Ya a mis 16 a�os tenia mas que asumida mi sexualidad, sabia
que me gustaban los hombres, y no me supon�a ning�n trauma. Yo era un chico un
poco so�ador, me gustaba pasear solo y disfrutar de la naturaleza.
En el colegio las chicas me consideraban de los mas guapos,
era bajito, apenas llegaba al 1�60 de estatura y bastante delgado, mis ojos
color miel y mi cabello rubio hac�an las delicias de las chicas ( y alg�n que
otro chico ).
En mi grupo de amigos habl�bamos mucho de sexo, y ellos ya
conoc�an mis gustos y no me dejaban de lado por ello. Pero vamos ya a lo
interesante.
Era pleno mes de Agosto, y este mes en Madrid se hace
insoportable, el calor ronda los 40� y os puedo asegurar, que debido a esto las
hormonas est�n a tope todo el d�a, y el calent�n es permanente. Serian alrededor
de las once de la noche, el aire hacia que el sofoco fuera mas llevadero, yo
despu�s de haber estado con mis amigos por plaza de Espa�a me decid� a ir a
Chueca, el barrio mas gay de mi ciudad.
All� el ambiente es muy agradable, risas, juerga, diversi�n,
me encontraba muy a gusto, casi llegando al metro se me acerco un hombre de unos
40 a�os.
- chico, perdona �tienes hora?.
- si � mire mi reloj � son las once y cinco.
- gracias � contesto el hombre � oye puedo hacerte una
pregunta.
- si, adelante.
- no quiero que te enfades si no te gusta lo dices y me voy.
Adivine por donde ir�a su pregunta, y mi pene tambi�n que
empez� a reaccionar.
- �quieres subir a mi casa y nos tomamos algo?
En condiciones normales me abr�a negado por completo, pero
varios factores de unieron para que yo perdiera la cabeza, el primero era el
pedo que llevaba despu�s de haber estado bebiendo con mis amigos, el segundo, el
calor, mis hormonas ped�an un polvo y r�pido, y el tercero, era el billete de 50
euros, que el hombre me mostr� al decirme que me fuera con �l. Acepte de
inmediato.
El camino a su casa solo me limite a seguirlo y observarlo,
tenia el pelo canoso, y barba de algunos d�as, su vestir era extremadamente
elegante.
El portal de su casa era de extremo lujo, aquel hombre era
realmente rico, abri� la puerta de su casa y me indico d�ndome ya el billete que
fuera a la habitaci�n y me pusiera c�modo.
Me tumbe en la cama de matrimonio y comenc� a desnudarme,
dej�ndome solo los boxer que llevaba, me tumbe y separe mis piernas los mas que
pude, mientras acariciaba mi pene para recibir a aquel hombre con una semi
erecci�n.
No tardo mucho en entrar, �l ya iba desnudo, era muy
musculado y apenas tenia bello, su pene, fl�cido era enorme y me calent� pensar
lo que aquello podr�a crecer en erecci�n. Se sent� en la cama.
- eres realmente bonito � me dijo mientras me acariciaba el
pecho � mira quiero que conozcas a un amigo, Vissel, pasa.
�Un amigo! Vaya aquella noche promet�a, no solo me lo iba a
follar a �l, tambi�n a su amigo. Y menudo amigo.
En ese momento atraves� la puerta un chico de no mas de 17
a�os, de mi estatura cent�metro mas cent�metro menos. Con un precioso cabello
dorado y rapado, unos ojos azules de los que hasta el cielo sent�a envidia y un
cuerpo totalmente imberbe, ataviado solo con una toalla, pod�a ver su musculado
cuerpo, digno del mejor de los nadadores, aquel chico sin duda era ruso o
balc�nico.
- Vissel, es un estudiante de intercambio ruso � Jaume que
as� se llamaba el cuarent�n confirmo mis sospechas � y ha venido a ense�ar a los
ni�os espa�oles como tu las delicias del ruso.
Asent� con la cabeza y me deje hacer, Vissel se sent� al otro
lado de la cama, ambos me comenzaron a acariciar el pecho, Jaume se agacho y me
comenz� a lamer los pezones mientras Vissel, bajaba su mano y me acariciaba el
paquete. De golpe ambos pararon.
- muy bien, hagamos un juego, �l que la tenga mas peque�a
pondr� el culo para los otros �de acuerdo?.
Una vez mas acepte con la cabeza, Jaume sali� de la
habitaci�n mientras Vissel se acostaba a mi lado.
- No tener tu miedo, no pasar nada, solo follar.
El ruso de Vissel me hacia mucha gracia, solt� una peque�a
carcajada y el tambi�n ri�, los dos nos besamos.
Su boca era realmente dulce, suave, golosa, su lengua peleaba
con la m�a sin respiro, y nuestras manos acariciaban nuestro cuerpo, los dos
estabamos ansiosos de placer, Jaume entr� a la habitaci�n.
- bueno pues todos con las pollas arriba.
Los tres comenzamos a descojonarnos de risa.
�l primero en med�rsela fue Jaume, 16 cm, no estaba nada mal,
pero no crec�a tanto como yo imaginada, por su tama�o en reposo parec�a aun
mayor. Ciertamente me alegre, yo ya sabia que la tenia mas grande que �l, no
seria el que recibiera.
A continuaci�n yo, 18, dos cent�metros mas que me permitir�an
descargar mi placer en el peludo culo de mi reciente amigo. Y por fin el ruso,
se quito la toalla y mi boca se deshizo, no pod�a creer lo que ve�a, la tenia
fl�cida y ya era mas grande que la m�a.
- Tu ch�pamela para poner dura del todo.
- Vale, Vissel, ya mismo.
Me agache y comenc� mi mamada, su aroma era de reci�n
duchado, el tacto suave, primero la agarre comenzando una t�mida paja, con la
mano que me qued� libre acaricie su pubis en el que apenas hab�a vello, not� que
aquello le excitaba pues su pene palpitaba en mis manos, el ruso se canso de mi
paja, me cogi� tiernamente de la cabeza y me la meti� en la boca.
Su sabor no era ni agrio, ni dulce, tampoco salado, era
simplemente un sabor que nunca hab�a conocido y produc�a en mi una gran ansia de
mas.
Ten�a que abrir mucho la boca para que aquel enorme pene no
me rompiera la mand�bula, pero el esfuerzo merec�a la pena, aquel enorme trozo
de la patria rusa, me estaba proporcionando un enorme placer, Jaume, a todo esto
se acerco despacio y comenz� a masturbarme, mis gemidos y los del ruso fueron en
aumento.
De un empuj�n, Vissel me separ� de su polla que luc�a ya su
m�xima erecci�n.
- Hazlo t� � me dijo Jaume d�ndome la regla.
- 23 cent�metros � dije en alto � joder a mi esto no me entra
en el culo.
Y de nuevo las carcajadas.
- Tranquilo, ser�is los dos para mi � apunto Jaume.
Los tres de pie comenzamos a tomar posiciones, Jaume, se
tumbo en la cama a modo de perrito, separando sus nalgas y dejando ver el enorme
hueco que los polvos con el ruso le hab�an causado, este, es ruso, se coloco
detr�s, untando su pene en vaselina que no me hab�a fijado antes que estaba
sobre la mesilla, y acompa�ado de los gemidos de placer de Jaume comenz� a
introducirla en su culo.
Los movimientos acompasados de Vissel no daban lugar a dudas
aquello estaba perfectamente lubricado, los dos llevaban buen ritmo.
- Torero met�rmela.
Ese sin dudas era yo, introduje dos dedos en el bote de
vaselina, frote el ano de Vissel, que no tenia un solo pelo, cuando lo note
ba�ado en lubricante me masturbe con otro poco de aquel gel, mi polla chorreaba
y era el momento de la penetraci�n, acerque mi glande a su culo, metiendo
lentamente la puntita, era la primera vez que daba por culo y el placer era
enorme, notaba sus cachetes golpear en mi polla, notaba la presi�n de su ano
haci�ndome gozar. La met� todo y el ruso pareci� alegrarse.
- Ol� � dijo cuando la noto toda dentro.
Y los tres goz�bamos del sexo, el ritmo era ahora mas lento
quer�amos gozar, disfrutar, no ten�amos prisa.
- Nene � me dijo Jaume � vamos a cambiar de postura.
Yo me separe del ruso, me encanto ver el agujero que hab�a
dejado en su ano, muy abierto, mi polla era realmente gruesa, pero sin duda lo
que mas me calent� fue cuando el ruso se sali� de Jaume, aquello si que era un
culo dado de si, casi pod�a verle las entra�as.
- Yo meter a torero, la mejor banderilla de Espa�a.
El ruso era muy gracioso en sus comentarios, y eso me hacia
estar relajado, aunque tem� que el ruso me desgarrara por su enorme tama�o.
Me coloque esta vez como antas lo hab�a hecho Jaume, entre
los dos comenzaron a chuparme el culo, y sent� un inmenso placer, sus lenguas se
peleaban por entrar en mi.
Pararon, y note sus manos unt�ndome en vaselina.
- Pon mucha ruso que la tienes muy grande � dijo Jaume.
Ciertamente notaba mi ano ba�ado en vaselina, tras una pausa
note la punta del ruso, y decid� que lo mejor era relajarse, como ya antes hab�a
le�do en los relatos, era la primera vez que me daban por culo.
- Despacio ruso por dios � le grite.
- Yo ser considerado contigo tu estar relajado.
Lo cierto es que el ruso lo hizo muy lento, con embestidas
muy suaves me iba metiendo el pene, lo notaba, cada cent�metro me hacia
estremecer, si el cielo se parec�a a aquello deseaba morir all� mismo, al fin y
tras mucho tiempo note el metesaca del ruso, su polla se deslizaba sin mayor
problema en mi ano, su punta rozaba continuamente mi pr�stata lo que me produc�a
un tremendo placer.
- Ruso si no paras me corro � dije.
El ruso miro a Jaume y este le hizo gesto de seguir, Jaume se
coloco de tal forma que mi polla quedo en su boca, me la comenz� a mamar, y a
los pocos segundos me corr�, los espasmos eran incre�bles, el placer casi me
hizo desvanecer, calcule doce sacudidas de esperma que Jaume no trago, dejo que
le empapara la cara, apenas se le ve�a, mi semen le ocultaba el rostro, nunca
hab�a visto mi esperma tan espeso y blanquecino sin duda fruto de mi excitaci�n.
Jaume le dio a probar al ruso mi semen, este le chupo la cara
como el perro que no bebe en semanas, lo poco que dejo, Jaume lo acerco a mi
cara y yo decid� probar mi propio liquido que era realmente dulce.
- Yo darte el n�ctar del zar.
El ruso se sali� de mi, dejando un vac�o que nada ha podido
llenar todav�a, yo me di la vuelta y el ruso me la meti� en la boca, yo mame lo
mas r�pido que pude, paso bastante tiempo cuando note los espasmos del ruso, sus
ojos describ�an un inmenso placer, y yo no pude imaginar lo que se me venia
encima, el primer chorro lo saboree, el segundo, me llego hasta la garganta, con
el d�cimo chorro, no pude evitar abrir la boca pues me ahogaba, y los cuatro
siguientes me salpicaron el pecho, mi cuerpo se lleno del orgullo de Rusia, un
liquido agrio como el lim�n, pero que dejaba un gusto salado que te hacia pedir
mas.
Me deje caer sobre la cama, y Vissel y Jaume me lamieron
hasta la ultima gota, frotando tambi�n mi cuerpo con sus manos empapadas en
sudor, en ese momento fui consciente del calor que tenia, estaba empapado,
nuestros cuerpos resbalaban.
Me incorpore y vi la tremenda erecci�n de Jaume, absortos en
nuestro placer nos hab�amos olvidado de �l.
- Oye Jaume d�jame una cosa vale t�mbate � le dije.
Busque la cocina, y en su nevera encontr� nata, eso me
servir�a.
Volv� a la habitaci�n y unte el pene de Jaume con el
producto, llame al ruso y entre los dos, degustamos aquel delicioso postre, que
debajo de la nata estaba relleno de carne c�lida y excitante, nuestra doble
mamada, hizo r�pido su efecto, y Vissel y yo nos peleamos por el esperma de
Jaume, aunque hubo de sobra para los dos.
Tras descansar un rato y darme una ducha, llego el momento de
partir a mi hogar, cambiamos tel�fonos y me cite con Jaume para dentro de una
semana.
Mis encuentros con �l son asiduos, pero al ruso se le termino
la beca, ahora en su casa hay un riquisimo argentino de 13 a�os, que ma�ana voy
a ir a conocer, y eso amigos es otro relato.
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