madre coloque mi pene en su ya abierto anito, que al
sentir mi pene se abri� aun mas, y con la lubricaci�n que ya tenia se meti� solo
hasta el fondo, gimiendo profundamente la chica. No parec�a un ano virgen, al
parecer la chica ya hab�a tenido bastante experiencia por ah�, solo que no se si
sola, con su mama o con alguien mas. Luisa de nuevo se acomodo r�pidamente por
debajo de su hija como en posici�n de 69. Lamiendo la vulva de su hija,
haci�ndola a esta ultima olvidar el poco dolor, y haci�ndola moverse, lo cual
hice yo tambi�n, comenzando un ritmo excelente, rico, lo cual empez� a aumentar
con los movimientos de la chica, y yo la segu�, ella llego casi de inmediato
apretando mi pene, lo cual para mi era lo m�ximo, lo que me hizo llegar,
llen�ndola completamente, y haci�ndola tener otro maravilloso orgasmo, el cual
recibi� de nuevo Luisa en su boca. La chica al percatarse que tenia a su
disposici�n la vulva de su madre comenz� a lamerla casi con desesperaci�n, lo
cual hizo gritar a Luisa, que gem�a de placer al sentir la lengua de su hija.
Saque mi pene del ano de la chica, y Luisa comenz� a mamar y lamer los l�quidos
que estaban sobre mi pene, y despu�s los que sal�an del ya no tan peque�o
orificio de su hija. Me coloque donde estaba la chica mamando a su madre, y dejo
un poco de hacerlo, ya que al ver mi pene de nuevo quedo como impresionada, me
lo tomo y lo llevo a su boca para mamarlo, pero yo lo saque y lo puse en la
entrada vaginal de Luisa, la cual al sentirlo grito:
-- Por ah� no, h�zmelo por el otro lado!!!!!
as� que su hija, amablemente me abri� a su madre, y dirigi�
mi pene hacia su trasero, ya bastante lubricado con la saliva y flujos que
emanaban de su vagina. as� que se la met� de nuevo de un empuj�n. Como si nada
todos empezamos un ritmo riqu�simo, la chica lam�a y chupaba la vulva de su
mama, poniendo �nfasis en el cl�toris, y metiendole dedos en su vagina, los
cuales estimulaban mi pene, el cual met�a y sacaba sintiendo como Luisa me
apretaba, esta ultima mamaba a su hija y le met�a dos dedos por su ano "reci�n
abierto". as� estuvimos como 25 minutos mas, hasta que llegue a mi orgasmo,
dejando toda la leche en el culo de Luisa, la chica fue la que me quito para
lamer el ano de su madre, y sacar mi leche de ah�. Llegaron en esa posici�n,
solas, como unas 3 veces mas. Hasta que la chica no pudo mas y se puso de lado
de su madre, exhausta. Luisa me miro y me dijo vamos a ba�arnos.
Se meti� al ba�o y mientras nos enjabon�bamos me dijo:
-- Que te ha parecido meterla por atr�s?
-- Bien, pero ya lo hab�a hecho
-- Oh si? Con las maestras?
-- Mmm... Si
-- Oh condenadas viejas, te pervirtieron, pero bueno
hicieron un buen trabajo. Espero no te hayas espantado por lo de hoy
-- No para nada
-- Hay cualquiera estar�a sacado de onda, y tu no, bueno se
ve que eres de mente abierta, pero bueno, tambi�n has vivido mucho, creo que
ya no te espanta nada.
-- Pues no lo se, quiz�s haya cosas que si.
-- Es cierto, pero yo no me encargare de ense�arte, para
eso est�n las otras maestras, y esto que viviste hoy, ser� la �nica vez, jam�s
se repetir�, por lo menos conmigo y con mi hija, y prefiero que se quede entre
los tres, esta bien?
-- Si claro
Y as�, terminamos de ba�arnos, salimos del ba�o y la chica
segu�a desnuda en la cama durmiendo, me vest� r�pidamente, y Luisa aun tardo
bastante, sobretodo sec�ndose y cepillandose su cabellera. Despu�s, salimos de
nuevo rumbo a la escuela y estaban todos a punto de salir. Luisa solo meti� su
coche al estacionamiento para dejarme ah�, solo me miro y me dio las gracias
como aquella primera vez que me hablo. Me baje del coche y me fui a recoger mi
mochila al aula de taller.
Estas historias con las maestras pens� que a mis compa�eros
se les har�a extra�o que saliera con todas y me ausentara del taller, as� que
aparte de para que no me dijeran nada, comenc� a alardear de que me las hab�a
cogido, pero nadie me crey�, y me dec�an que solo me usaban de gato, que como me
iba yo a coger a las maestras y dem�s, en fin nadie me crey�.
Bueno espero y mi relatos les est�n siendo de su agrado y
espero complacerlos en los pr�ximos. En el siguiente relato les narro la
historia de lo que paso con la hermana de Hugo, en su propia casa, no se lo
pierdan.
Si tienen alg�n comentario o alguna experiencia parecida,
algo que contar o simplemente platicar conmigo, escr�banme a:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO