Las mujeres de mi vida � Tong-po
Relato no. 22
Dando una repasada.
Hola amigos, yo de nuevo, est� vez les traigo un relato que
sucedi� apenas el s�bado 14 de agosto, y se podr�a catalogar como primera vez
sin embargo yo no fui el primero sino el segundo por eso mi t�tulo de "dando una
repasada", pues bien, el d�a en citado un amigo nos invit� a varios amigos con
sus respectivas familias a una casita de campo que tiene por all� en Cuernavaca,
Morelos, para los que no conocen esto es en M�xico... la ma�ana de ese d�a
llegamos con nuestras familias a pasar un fin de semana yo s�lo conoc�a a la
esposa del amigo pero al llegar y ver a sus dos hermosas hijas de 17 y 19 a�os
ambas muy bien formadas y metidas en un diminuto bikini color mel�n la m�s
peque�a y blanco la mayor mostrando sus grandes senos (herencia de la mama)
apenas soportados por su sost�n que remarcaban perfectamente sus peque�os
pezones, y el bikini abrigaba a penas sus hermosas y grandes nalgas y mostrando
apenas sobre la tela mojada sus peque�as pelambreritas obscuras, en fin entre
comida, bebida y miradas escondidas a las dos bellezas transcurri� la ma�ana y
tarde.
Ya al atardecer el due�o de la casa estaba m�s que tomado, y
lo llevamos a dormir otro compa�ero y yo, al dejarlo en su cama yo decid� entrar
al sanitario, al salir ya no encontr� a Jaime (por llamarlo de alguna manera),
caminando por el pasillo hacia las escaleras de pronto escuche el cl�sico
gemidito de mujer excitada, al aproximarme a la puerta de donde proven�a la abr�
despacio y sin ruido y all� al fondo de la habitaci�n, Jaime ten�a en sus brazos
a M�nica (tambi�n por darle un nombre, la m�s peque�a de las chiquillas), y le
estaba dando una fajada riqu�sima a�n con su bikini color mel�n puesto pero con
sus senos fuera del sost�n Jaime lam�a sus pezones y amasaba las grandes nalgas,
yo por mi parte miraba al cuarto y en ocasiones a la entrada de las escaleras
por si alguien ven�a no pens� siquiera en entrar a cortar la inspiraci�n del
caballero que supongo hizo una buena labor de convencimiento.
En fin de pronto la recarg� sentadita sobre un tocador y se
dirigi� a la entrepierna de la chamaca e hizo a un lado el diminuto triangulito
color mel�n y mostrando una rajadita peque�a y depiladita, �l comenz� a lamer y
a dar lengua a ese peque�o orificio, la chiquilla s�lo lo sujetaba de la cabeza
revolviendo su cabello y con el rostro colorado por la excitaci�n volteaba hac�a
el techo y pon�a sus ojos en blanco y moviendo su cadera y dando gemiditos de
placer. Despu�s de un rato Jaime la recost� sobre la cama, le quit� el bikini y
abri� sus bien formadas piernas de par. Y saco su trozo de carne que ya
chorreaba al igual que el m�o la chiquilla con respiraciones profundas sinti�
como la cabeza del invasor se posaba en su peque�a entrada y comenzaba a
introducirse lenta pero firmemente de pronto la chiquilla lanzo un grito de
dolor que apag� tap�ndose la boca con la mano y rebotando en la cama, Jaime al
darse cuenta la abraz� y detuvo su embate, yo desde mi punto de observaci�n que
ya hab�a abierto m�s la puerta y pr�cticamente hab�a metido la cabeza pude ver
perfectamente como la zona de la conchita de la chiquilla se coloreaba por la
sangre, �era virgencita!, seguido Jaime sigui� con su embate hasta tenerla bien
ensartada y bes�ndola la bombeo, primero lento y luego m�s y m�s fuerte haciendo
que sus grande senos fuera de adelante a atr�s, la chiquilla se estiraba y
agitaba de tal manera que seguro estoy se estaba viniendo salvajemente, de
pronto Jaime se sali� de ella y lanzo su chorro al estomago de la chiquilla.
La beso en la boca y no se que le dijo a lo que la chiquilla
asent�a se levanto se acomod� la ropa y sali� del cuarto, yo me hice un poco
hac�a a tras y cuando el cerr� la puerta se qued� con la boca abierta y trataba
de decir algo pero su susto fue m�s y s�lo le hice la se�al de silencio y en voz
baja le dije que ahora le tocaba a el hacerla de guardia, s�lo asinti� sin decir
nada y entre a la habitaci�n dejando la puerta abierta, por si �l quer�a ver.
La chiquilla estaba poni�ndose el bikini despu�s de haber
limpiado su vientre del semen de Jaime, su sorpresa fue la misma que la de �l, y
le dije que lo hab�a visto todo, ella se puso a temblar y acerc�ndome la abrace
y le dije que se calmara que nadie lo iba a saber, desde luego yo creo que
entendi� la frase y la bese en la boca a lo que ella respondi� tambi�n pronto me
hice de sus grandes senos y los chupe con mucho gusto y mientras masajeaba sus
grandes nalgas, por cierto muy duras y de piel tersa iniciaba ella su nuevo
contoneo de cadera, chiquilla caliente, lentamente la recost� boca abajo sobre
la cama bes�ndole la espalda y recorriendo hasta sus nalgas redondas las bese,
las masaje las abr�, las cerr� en fin me di gusto con tan divinas nalgas luego
ataque su hoyito posterior y mojando mi dedo lo presionaba en su orificio
introduci�ndolo un poco y luego se lo chupe un largo rato hasta que lo sent�
dilatado me coloque sobre ella y dici�ndole al o�do que aguantara apunte mi
miembro y col� la cabecita en sus entra�as, ella buf� de dolor y pretend�a
moverse as� que la sujete y la tranquilice acababa de perder tambi�n el virgo de
su anito, continu� mi embate hasta colar la mitad de mi miembro y ella mordiendo
la sobre cama comenz� a mover un poco su cadera pronto ten�a ensartada toda mi
macana dentro de la chiquilla e inicie el bombeo lento, la verdad es que sent�a
como si estrangulara mi palo de vez en vez lo mojaba con saliva y comenc� a
bombearla fuertemente haciendo que sus nalgas se bambolearan deliciosamente y
ella gem�a y gem�a metiendo su cabeza en la cama de pronto no soporte m�s y
descargue mi leche en el interior de sus anito, ella se contra�a apret�ndolo y
permitiendo que expulsara toda mi leche me desplom� sobre ella y la bese en la
nuca.
Nos levantamos y s�lo le gui�� el ojo y mand�ndole un beso,
al salir de la habitaci�n Jaime estaba all� esper�ndome y dici�ndome los rico
que hab�a sido nos dirigimos a la reuni�n nuevamente, al cuestionarnos por la
tardanza lo atribuimos a que Oscar el due�o de la casa estaba impertinente y no
quer�a acomodarse, pronto bajo "M�nica" ya ba�ada y cambiada en un riqu�simo
pantal�n blanco entallado y una blusita verde, s�lo se remiti� a sonre�r y a
charlar con los dem�s, no hizo ning�n comentario y de vez en vez nos volteaba a
ver a Jaime y a mi gui��ndonos el ojo y sonriendo, seguros estamos que le gusto
y desde ese d�a comentamos con nuestro amigo de que bella es su casa y haber
cuando hace otra fiesta, o cuando menos poder volver a ver a esa chiquilla y
ense�arle algo m�s, si no es que antes le da vuelo a la hilacha y se acuesta con
quien m�s pueda.