Tr�o al Natural
Como fot�grafo, fui contratado para hacer unas tomas
paisaj�sticas en una zona de dif�cil acceso de la monta�a. Quer�a ir con
alguien, no s�lo para pasarla bien, sino tambi�n para compartir el peso de
equipos, agua, comida, carpa, entre otros. Al final no consegu� ayudantes y,
trabajo al fin, tuve que partir solo.
Me tom� casi todo el d�a llegar a la selva nublada, subiendo
por una quebrada y caminos olvidados. Desde la �ltima vivienda campesina hab�a
pasado casi tres horas y all� me hab�an dicho que no habr�a m�s casas y que
nadie sube por estos lados, as� que par� un poco para descansar y me ba��
desnudo en aquel pozo cristalino con su peque�a cascada, que masajeaba mi
cansada espalda y mis pies y que, pese al frescor del agua, me excitaba al
chorrear sobre mi pene.
Consciente de que nadie llegar�a, continu� la marcha desnudo
hasta la hora de acampar, disfrutando la libertad plena de caminar desnudo en
los caminos de la selva y el r�o, hasta que escog� otro hermoso pozo y acamp� un
poco apartado de la quebradita, para evitar animales que vienen a buscar agua y
comida.
Hecho el campamento volv� a la quebrada a ba�arme, pero la
sensaci�n de estar caminando desnudo me excit� tanto que ten�a una erecci�n
dolorosa que hab�a que calmar, acarici�ndome, frotando mi piel con flores que
flotaban en el pozo, sal� del agua fresca, que no calmaba mi erecci�n y sobre la
grama natural empec� a masturbarme, lentamente, disfrutando como si estuviera
acompa�ado, masturb�ndome de solo pensar que podr�a estar all� con mis amigos de
esta comunidad, haci�ndoles el amor...
Volv� al campamento y, fuera de la carpa, coloqu� mi hamaca
camuflada y me qued� dormido profundamente, con los �ltimos rayos de sol de la
tarde sobre mi cuerpo. Pero en la quietud de la noche, s�lo con los sonidos del
bosque, escuch� cerca una detonaci�n que me despert� y, seguido, el grito: no
joda, se escap�!. Entre el matorral pude ver que un cazador solitario hab�a
instalado un campamento junto al pozo y ten�a una gran l�mpara que iluminaba
todo su alrededor, mientras me ocultaba en las sombras. Fornido, sin camisa y
sudoroso, brillaba su cuerpo todo velludo. Se daba un ba�o y, con sus manos, se
acariciaba con sumo placer, mientras se masturbaba tambi�n, penetr�ndose
vibrantemente con una especie de vela de cera.
Contemplaba extasiado su escena, cuando trat� de acercarme
m�s, pero al pisar unas ramas escuch� y se detuvo, yo me paralic�. Al fin lo
olvid� y sigui� gozando con su masturbada doble, por delante una verga inmensa
que casi podr�a chuparse el mismo, por detr�s esa vela que casi se derret�a con
la fricci�n en su culo.
Me masturbaba fren�ticamente vi�ndolo, cuando sus ojos
desorbitados de placer volvieron de pronto hacia m�, descubriendo el brillo de
mi sudor bajo la clara luna llena, tratando de descifrar mis r�tmicos
movimientos p�lvicos frente a mi mano.
Grit� - �Mierda!, �desde cu�ndo est�s all� y qui�n eres? -,
mientras se met�a a la quebradita a medio cuerpo. Sal� a�n con mi erecci�n y le
dije, tomo fotograf�as y me excit� vi�ndote haciendo lo que hac�as, tanto que me
masturbaba tambi�n pensando que esa vela era yo mismo penetr�ndote.
Con cara de molestia me dijo: - �andas solo? -, - Si -, dije.
- Entonces ven al agua y nos conoceremos mejor, total ya descubriste lo que
nadie sab�a hasta hoy -. Acced�, a�n con mi erecci�n, pero casi salvajemente se
me abalanz� y no dej� que entrara al agua, ca� sobre su pa�o tendido, algo
asustado, pero �l se trag� completamente mis 17 cms., que mord�a suavemente y
degustaba tanto, que enseguida le dije que eyacular�a, pero �l segu�a y segu�a
hasta hacerme acabar en su boca y, sin pensarlo, se lo tragaba y me mord�a m�s,
como tratando de exprimir hasta la �ltima gota.
De pronto toqu� su miembro enorme, con las dos manos lo
masturbaba, mientras me besaba apasionadamente, yo le mord�a sus orejas, le
mamaba sus pezones ardorosos y erectos, inmensos. Tem�a que me pidiera ser
penetrado, nunca lo he hecho, pero con esa verga tampoco podr�a estrenar mi
virginal culito. Pero �l se volte� a chuparme de nuevo y, una vez erecto, me
pidi� que lo penetrara. Le dije que no ten�a a la mano el preservativo, pero no
entendi� eso, simplemente se sent� sobre m� y �l mismo se penetr�, lo que me
doli� mas a m�, pues a aquel culo cerradito no parec�a que la vela le hubiera
hecho m�s abierto.
Me dijo: - Es mi primera vez, pero todo lo que s� lo aprend�
con una revista que le rob� a unos musi�s que ven�an antes por aqu� y cuando los
dejaba solos hac�an esto, los ve�a pero nunca me atrev� a probarlo hasta ahora
-.
Aquellas duras nalgas eran firmes, pero su ano estaba tan
acostumbrado a esa velita que a mi pene le costaba entrar, de un solo empuj�n se
sent� sobre m� y cabalg� hasta hacerme acabar nuevamente, mientras lo masturbaba
y eyaculaba sobre mi pecho, en un grito de placer que envolvi� la selva.
De pronto, una luz de linterna nos alumbraba y una voz dec�a:
- Sab�a que ven�as a cazar, desgraciado, pero no me imagin� que el cazado ser�as
tu -. Era un guardaparques que habiendo escuchado aquel disparo lleg� hasta el
lugar.
No hab�a nada qu� explicar, lo hab�a visto todo, pero a mi no
me importaba, pues ni lo conoc�a ni me conocer�a, adem�s no es ilegal desnudarse
y hacer el amor en secreto en un parque nacional. Pero cuando se acerc� pude
notar su firme erecci�n, se notaba que no usaba interiores y su ancho uniforme
se alzaba como una carpa ladeada por el viento. Me dijo: -A ti te vi cuando te
paraste a descansar, orinaste junto al �rbol a pesar de estar solo, pero como no
me viste yo si not� que tampoco usas interiores, como yo. Te ba�aste desnudo y
ten�as esa erecci�n, que me masturb� de verte -.
Al campesino le dijo: - Siempre quise tener algo contigo,
pero nunca me atrev� a nada, siempre te veo ba�arte desde mi puesto de vig�a,
viendo hacia tu casa con los binoculares, pero all� hay mucha gente y nunca te
desnudas completamente -.
Se quit� su uniforme mientras dec�a: - Espero que sepan
compartir este secreto conmigo, ya que tengo rato vi�ndolos, as� que conozcan el
m�o -; un inmenso pene brotaba de aquel uniforme, siendo un hombre velludo, se
notaba que estaba rasurado, su pene se ve�a m�s grande por no tener vellos, su
pecho era una escultura que era preferible afeitar para no profanarla
ocult�ndola con tanto pelo. El atl�tico guardaparques se agach� a destrenzar sus
botas mientras se chupaba aquella inmensidad de pene, su propio pene le entraba
en la boca como si nada y se notaba que era experto en autochuparse. Cuando
qued� desnudo lo tocamos a la vez, yo envidioso y el cazador deseoso. Mientras
toc�bamos a dos manos sobraba lugar para otra m�s. Lo besaba por la espalda, por
su nuca, por sus orejas paraditas, comi�ndome aquel sudor a selva, bajando por
su espalda hasta besar sus nalgas, duras, paraditas, firmes; mientras �l hac�a
lo mismo con el cazador. Se volte�, con un preservativo en la mano y,
r�pidamente, me lo puso con su boca, como nunca nadie lo ha podido hacer, hasta
el fondo y con sus dientes. El campesino dijo - Entonces a eso te refer�as; por
aqu� se le dice forro o cuerito -.
Me dijo: - C�jeme y mu�velo salvajemente -. Pero al cazador
le dijo: - Te quiero castigar por estar cazando en un parque nacional, primero
te lo tragas como te tragabas el de �l, pero despu�s te arder� desde el culo
hasta los intestinos, porque te lo voy a meter hasta el fondo -.
El campesino dijo: - Es lo que m�s quiero, pero no me
lastimes, pues �l me quit� la virginidad y el tuyo es m�s grande y m�s grueso -.
El guardaparques entendi� y, con saliva, chup�ndole el culo y
metiendo su lengua fue poco a poco prepar�ndolo, le dec�a: no hay cond�n que me
sirva sin romperse, pero yo soy muy sano, no te preocupes. El guardaparques se
mec�a al ritmo de mis penetraciones y le met�a el dedo por su culo, con mucha
saliva, y la lengua, que lo hac�a gemir de placer.
Lleg� el momento de penetrarlo y el chico gem�a de placer y
dolor, con todos esos 26 cms. que de su boca masajeaban su garganta, pasaron a
su culo, lenta y suavemente. El guardaparques se mov�a para acoplar mis
movimientos con los de su penetraci�n al campesino, mientras yo mordisqueaba su
nuca, sus orejas y apretaba sus pezones enca�onando sus vellos rapados. Y con mi
otra mano alcanzaba a masturbar con dificultad al campesino, preso en los
enormes brazos del guardaparques. Era mi sue�o, el trencito. Dijo: - Pensar que
estaba molesto porque no me dieron permiso el d�a de mi cumplea�os, pero este es
el mejor regalo que haya tenido, pues es mi fantas�a desde que ten�a 10 a�os:
penetrar y ser penetrado en una selva al aire libre -.
Luego de un tiempo interminable, acabamos casi a la vez, nos
bes�bamos apasionadamente confundiendo nuestras lenguas, salivas, mordiscos
suaves y ca�mos sobre la grama exhaustos. Fue cuando nos presentamos con
nuestros nombres, pero ya no era necesario, nos hab�amos conocido como en una
fusi�n �ntima.
Acampamos juntos en mi carpa, desnudos los tres, haciendo
variaciones de lo que ya sab�amos que nos gustaba y explorando nuevos
territorios propios y ajenos, en aquel largo fin de semana, junto al r�o, junto
al fuego, sobre un �rbol ca�do, sobre las piedras, en la carpa, y el
"hamaca-sutra" sobre el chinchorro: indescriptible!!!
Seguimos siendo verdaderos amigos, de vez en cuando el
guardaparques me llama para pedirme que vuelva a tomar fotograf�as, mientras que
el campesino dej� de ser cazador y ahora es gu�a de fot�grafos naturistas y ha
sido contratado por el guardaparques como su asistente. Otras veces vienen a mi
casa y pasamos el fin de semana viendo videos porno gay, visitando la comunidad
virtual y haciendo el tr�o m�s perfecto que haya podido inventarse.
Alg�n d�a publicar� esas fotos naturistas, las que m�s
satisfacci�n me dieron en mi carrera, aunque nadie las haya visto. Tambi�n
espero invitarlos a una playa solitaria que conozco, para recordar lo vivido...