Elena en soledad
Hoy es 14 de agosto.
Poca gente sabe lo que esa fecha significa para m�, En
realidad s�lo tres personas Ana, Mar�a y por supuesto David.
Hoy se cumple el tercer aniversario de la �ltima vez que mi
hermano y yo hicimos el amor.
Recuerdo perfectamente aquella noche en el Cabo de Gata. Fue
muy dulce. Desde entonces no nos hemos vuelto a acostar. No ha vuelto a surgir
la situaci�n aunque ambos lo hayamos deseado.
Y hoy le a�oro especialmente. En realidad s�lo tendr� que
esperar 24 horas. Regresa ma�ana. A �l tambi�n le han ca�do varias asignaturas
para septiembre y se tendr� que poner las pilas pronto si no quiere arrastrarlas
para al curso que viene. Pero �l siempre ha preferido el goce de la vida antes
que detenerse a pensar en lo que se debe hacer. As� para todo y los estudios no
son una excepci�n. Yo como siempre, la responsable de la familia, aqu� estoy, 15
d�as encerrada para dos asignaturas. Y �l de acampada en Cantabria. Hace bien.
Quiz� sea algo ego�sta, pero quiero estar ahora junto a �l.
Quiero contarle mis penas y que �l me escuche y me consuele y, si es menester,
que tambi�n me abrace y me bese aunque sea s�lo como hermano. No pido m�s.
Pero �l tiene su vida. Y seguramente ahora est� donde �l
quiere estar que es con Marta de vacaciones.
La primera vez que nos acostamos, en aquel viaje a Galicia,
fue maravilloso y a la vez terrible. Yo no supe como reaccionar y llegu� a no
querer ni verle, a huir de �l. Pero aquello lo super�. Y al a�o siguiente
durante aquellos maravillosos d�as en Cabo de Gata junto con Ana y Mar�a lo
volvimos a hacer, y nunca nos hemos arrepentido ni �l ni yo. Desde entonces
hemos sido los mejores hermanos del mundo, y nos hemos querido como hermanos, y
como amigos, y como amantes incluso, aunque no hayamos vuelvo a tenernos
carnalmente el uno al otro. Siempre el uno ha estado para el otro cuando se le
ha necesitado.
Y yo hoy le necesito, le necesito m�s que nunca. Carlos y yo
lo hemos dejado y quiero que David me consuele. Pero �l llega ma�ana. Qu�
ag�nica espera. Y le necesito porque en parte �l es el culpable de que Carlos y
yo hayamos roto nuestra relaci�n. S�, David es el culpable aunque �l nunca lo
sabr�. Es el culpable de que mi �ltima pareja y yo lo hayamos dejado y es el
culpable de que ninguna de mis relaciones haya funcionado.
Aunque es injusto por mi parte pensar eso. En realidad la
culpable soy yo. Y es que en cada relaci�n con un chico busco el mismo grado de
complicidad que gozamos mi hermano y yo. Y eso es imposible. David y yo llevamos
20 a�os de relaci�n, 20 a�os juntos queri�ndonos. Debo asimilar eso.
Carlos ha sido el chico con el que m�s cerca he estado de
lograr esa compenetraci�n. Pero al final he descubierto que no era as�. Quiz�
haya sido el hecho de que �l haya pasado el a�o estudiando en Italia y que la
distancia haya quebrado nuestra confianza. Ser� lo que sea pero ahora no me
siento con fuerza de seguir con �l. Ahora con quien quiero estar es con David.
Aunque s�lo sea para pasarnos la noche en vela hablando de nuestras cosas o de
las cosas de los dem�s, o de nada en especial sino simplemente estar juntos en
la misma habitaci�n, con eso me bastar�a.
�Tendr� �l los mismo sentimientos que yo? S�, seguro que
desea estar conmigo.
Querr� estar conmigo recordando aquellos d�as tras regresar
de Cabo de Gata, cuando todav�a segu�amos de vacaciones y nos qued�bamos viendo
la tele hasta tarde mientras mis padres dorm�an en su habitaci�n. Yo le
pellizcaba su cola medio empalmada por encima del pijama y �l a m� las tetas.
Nos provoc�bamos a sabiendas de que no podr�amos hacer nada. �C�mo lo �bamos a
hacer con nuestros papas a s�lo un cuarto de distancia?
Fueron nuestras �ltimas vacaciones antes de entrar en la
universidad. Empezamos el curso, �l con 19 a�os reci�n cumplidos y yo a punto de
llegar a los 18. Los primeros meses en la facultad fueron muy divertidos.
Hicimos nuevos amigos y nos montamos muchas fiestas aunque cada uno por su lado.
Nos vino bien para no estar tanto tiempo juntos o pensando el uno no en el otro.
Por aquellas fechas Ana volvi� con su novio Enrique. F�jate,
a�n siguen juntos. Sab�a yo que cuando cortaron aquel verano no iba a ser
definitivo. Claro que qu� bien se lo pas� Ana, sexualmente hablando, durante
aquel periodo de solter�a. Qu� se lo digan a mi hermano, qu� me lo digan a m� e
incluso a su propia hermana Mar�a. Por cierto, Maria fue lo nunca visto. De
estar pasando de un chico a otro, se qued� pillada con Jorge y estuvo con �l dos
a�os m�s. Hasta que conoci� a Javi, que es con quien esta ahora, tambi�n muy
enamorada. Eso s�, Mar�a ha sentado algo la cabeza desde aquellos d�as de Cabo
de Gata pero sigue teniendo sus polvos espor�dicos al margen de sus parejas.
Pero ella es as�. Nada ni nadie la cambiar�.
A David y a m� nos cost� m�s encontrar pareja. Lig�bamos eso
s�. Yo ese primer a�o de la universidad estuve con un par de chicos y tuve buen
sexo con ellos, pero la cosa no lleg� a consolidarse. Me pas� lo que me ha
pasado desde ese verano de Cabo de Gata que quiero que sean como mi hermano o
por lo menos mantener una relaci�n parecida con ellos a la que tengo con David.
Y eso, repito, es imposible. A ver cuando me hago la idea. El problema lo cre�
tener resuelto cuando al final de ese mismo curso conoc� a Carlos. Y ahora ya
ves, tambi�n lo he dejado con �l y por el mismo motivo. Si no se hubiera ido a
Italia a estudiar...
David tard� mas tiempo en pillar novia pero ahora le ha dado
fuerte. El s� ha sabido relacionarse con el sexo opuesto. El primer a�o de
universidad no lig� nada de nada, pobrecito. Pero el segundo s�. Empez� fuerte
el curso acost�ndose con dos chicas pero fue en navidades de ese a�o cuando
conoci� a Marta. Desde entones ah� est�n, los dos enamorados. Y yo sola.
Y eso que David sigue siendo el mismo de siempre conmigo.
Vale que no nos hemos acostado, pero �l me ha seguido contando todo. S� m�s yo
de su relaci�n con Marta que ella misma. Igual que David conoce todos mis
secretos de pareja y de lo que no es pareja. �l y yo hemos continuado igual, con
novios o sin novios. Nos seguimos saludando con un beso en los morros, siempre
que no nos vea nadie, claro. Si estamos solos y tenemos que cambiarnos lo
hacemos el uno delante del otro sin ninguna verg�enza. S�lo faltar�a despu�s de
todo lo que hemos vivido juntos David y yo. Y de vez en cuando yo le toco de
manera traviesa su paquete o �l me pellica mis pezones de forma un tanto
picarona. Pero de ah� no ha pasado, desde Cabo de Gata no nos hemos ofrecido ni
siquiera nuestras lenguas.
Quiz� sea mejor as�. Yo solo s� que hoy quiero estar con
David, lo necesito.
Son la 11 de la noche del d�a 14 de agosto. Y �l regresa
ma�ana.
CONTINUAR�
En caso de que quer�is comentarme algo mi correo es:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO